1. Año de las Estrellas, 7 de septiembre de 2013
Mis queridas semillas,
Saturno siempre nos aconseja de reflexionar bien, de analizar, de
sacar lo que guardamos para poder transformarlo. Tengo una semilla muy
especial, esa semilla especial caaaaada vez que oye unas palabras que no
son de su agrado, corriendo las transforma y es maravillosa porque le ha
permitido superar todos los problemas, todas las piedras en el camino y
hoy brilla por luz propia. Se va
a reconocer muy fácilmente
¿qué hay después del puente?
Pero estoy muy orgullosa de
ella, de ésta semilla, porque
gracias a esta pregunta, hoy
está haciendo un trabajo
formidable en su vida privada y
en La Enseñanza.
Me recuerda una historia que todos conocéis, en un país muy
pequeñito llamado Israel, vivía una familia muy humilde, eran pastores,
ése pastor tenía muchos hijos que iban cada día a guardar las cabras, las
ovejas y el hijo menor se llamaba David, el Glorioso, pero eso vendrá más
tarde. Al ser el más pequeño lo mandaba siempre su madre a llevarle la
comida a sus hermanos, en esa época estaban en guerra con los Filisteos y
había un guerrero terrible llamado Goliat, todos tenían miedo de él,
pensar que el miedo se comunica y se contagia, pero también la cizaña y
sobre todo cuando alguien quiere lanzar una bola de nieve; es decir, un
cotilleo, un chisme, entonces empezaron a decir ¡Uy Goliat va a
exterminar toda Israel! estaban muy afligidos y lloraban, porque las
madres no querían que mataran a sus
hijos, ni a sus esposos, ni a sus hermanos,
así que buscaban cómo podían hacer.
David, el pequeño David, dijo: "Bueno, yo
voy a intentarlo y ¡me voy a pelear con
él!"
Y todos dijeron: "¡Insensato! Goliat es muy alto, mide más de dos
metros", a la época era más; "y tú apenas mides un metro cincuenta,
2. ¿dónde vas a ir?, eres muy pequeño y no conoces nada de la vida". ¡Sí!
¡Yo tengo un arma invencible! ¿Cuál es, cuál es? ¡Una lanza, un arco,
una espada, un puñal! Las "armas de la época" ¡No! Una arma más
terrible y Más Grande que todas "¿es algo nuevo?" ¡Sí! para quien no la
conoce, es algo nuevo.
Entonces dijeron: ¡No puede ser! Todos los hombres se
escondieron y lo dejaron solo, abandonado a David, al pequeño David,
solamente los campesinos se acercaron y dijeron: "David te vamos a
apoyar desde nuestras casas vamos a rezar por ti, pero estamos contigo". Y
él dijo: ¡No temáis brava gente! ¡No temáis, tengo mi arma invencible y
pronto dormiréis en paz!. "¿Cómo podemos estar tranquilos si es la guerra
y nos van a matar?" ¡No temáis, no temáis, esta noche dormiréis felices y
en paz!
Salió el pequeño David y fue buscar a Goliat, cuando de pronto,
llega la armada de los Filisteos y se presenta Goliat, era un hombre
corpulento, grande, con una cara horrible, un mal genio, un poco como
Hulk, horrible y todos se asustaron y se
escondieron; y David llegó en frente de
él y le dijo: ¡Voy a terminar contigo
hoy! "Jo, jo, jo, jó" contestó Goliat,
cogió un tirachinas, un laza piedras o
resortera y buscó una piedra, un
guijarro, una piedra muuuy puntiaguda,
la buscó de granito, y empezó a lanzar,
a lanzar, a lanzar, así en el aire ¡zaz!
salió la piedra y justo fue a tocar en el
punto que tenemos personas y humanos
que es en la frente, justo en medio de
los dos ojos, es el punto vital, el más
sensible y más delicado que tenemos, al
darle una punta de esa piedra se desplomó y cayó al suelo.
Al ver los campesinos que había caído, no lo creyeron y tenían
miedo y se fueron acercando poco a poco y les dijo: "¡No temáis! Ahora
voy a deciros cuál es mi arma", ¡ya la hemos visto la piedra! "¡Noooo, no
se ve Se Vive!" ¿Queréis saber cuál es mi arma? ¡Sí, sí David, dilo, dilo,
dilo!
3. ¡La Fe, mi Fe!, y "¿dónde la tienes escondida?" dijo un hombre,
¡En mi corazón, en mi alma! y ¿quién te la da? El Todopoderoso, ¿y
dónde está?¡Ahí mismo tú que me estás hablando, ahí lo tengo! El hombre
se giró y miró por todo y no vio ni el Hombre Poderoso, ni a la Fe. Pero
aquella noche todos durmieron, porque la paz llegó a Israel, porque las
madres abrazaron a sus hijos, porque todos fueron felices, y por fin ese
estado de Israel tan pequeñito, fue el más grande de la humanidad, el reino
de David, el Rey que guardó las Tablas, que obtuvo el Don de Dios y su
Perdón.
Por eso tuvo la Fuerza, por la Fe y les dijo: "Si tenéis Fe, tenéis
Confianza, el miedo lo vencéis, el
autoestima aumenta, se os quita
la cobardía, se os quita todas las
penas y las angustias, ¡Abrir el
corazón para sacar el Príncipe
Valiente que lleváis dentro! Esa
valentía ¡darle fuerza!, si queréis
con la Seguridad, con vuestra
Confianza y sobre todo con la Fe.
Os habéis reído porque era
pequeño, pero no habéis podido
medir mi Fe, os habéis reído porque soy un triste campesino, ni llego a
pastor, pero hoy soy rey ante Dios". Todos se pusieron de rodillas, lo
respetaron y le juraron Lealtad. Y hoy en día después de tantos siglos,
siempre existe la Fe del Rey David, el reino del Rey David y la Estrella de
David.
Mis semillas, vosotros sois estrellas, más grandes que las del Rey
David ¡Brillar! ¿Por qué queréis quedaros miserables, con miedo? ¡Sacar
la valentía, sacar ese Príncipe Valiente! No os mintáis.
Hace muchos años, 45 años conocí un niño, ¡mira que también se
llama David! Y como tenía miedo, deformaba la verdad y daba excusas y
nunca se atrevía y cuando se encontraba valiente, se escondía debajo de
una ermita o de una cueva, hasta que llegó un día, cogió su arma que es la
Fe y se puso junto a su padre, lo cuidó, estuvo con él ¡noche y día! le
ayudó, ayudó a sus compañeros, sacó adelante su trabajo y hoy en día es
un hombre sereno que quiere luchar, porque sabe que aun no ha ganado,
4. pero que ganará la Misión que ha venido a cumplir. Su padre está muy
orgulloso de él, porque por fin le dice lo que piensa, no tiene nada que
esconder, porque ha alimentado esa Luz, esa llama que tiene encendida y
que él quería apagar.
Todos sois como el Rey David, poderosos caballeros, valientes
caballeros, príncipes ¡Sacar la valentía, sacar esa fuerza y venceréis! Y
mataréis el miedo, pero sí que seréis felices, porque encontraréis
verdaderamente esa misión tan Grande en este planeta, que es maravilloso
y que los seres que viven se llaman humanos y nada vale más que la
humanidad con todo lo que le rodea.
¡Viva esos corazones valientes! ¡Viva esa valentía, ese Príncipe que
está en vosotros! Y vivan mis semillas y mis estrellas que llevo siempre en
mi corazón y pido al Universo que me las proteja.
Con todo mi amor,
La Jardinera