2. IN MEMORIAM
Este libro esta dedicado a la memoria de aquellos periodistas que fueron asesinados en las Americas en las
iiltimas acacias por causas relacionadas a su oficio. Sus nombres destacan el alto precio que el periodismo ha
pagado para defender el derecho del piiblico a estar informado.
Hector Abad Gomez Simeon Leonidas Cabrera Norvey Diaz Humberto Gonzalez Gamarra
Ernesto Acero Cadena Marco Antonio Cacao Munoz Cayetano Dominguez Gustavo Gonzalez Lopez
Javier Ramos Acevedo Osvaldo Calderon Almonacid Fritz Dor Humberto Gonzalez Juarez
Barbara d'Achile Sonia Calderon de Martell large Martin Dorantes Ronay Gonzalez Reyes
Rodrigo Ahumada Luis Roberto Camacho Prada Maria Nilce dos Santos Samuel Gonzalez Romero
Melissa Alfaro Mendez Guillermo Cano Isaza Cornelius Dragan-Dima Francisco Crania
Mario Lucio de Almeida Maria Carlin Fernandez Mauricia Antonio Driotes Carlos Grant
Antonio Ismar Alvarenga Juan Gabriel Caro Montoya Juan Duarte Francisco Gracia
Lucina Alvarez de Barros Jorge Carpio Nicolle Anibal Duller' Carlos Gruner'
Nelson Amaya Barreto Jose Carrasco Tapia lose Antonio Dumet Acevedo Hector Guerra
Jose Miguel Amaya Espinosa Roberto Eugenio Carri Luis Dummet Elay Guevara Paiz
Alberto Antoniotti Monge Luis Carrillo Diego Lean Duque Ruiz Jose Guillo Martinez
Juvencio Arenas Galvez Ruben Dario Carrillo Silvia Duzin Jose Angel Guinan Chacon
Anibal de Jestis Arias Jose Leon Castafieda Raid Echavarria Barrientos Jaime Guzman
Gildardo Ariza Olarte Edgar Rolando Castillo Jessica Elizalde de Leon Donald Harris
Ramiro Ariza Villamil Elias Jaime Castillo Ignacio Ellacuria Rafael Hasbun
Ruperto Armenta Gerardo Carlos Castillo Monterrosa Freddy Elles Bernardo Hernandez
Maria del Rosario Arrazola Ruben Dario Castrillon Fredy Mario Erazo Carrasquilla Eliot Hernandez
Eladio Arredondo Jaime Castro Llerena Jose Wenceslao Espejo Jose Herrera Carias
Jose Arredondo Acevedo Jose Ceballos Luis Espinal Oscar Herrero
Juan Jose Maria Ascone Manuel Cepeda Vargas Jorge Euceda Vladimir Herzog
Jaime Ayala Pedro Joaquin Chamorro Mario Eugenio John Hoagland
Oscar Ayala Pequeito Julio Daniel Chaparro Alvaro Falla Tamayo Arsenio Hoyos
Fernando Bahaman Molina Antonio Huaccachi Chavez Juvenal Farfan Anaya Ezequiel Huerta Acosta
Danilo Barillas Jesus Chavez Andrade Hector Felix Miranda Octavio Infante
Edwin Barrios Blancas Hernando E. Cifuentes Martinez Valentin Ferrat Rio Adolfo Isuiza Urquia
Oscar Osvaldo Harms Julio Cajon Tectin Renivaldo Sergio Ferraz Jesus Michael Jacobo
Raildo Barros Eustorgio Colmenares Elliot Fernandez Mazariegos Pancha Jaime
Lides Batalla Alfredo Cordova Solorzano Virgilio Fernandez Ismael Jaimes
Renato Batalla Julio Cesar Coronado Espinoza Joao Alberto Ferreira Souto Alejandro Jaramillo Barbosa
Gerardo Bedoya Borrero Edgar de Jeshs Correa Rodriguez Oscar Rolando Figueroa Santiago lau
Hermelinda Bejarano Dante Espartaco Cortes Irma Flaquer Azurdia Robinson Joseph
William Bendek Olivella Ismael Cortes Ernesto Flares Torrijos Javier Juarez Vazquez
Peter Bertie Jose Domingo Cortes Alaide Foppa Enrique Key
Juan Bertalo Miguel Angel Cospin Linda Frazier Jacobus Andre's Koster
Luis Angel Betancourt Richard Cross Nelson Gabrini Alzate David Kraiselburd
Nicolas Blake Gabriel Cruz Diaz Victor Galeano Rodriguez Jan Kuiper
Haman Blanco Victor Hugo Cruz Guillermo Galvez Hans Ter Laag
David Blundy Gaspar Culam Yatz Amador Garcia Roberto Lafaurie Quintero
Donald Bolles Nyuyen Dam Phong Octavio Infante Garcia Cornell Lagrow
Mario Osvaldo Bonino Bernard Darke Felix Gavilin Carlos Lajud Catalan
Marcos Borges Ribeiro Griffith Davis Francisco Gaviria Eric Lamothe
Paulo Brandao Aristeu Guido da Silva Lihardo Gil Ceballos Guy Laraque
Jorge Brenes Araya Reinaldo Coutinho da Silva Hector Giraldo GA!vex Felix Lamy
Richard Brisson lase de la Espriella Felix Gavilan Erwin Larrave Pozuelos
Robert Brown Eduardo de la Piniella Roberto Gitlin Lemus Triet Le
Manuel Buendia Nelson de la Rosa Toscano Gerardo Didier Gomez Gil Alberto Lebriin Mtinera
Manuel Burgueito Orduno Zaqueu de Oliveira Alvaro Gomez Hurtado Santiago Leguizamon
Fanny Burguera Arada de San Marin Guillermo Gomez Murillo Julio Rene Lemus
Pedro Yauri Bustamante Julian Delgado Ancizar Gomez Zuluaga Bienvenido Lemus Alomania
Hugo Bustios Saavedra Jean Wilfred Destin Cecilia Gonzalez Adolfo Leon Rengifo
lose Luis Cabezas Eifat Antonio Diaz Jose Alfredo Gonzalez Montlouis Lherisse
Simon Estanislao Cabrera Luis Diaz Perez Narciso Gonzalez Henry Liu
. . . L'OlLtilllia en contrainnlaula tatsera
5. Sociedad Interamericana de Prensa
Crimenes
Sin Castigo
Contra
Periodistas
SIP
2911 NW 39th Street, Miami, Florida 33142
Tel: (305) 634-2465 Fax: (305) 635-2272
Correo electrOnico: sipiapa@aol.com Internet: www.sipiapa.com
6. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
PR EFACIO
"Que nadie permanezca
impune por callar, amedrentar
o asesinar a los periodistas
de nuestra America"
Por Jorge G. Castarieda
4
L
os seis casos de periodistas ascsinados que nos
documenta y recuerda la investigaciOn realizada
por la Sociedad Interamericana de Prensa dan frio
en Ia espalda y terror en el corazon a quienes nos
dedicamos a la palabra escrita. Los seis crimenes cometi-
dos, en Colombia, Guatemala y Mexico, esgrimidos a la
vez como casos de importancia intrinseca y como pren-
das emblernaticas de una aterradora y conocida tenden-
cia en America Latina, nos Ilenan de horror y tristeza:
horror porque le puede suceder a cualquiera de nosotros,
tristeza porque sabemos bien que asi ha sido en nuestra
region, desde tiempos inmemoriales. Matan a un
periodista: las sociedades latinoamericanas, que han
padecido este golpe artero tantas veces, captan con
sensibilidad y sabiduria la magnitud de la afrenta a la paz,
a la dignidad y a la voluntad de vivir de nuestras
naciones. Son, a final de cuentas, nuestros verdaderos
magnicidios, porque se repiten, porque simbolizan las
muertes de muchos otros, y porque en alguna parte, tocan
una fibra terriblemente fragil y algida de la precaria
existencia democratica de America Latina.
Jorge Carpio e Irma Flaquer en Guatemala, Guillermo
Cano y Carlos Lajud en Colombia, Hector Felix y Victor
Manuel Oropeza en Mexico representan, asi, mucho mas
que seis bajas incidentales en Ia vieja guerra latinoamer-
icana contra la violencia, contra las fracturas sociales que
la generan y contra la impunidad que la abriga. Por un
lado, Ia humildad se impone: son miles y en ocasiones y
en ciertos paises, decenas o centenares de miles, de ciu-
dadanos que pierden Ia vida por Ia violencia politica,
comtin o generalizada. Los periodistas no deben nunca
olvidar que sus victimas y martires engrosan las filas
interminables de otros caidos: los desaparecidos y degol-
lados, los secuestrados y asesinados, los ultrajados y
desterrados, productos todos de la larga noche lati-
noamericana de violencia. Pero por otra parte, los perio-
distas hacen Bien en subrayar la singularidad de su
desgracia: por el papel que desempefian en nuestras
democracias en ciernes, o canceladas; por su combate
insustituible a algunas de las plagas mas notorias del
hemisferio; por la indefensiOn que sufren en contraste
con los riesgos que corren, y por la impunidad que en
tantas ocasiones suele acornpaiiar los crimenes que los
abaten, los periodistas en America Latina aciertan al
destacar su derecho a la excepcionalidad. Convendria
revisar cada uno de estos factores de Ia diferencia que
define el estatuto peculiar del periodismo en America
Latina. El primero, sin duda el mds reseiiado, y provisto
de una connotation histOrica reside en la function crucial
que cumple la prensa en la construction de una esquiva
democracia latinoamericana. Explica en muchas
ocasiones tanto la multiplicidad de atentados contra los
periodistas y contra la libertad de expresion, como la
repereusion de dichos atropellos y abusos en nuestros
rases y en el mundo entero.
Los rases al sur del Rio Bravo poseen todos, en un
7. Prefacio
El escritor mexicano Jorge C. Castaiieda durante su presentation sobre crimenes contra periodistas durante
Ia 52a. Asamblea General celebrada en Los Angeles en octubre de 1996.
grado u otro, una caracteristica comtin: aqui la Ilamada
sociedad civil ha sido secular y cronicamente
Desde la remota epoca de la colonic, en todas nuestras
patrias, hemos tenido mas Estado que sociedad; los par-
tidos, los sindicatos, las asociaciones civicas y ciu-
dadanas han enfrentado constantes y pateticas dehili-
dades ante el abrumador poderio de Estados no siempre
fuertes en si mismos, pero nunca en desventaja ante
sociedades inermes.
En este entomb, Ia prensa, los escritores, los defen-
sores de la palabra y de la denuncia, estaban fatalmente
Ilamados a ocupar un vaclo: a convertirse, segtin la
expresicin consagrada en otros a"mbitos, en la voz de los
sin voz. Los periodistas representan, en nuestras
democracias incipientes, una de las primeras lineal de
batalla y de defensa. Son, con frecuencia, los primeros en
censurar los golpes de Estado, los fraudes electorales y
las interrupciones recurrentes de Ia legalidad civil y con-
stitucional que por desgracia pueblan nuestro paisaje
politico. Y una vez restaurada o inaugurada una
democracia insegura, se erigen en el valladar inicial de la
resistencia ante los embates que sufre, o el estimulo
principal de su ampliacion o consoliclaciOn. De tal suerte
que cuando asesinan a una periodista en America Latina,
muere rambler' una pequefia parcela de la democracia, del
estado de derecho, de la libertad y de la aspiration a la
igualdad en el continents. Por eso, en nuestras tierras mas
que en otras, son indisociables las luchas por la democra-
tizaciOn de la vida politica y para abolir la violencia ejer-
cida contra Ia prensa y la expresion.
Un segundo elemento que explica la consternation
que genera en nuestras latitudes la eliminacidn Fisica de
los periodistas -los seis a los que esta dedicado esta hives-
tigaciOn, asi como a los demos sacrificados en esta lucha:
Pedro Joaquin Chamorro, Manuel Buendia, Jose
Carrasco, Manuel de Dios Unanue, Don Bolles, con el
thin de recordar a algunos 'Das- es el funcionamiento
mismo de la democracia en estas naciones, cuando Ilega
a imperar. No se nos da facilmente: las deficiencias, las
cortapisas, las limitaciones y los dilemas de Ia democra-
cia representativa en America Latina han sido demasiado
biers estudiados y descritos para que resulte precis()
volver sobre ellos. Baste seiialar que en un ambito en par-
ticular, nuestros esfuerzos por construir espacios de
gobernabilidad clemocratica han fracasado sistematicamente:
seguimos a la blisqueda de un sistema de rendition de
cuentas, de la intraducible notion anglosajona de
"accountability". La separation de poderes en America
Latina siempre ha sido mas formal que otra coca; por
endo, la responsabilidad de los gobernantes ante la
sociedad se ha visto siempre viciada por la flaqueza de
las instituciones supuestamente encargadas de fiscalizar,
acotar y regular el comportamiento de las autoridades.
Son contadas las ocasiones en la region cuando los
tribunales, el poder legislativo o las instancias autOnomas
del ejecutivo designadas para fiscalizar al mismo, han
5
8. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
podido realmente restringir los abusos, excesos o francos
delitos de un presidencialistno calcado del norteameri-
cano, pero sin los contrapesos o "checks and balances"
que requiere para su adecuado funcionamiento.
