1. EL EVANGELIO SEGÚN
SAN MARCOS
Mr 5:21-43
Un Estudio Expositivo de los 16
capítulos del Evangelio de Marcos
2. (5:21-24) La Petición de Jairo
(5:21) Luego de sa-
nar al hombre ende-
moniado Jesús re-
gresa en la barca a
orillas de Caperna-
um (Mt 9:1) que era
su cede en Galilea.
Una multitud lo esperaba, a lo mejor han
estado con la mirada en el lago, cuando
aparece la barca con Jesús. Poco a poco
Jesús gana popularidad y la gente se
siente ministrada por sus palabras.
3. (5:21-24) La Petición de Jairo
(5:22) La sinagoga se
inventó durante el cau-
tiverio babilónico, de-
bía de haber al menos
10 varones para insta-
larla.
Aquellos que no podían asistir al templo
en Jerusalén iban la sinagoga donde se
leían las escrituras y se oraba. Era dirigi-
da por un fariseo notable llamado: “el
principal”, a quienes se les había adverti
do la amenaza que significaba Jesús.
4. (5:21-24) La Petición de Jairo
Jairo vino, se postró
ante Jesús, le rogó…
¿Cómo un líder judío
pudo postrarse ante
Jesús? Imaginemos lo
que pudo ocurrir…
(5:23) En la NTV dice: “Mi hijita se está
muriendo; por favor, ven y pon tus ma-
nos sobre ella para que se sane y viva”.
No se avergüenza delante de la multitud
de clamar a Jesús para que la sane.
5. (5:21-24) La Petición de Jairo
Jairo tuvo que estar
en la sinagoga cuan-
do Jesús sanó al en-
demoniado (1:21-28),
presenció algunos mi
lagros que hizo, Je-
sús era su esperanza.
(5:24) La presencia de la gran multitud a-
pretujando a Jesús, hacía que el avance
hacia la casa de Jairo fuera lento y difi-
cultoso, la vida de la niña se apagaba.
6. (5:25-29) La Mujer del Flujo
(5:25) Mientras Je-
sús se dirige a
casa de Jairo, de
pronto se produce
una interrupción,
es una mujer quien
lo detiene.
Lleva 12 años con una enfermedad que
le ha quitado la salud y el dinero. Está a-
némica, débil y según la ley es inmunda.
Pero ningún médico pudo sanarla.
7. (5:25-29) La Mujer del Flujo
“Cuando la mujer tuvie
re flujo de sangre, y su
flujo fuere en su cuer-
po, siete días estará
apartada; y cualquiera
que la tocare será in-
mundo…” (Lev 15:19).
(5:26) Estuvo privada de su maternidad,
de la sociedad, del templo, de la vida so-
cial, era literalmente un paria. Nadie po-
día tener contacto físico con ella. Es figu
ra del pecado que te roba y te priva de…
8. (5:25-29) La Mujer del Flujo
(5:27) ¿Qué fue lo
que oyó hablar de
Jesús? Sin duda a-
cerca de sus mila-
gros. ¿Por qué vino
por detrás a escon-
didas de Jesús?
El flujo de sangre que padecía le impe-
día tener contacto físico con otras perso
nas y Jesús siempre estaba rodeado de
gente, no había otra manera de llegar.
9. (5:25-29) La Mujer del Flujo
(5:28) Tampoco de-
seaba que Jesús
fuera ceremonial-
mente impuro. To-
caría tan solo los
flecos y ni Jesús lo
notaría (Dt 22:12).
La grandeza de su fe estaba en que creía
que el poder de Jesús para sanar era tan
asombroso, que con solo tocar el manto
se curaría instantánea y completamente.
10. (5:30-34) Poder Sanador
(5:29-30) Su sani-
dad fue instantá-
nea, ella notó que
había sido libera-
da de su enferme
dad, su fe en Je-
sús la salvó.
Jesús no ignoraba que alguien le había
tocado, y no de forma accidental, sino
intencionadamente, y no tan sólo con la
mano, sino con fe.
11. (5:30-34) Poder Sanador
Sabía que el poder
que había dentro y
procedía de él, ha-
bía respondido a e-
sa fe. Jesús conocía
las intenciones del
corazón (Jn 2:25).
(5:31-32) Jesús pregunta: “¿Quién me ha
tocado?”, los discípulos interpretan las
palabras de manera literal y le respon-
den: ¡toda una multitud te aprieta, te to-
can por todos lados!
12. (5:30-34) Poder Sanador
(5:33-34) La mujer
se dio cuenta que
Jesús supo lo que
ella había hecho y lo
que le había suce
dido, se postró y le
dijo toda la verdad.
Era importante que ella confesara y pro-
clamara con su boca lo que Jesús había
hecho por ella (Rom 10:8-10). Jesús la
llama hija y alaba su fe. Fue su acerca-
miento a él lo que la sanó y salvó.
13. (5:35-43) La Muerte Es Vencida
(5:35) Mientras la ni-
ña vivía, había espe-
ranza. Le dan la noti
cia: “Tu hija murió”,
ya no hay nada más
que hacer, no moles
tes más al maestro.
Según la apreciación de estos parientes,
no existía ni aun la más remota posibili-
dad de que Jesús pudiese restablecer a
una persona muerta. La tragedia era irre-
versible, la niña se había perdido.
14. (5:35-43) La Muerte Es Vencida
(5:36-37) Jesús oye
la conversación y le
da a Jairo una de las
frases más especta-
culares de la Biblia
“No temas, cree sola
mente”.
Así es siempre con Dios, cuando todo es
tá perdido, deposita tu confianza en el
Señor, cree en Él y Dios obrará. Jesús
ahora despide a la multitud incluyendo a
sus discípulos excepto por 3 de ellos.
15. (5:35-43) La Muerte Es Vencida
(5:38-39) Al ser Jairo
un hombre importan-
te en la comunidad,
habían contratado pla
ñideras profesionales
para el duelo.
Jesús de manera enfática las manda ca-
llar y declara que la niña no está muerta,
sino dormida. Lo que decía Jesús eran
palabras de revelación que merecían re-
flexión, y no la burla.
16. (5:35-43) La Muerte Es Vencida
(5:40-41) Jesús impi-
de a la gente entrar al
cuarto, solo se lo per-
mite a los padres y a
los 3 discípulos que
estaban con él.
Jesús con ternura toma la mano de la ni-
ña, y en su lengua natal, usando las pala
bras con las que su madre la despierta
por la mañana le dice: “Talita cumi”, “Mi
niña, levántate”.
17. (5:35-43) La Muerte Es Vencida
(5:42-43) Inmediata-
mente el espíritu de la
niña vuelve a ella, se
levanta y comienza a
andar sin necesidad
de ayuda alguna.
La gente queda espantada, Jesús les or-
dena no divulgarlo y darle de comer.
12 años: la enfermedad de la mujer y la
edad de la niña. La solución estuvo en a-
cercarse a Jesús, ¿ya lo hiciste?