Aquí encontrarás toda la descripción del N.T Según la revelación. esto es realizado por el Padre Miguel Camelo; para los estudiantes de segundo semestre de introducción a la Biblia.
2. LA REVELACION EN EL NUEVO TESTAMENTO
En Cristo se ha manifestado la verdad de Dios, la
verdad del hombre y el sentido de la historia. En
Cristo se ha revelado QUIÉN ES DIOS para
nosotros y quiénes somos nosotros para Él.
Al decir en Cristo, se deben entender no
solamente sus palabras, sino también la historia
que él vivió y la estructura de su persona. Jesús
de Nazaret es la transcripción humana e
histórica de Dios. El hombre Jesús (verdadero
hombre en medio de la historia de los
hombres), es la PALABRA DE DIOS.
3. Colossians 1:15-20 15 Él ES LA IMAGEN DEL DIOS
INVISIBLE, el primogénito de toda creación. 16
Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en
los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya
sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo
ha sido creado por medio de Él y para Él. 17 Y Él es
antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas
permanecen. 18 Él es también la cabeza del cuerpo que
es la iglesia; y Él es el principio, el primogénito de
entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la
primacía. 19 Porque agradó al Padre que en Él habitara
toda la plenitud, 20 y por medio de Él reconciliar
todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por
medio de la sangre de su cruz, por medio de Él, repito,
ya sean las que están en la tierra o las que están en
los cielos.
4. Define a Cristo como
“IMAGEN DEL DIOS INVISIBLE”.
Jesús es el icono visible de Dios invisible.
La invisibilidad de Dios se ha desvanecido
en la aparición histórica de Jesús de
Nazaret. En esta se encierra un escándalo,
y los autores del N.T. son conscientes de
ello: la relación con el absoluto se hace
depender de un acontecimiento histórico.
5. LA REVELACION EN LOS EVANGELIOS
SINÓPTICOS:
Al contar la historia de Jesús, los sinópticos
están persuadidos de que narran la historia de
la manifestación de Dios. Jesús es el
REVELADOR. Él ha hablado de Dios, y sus
palabras son una explicación /comentario de la
vida que ha vivido. Este es el lugar más denso (y
polémico) de la epifanía de Dios, y los
evangelistas la cuentan con rasgos muy
precisos.
6. EL EVANGELISTA MARCOS:
Cuenta la vida de Jesús evidenciando una
especie de contradicción que constituye
justamente el nudo que hay que desatar; por
una parte, palabras y gestos de Jesús en los
cuales se manifiesta el poder de Dios; por otra
parte, una desconcertante debilidad que parece
desmentirlo.
Los milagros de Jesús no se sustraen al disenso.
Jesús decepciona la pretensión farisea de un
milagro que pruebe su origen divino por encima
de toda duda (Mc. 8, 10-13)
7. Mark 8:10-13
10 Y subiendo enseguida a la barca con sus
discípulos, fue a la región de Dalmanuta.
11 Entonces salieron los fariseos y
comenzaron a discutir con Él, buscando de
Él una señal del cielo para ponerle a
prueba. 12 Suspirando profundamente en
su espíritu, dijo: ¿Por qué pide señal esta
generación? En verdad os digo que no se
le dará señal a esta generación. 13 Y
dejándolos, se embarcó otra vez y se fue
al otro lado.
8. Y sobre todo, los gestos de poder disminuyen conforme
se acerca a la cruz. Los milagros mueren en la cruz. Los
milagros están al servicio de la cruz. Los gestos de poder
de Jesús confirman que Dios está con Él, por lo cual hacen
creíble la cruz; pero a su vez la cruz revela que el rostro
de Dios es diverso de cómo suelen los hombres
bosquejarlo partiendo de los milagros.
Los sinópticos evidencian con fuerza un segundo rasgo de
la historia de Jesús: él busca perennemente a los pobres y
los pecadores, no establece diferencias entre los
hombres, distribuye a manos llenas el perdón. Para los
fariseos es una praxis escandalosa e irritante: trastorna
los criterios pastorales más obvios y está en contraste con
la concepción más común de Dios.