De nuevo, en ese vaclo, se cuela la prensa. Al11, justa-
mente, se ye convocada a cumplir funciones que en un
sentido estricto no le corresponden, pero que nadie
por ahora, se atreve a o puede desempeiiar. En el combate
a la corruption, al narcotrafico, al mal gobierno, a las vio-
laciones de los derechos humanos, el periodismo lati-
noamericano ejerce un poder muy superior al del "watch-
dog" o cuarto poder anglosajOn. Sin la prensa, en muchos
de nuestros paises, nadie denunciaria los excesos, los
robos, el contubernio con el narco, el desprecio persiste
por los derechos humanos, los fraudes electorates, y la
simple y l]ana ineptitud gubernamental. No es ninguna
casualidad que de los seis casos que nos ocupan en esta
investigation de la Sociedad
Interamericana de Prensa, tres
y quizas cuatro (Carlos Lajud,
Hector Felix, Victor Manuel
Oropeza, y tal vez Jorge Carpio
Nicole ) se hallan claramente
vinculados a denuncias de cor-
rupcion gubernamental, y uno o
tal vez dos -Guillermo Cano y
Oropeza- guardan algtin tipo de
nexo con el narcotrafico.
No habria que exagerar las
especificidades latinoameri-
canas. Es cierto que en todas las
democracies representativas, las
instituciones fiscalizadoras o
garantes de la rendition dc cuen-
tas son &biles e insuficientes; en
todas las naciones modernas, la
transparencia y la injerencia de
la prensa ocupan un sitio privile-
giado en el combate al abuso y la
irresponsabilidad.
Recordemos al respecto las grander horas del periodis-
mo norteamericano (los Pentagon Papers, Watergate, Iran-
Contras) y trances (las repetidas denuncias por parte de Le
Canard Enchaine), entre otros. Pero en casos donde el
"accountability" constituye una novedad extrana, y donde
las instituciones encargadas de instalarla y fortalecerla
carecen de los recursos, de las tradiciones y de la
experiencia para impulsarla, el papel de las entes
sucedaneas, informales y extra-estatales, se torna crucial.
En todas las coyunturas de denuncia exitosa de la cor-
ruption en parses con un regimen democratico minima-
mente viable — Collor de Mello en Brasil, Carlos Andres
Perez en Venezuela, Jorge Serrano en Guatemala — la
prensa coadyuvo de manera sobresaliente al desenlace
deseable: el castigo y la expulsion del poder de los man-
datarios delictuosos. En aquellos casos en los cuales la
6 corrupcicin ha sido repetidamente denunciada, pero sin
que las revelaciones desemboquen en sanciones penales o
polfticas -Carlos Salinas de Gortari en Mexico, Carlos
Menem en la Argentina- la prensa tambien se ha coloca-
do en la vanguardia de esa lucha. Las investigaciones de
Horacio Verbitsky en Buenos Aires, y las de Proceso y
Reform en Mexico, enorgullecen al genero y gremio.
La situation es andloga en lo tocante a esa otra
perenne plaga latinoamericana, a saber, la violaciOn san-
grienta y repetida de los derechos humanos. Los
asesinatos estudiados en este volumen son sintomaticos,
mas no tinicos: las denuncias periodIsticas de torturas y
desapariciones, de ejecuciones sin juicio y de encarce-
lamientos arbitrarios a lo largo y ancho de toda la regicin,
representan algunos de los momentos estelares del oficio
de informar. No solo en ]a penumbra conosureria de
autoritarismo y excesos, sino tambien durante las
inagotables guerras centroamericanas, y la prolongada
lucha mexicana por desterrar para
siempre los abusos de casi seten-
ta aflos de unipartidismo priista,
la prensa ha tenido un papel
ejemplar. Sin ella, habrIan muer-
to muchos mas argentinos y
chilenc.)s, salvadorelios y chia-
panecos, nicaraguenses y colom-
bianos. Ya sea en ausencia de par-
tidos politicos y sindicatos
fuertes, ya sea en condiciones de
su prohibition y amordazamien-
to, la prensa ha solido fungir
como defensor de Ultimo recurso
ante los embates autoritarios no
solo contra la libertad de expre-
skin, sino contra la libertad a
secas.
El ma] gobierno por designio o
incompetencia es otro frente tipi-
camente latinoamericano donde
la prensa desempena un rol de
mayor relevancia que en otras
zonas del globo. De nuevo, no es que en Europa, Jai)On y
Norteamerica la separation de poderes, la alternancia y la
injerencia de una sociedad civil mas vigorosa sea sufi-
ciente para evitar los vicios y costumbres de ineptitud
gubernamental. Tampoco basta para impedir la gen-
eracicin de consecuencias nefastas para amplias capas de
la poblacion, producto del sometimiento a intereses par-
ticulares, extranjeros, u ocultos. Pero en esos paises, las
salvaguardias institucionales si gozan de un arraigo
mayor que en nuestros sistemas politicos, y los limites
impuestos a los errores que cada gohernante puede
cometer -si bien mas anchor de lo deseable- resultan ser
mas rIgidos de lo que son en otras partes del mundo.
En cambio, gracias a las tradiciones latinoamericanas
de caudillismo, patriinonialismo estatal y despotism°
empedernido, el mal gobierno en ocasiones no tiene
medida. Asimismo, la historia de subordination a fuerzas
En el combate a la cor-
rupcion, al narcotrafico,
al mal gobierno, a las
violaciones de los
derechos humanos, el
periodismo latino-
americano ejerce un
poder muy superior
al del "watchdog" o
cuarto poder anglosajon
9. Prefacio
externas es tail vasta y reciente, que la posibilidad per-
siste de que gobernantes espurios o electos antepongan la
sumisiOn a esas fuerzas a cualquier otro criterio. Y nues-
tras salvaguardias no son siempre tan eficaces como las
del mundo industrializado; en ocasiones, sencillamente
no existen. Por ello, resulta de particular trascendencia la
vigilancia y la mision de alertar contra errores que le cor-
responde a la prensa en nuestras sociedades. Advertir a
tiempo y criticar con vehemencia es un atributo particu-
larmente virtuoso de la prensa latinoamericana, aim cuan-
do los resultados no sean siempre los esperados. Asi,
incluso sin el exit° que uno hubiera podido desear en
casos como los de Salinas de Gortari en Mexico -otra
vez- o de Ernesto Samper en Colombia, los rumbos pro-
fundamente equivocados que por una razon u otra dichos
mandatarios escogieron fueron censurados por la prensa,
en ausencia de otras criticas mas institucionales y que tal
vez hubieran arrojado efectos mas
concluycntes.
Si se antojan escasas las oca-
siones en que la prensa en
America Latina puede, por si
sola, evitar las cal amidades
administrativas que suelen carac-
terizar nuestra gobernacion, sirve
sin embargo de serial de alarma.
Le avisa a la sociedad que algo
anda mal, y que es hora de prestar
atencion y tomar cartas en el
asunto. La sociedad luego atiende
el aviso, o no; actna en conse-
cuencia, o no. Pero sobre adver-
tencia no hay engano: gracias a la
prensa en America Latina, los
ciudadanos de estos paises
pueden contar con detectores de
humo fieles y sensibles. A ellos
corresponde saber si donde hay
humo, hay fuego.
Como es obvio, de esta fun-
cion de ombudsman de oficio, de conciencia critica y de
detonador de escandalos, se deriva en buena medida Ia
violencia de la que los periodistas son con lamentable fre-
cuencia victimas en America Latina. Por un lado, la pren-
sa acota, denuncia, restringe e ilumina. Por el otro, carece
de la fuerza, de la proteccion y de los recursos que
pueden defenderla de los embates que su propia
actuacion suscita. De alli la extrema vulnerabilidad del
periodismo latinoamericano.
En un sentido estricto, ha asumido responsabilidades
que le quedan grandes, ya que se halla totalmente despro-
visto de los medios -de todo tipo: institucionales,
financieros, de seguridad y sociales- para realizar una
mision en gran parte auto-asignada. La consecuencia de
este desequilibrio entre medios y fines, entre recursos y
metas, entre exigencias propias y ajenas y la posibilidad
real de satisfacerlas, es la violencia y la muerte. Por que
mueren mas periodistas que politicos en la mayoria de
nuestros paises? La respuesta tal vez yace justamente en
esa desproporcian entre la responsabilidad que, tacita o
explfcitamente, la sociedad le ha encomendado a nuestra
prensa, y los magros amparos de los que dispone para
resistir los ataques que sisternaticamente se enderezan en
su contra.
Lo que sorprende y horroriza en los seis ejemplos cuya
pesquisa detallada y objetiva ha efectuado la Sociedad
Interamericana de Prensa es el aviso previo de la muerte.
Practicamente todos los periodistas involucrados fueron
amenazados; todos sabian que su vida corria peligro;
ninguno muck') de habitos, convicciones o postura para
evitar un desenlace anunciado.
Ciertamente algunos episodios lindan en lo temerario:
cuando Carlos Lajud reta a sus adversarios a que lo eje-
cuten, y divulga las rutas y .los horarios que sigue desde
su casa al trabajo, tentaha al des-
lino. Y nadie mejor que el "Gato"
Felix podia intuir el tipo de repre-
salias que los sectores mas vio-
lentos de Tijuana, entre ellos
quizas su ex amigo Carlos Carlos
Hank Rhon, eran capaces: desafi-
arlos equivalia a firmar en blanco
una sentencia de muerte anticipa-
da. Pero podemos preguntarnos
i, Por que personas inteligentes y
conscientes de las honduras en
las que navegaban corrieron esos
riesgos? El bravado y el des-
plante aparente isran tales? i3O
correspondian mas bien a una
situackin de debilidad extrema,
de indefensiOn radical, y por
tanto constituian mecanismos de
proteccion interna, ante un dese-
quilibrio dramatico? En el fondo,
la iniquidad tajante que impera
entre los periodistas cuyas trage-
dian son aquf descritas y las fuerzas que los abatieron solo
permite una defensa: el grito, la publicidad, la luz del dia
y la estridencia. No son bravucones; con la sagacidad
intuitiva que caracteriza la profesien en America Latina,
comprendieron que su ilnica proteccion posible consistia
en no tener miedo, y en emplazar a sus victimarios a que
desistieran de sus propositos o los consumaran ya.
Mientras la prensa latinoamericana siga siendo llama-
da a ejercer una funcion como la que hemos muy rapida-
mente resefiado, la violencia en su contra persistirii. Y
mientras no cuente con Ia fuerza, la eminencia cultural y
los recursos que la resguarden contra esa violencia,
seguird sucumbiendo frente a las represalias de sus ene-
migos, adversarios tambien de la sociedad entera. El
Cinico antidoto reside en la sancion penal y social, el
costo, si se quiere, de agredir a la prensa. El periodismo
en America Latina no puede -por ahora o en un futuro 7
Y mientras no cuente con
Ia fuerza, Ia eminencia
cultural y los recursos
que Ia resguarden
contra esa violencia,
seguira sucumbiendo
frente a las represalias
de sus enemigos,
adversarios tambien
de Ia sociedad entera.
10. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
mediato- abdicar de sus compromisos y atribuciones;
pero tampoco goza de los medios necesarios para pro-
ceder sin peligro. La soluciOn provisional, hasta que
transfiera parte su responsabilidad a otras instituciones,
quizas mas aptas para estos cometidos, inevitablemente
consiste en el costa que le imponga a sus detractores y
verdugos: que nadie permanezca impune por callar, ame-
drentar o asesinar a los periodistas de nuestra America.
Helms entonces inmersos en el tema toral de este
esfuerzo encomiable de la SIP: la impunidad. Salvo en el
caso de Guillermo Cano, cuyo homicida recibio su casti-
go -aunque tampoco fuera merced a proceso debido y a la
imparticion institutional de justicia. Todos los demas
crimenes estudiados en este libro no han sido expiados
legalmente. Pablo Escobar fue acribillado par el ejercito
colombiano; la muerte de Guilllermo Cano, junto con la
de miles de colombianos mas, fue vengada. Pero eso no
es justicia, ni fin de la impunidad, porque todos sabemos
que su ejecucion respondi6 a otros requerimientos, a
otras demandas. Mejor es nada: en los demas casos cita-
dos, ni siquiera hubo venganza, mucho menos justicia.
Los autores intelectuales e incluso los sicarios directos,
siguen libres: la impunidad deslumbra, y averailenza.
En este y tantos otros ejemplos en nuestros mikes, el
gran clilema, la tragedia insalvable, estriba en la
impunidad: la sensation, y Ia realidad, del sin castigo de
los delitos, de los abusos, de los horrores. Los casos que
nos ocupan nos desgarran, no solo porque murieron
valientes y honrados colegas, sino porque su muerte sigue
exenta de sancion, porque sus enemigos permanecen
indemnes. Si el costo y riesgo del castigo es la Unica
defensa, si representan el factor disuasivo mas poderoso,
Ia impunidad constituye el peligro mas acuciante, la ame-
naza mas avasalladora para la libertad de prensa: contra
ella, nada ni nadie sale ganando.
