A finales de 1980, el valor de la canasta básica era de 7.389 sucres y el salario mínimo de los trabajadores alcanzaba los 4.000 sucres mensuales. Al cabo de algo más de diez años, en enero de 1991, el precio de esta misma canasta se ha incrementado en 2.224 por ciento, al alcanzar un costo de 171.750 sucres por mes.