9. En cambio, para Jesús es una praxis que revela
el verdadero rostro de Dios. Esto aparece con
claridad, por ejemplo en las tres parábolas de la
misericordia del cap. 15 de Lucas: en la práctica
de la misericordia de Jesús se revela y se hace
presente la misericordia del Padre.
La revelación pasa, a través de modalidades
históricas precisas de la vida de Jesús. Si el Hijo
de Dios hubiera vivido una vida diversa, hubiese
sido diversa la revelación de Dios. Como
también sería diversa la lectura de la epifanía de
Dios ocurrida en Jesús.
10. Para los sinópticos, Jesús es el UNICO REVELADOR DE
DIOS, y ello porque él solo es el HIJO. Esta convicción,
subyacente a todo el discurso se concreta en:
Matthew 11:27 27 Todas las cosas me han sido
entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo,
sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el
Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. //
Lc 10,22
“Nadie conoce”: el concepto bíblico de conocimiento no
es solo intelectual, sino vital; incluye experiencia, amor y
comunión. Conocer es una relación vital y circular entre
personas. El conocimiento entre el Padre y el Hijo es
recíproco y exclusivo (“nadie”); pero no es un círculo
cerrado sino abierto: “Y a quien se lo quiera revelar”.
11. El hombre puede ser admitido en diálogo entre el
Padre y el Hijo, pero como puro DON, Y sólo Jesús
puede admitirlo. Por el poder recibido (“Mi Padre
me ha confiado todas las cosas”) y por el
conocimiento del Padre que posee (“Nadie conoce
al Padre sino el Hijo”), Jesús es el REVELADOR,
ÚNICO, VERDADERO, DIVERSO DE TODOS LOS
DEMÁS.
Habla de un misterio de Dios que conoce
profundamente. Diversamente del modo de
transmitir de los rabinos de hombre a hombre,
JESÚS RECIBE EL CONOCIMIENTO DIRECTAMENTE
DEL PADRE.
12. El objeto directo de la revelación de Jesús ES EL PADRE; pero
el hijo también es un misterio que el hombre solo, no es
capaz de conocer: “Nadie conoce al Hijo sino el Padre”. Esto
nos lleva a otra convicción sinóptica: JESUS NO ES SOLO EL
REVELADOR SINO EL REVELADO.
El misterio de su persona es inaccesible a la “carne” y a la
“sangre”, imposible percibirlo sin una revelación del Padre
(Mt 16,17: 17 Y Jesús, respondiendo, le dijo:
Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto
no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está
en los cielos.), negada a los sabios y a los hábiles y
concedida a los “pequeños” (Mt 11,25: 25 En aquel tiempo,
hablando Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste
a los niños.). Objeto de la Revelación es la persona de Jesús, su
filiación divina, su misión de salvación, su destino de muerte y
resurrección.
13. Es emblemática a este respecto la teofanía del bautismo en el Jordán
(Mc 1, 9-11: 9 Y sucedió en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de
Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 E inmediatamente, al
salir del agua, vio que los cielos se abrían, y que el Espíritu como paloma
descendía sobre Él; 11 y vino UNA VOZ DE LOS CIELOS, que decía: TÚ
ERES MI HIJO AMADO, EN TI ME HE COMPLACIDO. ) y ésta relacionada
con el relato de la transfiguración (Mc 9,2-8: 2 Seis días después, Jesús
tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte, solos, a un
monte alto; y se transfiguró delante de ellos; 3 y sus vestiduras se
volvieron resplandecientes, muy blancas, tal como ningún lavandero
sobre la tierra las puede emblanquecer. 4 Y se les apareció Elías junto
con Moisés, y estaban hablando con Jesús. 5 Entonces Pedro,
interviniendo, dijo a Jesús: Rabí, bueno es estarnos aquí; hagamos tres
enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. 6 Porque él
no sabía qué decir, pues estaban aterrados. 7 Entonces se formó una
NUBE, CUBRIÉNDOLOS, Y UNA VOZ SALIÓ DE LA NUBE: ÉSTE ES MI
HIJO AMADO, A ÉL OÍD. 8 Y enseguida miraron en derredor, pero ya no
vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo. ).
