Desde "La Perfecta Casada" a este "Manual de la buena esposa" pasaron muchos siglos, pero nada cambió. Aunque no hacen falta comentarios ante las imágenes, he añadido algunos porque no es para menos...
Manual de la buena esposa: ¡la educastración al poder!
1. Fray Luís de León fue –creo recordar-- el primero que allá
por 1583, escribió su famoso manual de buenas costumbres:
“LA PERFECTA CASADA”.
Se reeditó en Madrid en 1855 y, al parecer, sirvió de manual
de referencia para nuestras santas y sufridas abuelas y
madres, desde que la religión y el machismo ocuparon el lugar
de la evolución, el respeto y el sentido común.
Aquí podéis ver un manual más moderno: de 1953, o sea, hace
poco, porque aún siguen vivas algunas víctimas del animal
humano en su perversión mayoritariamente manifiesta.
(He buscado manuales para el Buen y Perfecto Marido, pero no he
encontrado ninguno…así que igual lo escribo algún día, si no tengo nada
mejor que hacer…)
2. ¡Maripili, ten la sartén bien limpia, reluciente, porque es lo más importante…!
3. Maripuri, como no tienes otra cosa que hacer, vete a Internet y bájate unas recetas de
Arguiñano, o encarga un buen catering o comida preparada. Y tú a ponerte bien guapa…
4. Pues claro, sobre todo si has estado de compras con las amigas, o has ido al gimnasio, o has
tenido un día de SPA agotador… o se acaba de ir tu amigo del alma… (tú a lo tuyo).
5. Si no has visto o leído “Memorias de una Geisha”, ¡ahora es el momento!
6. Y mientras tanto puedes cantar eso de “limpio mi casita, lan laran larita…” como la ratita
presumida, a ver si te encuentras algo interesante que se le haya caído de la cartera al rey
de la casa…
7. ¿Y si no tenéis chimenea?... Vaya por Dios, igual un buen brasero de carboncillo…., pero
recuerda que lo más importante es SU comodidad. A ti, que te den… pero ¡sonríe! Y recuerda
mantener tu cinturita de avispa! (No sabemos qué habrá que hacer en verano…)
8. ¿Unos minutos? ¿Sus tesoros? ¿y plancharles y almidonarles la ropa? ¡no me
extraña que estemos como estamos con todo esto en nuestro ADN !!! (Si no tenéis
niños, le puedes almidonar a él los calzoncillos… ¡todo para hacerle feliz!
9. ¡Pobrecito, qué pena! Todo el día sentadito en la oficina, mientras tú cocinas, friegas, lavas,
cantas, planchas, almidonas, reluces, amordazas a los niños, enciendes la chimenea y todo eso
guapísima, con el maquillaje retocado, dispuesta a ser la perfecta Geisha… ¡toma ya!
10. ¡Por supuesto! Porque por TU esfuerzo diario gratuito solo se te permite que él se
sienta feliz…, bueno, pues ajo y agua… Marujita… o haber elegido otra cosa mejor!
11. ¡O sea, que el rollo de la oficina es más importante que TODO lo que tú has hecho para
que el pobre se sienta en el paraíso!... Manda narices el tema…. ¡y ahora además tienes
que ser su COACH!!! (eso se paga aparte…)
12. ¡Esta es la mejor! O sea, el tío se va de juerga flamenca, igual te pone más cuernos que un vikingo, y si
no llega en toda la noche, debes estar despierta esperándole, empática, guapísima, comprensiva como
tú sola y entendiendo que todo son compromisos… y si llega borracho, quitarle los zapatos, meterlo en
la cama y cantarle una nana¡
13. Maripili, no te quejes, que como decía una mujer que murió a base de hacer feliz a su hombre,
“más vale un marido que ninguno” (porque la alternativa era entrar en un convento
o quedarse para vestir santos a cargo de algún familiar…)¡qué horror de vida la de nuestras
antepasadas, aunque muchas no hayan leído el manual… porque tampoco sabían leer!
14. ¡Este es el broche final! El lugar de la esposa es pasando la aspiradora, haciendo las labores propias
de su sexo, o sea, todas las aquí especificadas, y como yo llegué a escuchar hace años, “en la cocina y
atada a la pata de la cama”, ah, y todo eso ¡GRATIS! que es lo peor…! ¿Y qué fue de aquella “reina del
hogar”? No sabe, no contesta.
15. ¡Bien, amigas y amigos!
A la vista de estas obsoletas perlas de sabiduría, propongo nos unamos
para escribir el libro “El Perfecto Casado” (o similar), a ver
si tenemos tanto éxito como Fray Luis de León y ponemos
una pica en Flandes, porque aunque las cosas han cambiado,
gracias a nuestra lucha y porque el tiempo no pasa en vano,
todavía hay mucha gente y lugares en los que no se está educando a las
nuevas generaciones desde la igualdad que estamos pidiendo, y esa
responsabilidad recae, como siempre en las mujeres:
Las MADRES.
¡Ánimo y a por todas…!
Inma Capó