El documento critica al alcalde de Meco por presumir de las lagunas que se forman en la zona, alegando que su interés real es urbanizar el terreno. Relata cómo en 2008 el alcalde ordenó desecar las lagunas para evitar que se formaran de nuevo, a pesar de su valor ecológico. Actualmente se niega a proteger las lagunas y planea trasladarlas a otro lugar para posibilitar futuros proyectos urbanísticos.
1. El caballo de Atila al menos no presumía …
En demasiadas ocasiones ya estamos viendo al Alcalde-Emperador de Meco
presumiendo en distintos medios de comunicación (propios y ajenos) de la
maravilla y el regalo que la naturaleza ha hecho a Meco en forma de unas
fantásticas lagunas repletas de especies de flora y fauna realmente valiosas.
Sería verdaderamente digno de presumir si no fuera porque quien presume ha
tenido y tiene unas intenciones bastante poco respetuosas con el medio
ambiente en general y con estas lagunas en particular.
Estas lagunas se generan no por el azar, como asegura el Alcalde, sino por
una consecución de errores y chapuzas al urbanizar el polígono donde se ubica
INDITEX, la R2 y la incompleta canalización de las aguas pluviales de Meco.
“Benditas” chapuzas urbanísticas, podríamos decir, que en este caso generan
tanta belleza y valor natural.
Tal era el valor de la zona, que en el verano de 2008 se llevaban catalogadas
124 especies de aves llegando incluso algunos estudiosos y amantes de las
aves a establecer un observatorio permanente en el lugar para fotografiar y
estudiar el comportamiento y los movimientos de dichas especies.
Pero debemos recordar que la zona “elegida” por las aguas, los pajaritos y las
plantitas era la flamante zona industrial de la que tanto y tanto presumió y
presume el Sr. Alcalde con su PGOU.
Y como “gran amante” de la naturaleza que es, al ver el interés suscitado entre
ecologistas y ornitólogos y el valor natural que tomaba el lugar, en agosto de
2008 se contrataron dos equipos bomba que estuvieron EXTRAYENDO AGUA
DÍA Y NOCHE DURANTE SEMANAS HASTA DEJARLAS
COMPLETAMENTE SECAS, se cortaron a ras de suelo las colonias de
tarayes que llegaban a medir 3 metros de altura y se allanaron las zonas más
profundas con el objeto de evitar que el “regalo de la naturaleza” volviera a
aparecer. Qué elegancia, ¿verdad?
Ante reiteradas denuncias en el SEPRONA y ante la exigencia por nuestra
parte de una explicación en pleno en Septiembre de 2008, el Sr. Alcalde
respondió que no tenía conocimiento de movimientos de tierras, algo realmente
sospechoso ya que movimientos de esa magnitud requieren de permisos y
licencias municipales como bien se encarga de exigir a cualquier vecino, pero
aquí se hace la vista gorda.
2. Algún tiempo después, viendo que la chapuza tenía magnitudes tales que
resultaba imparable el curso de unas aguas empeñadas en alojarse en las
lagunas, comenzó el circo mediático y el intento de negocio. De momento, y
ante nuestra solicitud de información en pleno el pasado mes de octubre, la
respuesta es clara: NO EXISTE NINGUNA INTENCIÓN POR PARTE DEL
AYUNTAMIENTO DE MECO DE SOLICITAR FIGURA ALGUNA DE
PROTECCIÓN para ese “regalo de la naturaleza”, como suele denominarlo, ya
que su intención, avalada por una cátedra de la UAH y el grupo Arpegio es
trasladar las lagunas de sitio, a un lugar donde “puedan ser más fácilmente
protegidas y desde donde, en caso de necesidad, resulte más sencillo su
movilización”. Es decir, pretenden avisar a las aves, anfibios y plantas de que
su nuevo hogar va a estar unos metros desplazado, en unas lagunas artificiales
a todo confort.
Cabría decir que no sólo el Sr. Alcalde demuestra no tener ningún respeto ni
interés por el medio ambiente sino que, casualmente en este caso, se vuelve a
aliar con la cátedra de Medio Ambiente de la UAH entre cuyos “meritos”
encontramos el visto bueno a la implantación del campo de tiro en Cabañeros
(hoy Parque Natural) o para la urbanización de un pelotazo urbanístico en 2
millones de m2 de suelo en la ZEPA de Meco.
Afortunadamente aquellos despropósitos no vieron la luz pero parece
imparable el destrozo que pretenden de las lagunas de Meco para trasladarlas
algo más cerca de otro gran pelotazo urbanístico como es el Campo de Golf del
Encín. Éste, en el término municipal de Alcalá de Henares, debía ser regado
con el agua de la EDAR de Meco pero a fecha de hoy se riega (como se ha
denunciado desde diversos ámbitos) con agua potable para consumo humano
ya que de la depuradora de Meco no ha salido ni un solo litro para tal fin.
Sin lugar a dudas las lagunas, creadas no por el azar sino
inintencionadamente, términos estos bien distintos, tienen un excepcional valor
ecológico, la escasez de humedales en un amplísimo territorio hace que se
localice una biodiversidad de aves difícilmente igualable. En proyectos
ejecutados para crear hábitats de este tipo, Azuqueca o Rivas pueden ser
buenos ejemplos, no se han obtenido resultados como el que se da en nuestro
municipio. Realizar un proyecto de conservación y mantenimiento requiere de
forma inmediata la solicitud de figuras de protección, y eso es lo único que
nuestro alcalde quiere evitar a toda costa, eso y que le impidan destruir de una
vez por todas el hábitat creado. La clave es sencilla, se ubican en terrenos
comprometidos para las empresas gestionadas por su ama y señora, esa otra
“gran ecologista” Dña. Esperanza Aguirre.
Ante semejantes atropellos a la razón y al medio ambiente, apelamos a la
responsabilidad de las administraciones competentes para que no autoricen
esta nueva barbarie urbanística que tantos y tantos ejemplos nos está dando a
diario de crueldad, de voracidad y de capacidad para provocar crisis financieras
que terminamos pagando los trabajadores y el medio ambiente.
2 de Marzo de 2011
Asamblea de iu-meco