1. OrígenesDada su inclinación por la herrería, muchos estudiosos creen que la leyenda de los Cíclopes surgió de la práctica habitual de los herreros de llevar un parchesobre un ojo para evitar quedarse ciego de ambos por las chispas. Los herreros también se tatuaban círculos concéntricos en honor al sol, lo que puede ser otra posible fuente de la leyenda. La segunda generación de Cíclopes son definitivamente de un tipo diferente a los de la primera: probablemente sean adiciones muy posteriores a la mitología sin conexión alguna con la herrería. Muchos creen que las leyendas asociadas a Polifemo no contaban que fuera un cíclope hasta que Homero las incluyó en La Odisea, pudiendo ser originalmente Polifemo algún tipo de monstruo o demonio local. Se ha sugerido que quizás fuera uno de los Triamantes de la leyenda cretense, raza rural de ogros devoradores de hombres que tenía un tercer ojo detrás de la cabeza. Aparte del detalle de los ojos, son muy parecidos a los Cíclopes de Homero.<br />Otro posible origen de la leyenda de los Cíclopes es el hallazgo por parte de los griegos de cráneos de elefantes prehistóricos (algunos existen aún en Creta). Debido a la gran cavidad nasal (para la trompa) en el centro del cráneo, se podría haber pensado que tenían una única cuenca ocular grande. Las cuencas oculares reales, más pequeñas, están a los lados y son mucho menos notables. Dada la escasa experiencia que seguramente los nativos tenían con elefantes vivos, es difícil que hubieran reconocido el cráneo como lo que realmente era.<br />