14. LOS CIELOS QUE SE ABREN,
el Espíritu que desciende y la voz del cielo son
rasgos que hacen afín el relato del bautismo a
las visiones apocalípticas. Pero hay una
profunda diferencia. En las visiones
apocalípticas el hombre es admitido como
espectador a ver el desarrollo del designio de
Dios. En el relato del bautismo se abren los
cielos y Jesús “ve”; pero la visión tiene por
objeto él mismo: “TÚ ERES MI HIJO AMADO, MI
PREDILECTO”.
15. Indicios interesantes en los evangelios sinópticos,
respecto al lenguaje de la revelación, dejan
constatar que Jesús para hablar del Reino de Dios
se sirve ampliamente de Parábolas, tanto que
Mateo dice: “Les hablaba sólo en parábolas”
(13,34: 34 Todo esto habló Jesús en parábolas
a las multitudes, y nada les hablaba sin
parábola,), por lo cual diríamos que el lenguaje es
parabólico, porque no podemos hablar
directamente de Dios y su Reino, por ello hacemos
uso de realidades tomadas de nuestra experiencia
y así llegar de un modo indirecto al mismo Dios.
16. La parábola pretende concluir algo que está más allá y en
el fondo, pero al mismo tiempo es un lenguaje abierto,
capaz no ciertamente de expresar el misterio de Dios,
pero sí de aludir a él. Es un lenguaje que fuerza a pensar;
no define, sino que alude, invita a ir más allá. La parábola
es un discurso global que deja intacto el misterio de Dios,
pero que nos muestra con fuerza su impacto en nuestra
existencia.
De ahí la ambigüedad del lenguaje parabólico: es
luminoso y oscuro, descubre y oculta. Requiere
interpretación y decisión. Como dice Marcos (4,11: 11 Y
les decía: A vosotros os ha sido dado el misterio del
reino de Dios, pero los que están afuera reciben todo
en parábolas;), es luminoso para el que se deja arrastrar,
oscuro para el que se queda fuera mirando.
17. LA REVELACION EN SAN PABLO: La revelación es vista sobre todo
como acontecimiento de salvación. En el rico vocabulario paulino
encontramos el concepto de “MISTERIO” en 1 Cor 2,6-10: 6 Sin
embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado
madurez; pero una sabiduría no de este siglo, ni de los
gobernantes de este siglo, que van desapareciendo, 7 sino
que hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría
oculta que, desde antes de los siglos, Dios predestinó para
nuestra gloria; 8 la sabiduría que ninguno de los
gobernantes de este siglo ha entendido, porque si la
hubieran entendido no habrían crucificado al Señor de
gloria; 9 sino como está escrito: COSAS QUE OJO NO
VIO, NI OÍDO OYÓ, NI HAN ENTRADO AL CORAZÓN
DEL HOMBRE, son LAS COSAS QUE DIOS HA
PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN. 10 Pero Dios nos
las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo
lo escudriña, aun las profundidades de Dios.
18. Rom 16,25-26: 25 Y a aquel que es poderoso para afirmaros
conforme a mi evangelio y a la predicación de Jesucristo,
según la revelación del misterio que ha sido mantenido en
secreto durante siglos sin fin, 26 pero que ahora ha sido
manifestado, y por las Escrituras de los profetas, conforme
al mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a
todas las naciones para guiarlas a la obediencia de la fe,;
Col 1,25-27:
Colossians 1:25-27 25 de la cual fui hecho ministro
conforme a la administración de Dios que me fue dada para
beneficio vuestro, a fin de llevar a cabo la predicación de la
palabra de Dios, 26 es decir, el misterio que ha estado oculto
desde los siglos y generaciones pasadas, pero que ahora ha
sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar
a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este
misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la
esperanza de la gloria.
19. Ef 3,2-12: 2 (si en verdad habéis oído de la dispensación de la gracia de
Dios que me fue dada para vosotros; 3 que por revelación me fue dado
a conocer el misterio, tal como antes os escribí brevemente. 4 En vista
de lo cual, leyendo, podréis comprender mi discernimiento del misterio
de Cristo, 5 que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos
de los hombres, como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y
profetas por el Espíritu; 6 a saber, que los gentiles son coherederos y
miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en
Cristo Jesús mediante el evangelio, 7 del cual fui hecho ministro,
conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la
eficacia de su poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de
todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las
inescrutables riquezas de Cristo, 9 y sacar a luz cuál es la dispensación
del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de
todas las cosas; 10 a fin de que la infinita sabiduría de Dios sea ahora
dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades
en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que llevó a
cabo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos libertad y
acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él..
