Juan el Bautista, encarcelado, envió discípulos a Jesús para preguntarle si era realmente el Mesías prometido. Jesús respondió enumerando las obras milagrosas que estaba realizando, como sanar a los ciegos y lisiados y resucitar muertos, para confirmar que era quien había venido. Además, les dijo a los discípulos de Juan que llevaran ese mensaje de esperanza de vuelta a su maestro.
1. CUANDO TENGAS DUDAS Lectura: Mateo 11:1-6 ¿Eres Tú aquel que había de venir, o esperamos a otro? — Mateo 11:3
2. Juan el Bautista estaba languideciendo en la cárcel y cuestionando su fe. Probablemente se preguntaba: ¿Será Jesús el Mesías? ¿Será Su palabra verdad? ¿Habré creído y trabajado arduamente en vano por mi Maestro? ¿Será este lugar oscuro mi recompensa final por responder al llamado de Dios?. Tal vez haya incontables preguntas que pasen por tu mente también: ¿Será Jesús realmente el Salvador? ¿Habrán sido perdonados mis pecados? ¿Puedo confiar en la Biblia? ¿Resucitaré de entre los muertos? ¿Me espera el cielo más allá? ¿Será que todo lo que creo no es más que una cruel ilusión?. La mayoría de nosotros nos hacemos estas preguntas de vez en cuando. Yo lo hago, especialmente en esos oscuros días cuando las circunstancias traen consigo sufrimiento y amarga decepción, cuando parece que nuestras vidas no van a tener un final de cuento de hadas. Estos cuestionamientos no son fracasos de nuestra fe sino pruebas a nuestra fe y pueden responderse a la manera de Juan el Bautista: Debemos llevarle nuestras dudas a Jesús. En Su nombre y a Su propia manera llena de sabiduría, Él restaurará la confianza que desean nuestros corazones. Jesús no abandonó a Juan en su duda. Él le hizo llegar la noticia de los milagros que realizaba y la esperanza que predicaba (Mateo 11:4-6). Tal y como lo dijo George MacDonald en cuanto a la fidelidad de Dios: "Bien podríamos decir que es tan improbable que falle como que una madre se aleje de su hijito que yace gimiendo en la oscuridad".
3. Nunca dudes en la oscuridad lo que Dios te ha mostrado en la luz.
4. Lectura Bíblica: Mateo 11:1 al 8 1 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. 2 Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, 3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? 4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. 5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, a los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; b 6 y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami