1. LosfalsosarquitectónicosdeDurango.
SofíaMagallanes.
Twitter: @GabySofiaMaga
En fecha reciente trascendióen los medios localesel comentario de la Maestra
en Arquitectura Olga Orive Bellinger quién afirmó desde la presidencia del Comité
Nacional Mexicano del ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios)
que nuestra ciudadde Durango seencontrabaen los primeros lugares del paísen la
edificación de “falsos históricos”. Hecho que no me sorprendió en absoluto porque
esevidentequeloquesehavenidorealizandoennuestraciudadenesterubro, noes
arquitectura.
Es en el posmodernismo, corriente que se distingue por la recopilación de
estilos, por la utilización de formas icónicas, que Robert Venturi hace una
interpretación arquitectónica por medio de analogías, donde le compara con la
estructura literaria dela tragedia griega, estoes, queen susentrañas, laarquitectura
hallevadoel ser quelacrea.
Esta analogía va más allá de la comparación de formas, va hacia el proceso de
las estructuras; lo que ocurre con las fachadas de nuestra ciudad es que intentan
parecer de otra época, pero no puede considerárseles posmodernas, ya que no van
más allá de lo que la fachada aparenta. Ante la imposibilidad de dar alcance a la
tecnología, a la ciencia, a la industria, sacamos, después de haber hurgado las
entrañas, lo que consideramos nuestro más valioso tesoro, esas fachadas que nos
autentifican como sociedad. Porque hemos caído en cuenta, que no hubo época
mejor, más próspera, creemos que el resto de corrientes arquitectónicas, las otras
construcciones, las que representan otros estilos, carecen de lo nuestro. Subsiste un
desprecio por los estilos de mediados del siglo pasado, ya ni se diga de la
arquitecturadelosañossetentasyochentas, nuestropensamientodepertenenciava
hacia“locolonial”, quetambiénesunafalacia, el estiloarquitectónicopredominante
enel centrohistóricodeDurangoesel quesegestóduranteel porfiriato.
2. Esta simulación representa lo que nuestra sociedadsiente como suesencia, su
imagen, porque son el ícono de una época de bonanza, de abolengo, porque nos
seguimos aferrando a estas formas constructivas; en Durango, cualquier elemento o
sistema constructivo novedoso es asimilado muy lentamente, es cuestión del
lenguaje que manejamos, nos sujetamos anuestrasescasas palabras para definirnos,
permanecemosencerradosenunpasadoquesabemos, trágicamentenovolverá.
En el posmodernismo se construyeron venecias, coliseos, partenones,
pirámides en Las Vegas, pero su representación icónica sustentaba una
infraestructura del espectáculo, un showurbanístico, son mera escenografía con un
valor histórico que no intenta engañar sino evidenciar los hitos que representa.
Pareciera que hacia este fin es que se plantea la utilización delos recursos públicos,
que con su maquinaria no hacen más que aparentar y “remodelan” fachadas,
obstaculizando el desarrollo de la verdadera arquitectura que en estos tiempos
persigueotrosfinesyquepor lomismo, tieneotrasformas.
Sucede que los vanos, las alturas, encargados de articular el espacio, se
distorsionan, en pos de mantener ciertos elementos y provocan una carencia de
armonía. Es paradójico que en aras de mantener esa “armonía” las autoridades la
destruyen, porquenopermitensustentar laautenticidaddelaarquitectura, queesla
de crear espacios, la formaespacial respondea un finy lo proyecta haciala fachada;
estas simulaciones de las que hablamos obligan a una pobreza espacial que
caracteriza a nuestra ciudad. Bajo este argumento, nunca se hubieran construido el
Museo George Pompidou de Paris o la “Dancing House” en Praga y tantas otras que
muestranlaevoluciónreal delasciudades.
Enlos primerostiempos denuestra ciudad, sepodíaescuchar el rumor del aire
por las calles, cuando los vientos de cambio le sacaban la vuelta a este corazón
latente; hoy seguimos en la pasividad y el aislamiento, en la enajenación de unas
formas que no construyen espacio, que anhelan una apariencia; estas fachadas que
nosacartonansonnuestratragediagriega.