Es cierto que Ia impunidad de los crimenes en America
Latina no se limita a los asesinatos de periodistas. El asalto
en despoblado de Ia corruption, las violaciones notorias y
recurrentes a los derechos humanos, la estafa y la miseria
son atracos a la dignidad humana que no le piden nada a
las ejecuciones a sangre &fa de los integrantes del mal lla-
mado -por anemico- cuarto poder. Pero nuevamente, la
vulnerabilidad de este estamento especifico de la sociedad
es palmaria y exceptional. Se expone mas que otros, pero
tiene menos con que defenderse. Ello explica tambien la
consternation que despierta la violencia ejercida contra los
hombres y mujeres de la pluma, de la maquina de escribir
y, ahora, del monitor. Se difunde siempre un sentimiento
de desigualdad, de contienda dispareja: la victima no es
comparable al victimario, ni en fuerza, ni en maldad ni en
cinismo.
zQue lecciones nos entregan los seis muertos que hoy
recordamos y honramos? i,Que compromiso debemos
asumir con ellos, y con tantos otros, caldos tambien
procurando la verdad y justicia? Para empezar, la memo-
ria: nada justifica el sacrifico, voluntario o no, de las vie-
8 tunas como la perseverancia en la lucha por castigar a los
culpables y por conserver el recuerdo de su tragedia. El
olvido es la pear suerte que podrfan correr Guillermo
Cano y Carlos Lajud, Hector Felix y Victor Manuel
Oropeza, Jorge Carpio e Irma Flaquer; su mejor con-
tribucion postuma a la sobrevivencia de sus colegas hoy
es Ia vigencia de su fiesta.
Enseguida, debemos siempre reconocer que la mejor
manera de evitar nuevos martirios es mediante la lucha,
no el silencio. Nada coma una prensa sumisa o callada
alienta a los asesinos de los colegas aqui recordados;
nada como periodistas corruptos y sometidos fomenta la
cultura de la impunidad. Llegara el dia en que la prensa
latinoamericana pueda portar una carga mas a la medida
de su fuerza y capacidad; pero ese dia aim no arriba, ni
esta en puerta.
Para terminar, una palabra sabre el periodismo del que
tratamos aqui, el de los medios impresos, investigativo y
critico, independiente y vigoroso. La modestia y el real-
ismo nos obliga a seiialar que los medios a los que nos
hemos referido, son cada vez menos los que cuentan en
nuestras naciones. Todas las tradiciones que hemos recor-
dado; todas las bellas piiginas que hemos evocado en
estas notas, pertenecen a los medios impresos y, en parte,
a un mundo que se va. En America Latina, coma un
ninguna otra region del mundo, la television, sola y tri-
unfante, ha conquistado a las masas. Han sido una presa
filed, desprovistas como se encuentran en estas tierras de
la costumbre o el aprendizaje de la lectura del periOdico
obrero del siglo diecinueve, de la hoja de opinion de las
emergentes clases medias europeas entre las dos guerras,
del diario de abolengo de las medianas urbes
anglosajonas. El verdadero reto de los medios y la liber-
tad de expresion en America Latina reside en resquebra-
jar o abrir los monopolios televisivos, tiltimos y renova-
dos bastiones de la censura, del oficialismo y de la
manipulation en Iberoamerica. Como vamos, corremos
el riesgo de ver acotadas las virtudes que aqui hemos
exaltado, reducidas a manifestarse en pequeiios espacios
sin lectores, sin recursos, sin consecuencia. Es la prOxima
batalla, que todos anhelamos se pueda librar y ganar sin
martires, pero no sin combates ni valor. De no entablarla,
perderemos lo que hemos ganado, y condenaremos a Ia
indiferencia o al olvido a los colegas cuyas muertes Ia
Sociedad Interamericana de Prensa ha rescatado, para
orgullo de sus familias y amigos, y en honor del peri-
odismo de America Latina.
Jorge Castarieda, naci6 y crecio en la Ciudad de
Mexico, recibiO su licenciatura de la Universidad de
Princeton y su doctorado de la Universidad de Paris.
Desde 1978 se ha desempenado como profesor de
asuntos economicos e internacionales en la
Universidad Nacional AutOnoma de Mexico y escribe
una columna que se publica en numerosos periOdicos.
Sus libros mas recientes, son: El Shock Mexicano: Su
Significado para los Estados Unidos; The Estados
Unidos Affair y La Vida en Rojo: Una Biografia del
"Che" Guevara.
11. CONTENIDO
I. INTRODUCCION 1
Prefacio: Jorge C. Castafieda 4
Mensaje del director general David Lawrence Jr. 10
Mensaje del director de Proyecto Ricardo Trotti 16
II. COLOMBIA 18
Caso: Guillermo Cano Isaza 20
Caso: Carlos Lajud Catalan 34
III. GUATEMALA 44
Caso: Jorge Rafael Carpio Nicolle 46
Caso: Irma Flaquer Azurdia 58
IV. MEXICO 68
Caso: Hector Felix Miranda 70
Caso: Victor Manuel Oropeza 80
V. COMPARACIONES 89
Actividadperiodistica de las victimas 90
DescripciOn de los asesinatos 91
Modus operandi de los asesinatos 92
Proceso judicial 93
Irregularidades en el proceso judicial 94
VI. RESOLUCIONES EN LA REUNION DE 95
Medio Aho, San Jose, Costa Rica 96
Asamblea General, Los Angeles, Estados Unidos 98
Medio Afio, Ciudad de Panama, Panama 100
VII. ACCIONES 102
Palabras de Danilo Arbilla 102
Palabras de Rigoberta Manchu 103
Palabras de Oscar Arias 104
Informe ante la ComisiOn Interamericana de
Derechos Humanos 105
Misiones a Guatemala, Colombia y Mexico 108
VIII. CONCLUSION 111
Presidente Luis Gabriel Cano 111
EN MEMORIA Tapas
9
12. MENSAJE DEL PRESIDENTE DAVID LAWRENCE JR., 1995-96
El escritor, presidente de Ia Sociedad
Interamericana de Prensa 1995-96,
es director de The Miami Herald.
Esta no es una historia ajena, sino una realidad mas cercana a
nosotros de lo que muchos se pueden imaginer.
En estos ultimos ocho alias, 171 periodistas han sido asesinados en
las Americas. Mas de mil fueron atacados, heridos o amenazados.
Muchos otros han sido a veces intimidados sutilmente, pero siempre
en forma contundente.
Es verdad que hemos hecho un notable progreso en este hemisferio
en el camino hacia Ia democracia. Actualmente, 34 de 35 naciones
del hemisferio occidental-todas con excepci6n de Cuba - poseen un
regimen democratico. Algunas democracies son fuertes, otras
fragiles, aunque todas estan en riesgo porque la democracia esta
siempre en riesgo.
El ano pasado, con fondos de media millon de dolares provenientes
de la FundaciOn John S. y Jame L. Knight, Ia Sociedad Interamericana
de Prensa 'nide) un proyecto singularmente vital: en muchos paises
de America Latina y el Caribe, Ia expresi6n podria ser "crimenes con
impunidad"; en los Estados Unidos se diria comunmente "el asesino
se sale con Ia suya". No cometamos errores; estamos hablando del
asesinato de periodistas en el ejercicio de sus obligaciones y, subse-
cuentemente, de Ia falta de castigo para los responsables.
10
Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
13. IntroducciOn
Enfocamos este proyecto sobre seis casos en tres paises - Colombia,
Guatemala y Mexico - y nuestro trabajo ya ha dado sus frutos. Nos
hemos reunido con lideres politicos en cada uno de los 'Daises,
quienes se comprometieron a investigar con mas vigor estos casos.
Asimismo, gracias a la publicidad alcanzada a nivel internacional, los
gobiernos de fa region se han dado cuenta de que existe una gran
preocupaciOn en todo el mundo cuando se asesinan periodistas.
Una conferencia hemisferica se realizara a fin de julio en Ciudad de
Guatemala para informar sobre los resultados de este proyecto.
Asistiran intelectuales, juristas, activistas de los derechos humanos y
periodistas de las Americas, quienes buscaran diferentes formas de
como aliviar este problema. La conferencia reunira a personas que
apoyan la libertad de prensa en todo el mundo, porque este proble
ma no solo existe en Mexico, Guatemala, Colombia o en America
Latina - mas bien afecta a toda la humanidad. Y es nuestra mutua
responsabilidad hacer algo al respecto. No hacer nada es una bias-
femia contra la democracia.
Lo que Ud. leery aqui son detalles sobre seis casos, acerca del mbs
absoluto atropello que significan los crirnenes sin castigo y que se
puede hacer al respecto. Estas son las historias de seis seres
humanos que murieron mientras cumplian con su trabajo.
Esto es algo que nos debe preocupar e interesar a cada uno de
nosotros.
11
14. 12
Critnenes Sin Castigo Contra Periodistas
Sabemos que el periodismo es una de las profesiones de mayor riesgo, y que el asesinato
de periodistas no es exclusivo de Latinoamerica -sucede en cualquier parte del mundo.
Pero en Latinoamerica tiene una particularidad: cerca del 100 % de los crimenes no han
sido esclarecidos y sus responsables no han recibido castigo. Se trata de crimenes
impunes.
Esto se explica en parte por el hecho de que un gran porcentaje de los responsables de
los crimenes pertenece al gobierno o est° directamente vinculado a los circulos de poder
y goza de su protection.
— Danilo Arbilla, presidente de la Comision de Libertad de Prensa e Information
Extracto de su discurso en el Dia Mundial de la Libertad de Prensa en la UNESCO,
Paris, 3 de mayo de 1996.
15. IntroducciOn
.-161111 4 -
Lugar que marca donde fiteron asesinados Jorge Carpio
Nicolle y sus colegas; El Molino, Guatemala.
13
16. El asesinato de periodistas se ha convertido en un fenomeno
muy coman, que ya forma parte de la cultura popular
de nuestros pueblos. Artesanos mexicanos ya involucran este terra
en su arte, como lo demuestra esta imagen, de autor desconocido,
en honor a varios periodistas asesinados.
ue Carlos Victor
Buendia Lajud Manuel Flaquer Cano
Catalan Oropeza A2urdia Isaza
14
Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
17. Introduccion
15
PERIODISTAS ASESINADOS EN LAS AMERICAS
Oct. 1988 - Marzo 1997
Colombia Guatemala Haiti Paraguay
67 15
Peru Brasil Chile Argentina
18 13 • 2 I1
Mexico Estados Unidos Ecuador
18 7 • 2
El Salvador Venezuela Canada
16 5
18. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
MENSAJE DEL DIRECTOR DE PROYECTO, RICARDO TROTTI
EN 1995. LA SOCIEDAD. INTERAMERICANA :DE PRENSA. lanzo un.. proyecto: global
parainVestigar yanalizer las causas y las consecuencias subyacentes en los • :
crimenes de periodistas que no han. sido'resueltos,:enfocado. en tres 'Daises. let- •
noamericanOs: Colombia, Guatemala. y. MexiCo.
EI:proyecto.denominado Crimenes Sin Castigo Contra PeriOdistae cuenta con el
respaldode la Fundacion John S.. and James L. Knight ysel.liderazgo,de:David •
Lawrence. Jr; presidente de la SIP 1995-96 y director de The• Miami Herald.i.
Quedo claro que el exito•de,esta rnisiOn.noseria: feeil.:•Sin. embarge.:para la SIP
uno de los objetivos primordialee es produ.cir•un •documento: y un plan de action
concreto•que..conlleven a la:.protecciOn de los periodistas•en esos tres paises y en
otras naciones..
Los resultados de les investigacioneeesten. documentedas en este•informe.•Esta
•misiOnifueireali.zada por personal de. la SIP y periodistas'investigativos,:quienes via-
.. . .
•jaron a le•region:y contaron con el apoyo de integrantes de Ia ComisiOn'de•Libertad
de:Prenea e .Information. •
Los seis casos investigados dos..por. cads pais - representan una pequeria frac-
cion del total de asesinatos de periodistas. que no han sido..esclarecidos; Para la
selection de los casos se consideraron las.causas; modus:.operandi y: posibles •
meyiles de los crimenes (conspiraciOn•politica, actiyidade8.militares o guerrilleras,
narcotrafico, corrupcian publica y.priyada).asi como:los.antecedentes y actividades
de las victimas.
Los investigadores descubrieren muChas irregularidades 'clue :eyitaron •que los
reSponsables.fueran IleVados .antela:justicia, tales.como encubrimiento,'SobornO,!
manipulation de evidencia,..negligencia,:entre otras. Tambien fuerondetectadas :
acciones.violentas contra testigo.s, jueces,.fiScalet..y familiares .de•las yictimas.
Este informe finales el documento base de la conferencia hemisferica,•la cual •
reUnire.a.un. prestigioso.grupo de: intelectuales, jueCes,abegados,:activietas. de los
derechos humanos,.•periodistas. y directores de. medios,.represeritantee de Ias
Americas, para reclamar y luchar contra la impunidad•que rodea a los crimenes de •
periodistas.. •
. En esta..donferencia., .bajo la.modalidad de:un estrado judicial, con jueces,:testi-
.go.s. y fiscal,.se trabajara sobre treeobjetivos•principales: a) Declaration de
Condena contra el asesinato de periodistas estableciendo la magnitud: del delito y
susagravantes;b)iRecomendaciones a Gobiernos,para qUe sea rneecompetente la.
•persecuciOn de este tipo de crimenes y su impoidad; y c)•Plan de AcciOn
•Institucional, a elaborar entre: la •S1P y.asociaciones•afines para•clar seguimiento en
el mundo a todo caso de-asesinato de. periodistas.:
—,. Ricardo Trott!, Director de:Proyecto
16
19. Reunion introductoria entre personal de la SIP y los investigadores con anterioridad al trabajo de campo. La
reunion, de la que tambien participaron el entonces presidente de Ia Fundacion Knight, Lee Hills, y el director
Creed Black, se realiza en diciembre de 1995 en las instalaciones de The Miami Herald y El Nuevo Herald.