20. En los pasajes citados la palabra misterio está
acompañada de una amplia constelación de términos de
revelación: Escrituras proféticas, conocimiento, palabra
de Dios. Y los verbos se alienan en dos coordenadas: Dios
revela su disposición, manifiesta, da a conocer, confía la
misión de anunciar.
El Apóstol anuncia, evangeliza, ejerce un ministerio de
gracia, ilustra. Revelación de Dios y predicación de la
Iglesia son vistas como dos caras de un único
acontecimiento. Revelación no es el gesto de Dios en sí,
sino el gesto de Dios anunciado y actualizado hoy en la
predicación y en la existencia misma de la Iglesia
(Efesios). Sin la predicación que lo anuncia y hace
presente, el gesto de Dios permanecería encerrado en el
pasado.
21. Por eso habla Pablo de “Palabra de la Cruz” (1 Cor
1,18: 8 Porque la palabra de la cruz es necedad
para los que se pierden, pero para nosotros los
salvos es poder de Dios. ) expresión pregnante
que liga estrechamente el acontecimiento (Cruz) con
el anuncio que lo transmite y lo actualiza (palabra).
Pablo está convencido de que Dios no es sólo el
objeto de la predicación, sino el protagonista. La
revelación del misterio es, pues,
contemporáneamente un hecho teológico y eclesial
(“por medio de la iglesia” Ef 3,10). Añadamos que es
un hecho trinitario. Los protagonistas son Dios, Cristo
y el Espíritu: “se ha manifestado por medio del
Espíritu” (Ef 3,5).
22. El misterio es en su origen una realidad oculta e inaccesible,
encerrada en Dios. Existe desde siempre en la mente de
Dios; Sólo ahora, en la revelación de Cristo y en la
predicación de la Iglesia, ha salido a la luz. Para poner de
relieve la unicidad y la novedad de la revelación de Cristo,
Pablo subraya fuertemente la contraposición entre pasado y
hoy, entre el tiempo de antes de Cristo y el tiempo después
de Cristo; sin embargo, Pablo es consciente de que se trata de
una novedad en la continuidad.
El misterio manifestado es accesible sólo por la fe; aunque no
está reservada a unos pocos, sino que es para todos. La
expresión “santos, apóstoles y profetas” (Ef 3,5) se refiere a
los creyentes, no a categorías particulares. Es más; el misterio
tiende a la universalidad; está destinado al mundo entero.
(Rom 16,27: todas las naciones).
23. PERO, ¿CUÁL ES EL CONTENIDO DEL MISTERIO?
Diversas expresiones lo indican como el proyecto divino de
salvación (1 Cor 2,7: 7 sino que hablamos sabiduría de Dios en
misterio, la sabiduría oculta que, desde antes de los siglos,
Dios predestinó para nuestra gloria;;
Ef 3,8-11: 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de
todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los
gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y sacar a luz
cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha
estado oculto en Dios, creador de todas las cosas; 10 a fin de
que la infinita sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por
medio de la iglesia a los principados y potestades en los
lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que llevó
a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor,),
24. un proyecto sobre el hombre y sobre el mundo; no
un proyecto parcial, sino global, el sentido último
de la creación. Según Colosenses (1,27), el
proyecto es “Cristo entre vosotros, la esperanza
de la gloria”.
Según Efesios, el misterio es un proyecto de
comunión, la reunificación de la humanidad en
Cristo y en la iglesia; no ya los judíos por una parte
y los gentiles por otra, sino un cuerpo único: “los
paganos comparten la misma herencia con los
judíos, son miembros del mismo cuerpo y en virtud
del evangelio, participan de la misma promesa de
Jesucristo. (3,6).
