2. Es el conjunto de especies vegetales que se pueden encontrar en una región
geográfica, que son propias de un periodo geológico o que habitan en un
ecosistema determinado. La flora atiende al número de especies mientras que la
vegetación hace referencia a la distribución de las especies y a la importancia
relativa, por número de individuos y tamaño, de cada una de ellas. Por tanto, la
flora, según el clima y otros factores ambientales, determina la vegetación.
La geobotánica o fitogeografía se ocupa del estudio de la distribución geográfica de
las especies vegetales; el estudio fitogeográfico referido a la sistemática de las
formaciones vegetales se conoce como florística. Desde los tiempos prehistóricos la
flora ha venido siendo utilizada por las personas sirviendo cada vez más para el
sustento humano y el mantenimiento de un ecosistema favorable.
Los bosques ocupan aproximadamente el 25% de la superficie terrestre. Entre los
productos de la flora se cuentan: la materia prima, tal como madera, semillas, hojas,
cortezas, caucho, frutas y alimentos Flora es también la obra escrita que se usa
para clasificar las estirpes vegetales de una región.
3. La flora autóctona de una zona.
Las plantas que son cultivadas por los humanos.
Son las plantas que se consideraban indeseables y se estudiaban para su control o
erradicación.
4. Es el conjunto de especies animales que habitan en una región geográfica, que son propias
de un período geológico o que se pueden encontrar en un ecosistema determinado. La
zoogeografía se ocupa de la distribución espacial de los animales.
Ésta depende tanto de factores abióticos como de factores bióticos. Entre éstos sobresalen
las relaciones posibles de competencia o de depredación entre las especies.
Los animales suelen ser muy sensibles a las perturbaciones que alteran su hábitat; por ello,
un cambio en la fauna de un ecosistema indica una alteración en uno o varios de los
factores de éste.
5. Es aquella que vive sin intervención del hombre para su desarrollo o alimentación.
Está constituida por las especies domésticas propiamente dichas, es decir, aquellas
especies sometidas al dominio del hombre, que se habitúan a vivir bajo este dominio
sin necesidad de estar encerradas o sujetas y que en este estado se reproducen
indefinidamente, teniendo este dominio como objetivo la explotación de la
capacidad de diversos animales.
Está integrada por aquellos animales silvestres, sean autóctonos, exóticos o
importados, criados zootécnicamente bajo el dominio del hombre en
zoocriaderos bajo condiciones de cautiverio o semicautiverio, que a través de las
generaciones van perdiendo su carácter de salvajes para convertirse en domésticos
y ser explotados con iguales fines que estos últimos.