Un panel compuesto por
autoridades de la SIP,
invitados especiales e
investigadores mientras
presentan un informe
preliminar sobre el
proyecto de crimenes
contra periodistas en
diferentes paises,
durante la 52a.
Asamblea General de la
SIP celebrada en Los
Angeles en octubre de
1996. Arriba, de izq. a
der. Ricardo Trotti,
director del proyecto, y
los periodistas Ana
Arana, June Erlick y
Norman Navarro, quienes
condujeron parte de Ia
investigacion. Abajo,
Luis Gabriel Cano,
presidente de la SIP
1996-97; David
Lawrence Jr., presidente
de la SIP 1995-96 y el
escritor mexicano, Jorge
C. Castalieda.
17
20. Parte II
Asesinatos de periodistas en
Colombia
INTRODUCCION
n las altimas dos d6cadas Colombia se ha conver-
tido en uno de los paises mas peligrosos para los
periodistas del Hemisferio Occidental. Han sido
asesinados mas de 100 periodistas. Mas del 95 por cien-
to de esos crimenes sigue sin resolverse.
Si no son crimenes de figuras prominentes, ni los
colombianos ni muchos
periodistas les prestan
mayor atenci6n. Los
asesinatos de periodistas se
suman al torbellino de vio-
lencia generalizada en
Colombia, que en 1995 dej6
39.000 muertos.
La impunidad en Ia
mayoria de los crimenes —
es decir, el que no se persi-
ga y castigue a los crirni-
nales — hace que haya
nuevas victimas. Todos los
afros asesinan a periodistas,
apunta Maria Claudia Pulido, directors de una division de
derechos humanos recientemente establecida en la olici-
na del fiscal federal. "La violencia se nutre por si sola y
los asesinatos sin resolver generan mas violencia".
Todo esto ha desalentado la libertad de prensa en
Colombia. Regiones enteras se han convertido en
higubres vacios de informaciOn. Pocos periodistas se
arriesgan a hacer reportajes en esas areas. La impunidad
tambien ha generado autocensura, particularmente entre
los periodistas del interior que han sufrido mas a causa de
narcotraficantes, grupos paramilitares y guerrilleros y por
18
politicos corruptos. En muchas provincial de Colombia,
los periodistas "inteligentes" son los que evitan los temas
polemicos y no los que se arriesgan.
Para esta investigacion sobre Ia impunidad, la SIP
eligio dos casos que ilustran los peligros que enfrentan
los periodistas en Colombia. Uno es el del asesinato en
1986 de Guillermo Cano Isaza, director de El Espectador,
asesinado por ordenes del desaparecido capo de las dro-
gas Pablo Escobar Gaviria.
El asesinato de Cano fue uno
de los crimenes mas violen-
tos de las altimas dos
decadas en Colombia. Fue el
preludio de una ola de vio-
lencia desatada en el pais por
Escobar y otros narcotrafi-
cantes, quienes querian silen-
ciar a toda la prensa critica.
El otro caso es el crimen
en 1993 del comentarista de
radio Carlos Lajud Catalan,
asesinado por luchar contra
la corrupciOn local en la ciu-
dad costera de Barranquilla. Este caso no es de Ia mag-
nitud del de Cano pero es mas representativo del tipo de
violencia que enfrentan los periodistas en el interior de
Colombia. Lajud usaba su programa de radio matutino
para criticar la corrupcion del gobierno, mofarse de los
dirigentes gubernamentales y mantener informados a los
residentes de Barranquilla respecto a la corrupciOn.
Cuando lo mataron en 1993, estaba a punto de revelar
informacion escandalosa acerca de tratos solapados que
iban a rendirles millones a los funcionarios locales. En
vez de continuer la labor de Lajud contra la corrupcion,
sus colegas se callaron y muchos incluso concluyeron
El asesinato de Cano fue uno de los
crimenes mas violentos de las tilti-
mas dos decadas en Colombia. Fue
el preludio de una ola de violencia
desatada en el pais por Escobar y
otros narcotraficantes, quienes
querian silenciar a toda la prensa
critica.
21. A p 200
Millas
a •. Venezuela ••
Colombia
• Medellin
Bogota 0 Bogota
Guillermo Cano Isaza
Asesinado el 17 de
diciembre de 1986
Barranquilla
Carlos Lajud Catalan
Asesinado el 18 de
abril de 1993
Colombia
que su estilo de informar rimbombante y amarillista con-
tribuyo a su muerte. Desde su asesinato pocos reporteros
de esa ciudad hacen reportajes criticos. Con la muerte de
Lajud, los asesinos lograron su proposito de silenciar las
voces independientes.
La impunidad deja una secuela de rumores insidiosos
en la familia, amigos y colegas de la victirna. La mayoria
de las veces, los mismos criminales amenazan a quien
quiere investigar el asesinato o demanda resultados. En el
caso Cano, varias personas involucradas en la investi-
gacion fueron asesinadas y otras hostilizadas. En el caso
Lajud, familia y amigos fueron intimidados para que no
siguieran demandando mayores investigaciones.
CAPITAL
Santa Fe de Bogota
SUPERFICIE
1.138.914 kms2
IDIOMA OFICIAL
Espanol
POBLACION
35.886.280
DENSIDAD POBLACIONAL
29,3 hab./km2
POBLACION URBANA
73%
EXPECTATIVA DE VIDA
69 allos
ANALFABETISMO
18,3%
PRESIDENTE
Ernesto Samper Pizano
19
22. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
DATOS PERSONALES: GUILLERMO CANO ISAZA
Asesinado
Guillermo Cano Isaza
(12 de agosto 1925 - 17 de diciembre de 1986)
"Asti como hay fenomenos
que compulsan al desalien-
to y Ia desesperanza, no
vacilo en sefialar que el
talante colombiano sera
capaz de avanzar hacia
una sociedad mas iguali-
taria, mas justa, mas hon-
esta y mas prospera."
— Guillermo Cano Isaza,
en su columna "Libreta de
Apuntes" publicada en
El Espectador.
Lugar de nacimiento:
Bogota
Edad al fallecer:
61 afios
Estado Civil:
Casado en 1953 eon Ana Maria
Busquets
Hijos: (nombres y edades al fallecer
su padre)
Juan Guillermo, 32; Fernando, 30;
Ana Maria, 26; Maria Jose, 23 y
Camilo, 20.
Estudios:
Se gradud de bachiller en el
Gimnasio Modern° de Bogota.
Profesion/cargo:
Periodista. Director de El
Espectador
Antecedentes periodisticos:
En 1942, a los 17 alios, comenze
a escribir sobre tauromaquia en El
Espectador En esa epoca trabaje
como redactor de diversos temas en
la section Dia a Dia del mismo per-
iodic°. En 1950 fund° el Magazin
Dominica], la revista cultural de El
Espectador Fue corresponsal viajero
del diario en Europa por varios afios.
Asumie la direccidn de El
Espectador en 1952.
Mos de ejercer periodismo:
44 alios
Reconocimientos:
Premio Nacional de Perioclismo
en 1986. En forma postuma recibie
en 1987 Ia Medalla "Rodrigo Lara
Bonilla", el premio Maria Moors
Cabot y el International Press
Service de Naciones Unidas. En
1988 reeibie el premio Postobon y la
medalla de la Cruz Roja
Internacional.
Han sido bautizados con su nom-
bre: una represa en el departamento
de Antioquia, dos colegios, uno en
Bogota y uno en Medellin y un
polideportivo.
Actividad social:
Fue socio del Jockey Club de
Bogota y del Club de los Lagartos.
Pasatiempo:
Gran pasion por la literatura. Al
morir su biblioteca ya tenfa alrede-
dor de 5.000 libros especialmente de
temas histdricos, sobre todo de la
Guerra Civil Espanola y la Segunda
Guerra Mundial, ademas de novelas
y de arte. Fue aficionado al filtbol,
las corridas de toros y la hipica y
practice tenis. Se destace como cro-
nista de estas disciplinas, muchas de
ellas premiadas y publicadas en un
libro.
20
23. Colombia • Guillermo Cano Isaza
La caravana funeraria de Guillermo Cano se detiene frente al edificio
de El Espectador, para el Ultimo saludo.
21
CONDICIONES EN
COLOMBIA EN LA EPOCA
DEL ASESINATO
PRESIDENTE DE COLOMBIA:
Virgilio Barco Vargas
PARTIDO EN EL GOBIERNO:
Partido Liberal
CONDICION POLITICA
DEL PAIS 0 REGION:
Los narcotraficantes
ordenaron en esa epoca el
asesinato de mas de 50
jueces, un ministro de
Justicia, un magistrado de
la Corte Suprema y el jefe
de la Policia
AntinarcOticos.Todas las
victimas estuvieron rela-
cionadas a decisiones
legales contra el Cartel de
Medellin y favorecian el
pacto de extradiciOn de
narcotraficantes con los
Estados Unidos. A dos
meses del asesinato, el
narcotraficante Carlos
Ledher fue extraditado a
Estados Unidos.
En esa epoca, Colombia
se recuperaba de la
catastrofe del volcan
Nevado de Ruiz, cuya erup-
ciOn ocasion6 mas de
25.000 muertes en 1985,
al tiempo que el pais con-
tinuaba exaltado por la
visita del Papa Juan Pablo
Ii en julio de 1986.
A raiz de la crisis que
afectaba la economia, el
gobierno suspenderia
luego el pago de la deuda
externa.
1
24. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
FICHA DEL CASO: GUILLERMO CANO ISAZA
Fecha del asesinato
17 de diciembre de 1986
Como y donde fue asesinado
Dos sicarios esperaron a que
Guillermo Cano hiciera un giro en
"U" en la Avenida del Espectador,
Bogota, poco despuds de las 19:00
hs. Uno de los maleantes se acerc6
rripidamente a la camioneta familiar
que conducia Cano y le disparo en
ocho ocasiones al pecho con una
ametralladora. Evitando el pesado
trafico prenavidelio, los sicarios se
escaparon en una motocicleta, identi-
ficada con la placa Fax:84.
Posibles moviles
El capo del Cartel de Medellin,
Pablo Escobar, consideraba a El
Espectador y a Guillermo Cano
como sus principales enemigos,
dehido a las constantes denuncias
contra el narcotrrifico y a la posicion
favorable que el diario tenfa sobre la
extradicion de narcotraficantes a los
22 Estados Unidos.
Presuntos autores
/ o implicados
En un fallo en octubre de 1995,
nueve anos despuds del asesinato,
Maria Ofelia Saldarriaga, Pablo
Enrique Zamora, Carlos Martinez
Hernandez y Luis Carlos Molina
Yepes fueron encontrados culpables
de conspiracion para cometer el
crimen y sentenciados a 16 afios y 8
meses de carcel.
Sin embargo, en otra sentencia del
30 dc julio de 1996, el Tribunal
Superior de Bogota revoc6 aquel
fallo, absolviendolos de cargos en el
crimen, a excepcion de Molina Yepes,
quien fue el unico condenado y reeler'
capturado el 18 de febrero de 1997.
Con anterioridad habfan sido consid-
erados autores intelectuales: Pablo
Escobar Gaviria, Evaristo Ponds,
Gonzalo Rodriguez Gacha y, tam-
bien, Luis Carlos Molina Yepes, altos
capos del Cartel de Medellin.
Consecuencias violentas
Varios jueces y empleados judi-
ciales fueron sobornados. Un
magistradro, el padre de una jueza y
el abogado de la familia Cano fueron
asesinados. Otro magistrado, cuatro
periodistas, dos hijos de Guillermo
Cano, tuvieron que abandonar el pais
despuds de continuas arnenazas de
muerte. La distribucion del diario en
Medellin fue reiteradamente sabotea-
da. El gerente general y el jefe de dis-
tribucion de esa oficina fueron
asesinados. Un atentado con explo-
sivos destruyo gran parte de la sede
central de El Espectador.
Delincuentes incendiaron la casa de
veraneo de la familia Cano, cerca de
la ciudad de Cartagena. Tambien fue
asesinado el principal sospechoso
que dispara contra Guillermo Cano y
otros integrantes de la banda Los
Priscos que el Cartel de Medellin
contrat6 para cometer el. crimen.
I rregularidades del
proceso judicial
Jueces destituidos por soborno y
deliherada negligencia durante el
25. 1025 DON GUILLERMO CANO ISAZ4 • 1986
Colombia • Guillermo Cano Isaza
ASESINADO EL
DIRECTOR DE
EL ESPECTADOREl director de El Espectador, Guillermo Cana Isaza, fur
asesinada anaclie par dos sicarios at salir de las instalaciones de
este dierio, th,Silus de nu jornada habitual de trabajo. El crimen
taint consternacitn y unu inmensa oleada de protest., asi comp
inmediatas medidaa por parte del gobierno pare reprimir la action
de los violentos.
Cuando cc dirigia a su residencia del none de Bogota, Dort
Guillermo Cano recibi6 cinco impartos de aura de Fuego, dis-
parados por un individuo que junta con onto to esperaba term a la
entrada:mi 0,01 del period ico,
Paitilinete y quince de la node se produjo el crimen, mind° don
Giallenno-Cano, al tim6n de su vehlculo, redujo la velocidad pare
gireitieeia el carte, en el trace de la camera 163 con cane 22. Foe
atacado sorpresivamenm por un hombre mile le estaba esperando
en el extreme del separador central de la eongestionada via y
quien distraro sucesivarnenie sabre la ventaniRa izquierda del
automotor.
