3. El término biodiversidad se refiere a la variedad de organismos
vivos en el planeta; esto incluye, entre otras cosas, los ecosistemas
terrestres y acuáticos, así como las diferentes especies
microscópicas y macroscópicas y los genes que habitan en ellos.
Es decir, todas las formas en que la vida se manifiesta en nuestro
planeta.
El uso de la biodiversidad por el ser humano no implica
necesariamente la destrucción de ecosistemas, ni el riesgo de
extinción de las especies. Por el contrario, de realizarse
adecuadamente, el uso puede ser motivo de mayor protección y
por tanto, conservación de la biodiversidad, de apoyo a la
continuidad de patrones y procesos naturales en los ecosistemas,
de fomento de las poblaciones de las diferentes especies y de una
mayor certidumbre en la supervivencia de éstas a largo plazo. Esto
es lo que llamamos uso sustentable
4. ?
Término por el que se hace referencia a la
amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra
y los patrones naturales que la conforman,
resultado de miles de millones de años de
evolución según procesos naturales y
también de la influencia creciente de las
actividades del ser humano. La
biodiversidad comprende igualmente la
variedad de ecosistemas y las diferencias
genéticas dentro de cada especie que
permiten la combinación de múltiples
formas de vida, y cuyas mutuas interacciones
con el resto del entorno fundamentan el
sustento de la vida sobre el planeta.
5. La contaminación como concepto,
depende de los intereses de quien lo
evalúa, pues lo que para una especie
resulta perjudicial, para otra puede
convertirse en posibilidad de
sobrevivencia. De cualquier manera,
la contaminación es la presencia de
sustancias en los ecosistemas, que
por sus características, afectan de
manera negativa las condiciones
ambientales y la configuración de la
biodiversidad. La incidencia de estas
sustancias depende de la cantidad y
la concentración, de la disposición
final y de las estrategias para su
reincorporación en la dinámica de la
vida.
6. El tráfico de fauna y flora es una
actividad que ha acompañado al
hombre desde los inicios de la
civilización. Pero en las últimas
décadas el tráfico ilegal (aquel que
no está regido por leyes de
conservación y protección de los
organismos) ha aumentado de
manera dramática hasta el punto de
mover anualmente un millonario
comercio mundial y es uno de los
principales responsables de la
pérdida de la biodiversidad y del
patrimonio natural de los países
tropicales.
7. Cuando se aprovechan nuevos
territorios para la agricultura, se tala y
erradica gran parte de la vegetación
natural existente; al hacerlo se generan
efectos a mediano y largo plazo como la
pérdida de fuentes de agua y el
deterioro del reciclaje natural de los
nutrientes. Debe existir por lo tanto, un
balance entre las tierras dedicadas a la
agricultura y las áreas naturales que
garantice la oferta ambiental de una
región.
8. Mucha gente conoce sobre la situación
apurada de algunos animales raros como
los elefantes, los pandas, los tigres, las
ballenas y los gorilas de montaña. Sin
embargo, estos mamíferos grandes, al
atraer la atención hacia ellos, no
permiten que se preste la necesaria
atención a muchas otras especies en
peligro tales como plantas, gusanos,
escarabajos y hongos. Es importante
darse cuenta que también estos
organismos son vitales para sus
ecosistemas individuales, y que su
extinción afectaría las vidas de muchos
otros seres vivos, incluyendo humanos.
9. Los medicamentos sobrantes o caducados
deben ser tratados como un residuo
especial, ya que pueden contaminar
gravemente el medio debido a los
elementos que lo constituyen.
Los medicamentos caducados deben ser
recogidos selectivamente bajo control
farmacéutico y tratados en plantas
especiales.
Los medicamentos que no han caducado y
que tardaran un tiempo en hacerlo
pueden recogerse y ser aprovechados en
zonas del planeta subdesarrolladas o en
conflicto. Con esta acción conseguiremos,
por un lado, proteger el medio ambiente y,
por otro, ser solidarios con otros pueblos.
10. Una vez que se considera necesario
emprender acciones para proteger una
especie, uno de los objetivos de los biólogos
y otros especialistas dedicados a la
conservación es recuperar sus poblaciones.
Para conseguirlo, se puede optar por alguna
de las tres estrategias siguientes:
1) los programas llamados de aumento, que
intentan incrementar el tamaño de las
poblaciones existentes liberando ejemplares
mantenidos en cautiverio o procedentes de
otras áreas naturales;
2) los de introducción, que involucran la
creación de nuevas poblaciones en áreas
relativamente similares a las que tenían sus
hábitats originales pero en las cuales no se
encontraban con anterioridad
3) los de reintroducción, que buscan crear
también nuevas poblaciones en sitios donde
existían pero en los cuales ya no se
encuentran
11. .
La participación del sector
artesanal tiene una indudable
ventaja en la gestión sostenible de
los recursos pesqueros. El
conocimiento tradicional, el
seguimiento de la actividad
pesquera, participación en las
medidas de gestión a aplicar,
mayor facilidad para adopción de
medidas y para la resolución de
conflictos son ventajas de esta
participación y que redundaría de
forma directa en la biodiversidad
marina.