25. REVELACIÓN EN EL EVANGELIO DE JUAN:
La revelación es el Tema central de este evangelio, más
precisamente la revelación, la fe y la incredulidad. En el
cuarto evangelio Jesús es por excelencia EL REVELADOR,
habla y testimonia, cuenta lo que ha visto y oído
directamente. Es el Hijo que habla del Padre.
John 3:11 11 En verdad, en verdad te digo que
hablamos lo que sabemos y damos testimonio de lo
que hemos visto, pero vosotros no recibís nuestro
testimonio;
John 8:38 38 Yo hablo lo que he visto con mi
Padre; vosotros, entonces, hacéis también lo que
oísteis de vuestro padre. (Cf. 3,32; 8,26.40).
26. A su vez, el Padre testimonia a favor del Hijo,
testimonio a la vez exterior e interior. Ante todo
testimonia con las obras: el Padre obra en el
Hijo, el cual puede así hacer las obras que
muestran su origen divino (5,36; 10,25).
Secundariamente, el Padre ejerce una atracción
interior en las personas, invitándolas a
adherirse a la revelación de Jesús. (6,44-45).
El prólogo es un punto privilegiado para
observar nuestro tema: 1,1-18:
27. John 1:1-18: En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios,
y el Verbo era Dios. 2 Él estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas
fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue
hecho. 4 En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz
brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. 6 Vino al mundo
un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. 7 Éste vino como
testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de
él. 8 No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. 9 Existía la
luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. 10 En el mundo
estaba, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no le conoció. 11 A
lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Pero a todos los que le
recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a
los que creen en su nombre, 13 que no nacieron de sangre, ni de la
voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. 14 Y el
Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como
del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio
de Él y clamó, diciendo: Éste era del que yo decía: "El que viene después de
mí, es antes de mí, porque era primero que yo." 16 Pues de su plenitud todos
hemos recibido, y gracia sobre gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio
de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de
Jesucristo. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el
seno del Padre, Él le ha dado a conocer.
28. Una simple mirada al vocabulario, su hilo
conductor es la revelación: o` lo,goj(
(PALABRA), LUZ, GLORIA, VERDAD, MANIFESTAR,
VER, COMPRENDER, CREER, TESTIMONIAR. Es
revelación que nunca está separada de una
finalidad de salvación; cosa que se constata con el
vocabulario también: vida, gracias, ser hijos de
Dios, plenitud. Revelación, sobre todo no
atemporal y abstracta, sino histórica, concreta: la
persona de Jesús, la Palabra hecha Carne. Y el
hombre que acoge o que se cierra y rechaza, así
vemos también: las tinieblas, el mundo, los suyos;
contraste constante entre revelación e incredulidad.
29. Tres son los planos en los cuales se desarrolla la historia de la
revelación: la historia universal, la historia de Israel, la historia
de Jesús. En Juan se ve que la historia de Jesús es
interpretativa de la historia universal. Aunque el
movimiento literario del Prólogo es inverso, en
realidad Juan parte del drama de Jesús y se eleva a la
historia de Israel y a la historia del mundo, y no
viceversa. “El lógos se hizo carne….y vimos su gloria”
(1,4): tenemos una primera afirmación grandiosa,
henchida de muchos significados. JESÚS ES EL
REVELADOR PORQUE ES LA PALABRA HECHA CARNE.
En él el mundo de Dios se ha hecho humano, visible,
accesible. La palabra de Dios se ha hecho presente en la
fragilidad, en el devenir y en la historicidad de la carne.
30. JESÚS ES LA REVELACIÓN DE DIOS; pero es una revelación
que ocurre en la carne, es decir, de una forma velada, en
muchos aspectos cargada de relatividad y debilidad. Dios no
ha elegido una manifestación gloriosa en el sentido de una
transparencia lúcida a través de la cual sería posible
contemplar directamente lo divino; al contrario, es una gloria
oculta, que hay que captar a través de los “signos”, que hay
que alcanzar penetrando dentro de la historia.
Al gesto de Dios sigue la respuesta de la fe, aquí descrita en
términos de visión. Pero es una visión justamente en la fe.
Contemplar no indica un ver místico, que tiene lugar huyendo
de la realidad y de la historia; indica, al contrario, un ver
histórico y real, como histórico y real es el advenimiento de
Jesús. Pero un ver que se hace penetrante por la fe y posible
sólo en la fe.