RE )1E10 Er A CIONA L .— Los expresid en tes de la Re lira, las
directives politic. de nodes los sectors=_p tendencies, la en.,
is iglens, los altos mandos militates, los gremios. los sin iLatos,
lideres de distintas actividades y vaceros de les mas diverges
aetividades nacionales, se proaunciaron con estupor pars re-
pudiar el atentado y senalar que et va dirigido fundantentalmente
contra is prensa fibre, Para tratar de ecaUarla e impecla que
continue sus impLitables denuncias contra el ourciarafica.
DECRE7Y)DE ONORES A Al enterarse de la infanta noticia,
el presidents Virgilio Bareo convoc6 un Consejo de Ministros que
sealant haste las horns de la madrugada, at terrain° del cual fue
expedido un decode de honores. El ministro de Crniernii,
Fernando Cepeda Ulleo, leyt per Radio Nacional ura declaration
pare condenar el vil asesinato.
EL SEI'ELE).— El tudaver de don Guillermo Cam perms,
timid en la Caja Nacional de Prevision hasts despues de que se
practicaron las diligencias lqales y en N madnigada fue teas-
ladado a las instalamones de El Espectadar pare as velaciOn en la
sale principal. En este mismo lager se efectuaran hoy Ins exc..
quias, a las once de la manna, y posteriormente reclined -se-
pulture en los Jardines del Recuerdo. El presidente y sus mi-
nistrosse hares presentes en los Funerals!,
(Alen. 9-A, 10-A, 11-A, I2-A, 13-A. 14-A, 1 y 2 Section
Bogotlf y 1-C).
EL ESPECTAD
EL ESPECTAD08,rebajare
en hien de la paths con criteria liberal
y en hien de los prhorivirn abelaiss
coo catch° pattiatico
FIDEL CANO
Bogota, jueves 18 de diciembre de 1986
78 PAGINA.5 3 CUADERNILLOS • 1 REVISTA ANO 5C3014.28.247 460.00 "°PWtiV744-my •455.008444.14.4
M 1# 1 1 01 ri 1 1 •
Arriba, primera plana de El Espectador del 18 de diciembre de 1986 en donde se anuncia el asesinato de
Guillermo Cano. Abajo, izq., automovil que conducia Cano al momento de su muerte. A la der., Cano en su
oficina del diario.
proceso indagatorio no fueron inves-
tigados. Magi strados, empleados
judiciales y jurados fueron amenaza-
dos. El caso fue atendido durante
varios afios en diversos juzgados.
Nuevas pistas no fueron investigadas.
Luis Carlos Molina Yepes, uno de los
autores intelectuales y sentenciado,
se fugo despues de que la policia le
permitiera salir del penal para corn-
prar cigarrillos. El Cartel de Medellin
se infiltre en el Poder Judicial corn-
prando jueces y apoderandose de
vital information para su defensa.
23
26. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
INVESTIGATION: GUILLERMO CANO ISAZA
El asesinato de
Guillermo Cano Isaza
Por Ana Arana
SINOPSIS
EI asesinato de Guillermo Cano Isaza, director de El
Espectador de Colombia, victimado por narcotrafi-
cantes en 1986, estremeci6 los cimientos de la
sociedad colombiana. Los capos de las drogas ya habian
asesinado al ministro de Justicia, al presidente de la Corte
Suprema de Justicia y al director de la Policia Nacional,
pero el asesinato de un propietario de un diario nacional,
en un pais donde los periodistas suelen tener el mismo
peso que los expresidentes, rompi6 todas las reglas.
Para Pablo Escobar Gaviria y el Cartel de Medellin, El
Espectador era su enemigo nnmero uno. Cano habia
tornado una postura energica contra las dro-
gas y apoyaba firmemente la extradition do
los narcotraficantes colombianos. Pensaba
que las instiluciones colombianas no eran
sulicientemente severas al juzgar y condenar
a los poderosos capos de las drogas.
Escobar y sus complices celebraban sus
victories en Medellin, sede del cartel, y en
Leticia, ciudad fronteriza entre Colombia y
Ecuador. Leticia era el paso principal de 'la
pasta de cocaina de Peril y Bolivia.
La investigacion del asesinato dur6 nueve
alms. El equipo de abogados de Escobar logr6 impedir
que se cambiara el caso a un sistema especial de justicia
"sin rostro". Esta maniobra legal le permiti6 a Escobar
enterarse de quienes eran los jueces. A algunos magistra-
dos se les oblig6 a aceptar sohornos y otros fueron
asesinados por rechazarlos. lino de los jueces se exili6;
otra sufrio el asesinato de su padre per ignorar las ame-
nazas para abandonar la investigacion y un tercero, un
juez del Tribunal Superior de Bogota, fue asesinado poco
despues de rubricar una orden de captura contra Escobar.
Para el periodic°, el asesinato fue solo el inicio de una
mninosa camparia de Escobar y su gente. Como el diario
insistio en la information provocativa e incisiva sobre los
narcos, las amenazas de muerte a sus reporteros y edito-
rialistas continuaron. Los dos hijos de Guillermo Cano,
Juan Guillermo y Fernando, quienes compartian los prin-
cipales puestos de mando del periodic°, recibian muchas
amenazas y estuvieron saliendo del pais por largos perio-
dos, durante los tres alios posteriores al asesinato. Otros
cuatro reporteros tambien tuvieron quo abandonar el pais
por amenazas de muerte. La distribucion del periodico
fue saboteada en Medellin y en otras areas, mientras que
en esa ciudad su oficina fue cerrada tras los asesinatos del
director de distribuciOn y del gerente general. Entre 1989
y 1990, el periOdico se entregaha en Medellin con pro-
teccion militar. La circulation sucumbi6 en esa ciudad
por las amenazas que recibian los dis-
tribuidores del periodic° por parte de Escobar
y su gente. Los peores golpes se asestaron en
1989 cuando Hector Giraldo Galvez, abogado
de la familia Cano y encargado de supervisar
la investigacion del crimen, fue asesinado.
Ese mismo afro, Escobar ejectit6 lo que segtin
el seria el tiro de gratia contra el periodic°
exploto una bomba en sus instalaciones.
El proceso judicial, que comenzo en 1991,
concluy6 en un tribunal comun, el 22 de agos-
to de 1995. Cuatro personas fueron declaradas
culpables de homicidio doloso. Tres fueron encarceladas.
El cuarto eomplice acusado, Luis Carlos Molina Yepes,
velado empresario, cxconfidente de Escobar y quien
manej6 las enemas bancarias de las cuales se obtuvo el
dinero para pagar a los asesinos de Guillermo Cano, per-
maneci6 profugo hasta su captura el 18 de febrero de
1997. Dos narcotraficantes quo fueron los principales
autores intelectuales, Gonzalo Rodriguez Gacha y
Escobar — fueron abatidos en 1989 y 1993, respectiva-
mente. Otros como Evaristo Ponds estan purgando una
sentencia por enriquecimiento ilicito.
La defensa ape16 la sentencia de la corte en 1995. El
30 de julio de 1996, en una decision inesperada, el
Tribunal Superior de Bogota revoco la sentencia y
24
27. Colombia • Guillermo Cano Isaza
declar6 que los tres prisioneros eran inocentes. La corte
confirm6 Ia sentencia contra Molina Yepes.
EL CRIMEN
El asesinato de Guillermo Cano ocurri6 cuando
exploto la furia de Escobar contra el peri6dico colom-
biano. Hacia 1986, "El Padrino", como Cano llamaba
ironicamente al capo de las drogas en sus articulos, habia
amasado una fortuna y se habia convertido en el narco-
traficante mas poderoso del mundo. El Cartel de
Medellin manejaba el 70 por ciento del trafico de cocai-
na hacia los Estados Unidos y Europa; sus ganancias eran
fabulosas. Tenfa una corte de simpatizantes en Medellin,
donde construyo viviendas y canchas de futbol para la
gente pobre. Pero su dominio se vela amenazado por el
tratado de extradition entre Colombia y Estados Unidos.
Escobar percibio que la opinion priblica era un impor-
tante instrumento para eliminar el tratado. Asi pues, invir-
ti6 grandes sumas de dinero para exponer al tratado como
violatorio de la soberania de Colombia. Mientras el car-
tel hacia campai'ia para abolir el
tratado de extradiciOn, Cane hacia
denuncias que contradecfan las ideas
de los narcos. Semana tras semana
sus articulos criticaban a quienes
querfan eliminar el tratado. Sus con-
ceptos se sustentaban con los articu-
los de
periodistas investigativos de El
Espectador que expresaban lo vul-
nerable que era el sistema judicial de
Colombia ante la presion de los nar-
cotraficantes.
Algunos colegas de Cano pensa-
ban que estaba obsesionado con el
trafico de drogas. Pero en retrospec-
tive, sus reporteros y otros periodis-
tas coinciden ahora en que "profe-
tizO" sobre el inicio de la era del tra-
fico ilegal de drogas y del peligro que representaba para
la democracia colombiana. "Tenfa un sentido maravilloso
de lo que es noticia", comenta Luis de Castro, editor de
asuntos judicialcs de El Espectador, quien trabajO con
Guillermo Cano va-rios zinc's. Los periodistas todavia
recuerdan su sentido del humor y su memoria fotograti-
ca.
LUIS GABRIEL CANO, su hermano mayor y quien
asumi° la presidencia del periOdico despues de su
muerte, alirma que su hermano jamas habld sobre las
amenazas. "Guillermo mantuvo su lucha contra el nar-
cotrafico sin importarle nada", apunt6.
El cabello canoso y la actitud calmada de Luis Gabriel
Cano recuerdan a su hernaano. "Guillermo sentfa que si
no los deteniamos, las bandas de narcos querrian dirigir
el gobierno, que es lo que estanaos viviendo ahora",
declar6 en su espaciosa °Edna. Es la misma que fue
semidestruida per un bombazo en 1989, y la que refleja
gran parte de la historia del periOdico, fundado en 1887.
Cano inicio su lucha contra las bandas de narcotrafi-
cantes a principios de la decada del ochenta. Su primer
golpe periodfstico contra el imperio de Escobar fue un
articulo publicado en 1983 que detallaba el primer arrest()
dcl cape en relation con estupefacientes. En 1976
Escobar file detenido por escondcr cocaina en los
neumaticos de un auto robado, cuando era apenas un
desconoeido robacoches. En el periodico se recuerda
carifiosamente este incidente que ilustra la astucia y el
instinto periodfstico de su antiguo jefe. Cano record6 Ia
cara de Escobar cuando vio al cape en la ceremonia de
apertura del congreso en 1983. "Yo he vista esa cara en
algdn lade", le comentO a uno de sus editores. El mismo
se metio en el archivo del periodico a buscar la fotografia.
Volvid a pnblicar la historia y la fotograffa en la primera
plana de El Espectador. Esto trunc6 la ambition de
Escobar de formar parte del congreso y convirti6 a Cano
en uno de sus peores enemigos.
Hacia 1986, El Espectador
habia tornado Ia delantera en los
medios colombianos en cuanto a
ataques contra los carteles de las dro-
gas. El periOdico entero se dedicaba
a analizar minuciosamente, exponer
e investigar el trafico de drogas y sus
tentaculos dentro de la sociedad
colombiana. Cano, de 61 arios, ata-
caba a diario a los narcotraficantes
en el editorial, en las paginas de noti-
cias y en su columna "Libreta de
Apuntes". RecibiO el Premio
Nacional de Periodismo de
Colombia en 1986, por sus articulos
contra el narcotrafico y en apoyo al
tratado de extradiciOn. El 16 de
diciembre de 1986, foe entrevistado
por un integrante del CIrculo de
Periodistas de Bogota sobre los peligros del periodismo.
"El problema en nuestro negocio es que nunca se sabe si
volveremos per Ia noche a casa". comentO.
Al dfa siguiente, el miercoles 17 de diciembre de
1986, fue asesinado.
Ese dfa, Cane sali6 del periOdico poco despues de las
19:00 hs.. Subi6 a su camioneta familiar Subaru roja,
estacionada en las instalaciones del periOdico. Al Ilegar
a Ia Ave. del Espectador, una amplia calle frente a las
oficinas del periodico, el trafico prenavidefio era pesado.
Los autobuses iban pegados a los paragolpes de los
automoviles, en medio del smog. Cane entrd a la avenida
rumbo al stir y se meti6 al carril izquierdo para dar vuelta
en U y entrar al otro carril hacia el norte. Al reducir la
velocidad del auto para efectuar el giro, uno de los dos
lovelies que esperaban en una motocicleta estacionada en
lugar prohibido, en medic de la avenida, se acerco
furtivamente a pie al lento Subaru. Cuando estuvo cerca, 25
Los narcos tambien
habian matado a
varios periodistas
del interior por
escribir articulos
especificos sobre
operaciones de
estupefacientes.
28. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
el joven abri6 un estuche negro, saco una ametralladora
pequelia, una MAC-10, arena favorita de los sicarios del
Cartel de Medellin, segiin reconoce la policia.
Rapidamente disparo ocho tiros al pecho de Cano. Al
tratar de escapar, herido de muerte, piso el acelerador, se
lanz6 directamente en sentido contrario y se estrello con-
tra un poste de luz. Los testigos declararon a la policia
que los asesinos huyeron en una motocicleta con una
placa muy distintiva: FAX 84.
