La tolerancia se define como la aceptación de diversas opiniones, culturas y religiones siempre que no atenten contra los derechos humanos. La historia de la tolerancia comenzó con el conflicto entre iglesias mayoritarias y disidentes en el siglo XVI. Aunque pensadores como Erasmo y Montaigne defendieron la tolerancia, no plantearon un derecho inherente a la libertad de conciencia. En 1995, la UNESCO declaró el Día Internacional de la Tolerancia para promover la educación sobre tolerancia y derechos humanos a nivel local y global
1. LA TOLERANCIA
Podríamos definir la tolerancia como la aceptación de la diversidad de opinión,
social, étnica, cultural y religiosa. Es la capacidad de saber escuchar y aceptar
a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la
vida, siempre que no atenten contra los derechos fundamentales de la persona.
La tolerancia si es entendida como respeto y consideración hacia la diferencia,
como una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar
distinta a la propia, o como una actitud de aceptación del legítimo pluralismo,
es a todas luces una virtud de enorme importancia.
El mundo sueña con la tolerancia desde que es mundo, quizá porque se trata de
una conquista que brilla a la vez por su presencia y por su ausencia. Se ha dicho
que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de
explicar.
HISTORIA DE LA TOLERANCIA
La defensa de la tolerancia surgió históricamente entre el conflicto de
una iglesia mayoritaria y sus disidentes. En el Siglo XVI se habló por primera vez de
tolerar a los equivocados en cuestiones de fe.
El principio de tolerancia fue establecido en gran medida por el grupo italiano de
reformistas dirigidos por Fausto Sozzini que en 1574 rechazaron la doctrina de la
Trinidad y fueron los fundadores de la corriente reformista llamada unitarismo.
Combatir. Esto significa que bajo la idea de guerra y la idea de esfuerzo subyace la
noción de tolerancia. (Claude Sahel. La Tolerancia: Por un humanismo herético. Ed.
Cátedra. Madrid, 1993, Pág.16).
Los vencedores de la guerra religiosa crearon un principio ético que concedía indultos
a los " herejes " e " impuros " otorgando el " perdón " y la " indulgencia ", formulada
por este precepto de tolerancia y en este contexto su significado histórico radica en
la ruptura del mundo religioso cristiano y la conciencia de las múltiples creencias y
doctrinas teológicas. Moro, Erasmo, Montaigne esbozaron los primeros argumentos,
pero nunca llegaron a plantear la existencia de un derecho inherente de todo hombre a
la libertad de conciencia y religión. La tolerancia era apenas un recurso de los
príncipes para restaurar la convivencia pública, rota por el conflicto entre los
ortodoxos y heterodoxos. La autoridad civil debía tolerar al disidente por las mismas
razones que toleraba a las prostitutas; para evitar males mayores.
2. DÍA INTERNACIONAL DE LA TOLERANCIA:
1995 fue declarado, por iniciativa de la UNESCO, Año de las Naciones Unidas
para la Tolerancia, y en su transcurso se realizó una campaña mundial en favor
de la tolerancia y la no violencia. El Día Internacional de la Tolerancia tuvo su
origen en el impulso de ese Año. El desarrollo de la tolerancia y la confianza en
las diversas comunidades no se logra de la noche a la mañana; es algo que
requiere tiempo y esfuerzos. Establecer la tolerancia supone el acceso a la
educación. La intolerancia suele tener sus raíces en la ignorancia y el temor:
temor a lo desconocido, al "otro", a otras culturas, religiones y naciones. La
intolerancia está también estrechamente ligada a un sentimiento exacerbado
de autoestima y orgullo, nociones enseñadas y aprendidas a edad temprana. Por
tanto, en los próximos años tenemos que hacer más hincapié en educar a los
niños acerca de la tolerancia, los derechos humanos y las libertades
fundamentales.
Pero no debemos olvidar que la educación no termina en el aula, y que los
adultos -en primer lugar como personas capaces de cometer actos de
intolerancia, pero sobre todo en su calidad de padres, legisladores y
encargados de la aplicación de la ley- también han de estar entre los
principales destinatarios de nuestros esfuerzos educativos.
Un Día Internacional de la Tolerancia puede ser una ocasión anual de la
educación para la tolerancia así como de reflexión y debates sociales y
políticos de mayor alcance sobre los problemas de intolerancia locales y
mundiales.
Si bien el problema de la intolerancia es mundial, en cuanto está aumentando en
muchas partes del mundo, las manifestaciones de intolerancia generalmente
adoptan formas locales o nacionales. Así, para ser eficaces, las normas
mundiales contra la intolerancia tienen que combinarse con medidas locales,
nacionales e individuales.
“Una guerra medra nutriéndose en la intolerancia, la paz exige lo contrario.
Reemplazar la desconfianza por una mejor comprensión de la cultura y las aspiraciones
de los demás, contribuirá a que aprendamos a avenirnos y abonará el camino de una paz
duradera.” Koichiro Matsuura. Director General de la Unesco.