31. Para percatarse de la gloria hay que superar el
desconcierto de la encarnación y de la cruz. Pues el
término “GLORIA” conduce rectamente a la
humanidad de Jesús y a los signos de que ha
sembrado él su vida; pero sobre todo conduce a la
cruz y a la resurrección, que Juan llama justamente
GLORIFICACIÓN.
La Palabra hecha carne está llena de “gracia y verdad”.
La expresión se reitera en el 1,17: “La gracia y la
verdad vinieron (evge,neto) por Jesucristo. La
realidad divina se ha manifestado mediante un
acontecimiento histórico. Para Juan lo invisible se ha
hecho historia, y la verdad no es sólo la conclusión del
discurso del hombre, sino del Don del discurso de
32. DIOS SE REVELA EN JESUS, Y SOLAMENTE EN JESÚS.
“La ley viene dada por Moisés, pero la gracia y la verdad
vinieron por Cristo Jesús” (v.17); JESUS ES LA REVELACIÓN
ULTIMA Y DEFINITIVA DE DIOS. “A Dios nadie lo ha visto
jamás; el Hijo único, que está en el Padre, nos lo ha dado a
conocer”. Es una afirmación muy densa; ante todo dice que el
hombre por sí, en su estado de confusión, no sabe quién es
Dios; luego, que la revelación hasta Cristo no lo ha revelado
aún plenamente; finalmente, que en Cristo Dios se ha
revelado, se ha dado a conocer plenamente.
SOLO EL HIJO, justamente porque viene de Dios, puede
levantar el velo. La legitimación reveladora del Hijo radica en
su vida en el seno de la Trinidad (v.1): Él es la PALABRA junto a
Dios y dirigida al Padre en actitud de escucha. La escucha y la
obediencia son la estructura íntima del HIJO.
33. La obra de Juan presenta una paradoja de gran interés: la
visión como instrumento de búsqueda religiosa: “Ven y
verás”(1,46). Y en los discursos de adiós: “Dentro de poco el
mundo no me verá más, pero vosotros me veréis” (14,18-19);
“un poco, y ya no me veréis; y otro poco, y me veréis” (16,16).
Con esta aparente contradicción Juan intenta responder a una
pregunta, y al mismo tiempo corregirla: ¿CÓMO Y DÓNDE
PUEDO ENCONTRAR A DIOS? No en una visión directa y
personal, como algunos afirmaban que la han tenido, ni a
través de técnicas de la contemplación, sino únicamente en el
Cristo histórico, que en tiempo de la Iglesia es el Cristo
predicado en la comunidad y consignado por escrito en el
evangelio. El HIJO y solo el Hijo es el EXEGETA DEL
PADRE, el Padre no es accesible más que por el Hijo y
en el Hijo.
34. Otra afirmación del Prólogo es: “EXISTÍA LA LUZ
VERDADERA, QUE CON SU VENIDA A ESTE MUNDO
ILUMINA A TODO HOMBRE” (1,9). La luz de la Palabra
está presente en el mundo entero y se manifiesta a
todo hombre, ofreciendo una posibilidad concreta de
encuentro que hace responsable el rechazo (v.10).
Decir que sólo en Jesús se ha revelado Dios no
significa afirmar que en las demás partes sólo hay
tinieblas (de la Escritura), pero no está la plenitud de
la verdad. La Palabra hecha carne es el momento de
máxima condensación de una luz que brilla ante todo
hombre. En cierto sentido, la universalidad de la
revelación precede a la encarnación.
35. SINTESIS DE LA ESTRUCTURA DE LA
REVELACIÓN:
•ES HISTÓRICA
•ES PROGRESIVA
•TIENE LUGAR EN LA HISTORIA Y EN LA PALABRA
•EXISTEN MEDIACIONES: PROFETA, REY,
INSTITUCIONES (A.T)
•ES DIALÓGICA Y PERSONAL
•SU FUENTE ES LA MISMA TRINIDAD
•ES CRISTOLÓGICA Y CRISTOCENTRICA: CRISTO
ES LA MAXIMA REVELACIÓN, ES EL UNICO
REVELADOR. (N.T)