Nadie dude' que su muerte habia sido ordenada por los
narcotraficantes. La lista de muertos ya era larga: mas
de 50 jueces, el ministro de Justicia, Rodrigo Lara
Bonilla; el magistrado de la Corte Suprema de Justicia,
Hernando Baquero Borda y el jefe de la Policia
Antinarcoticos, Jaime Ramirez Gomez. Todas esas victi-
mas fueron funcionarios del gobierno que tomaron deci-
siones judiciales importantes contra el Cartel de Medellin
en casos legates y de extradiciOn.
Los narcos tambien habian matado a
varios periodistas del interior por
escribir articulos especificos sobre
operaciones de estupefacientes. Pero el
asesinato de Cano abrie una herida
mucho mayor en Ia democracia de
Colombia. Su homicidio fue un
escalofriante mensaje a la sociedad
colombiana de parte de los narcos: "si
nos atacan, nos vengamos". Este serla
el preludio de los asesinatos de tres can-
didatos presidenciales y otros periodis-
tas marcados por el Cartel de Medellin.
Al dia siguiente del asesinato, una
procesion fidnebre encabezada por el
presidente Virgilio Barco, y a la que
acudieron miles de colombianos que
ondeaban paiiuelos, acompailo el euer-
pi) de Cano al cementerio Jardines del
Recuerdo, en la periferia de Bogota. El
Circulo de Periodistas de Bogota le
pidi6 a los medios de comunicacion no informar ese dia,
lo que represento que por primera vez se dispusiera un
bloqueo informativo en memoria de un periodista
asesinado. Su muerte ocupo las primeras planas de todos
los diarios colombianos y de los principales periodicos
del mundo.
Como respuesta al asesinato, el presidente Barco
ordeno el "estado de sitio". Asirnismo, restituyo una ley
que requeria un permiso especial para motociclistas y
prohibfa hi yenta de moticicletas de gran cilindrada. Fue
una aceptacion tacita de que la motocicleta se habia con-
vertido en un instrumento mortal de los narcos.
Mientras la mayor parte. de Colombia estaba en duelo,
el crimen de Cano produjo euforia en Medellin, sede
extraoficial del cartel. La policia report6 fiestas en las
comunas, o vecindarios pobres, donde vivian los sicarios
del cartel. Los grandes jefes tambien estaban de buen
26 humor. La policia supo a trayes de informantes que una
reunion en Ia casa de Escobar, en el lujoso edificio El
Monaco, a donde habian asistido miembros importantes
del Cartel de Medellin, era para festejar el asesinato.
Hubo otra fiesta en Leticia, ciudad fronteriza aproxi-
madamente a 650 Kms. al sur de Bogota, donde Evaristo
Porrris y sus secuaces tambien estuvieron de humor festi-
vo. Porrris controlaba el principal puerto de entrada de
cocaina proveniente de Peru y Bolivia.
Despues de ese asesinato y de otros actos de violencia
en 1986, los colombianos al parecer querian olvidar de que
habia un trafico ilegal de drogas en expansion. Asti pues,
1987 y 1988 fueron alios dificiles para El Espectador, que
continuaba su ataque frontal contra los narcotraficantes. La
unidad de periodismo investigativo del periodic° seguia
activa, pero las amenazas de muerte a sus empleados se
multiplicaron. En los tres afros que siguieron al homicidio
de Cano, cuatro reporteros se vieron obligados a exiliarse.
La publicidad disminuy6 mientras los narcos amenazaban
a las companias que se anunciaban en el
diario.
La camparia de desestabilizaciOn
culmind en 1989 con el bombazo en las
oficinas del periOdico. Los 135 kilos de
dinamita explotaron la mai-lama del
sabado 3 de septiembre de 1.989. Eran
pasadas las 6:30 hs., un poco antes de la
entrada del personal sahatino. La
explosion vole' el techo del edificio,
destruy6 su entrada principal y afecto
gravemente la produccion del periodi-
co. La bomba estaba escondida en una
furgoneta que habia sido estacionada
minutos antes de que estallara frente a
Ia entrada principal del periodico. Ese
mismo dia, seis sujetos armados
entraron a una exclusiva isla privada en
el area de Rosario, en Cartagena e
incendiarion la casa de veraneo de la
familia Cano.
LA INVESTIGACION
La guerra iniciada por el Cartel de Medellin y Escobar
contra Colombia cobra mucha mayor importancia en la
investigacicin del homicidio. Los investigadores des-
cubrieron que el crimen habia sido ordenado por Escobar,
Evaristo Porras, el capo quo controlaba Leticia y
Rodriguez Gacha, tambien cabecilla del Cartel de
Medellin. Lo ejecutaron Los Priscos, la banda de
sicarios preferida por Escobar e implicada en todo
asesinato y bombazo importance que el ordeno entre 1984
y 1990. La banda fue desmantelada en 1990.
Las personas acusadas de ser los autores materiales del
crimen fueron: Maria Ofelia Saldarriaga, madre del
gatillero; Pablo Enrique Zamora, conductor de la motoci-
cleta; Castor Emilio Montoya Peldez, intermediario en la
contratacion de los sicarios; Carlos Martinez, quien vendi6
la motocicleta; Raul Mejia y Molina Yepes. Una investi-
La guerra inicia-
da por el Cartel
de Medellin y
Escobar contra
Colombia cobra
mucha mayor
importancia en
Ia investigacion
del homicidio.
29. Colombia • Guillermo Cano Isaza
gacian posterior revelo que Raul Mejia era un hombre que
'habia fallecido, cuyo nombre habia sido usado ilegalmente
por los asesinos. Con excepcien de Molina Yepes y
Montoya, los demas purgaron condenas en Medellin y
Bogota. Si hien las autoridades colombianas afirmaban
que no podian dar con el paradero de Molina Yepes y se
sospechaba que este habria pagado sobornos dentro del sis-
tema judicial. Finalmente la policia lo capture el 18 de
febrero de 1997 en un restaurante de Bogota. Montoya
nunca fue encarcelado ya que no se logre su captura den-
tro del margen de tiempo establecido por la justicia.
ESCOBAR TUVO MUCHA INFLUENCIA sobre
la investigacion debido a que Cano fue asesinado dos
ahos antes de instituirse en Colombia el sistema de justi-
cia "sin rostro" que protege la identidad de los jueces, tes-
tigos e investigadores del tribunal. Cuando el gobierno
quiso traspasar la investigaciOn del caso Cano a ese sis-
tema, Escobar se valid de su
equipo de costosos abogados
para mantenerlo en el sistema
judicial ordinario.
Apenas cometido el asesinato,
la investigaciOn se enviO al
Tribunal de Instruccien Criminal
No. 60, donde un juez anOnimo
empez6 a recibir amenazas de
muerte, practicamente de
inmediato.
Atemorizado, pidi6 a sus
superiores que trasladaran el
caso a otro juzgado. Entonces,
el juez Andres Enrique
Montariez del Tribunal No. 71
inici6 valientemente la investi-
gacion.
Entretanto, la policia de Medellin y Bogota empezo a
recibir una andanada de claves y nuevas pistas. A los seis
meses del asesinato, en junio de 1987, se recibi6 la pista
que empezo a desenmaraiiar el misterio del crimen: alla-
nar la casa de Edison Harvey Hill Mulioz, en Medellin,
delincuente identificado como entrenador de los sicarios
del cartel. Cuando lleg6 la policia a la casa de Hill Mufioz,
empez6 un tiroteo que acab6 con su vida. En su casa la
policia encontro la motocicleta con la placa FAX 84.
En el bajo mundo colombiano ya habia rumores de
que la policia andaba cerca de los asesinos de Cano.
Cuando la policia aument6 la presion, los jefes de la
banda de asesinos decidieron tratar de borrar algunos ras-
tros. La primera orden fue matar a Alvaro Garcia
Saldarriaga, el pistolero de 23 atios sobre quien los testi-
gos dieron seas a la policia.
Alvaro Garcia fue encontrado muerto a la orilla de un
rio el 25 de mayo de 1987. Su cuerpo fue reclamado por
su madre, Maria Ofelia, una mujer analfabeta de unos 50
En seis meses, el juez y los investigadores del
Departamento Administrativo de Seguridad (DAS)
establecieron que el asesinato de Cano era parte de una
conspiracion realizada por Escobar y sus secuaces. El
juez Montaiiez giro ordenes de arresto contra Escobar;
Pon:as; Gilberto Ignacio Rodriguez, exgobernador del
Departamento Amazonas; su novia, Dulcinea Cormo
Galindo, quien vivia en Leticia; un doctor de nombre
Hector Villegas y varios otros maleantes de la banda Los
Priscos.
Inmediatamente despues de la orden, el juez Montaiiez
decidio tomar largas vacaciones. El caso se reasigno
temporalmente al juez Eduardo Triana.
Dulcinea Cormo Villegas y Porras fueron desvincula-
dos de la investigaciin por falta de pruebas. El DAS
decidi6 que Luis Eduardo Osorio Guizado, alias La
Guagua, o rata almizclera, era el jefe de los sicarios.
A fines de julio la policia capture a una sorpresiva
sospechosa. Maria Ofelia Saldarriaga, madre del pis-
tolero ultimado, fue setialada
como complice. Por una cora-
zonada, la policia intervino su
telefono al enterarse que recien-
temente habia depositado
$15.000 (al cambio vigente en
1986) en su cuenta bancaria.
Una noche Ilam6 a Pablo
Enrique Zamora Rodriguez,
alias El Rolo, el sujeto que llev6
a cabo el asesinato junto con su
hijo. Le dijo que dispusiera de la
motocicleta.
EL CARTEL CONTINUO
su nociva campaiia contra El
Espectador. El 12 de abril de
1987, volaron la escultura de Cano, erigida poco antes en
un parque de Medellin. Miembros del cartel advirtieron
a los distribuidores del periodic° en Medellin que dejaran
de repartir el diario o de lo contrario serian atacados.
Los procesos legales siguieron hasta agosto de 1987
cuando el terror Rego a los tribunales. El 1 de agosto, la
policia se involuero en un sorpresivo tiroteo a dos cuadras
de la casa del juez encargado del caso Cano. En el encon-
tronazo resulto muerto Jose, Roberto Frisco Lopera, el
miembro mas temido de la banda Los Priscos. En un
cateo posterior en su cuarto del centric° hotel, Nueva
Granada, la policia encontr6 granadas, ametralladoras y
mapas de la zona donde vivia el juez Triana. La campaiia
de intimidacion tambien se dirigio a empleados de la sala
tribunalicia. Recibian llamadas ofreciendoles $20.000
Mares por informacien, o "Te arrepentirds". El 2 de
agosto, el juez Triana emiti6 valientemente una orden de
arresto contra Saldarriaga y El Rol°, ampliando el perio-
do de encarcelamiento. Pero el 5 de agosto, agobiado por
amenazas, se fue a Europa.
Hacia el 15 de agosto, el caso se turn6 nuevamente al
juez Montatiez, quien habia regresado a Colombia. Lo 27
El cartel continuo su
nociva campalia contra
El Espectador. El 12 de
abril de 1987, volaron
la escultura de Cano,
erigida poco antes en
tin parque de Medellin.
30. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
rechazo argumentando que se habia salido de su jurisdic-
ciOn y lo envio al Tribunal Superior. Sin saberlo las
autoridades, los emisarios del cartel ya habian comprado
al juez Montaliez, como se demostraria en dictamenes
subsecuentes. El Tribunal Superior rechaz6 el caso y le
ordenaron aceptarlo de vuelta. El juez se rehuso.
El caso no estaba entonces en un tribunal permanente.
Las investigaciones continuaron a cargo de diferentes
jueces. Ruben Dario Mejia y Alejandro Naranjo Rubitin,
dos de los mejores abogados defensores de Escobar pre-
sentaron documentos legales para liberar a Saldarriaga y
El Rolo.
Finalmente, el juez Montaiiez fue obligado a retomar
el caso. En diciembre de 1987, dias antes del primer
aniversario del asesinato, el juez proces6 a El Rolo,
Maria Ofelia Saldarriaga y a otros miembros de Los
Priscos. Asimismo, serial6 a Carlos Martinez Hernandez,
Antonio Ochoa y a Ratil Mejia como signatarios de las
cuentas bancarias utilizadas para pagarles a los asesinos.
Pero el juez Montafiez tambien
desechO los cargos contra los
autores intelectuales: Escobar,
Porras y Rodriguez Gacha.
Las autoridades todavIa no
sospechaban del juez. A mediados
de diciembre, diet() sentencia en
otro caso de prirnera plana.
Ignorando regulaciones especiales,
liber() al narcotraficante Jorge Luis
Ochoa, quien purgaba una condena
de 36 meses por contrabando de
toros de lidia. Ochoa habia sido
extraditado de Espafia a Colombia
en una sospechosa maniobra legal
tras el pedido de extradition de
Estados Unidos. Estaba bajo sospecha por operaciones
de contrabando de drogas por Nicaragua y por asesinato
en 1986 de Barry Seal, un informante norteamericano
asesinado por narcotraficantes en Louisiana. El gobierno
colombiano estaba presionado a mantener a Ochoa en la
careel y cualquier decision legal tenia que ser aprobada
priinero por el director nacional de Prisiones. Montaiiez
ignoro todas las advertencias del caso. Tras su dictamen
fue destituido y la policia emitio una orden de arresto en
su contra. Se descubrieron pagos del cartel en sus cuen-
tas bancarias. Ademas, se inici6 una investigacion admin-
istrativa sobre el juez. Sin embargo, jamas fue arrestado
y la investigacion se interrumpia sin explicaciones poco
despite's de iniciada.
