La crisis económica en México se debe a la desaceleración de la economía estadounidense y la constante caída en la producción de recursos. Esto ha llevado a un aumento del desempleo y la debilidad de las finanzas del gobierno mexicano. Se proponen medidas como apoyar indirectamente a los sectores económicos, amortiguar los efectos de la crisis e impulsar proyectos para enfrentarla.