1. ¿Tolerar o respetar y aceptar la diversidad?
Los seres humanos somos diferentes unos de
otros y nuestras diferencias se expresan en las
diversas formas de sentir e interpretar el mundo
cada uno construye dentro del marco histórico
social y cultural en el que se desarrolla su
existencia.
Preferimos hablar de aceptación o respeto de las
diferencias más que de "tolerancia", aun
sabiendo que es la terminología utilizada por los
organismos internacionales (UNESCO, 1946).
La palabra tolerancia aparece por primera vez
enunciada, en el ámbito religioso.
2. El ahimsa [la no violencia] nos enseña a respetar la fe
religiosa del prójimo al igual que la nuestra, cuya
imperfección reconocemos.
No violencia y verdad son términos tan cercanos que
resultan prácticamente intercambiables.
La necesidad de tolerar a los demás y sus costumbres
sólo se plantea cuando es extremadamente difícil
hacerlo, la tolerancia, podría afirmarse, sólo se reclama
cuando surge lo intolerable.
3. Hay límites para la tolerancia, incluso cuando cada cual
sigue respetando las opiniones ajenas.
Es fundamental que se comprenda que si todos somos
iguales en dignidad, nos distinguimos por nuestras dotes
particulares, nuestras ideas y creencias
aceptar que cada uno de los seres humanos del planeta
tiene sus ideas y preferencias personales.
Se trata de convivir con naturalidad y apertura para poder
tomar del otro lo que tiene de distinta y al mismo tiempo
reconocer lo que tiene de común.
En la escuela, está la diversidad; la población de niños y
de docentes es diversa, por su cultura, por su sexo, etc.