Un mes mas tarde se transfiri6 el caso a la magistrada
Consuelo Sanchez Duran, directora del Tribunal de
Investigaciones No. 87. Inmediatamente giro una orden
de aprehensiOn contra Molina Yepes, empresario y cono-
cido por el lavado de dinero. Molina Yepes usaba sus
negocios de delicatessens y sus agencias de cambio en
Medellin como pantallas de Escobar. El DAS llev6 a
28
Molina Yepes a un centro de detention temporal en
Medellin, para interrogarlo.
El tribunal se enter() por el acusado Carlos Martinez
Hernandez, de la forma en que Molina Yepes manejaba
las cuentas que se utilizaban para pagar los asesinatos.
Por ejemplo, para abrir una cuenta, Martinez Hernandez,
deposit() un millan de Mares en la sucursal del Banco de
Credit() y Comercio Internacional (BCCI) en Medellin.
La cuenta estaba a nombre de Guillermo Martinez e
incluia una segunda firma autorizada, un tal Raul Mejia.
Los investigadores supieron despues que tanto Martinez
como Mejia eran nombres de dos personas muertas,
cuyas identidades eran usadas por Molina Yepes para
desviar las investigaciones. El cheque de Maria Ofelia
Saldarriaga sant-5 de esa cuenta.
Los extranos incidentes continuaron. Durante la deten-
tion temporal de Molina Yepes en las oficinas centrales
del DAS, se le permiti6 it solo a comprar cigarros. Se
fugo. El director de la oficina del DAS en Medellin fue
suspendido e investigado en tomb a la fuga. Un Lino mas
tarde lo reintalaron en su antigua
position. Nunca fueron sometidos
cargos en su contra.
La investigaciOn del caso Cano
era una de las que ponia en peligro
al sistema legal colombiano. Mtis
de 200 jueces y empleados del
tribunal habian sido asesinados,
varios miles fueron amenazados y
el cartel se infiltro hasta el corazon
del sistema judicial. El gobierno
colombiano empezaba a considerar
un nuevo sistema con metodos que
protegieran a sus empleados judi-
ciales. Tuvieron que ser asesinados
mas miembros del Poder Judicial
para que allorara un nuevo sistema.
Entre marzo y agosto de 1988, la jueza Consuelo
Sanchez Duran, reconstruy-o el caso legal contra los
asesinos intelectuales de Cano: Escobar, Rodriguez
Gacha, Porras y Molina Yepes. Su investigacion sobre la
banda Los Priscos produjo mas evidencias incriminato-
rias contra los autores intelectuales. Al sefialar a Ia banda
como al grupo mas importante de ejecutores, concluyo
que tambien eran responsables del asesinato, en 1984, del
ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, y del crimen,
en 1985, del coronet Jaime Ramirez, director de la Policia
AntinarcOticos.
Fue en esa epoca que el grupo armado del cartel, Los
Extraditables, empez6 a emitir mensajes pUblicos cada
vez que iba a haber un carro-bomba o un asesinato.
Tambien apuntaba a funcionarios publicos que intentaban
frenar las actividades del narcotrafico. La magistrada
Sanchez Duran recibi6 esta advertencia: "Si implicas a
Pablo Escobar en el asesinato de Guillermo Cano, lo
lamentards". Y enseguida el lema: "Preferimos una tumba
en Colombia que una cared en Estados Unidos". Sanchez
Duran ignor6 el aviso y giro una orden para iniciar pro-
Escobar no olvido a
Ia familia Cano. En
marzo sobrevino un
duro golpe cuando
los gatilleros del
cartel mataron a
Hector Giraldo Galvez
31. Colombia • Guillermo Cano Isaza
cedimientos de sentencia contra Escobar, entre otros. El
juicio debia empezar en la fecha del segundo aniversario
del asesinato de Cano, el 17 de diciembre de 1988.
Entretanto, el presidente Barco implant() un "estado de
emergencia" c instituy6 "la justicia de orden pliblico", o
sistema de justicia "sin rostro", poniendo fin a los juicios
ante jurado y para mantener en secreto la identidad de
investigadores, jueces y fiscales en casos de drogas y ter-
rorism°.
SIN EMBARGO, EL CASO CANO sigui6 bajo el
sistema judicial ordinario. La jueza Sanchez Duran fue
asignada para iniciar el juicio a Escobar, pero una supues-
ta enfermedad de uno de los defensores (+lig() a
posponer el juicio hasta enero de 1.989.
Los acontecimientos de 1.989 empanaron todo Progre-
so legal. Escobar y Los Extraditables iniciaron una cam-
palia masiva de violencia. Las autoridades descubrieron
una estrecha relacion entre grupos paramilitares antico-
munistas y el Cartel de Medellin, incluso con mercenarios
israclies e ingleses que habian capacitado a los sicarios del
cartel en tecnicas de explosivos. Una ola de carros-bomba
y asesinatos dejaron un saldo de tres candidatos presiden-
ciales y mas de mil colombianos muertos.
Escobar no olvido a la familia Cano. En marzo
sobrevino un duro golpe cuando los gatilleros del cartel
mataron a Hector Giraldo Galvez, abogado de 1.a familia
Cano y respetado columnista. Fue baleado cerca de su
domicilio, en el elegante barrio de Chico, en Bogota.
La jueza Sanchez Duran trat6 de empezar un juicio
ante jurado en may(), pero la policia anunci6 que habia
dcscubierto planes del cartel para aterrorizar al jurado. El
juicio fue pospuesto. El equipo de la defensa le pidi6 al
tribunal enjuiciar por separado a Escobar y a los otros
presuntos autores intelectuales, de los demas asesinos.
La jueza Sanchez Duran, rechaz6 la solicitud y refirio el
asunto al Tribunal Superior de Bogota.
El 16 de agosto, el magistrado del Tribunal Superior,
Carlos Valencia, aval6 la decision de la jueza Duran de
enjuiciar juntos a todos los acusados. El juez Valencia
firm() la orden y desechO todas las apelaciones de la
defensa. Poco despues de salir hacia su casa, los ejecu-
tores del cartel lo asesinaron mientras esperaba un auto-
bus en el centro de Bogota. Solo una persona sabia que
habia firmado la orden; de alguna manera el cartel habia
infiltrado el sistema.
Al dia siguiente, Escobar orden6 la muerte del can-
didato a la presidencia por el Partido Liberal, Luis Carlos
Galan. Le dispararon el 17 de agosto en una reunion
pfiblica de campaiia. El presidente Barco orden6 una
lucha masiva contra el nareotrafico e implant6 un sistema
de tribunal mas estricto para proteger la identidad de los
jueces.
La decision lleg6 demasiado tarde para el caso Cano.
A fines de 1989, el tribunal cornbin6 el proceso del caso
Cano con el del magistrado de la Corte Suprema de
Justicia, Hernando Vaquero Borda, tambien asesinado
por Escobar, en junio de 1986.
El proceso judicial de estos dos casos se interrumpi6
por mas de un ano debido a que Colombia se hundio en
una seria crisis de orden ptiblico. El enfurecido Escobar
le habia declarado la guerra al pais.
Finalmente, el 21 de noviembre de 1990, el tribunal
quiso reiniciar el proceso. Las amenazas al jurado detu-
vieron la decision. El fiscal estatal se movilizO para
transferir el caso a los jueces anOnimos. Pero el equipo
defensor de Escobar luch6 y gan6 esa mocion. El caso se
transfiri6 al Tribunal Superior No. 29.
Durante los siguientes cinco alms, el caso no avanzaba
debido a apelaciones y contraapelaciones. En julio de
1991. Escobar se entreg6 y se pas6 el caso a Medellin.
Tres meses despues, regres6 a Bogota, cuando el nuevo
fiscal general, Gustavo de Greiff, decidi6 que todas las
causas contra Escobar debian procesarse en Bogota.
UN ANO DESPUES, en 1992, Escobar se escape) de
la prision. Estuvo fugitivo varios meses y finalmente fue
localizado por un equipo especial de la Policia
Antinarcoticos de Colombia con la ayuda de agentes de
inteliaencia de Estados Unidos. Fue abatido cuando
trataba de escapar.
En agosto de I995, se inici6 el juicio de nuevo. Todos
los autores intelectuales, con excepciOn de Molina Yepes,
fueron abatidos o purgan largas sentencias por otros
crimenes.
El 6 de octubre de 1995, el tribunal declare) culpables
de conspiracion para cometer un crimen a Maria Ofelia
Saldarriaga, Pablo Enrique Zamora, Luis Carlos Molina
Yepes y Carlos Martinez Hernandez. Todos fueron sen-
tenciados a 16 airios y 8 meses de prision.
Un ano mas tarde, el 30 de julio de 1996, el Tribunal
Superior de Bogota revoco la sentencia de 1995 y deter-
mine' que Saldarriaga, Zamora y Martinez eran inocentes.
La sentencia contra Molina Yepes fue ratificada. Segiin
los jueces, Molina Yepes debiO ser juzgado como autor
intelectual del asesinato.
29
32. Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
CRONOLOGIA: GUILLERMO CANO ISAZA
Dic. 17, 1986:
Guillermo Cano lsaza es asesinado.
Abril, 1987:
El caso es enviado al Tribunal de instruccion
Criminal No. 60. El juez recibe amenazas de muerte.
La investigacion pasa al juez Andres Enrique Montaiiez,
director del Tribunal de Instruccion Criminal No. 71.
Abril 12:
Miembros del cartel vuelan un busto de Cano erigido
en un parque publico de Medellin.
Mayo 25:
En la ciudad de Cali, la policia encuentra el cuerpo
de Alvaro Garcia Saldarriaga, el pistolero que mato a
Cano.
Junio 1987:
Edison Harvey Hill Mufioz, alias el Moquis, es
asesinado cuando la policia antinarcoticos trata de catear
su casa. La policia encuentra la motocicielta usada para
matar a Cano. Hill Mufioz es identificado como entre-
nador de matones.
Julio 9:
Primeras denuncias contra Pablo Escobar, Gilberto
Rodriguez, Evaristo Porras y otros miembros de la
banda de narcos Los Priscos. El juez Montafiez se va de
vacaciones y el juez Eduardo Triana es asignado al caso
temporalmente, coma suplente.
Julio 27:
Maria Ofelia Saldarriaga, madre del pistolero, es
arrestada por la policia. Saldarriaga habria comprado la
motocicleta.
Julio 30:
Las autoridades intervienen el telefono de Saldarriaga
y oyen que llama al segundo maton,
Pablo Enrique Zamora, alias El Rolo. Hablan de la
motocicleta. Ese dia, mas tarde, la policia captura a El
Rolo cuando trata de escapar por la ciudad costera de
Barranquilla.
Julio 31:
Saldarriaga nieea toda conexion al crimen. La policia
la interroga respecto al dinero depositado en su cuenta.
Dice que su hijo Alvaro Garcia Saldarriaga habria dado
los $15.000 (al cambio vigente en 1986).
Agosto 3:
El juez Triana ordena la encarcelacion de Saldarriaga
y El Rolo.
Agosto 5:
El Juez Triana huye a Europa.
Agosto 15:
El Juez Montafiez, reasignado al caso Cano, lo
rechaza argumentando que no es de su jurisdiccion.
La manda de regreso al Tribunal Superior.
30
Sept. 21:
El Tribunal Superior dictamina que no hay bases
para apelar las ordenes de arresto de Saldarriaga y El
Rolo. El magistrado Carlos Eduardo Valencia tambien
establece que la decision del juez Montafiez respecto a
cambiar la jurisdiecion es inadmisible. El caso se
reasigna a la sala de Montafiez, pero el juez ignora la
decision superior del tribunal. El caso se queda sin tri-
bunal permanente.
Sept. 25:
Un juez temporal del Tribunal No. 85 gira ordenes de
aprehension contra Castor Emilio Montoya, identificado
como vigla en el asesinato de Cano. Montoya es
exonerado posteriormente debido a que los testigos que
al principio lo sefialaron no lo recuerdan a la Nora del
juicio, nueve altos despues.
Diciembre:
El juez Montafiez expide un auto de acusacion con-
tra Zamora, alias El Rolo, Montoya, alias Quimilio, y
otros miembros de Los Priscos. El juez Montafiez
rechaza el caso contra Escobar, Pon-as y Rodriguez Gacha.
Dic. 13:
El juez Montafiez, acepta un recurs() de habeas cor-
pus del narcotraficante Jorge Luis Ochoa y ordena su
liberacion de una care& de Bogota, donde purga una
sentencia de 36 meses.
Enero 8, 1988:
El juez Montaliez es destituido y se da orden de apre-
hensiOn en su contra cuando surge informacion vin-
culandolo con pagos de los narcotraficantes. La Oficina
del Fiscal General investiga al juez, pero se interrumpe
sin explicaciones.
Feb. 27:
El caso Cano se transfers a la jueza Consuelo
Sanchez Duran, directora del Tribunal de histruccion
Criminal No. 87. Ella expide una orden de aprehension
contra Molina Yepes.
Marzo 4:
Molina Yepes se fuga.
