1. INTRODUCCIÓN
Las actuales redes de telecomunicación se caracterizan por un constante incremento del número,
complejidad y heterogeneidad de los recursos que los componen.
Los principales problemas relacionados con la expansión de las redes son la gestión de su correcto
funcionamiento día a día y la planificación estratégica de su crecimiento. De hecho más se estima
que más del 70 % del coste de una red corporativa se atribuye a su gestión y operación.
Por todo ello, la gestión de red integrada, como conjunto de actividades dedicadas al control y
vigilancia de recursos de telecomunicación bajo el mismo sistema de gestión, se ha convertido en
un aspecto de enorme importancia en el mundo de las telecomunicaciones.
ARQUITECTURA DE GESTIÓN DE RED
La gestión de red se suele centralizar en un centro de gestión, donde se controla y vigila el correcto
funcionamiento de todos los equipos integrados en las distintas redes de la empresa en cuestión.
Un centro de gestión de red dispone de tres tipos principales de recursos:
Métodos de gestión. Definen las pautas de comportamiento de los demás componentes del
centro de gestión de red ante determinadas circunstancias.
Recursos humanos. Personal encargado del correcto funcionamiento del centro de gestión
de red.
Herramientas de apoyo. Herramientas que facilitan las tareas de gestión a los operadores
humanos y posibilitan minimizar el número de éstos.
La práctica totalidad de los sistemas de gestión que existen actualmente, utilizan una estructura
básica, conocida por paradigma gestor-agente, cuyo esquema queda reflejado en la Figura 1.
Los sistemas de apoyo a la gestión se componen, por lo general:
Interfaz con el operador o el responsable de la red. Esta interfaz a la información de gestión,
a través de la cual el operador puede invocar la realización de operaciones de control y
vigilancia de los recursos que están bajo su responsabilidad, es una pieza fundamental en la
consecución de un sistema de gestión que tenga éxito. Se puede componer de alarmas y
alertas en tiempo real, análisis gráficos y reportes de actividad.
Elementos hardware y software repartidos entre los diferentes componentes de la red.
Los elementos del sistema de gestión de red, bajo el paradigma gestor-agente, se clasifican en dos
grandes grupos:
Los gestores son los elementos del sistema de gestión que interaccionan con los
operadores humanos y desencadenan acciones necesarias para llevar ha cabo las tareas
por ellos invocadas.
Los agentes, por otra parte, son los componentes del sistema de gestión invocados por el
gestor o gestores de la red.
El principio de funcionamiento reside en el intercambio de información de gestión entre nodos
gestores y nodos gestionados. Habitualmente, los agentes mantienen en cada nodo gestionado
información acerca del estado y las características de funcionamiento de un determinado recurso
de la red. El gestor pide al agente, a través de un protocolo de gestión de red, que realice
determinadas operaciones con estos datos de gestión, gracias a las cuales podrá conocer el
estado del recurso y podrá influir en su comportamiento.
Cuando se produce alguna situación anómala en un recurso gestionado, los agentes, sin
necesidad de ser invocados por el gestor, emiten los denominados eventos o notificaciones que
son enviados a un gestor para que el sistema de gestión pueda actuar en consecuencia.
2. Figura 1: El paradigma gestor-agente.
Existen distintos protocolos de gestión de red, dentro de los cuales destaca SNMP (Simple Network
Management Protocol), perteneciente al conjunto de protocolos TCP/IP. Este es el protocolo a
utilizar en redes empresariales, pues todos los equipos lo soportan, y de hecho, SNMP puede ser
considerado el estándar de facto. Otro protocolo estándar, es el CMIP (Common Management
InformationProtocol), de la familia de protocolos OSI (Open SystemsInterconnection) de la ISO
(International OrganizationforStandarization), que si bien no está muy implantado en la empresa,
está presente en la mayoría de los operadores de los servicios de telecomunicación para su
gestión de redes.
MODELO DE GESTIÓN ISO
El modelo de gestión ISO clasifica las tareas de los sistemas de gestión en cinco áreas
funcionales. La tarea del encargado de gestionar una red empresarial será evaluar la plataforma de
gestión a utilizar en cuanto a la medida en que dicha plataforma resuelva la problemática de
gestión en cada una de estas áreas:
Gestión de configuración.
Gestión de rendimiento.
Gestión de contabilidad.
Gestión de fallos.
Gestión de seguridad.
Gestión de configuración
El objetivo de la gestión de configuración es obtener datos de la red y utilizarlos para incorporar,
mantener y retirar los distintos componentes y recursos a integrar. Consiste en la realización de
tres tareas fundamentales:
Recolección automatizada de datos sobre el inventario y estado de la red, tales como
versiones software y hardware de los distintos componentes.
3. Cambio en la configuración de los recursos.
Almacenamiento de los datos de configuración.
Gestión de rendimiento
La gestión de prestaciones o del rendimiento tiene como objetivo principal el mantenimiento del
nivel de servicio que la red ofrece a sus usuarios, asegurándose de que está operando de manera
eficiente en todo momento. La gestión de prestaciones se basa en cuatro tareas:
Recogida de datos o variables indicadoras de rendimiento, tales como el troughput de la red,
los tiempos de respuesta o latencia, la utilización de la línea, etc.
Análisis de los datos para determinar los niveles normales de rendimiento.
Establecimiento de umbrales, como indicadores que fijan los niveles mínimos de rendimiento
que pueden ser tolerados.
