Este documento describe tres puntos estratégicos que necesitamos experimentar: 1) El altar, que tipifica la cruz de Cristo; 2) El lavacro, que tipifica la obra del Espíritu Santo; 3) La experiencia de cruzar el Mar Rojo y el Río Jordán, representando el paso del Atrio al Lugar Santo y finalmente al Lugar Santísimo. El propósito es examinarnos a nosotros mismos en lugar de juzgar a otros.