Marzo 6:
Se expide nueva orden de aprehension en contra de
Molina Yepes.
Marzo 15:
Molina Yepes apela la orden de captura.
Abril 7:
La jueza Sanchez Duran determina que Escobar y
Rodriguez Gacha, Porras y Molina Yepes planearon el
asesinato de Cano. La defensa apela el fallo de la jueza.
Mayo 26:
El juez Valencia ratifica la orden de inicio del juicio
de Escobar, Porras, Rodriguez Gacha y Molina Yepes.
Junio 16:
33. Colombia • Guillermo Cano Isaza
La jueza Sanchez Duran decide suspender el juicio e
investiaar mas a Los Priscos.
Julio 19:
La jueza Sanchez Duran concluye la investigation a
Los Priscos, encontrando mas pruebas circunstanciales
que implican a Escobar, Rodriguez Gacha, Porras,
Hector Villegas y Molina Yepes en el asesinato de Cano.
Julio 24:
La jueza Sanchez Duran dictamina que Los Priscos
fueron el brazo ejecutor del Cartel de Medellin. Cita
pruebas que los vincula a una lista de asesinatos de per-
sonajes que culminO con el crimen de Cano.
Julio 30:
Los Extraditables, el grupo militar del Cartel de
Medellin, emite un comunicado advirtiendole a Sanchez
Duran que no implique a Escobar.
Agosto 24:
La jueza Sanchez Duran emite la denuncia.
Noviembre:
El presidente Virgilio Barco ordena estado de emer-
gencia e implanta el sistema "justicia de orden pablico".
Se acaban los juicios ante jurado y se oculta la identidad
de investigadores, jueces y fiscales. El caso Cano se
queda en el sistema de justicia ordinario porque ya
!labia empezado.
Dic. 16:
El juicio debio empezar en esta fecha, segundo
aniversario del asesinato de Cano. La defensa lo
pospone por enfermedad.
Marzo 29, 1989:
Hector Giraldo Galvez, ahogado de la familia Cano,
es asesinado en Bogota.
Mayo 16:
El Tribunal Superior No. 29 de Bogota abre el juicio,
pero lo pospone porque no se presentan dos abogados
de la defensa.
Mayo 19:
En carta pablica, el director del DAS le avisa al fiscal
federal que el cartel trata de sabotear el juicio, que ha
identifi.cado a los miembros del jurado. El tribunal
pospone el juicio y busca mayor seguridad para el jura-
do. Anuncia el juicio para el el 7 de junio.
Junio 7:
Cornienza el juicio publico, pero se suspende por
quejas del jurado sobre amenazas de muerte. El juez
ordena que se juzgue al mismo tiempo a todos los acu-
sados, autores intelectuales y materiales, y no por sepa-
rado como quiere la defensa.
Agosto 16:
El juez Valencia rechaza una apelacion de la defensa
respecto a la orden de la jueza Sanchez Duran. Horas
mas tarde es asesinado mientras esperaba un autobtis en
el centro de Bogota.
Agosto:
El presidente Barco amplfa el estado de emergencia.
Se implanta el sistema de justicia "sin rostro" que es
mas hermetic° que el anterior, "justicia de orden publi-
co".
Sept. 2:
Explota una bomba de 135 Kgs. fuera de las instala-
clones de El Espectador. Escobar acepta Ia responsabili-
dad.
Sept. 7:
El Tribunal Superior de Bogota integra los casos de
Guillermo Cano y del magistrado del Tribunal Supremo,
Hernando Vaquero Borda. Ambos involucran a los mis-
mos acusados. El tribunal trata de cambiar el caso al
sistema de justicia "sin rostro", pero la defensa se
opone.
Nov. 21, 1990:
Se inicia de nuevo el juicio sobre el caso Cano. El
retraso de 14 meses se debe a la campaila de terror del
Cartel de Medellin, que incluye carros-bomba y
asesinatos. El juicio sigue bajo el sistema ante jurado
con protecciOn especial. El juicio termina sin veredicto
porque a la jueza Sanchez Duran le preocupa Ia seguri-
dad del jurado. La fiscalfa gana una solicitud de cam-
biar el caso al sistema de justicia "sin rostro" (clue fun-
ciona sin jurado).
Mayo 1991:
La defensa apela y gana una motion para regresar el
caso al sistema ordinario. El caso regresa al Tribunal
Superior No. 29.
Julio:
Escobar se entrega al gobierno colombiano y el tri-
bunal de circuito de Medellin solicita al tribunal de
Bogota cambiar el caso a su jurisdiction.
Octubre:
Una nueva Constitution crea una oficina de fiscal
general. Gustavo de Greiff, primer fiscal general, orde-
na traer a Bogota todos los casos contra Escobar.
Agosto 22, 1995:
El caso Cano va a juicio, finalmente.
Octubre 6:
Maria Ofelia Saldarriaga, Pablo Enrique Zamora,
Luis Carlos Molina Yepes y Carlos Martinez Hernandez
son encontrados culpables de conspiracion para cometer
un crimen. Son sentenciados a 1.6 anos y 8 meses de
cartel. Las condenas son apeladas.
Julio 30, 1996:
El Tribunal Superior de Bogota revoca las sentencias
anteriores y ordena la liberation de Saldarriaga,
Zamora y Martinez. Se mantiene la condena contra
Molina Yepes, quien esta profugo.
Febrero 18, 1997
Molina Yepes es capturado por la policia mientras
almorzaba en un restaurante en Bogota. 31
34. No srespeto Onto
El darector de la is_rliraa. ge-
neral Rows 10S4 Serrano. dijo a
ficante estaba crinvencidn de AmigoE Eipectador clue el narcotra
gate no 1p ken a huscar pen,
gut la nestituctOrt no respcia
pinta" ly du o ue
Llarkrne 10 anos y dos metes cairn le jukticia bast» quo
logre• ser captor:ado Luis Carlos Molina Pepe, En 1987
alcanen a ester derenido par alpines horns end nxs•
Crimenes Sin Castigo Contra Periodistas
CAPTURAN A FUGITIVO DEL CASO CANO
Notas de prensa publicadas en El Espectador el 19 de febrero de 1997 en Colombia, un dia despues que
fuera capturado Luis Carlos Molina Yepes, uno de los autores intelectuales del asesinato de Guillermo
Cano. La detenciOn de Molina Yepes ocurrio tres semanas despues que una delegation de la Sociedad
Interamericana de Prensa le solicito a los poderes publicos de Colombia que realizaran una investigation
profunda sobre los asesinatos de periodistas en el pais, entre ellos el de Guillermo Cano.
8-A /JURiDICA EtESP-E
NtrEFFAIErs. in OE FEBIIERO DE1097
Dobles al estilo Pablo Escobar
Tal pareee que las lecciones de sat Soria Pablo Escobar, sobre
los metodos para eludir a las autoridades, fueron Bien apren-
(fides pow Luis Carlos Molina Yepes. La Direction de Intoli-
gencia de la Pollela desetibri6 que el cape siempre se movili-
zaba con varies hombres que poseittn sirnilares condiciones
fisicas a las suyas. Viajaba con ellos desde Medellin a llogelit
y atraves6 multiples retenes sin que pudieran ideuti
Memoria intacta de un adalid de la verdad
"La verdadera libertad estd en decir la verdad conic) cads tine
la entiende. Respetando la verdad de los demos". I:1sta maxi-
ma, cnntenida en la inolvidable oolumna Libreta rteApuates
de don Guillermo Cala) I saw, exaltada la vispent per la Casa
de Narino, recobra vigencia en on memento de alivio para el
periodismo colombiano: al menos el crimen del director de El
Espectador, no quedatra en la absoluta impunidad.
Cay6 pagador de magnicidio sin castigo
Luis Caries Molina, antor intelecttial del crimen del
director de EL F.:SPEC:TA DOR, don Guillermo Cano,
ustentaba nueva identidad para !Airier autoridaties.
sari° no abre cuenta
astasma y sin rastro
Paz, y quo nettle 1980, en la Camara
de Comercio de Medellin se acres:Ina
os como que eran socros de in urbanizadora
labia de Cornerriid Minn-dieLtda.
onio Por ello resulta contundenre el jui-
en' del Tribunal de Boreutenn horn-
a que bre Jr empreta no rime que error
a end ahriendo cuentas oarrientw woo
re- EinGlanis sin room". Poo no trabna
in nada dr odraordinario si en cinco
macs "no se hubieran depositado en
nes la enema cifras astrondrnir.s gm: no
Es- se conciben en una acnvidad y
:code clue MolLu y cl hubiese manado el cheque para los
criaron juntos en el bash La ricarios del rnagnicidio
1.188 Pros Rotas
ILKIACTJIM EL EVICTADOK
Sk.M1,01, r9.81.no
En mementos en quo deleitaba el
paLuin arc nn suculento mend ita-
bane que a la postre cancelt. la Poli-
cia, fur capturado en el restaurante
&Prone Road del norte de Sentare de
Bogoni, moo de lob autores intdec-
malesdel Magnicislin de don Guiller-
mo cams natl. cl combista Luis Car-
los Molina Yepes.
Durantc aka anus Molina Ycpsts
cludidel acorn de las autoridader.pc-
rn &spa& de ea confirmadn su sal-
low.. a 16 arias de prision en Julio de
1996, cl director de la Policia. Rosso
loaf Serrano, integr6 mr equip° de
investiptdoms qua deuced no proem-
cia en Bogota, y loign sat aprehension
sin apelar alas arm..
$egand director de La Policia, des-
de hare dos mews las pistils condo*,
ron a una persona allegada de Mali •
no, se k efts:rue segnimiento durance
72 Floras, v Mato ente las autsuid,
des dieron eon Cl paraders, del fugiti•
so, grata al memento de sir capture
parsent6 do,vmentas a nombre de
Luis Guillermo 'Nati Viares
GANARON
Desde anodic, pas oficialca a cargo
del ease,tcnian detectado el lugar de
habimcinn de Molina leper, avisaron
a Miami al general Ferrara: Cadena
sobre is noveded, y este de inmedinic
se &spiv° a Bogota, no sin antes od-
gir una enrecha vigilancia parr ases-
tar el gripe al prof: go antes del me-
diudia del 18 de febrero.
Arm-dodo el plan de endirm. to,
inaestigadores ingresenro ii restau-
ranre crimp simples comensnics, se
ubicaroti en Una mesa contigua m-
elon& platicaba th lino con dos per-
sonas men. y al ommenro en que
litgilivo sr disponia a canceler
$20111) de su ahnuerzo, fur aborda.
do pm can oficid que In idnrlificir y le
inform) deJean capture.
En las prOxinlas bores Molina re.
ra remit ido a on penal de Sensate de
Bogota, donde k: esperan In afros y
snorer de prisiOn pr un ak,i11810
gut no quedd en total impunidad.
Un rastro
de dolor y
barbaric
kIMACCIOS tiVECIADOR
SANIAll car nuoulA
La captura de Luis Carlos Molina
Yepes, una decade despises del mag-:
nicidindedon Guillermo CanoIsaaa,
al menus tardlarnente hacejusticia ell
can expediente ensonahrecido per la'
inmunidad y la barbaric.
Despises del magnicidio del 17 de-
diciernbre dc 1986, los sicarios que'
segoron la redo del director Jr El Es-
pectador, Alvaro Garcia p Luis,
Eduardo Osorio, Nemo aaceinados.;
La jure Gumucio Sends., que sin-
.16 at crimen a Pablo Escobar, um'
que «Mane.
El 29 tic fetus-rude 1989, el ahoy,'
do Hector Ciir.drio Galva. rue IIC9.0
ha le pane civil end expechente, Me:
arrihillado en Bogota. Y seis mews
drapes el did quo confirmo el auto
dc &tension contra Escobar Gaviria!
pm el crimen de don Guilksmo Co-'
no, fuc o,sinado el magistrado Car:.
los Valencia Garcia.
El Quo poser a hi jusiicia do orden:
pablico, p el 18 de, reptierrilsre do
1992, tombien foe sacrificada La juci,
Myriam Ruda Vele, Cuando el ex--;
pediente volvreo al TrMunal de Bogotk
cuarm anus despues, esc.ainente:
oucdo no res aureate: lois Carlos.
Molina quo ay. fix cap.18.10.
El cam
. .
Un Paso jurfdicri que tend
la atencion Jr kit elalombianr:ii;
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Maus Carloa. Molina leper.
. la pirlicipickin del ea arquena...;
de In ideal.% • Colombia lie . '
•tabu],Rene Hign.:ito, en la litre-
raciOn lam dr hija dd ern-
presario on, Me4dlln.. '
futbclista Are capture&
el 4 de junio de 1991 par reinter
In ley aritiscenertro, el fir-48/88 4
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sinuto don Guillermo Cann Iran.
e Pablo Escobar
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de Molina en cl
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intoned 3 den.
la creamR,-
8 en el Banco
de Medellin.),
Carlos Matt-
net Hernandez, Este solo obrd cones
testaferm del autentico odministra-
clor dc k misena, Lob Carlos Molina
*pee.
Precisamente. de la cuento Idcii-
da. el 3 de litho de 1986 solid an che-
que per valor de $3.500.000, que fue
la soma que mane, Alvan) Garcia
Saldamaga pain consumar el magni-
cidio) ocurrido a as bete do la nape
del l7 dr diciernbre de 1986 Senor a
pas lostalacionesdc El Fspectador.
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