Determinación de un sistema de procesado periódico de los datos de prestación de los
distintos equipos, para su estudio continuado.
Gestión de contabilidad
La gestión de contabilidad tiene como misión la medida de parámetros de utilización de la red que
permitan a su explotador preparar las correspondientes facturas a sus clientes. Entre las tareas
que se deben realizar en esta área, están:
Recolección de datos sobre la utilización de los recursos.
Establecimiento de cuotas.
Cobro a los usuarios con las tarifas derivadas de la utilización de los recursos.
Gestión de fallos
La gestión de fallos tiene por objetivo fundamental la localización y recuperación de los problemas
de la red. La gestión de problemas de red implica las siguientes tareas:
Determinación de los síntomas del problema.
Aislamiento del fallo.
Resolución del fallo.
Comprobación de la validez de la solución en todos los subsistemas importantes de la red.
Almacenamiento de la detección y resolución del problema.
Gestión de seguridad
La misión de la gestión de seguridad es ofrecer mecanismos que faciliten el mantenimiento de
políticas de seguridad (orientadas a la protección contra ataques de intrusos). Entre las funciones
realizadas por los sistemas de gestión de seguridad, están:
Identificación de recursos sensibles en la red, tales como ficheros o dispositivos de
comunicaciones.
Determinación de las relaciones entre los recursos sensibles de la red y los grupos de
usuarios.
Monitorización de los puntos de acceso a los recursos sensibles de red.
Almacenamiento de los intentos de acceso no autorizados a estos recursos, para su
posterior análisis.
PLATAFORMAS DE GESTIÓN DE RED
El mercado de las herramientas de control y supervisión de redes, se caracteriza por la presencia
de unos pocos fabricantes. Existen tres plataformas fundamentalmente que se reparten el
mercado: OpenView de Hewlett Packard, SunNet de Sun Microsystems, y NetView de IBM. Otras
ofertas del mercado son: Spectrum Enterprise de CabletronSystems, Optivity de Bay Networks o
Transcend de 3-Com. OpenView, es el producto más representativo, al disponer de más de un 40
% de cuota dentro de las grandes empresas. Estas plataformas multifabricante suelen convivir con
otras plataformas de gestión de red monofabricante, con el fin de aprovechar al máximo los
desarrollos propios y particulares de cada fabricante.
4. Todas estas herramientas se encargan de la recepción de informes y datos mediante el sondeo
automático o iniciado por el usuario, a diferentes dispositivos de la red, como ordenadores, hubs,
routers, conmutadores, etc. En el caso de reconocer algún problema en dichos parámetros, las
entidades de gestión las notificarán al operador, almacenarán los eventos e intentarán reparar el
sistema automáticamente.
Sobre todas ellas es posible también montar aplicaciones gráficas de gestión adaptadas a cada
uno de los dispositivos SNMP de la red, solucionando así el problema de gestión de redes
heterogéneas. La tecnología Web, como forma de acceso fácil, barata, estándar e integrada, a la
información de gestión de red, constituye una de las tendencias de futuro más prometedoras en el
mercado de plataformas de gestión de red. Por medio de un navegador frontal, es posible leer
informes y reiniciar aspectos importantes del funcionamiento de los equipos de una red
empresarial. Los informes de texto y diseños gráficos se pueden convertir en HTML sin demasiada
dificultad. El formato HTML permite a los desarrolladores aprovechar la gran disponibilidad y bajo
coste de los navegadores en cualquier tipo de computadora para confiarles las pesadas tareas de
desarrollo de software de clientes. Por otro lado, el navegador está tan extendido que facilita la
integración de paquetes de software a la configuración orientada al hardware y a programas de
supervisión que se adjuntan a muchos equipos.
Figura 2: Ejemplo de HP OpenView.
OpenView
5. La plataforma de gestión de red líder del mercado, OpenView de HP, está disponible para
Windows y varios tipos de sistemas Unix. Se trata de un completo conjunto de productos, con tres
módulos principales:
Network Node Manager es la herramienta de gestión principal, se encarga de descubrir la
topología de la red, maneja las alarmas procedentes de los distintos dispositivos y conecta
cualquier otra herramienta de gestión al mapa de red.
Operations Center constituye la interfaz de usuario, gestionando funciones de integración de
sistemas de gestión, como gestión de impresoras, copias de seguridad de servidores, etc.
Admin Center se encarga de la gestión de configuraciones de puestos de trabajo,
servidores, etc.
El problema de Admin Center es, que debido a la presencia de parámetros específicos del
fabricante del dispositivo en cuestión, no es realmente útil para la configuración de dispositivos
pues se obtienen mejores resultados utilizando, sobre el Network Node Manager, las aplicaciones
de cada fabricante. Por ello, en la práctica, la gestión de configuración no se realiza con dicho
módulo. Lo mismo ocurre con la gestión de prestaciones y de contabilidad, donde de nuevo se
recurre a aplicaciones específicas del fabricante de los equipos, sobre Network Node Manager.
Otra de las limitaciones de OpenView está en la gestión de fallos, por la inexistencia de un paquete
estándar de HP que realice la correlación de los mismos, que procederán de distintos dispositivos
de red, con distintas caracterizaciones. Finalmente, la gestión de la seguridad, en entornos
Intranet, se ha de implementar por medio de cortafuegos a nivel de aplicación, que tampoco vienen
incluidos en OpenView.