1. Teor´ de la medida
ıa
Pedro Alegr´ ıa
pedro.alegria@ehu.es
Departamento de Matem´ticas
a
Universidad del Pa´ Vasco
ıs
Bilbao - Espa˜a
n
2. Apuntes elaborados especialmente para mis alumnos del curso de Maestr´ en Matem´ticas
ıa a
de la Universidad Nacional de Asunci´n (Paraguay), en agosto de 2007.
o
5. Cronolog´
ıa
1872 ... Construcci´n de Weierstrass de una funci´n diferenciable en ning´n punto.
o o u
1881 ... Definici´n de Jordan de las funciones de variaci´n acotada.
o o
1883 ... Definici´n de Cantor de medida de un conjunto acotado de Rn .
o
1890 ... Construcci´n de Peano de la curva que llena el espacio.
o
1898 ... Definici´n de los conjuntos medibles Borel.
o
1902 ... Presentaci´n de la teor´ de la medida e integraci´n de Lebesgue.
o ıa o
1905 ... Construcci´n de Vitali de conjuntos no medibles.
o
5
6.
7. Cap´
ıtulo 1
Integral de Lebesgue en R
Lo que el an´lisis te da con una mano te lo quita con la otra. Retrocedo con p´nico
a a
frente a esta lamentable plaga de funciones continuas que no tienen derivada.
C. Hermite
1.1. Motivaci´n
o
La teor´ de integraci´n de Riemann presentada en 1854 es una adaptaci´n de la teor´ de
ıa o o ıa
Cauchy debilitando las hip´tesis necesarias para que una funci´n sea integrable. Mientras
o o
Cauchy restring´ la integrabilidad a funciones continuas, Riemann dio una condici´n nece-
ıa o
saria y suficiente para la integrabilidad de una funci´n: una funci´n acotada f (x) es integrable
o o
en [a, b] si y s´lo si la suma de Cauchy
o
n
S= f (tk )(xk − xk−1 ),
k=1
donde a = x0 < x1 < . . . < xn = b y tk ∈ [xk−1 , xk ], se aproxima a un unico valor l´
´ ımite
cuando el tama˜o de la partici´n del intervalo se aproxima a 0. Este unico valor l´
n o ´ ımite es
b
por definici´n
o f (x) dx. Aunque lo que Riemann hizo nos pueda parecer ahora un paso
a
casi trivial a partir de la integral de Cauchy, hist´ricamente represent´ un gran salto, ya
o o
que involucraba un concepto radicalmente diferente de funci´n. De hecho, en su tiempo, la
o
teor´ de Riemann parec´ la m´s general posible: su condici´n de integrabilidad era la m´s
ıa ıa a o a
d´bil usando la definici´n tradicional de Cauchy; de hecho, permit´ extender el concepto de
e o ıa
integral a funciones cuyos puntos de discontinuidad forman un conjunto denso, funciones cuya
existencia ni siquiera hab´ sido sospechada por la mayor´ de los matem´ticos de la ´poca.
ıa ıa a e
Una nueva generalizaci´n parec´ por lo tanto impensable. Impensable siempre y cuando la
o ıa
suma de Cauchy fuese tomada como punto de partida para la definici´n de integral. Es en
o
este sentido que la idea de medida se hace fundamental para sentar las bases de una nueva
definici´n de integral, la cual se hac´ cada vez m´s necesaria despu´s de los trabajos de
o ıa a e
Fourier y Dirichlet para admitir funciones cada vez m´s discontinuas.
a
7
8. 8 1.1. Motivaci´n
o
1.1.1. Deficiencias de la integral de Riemann
El nuevo concepto de integral que desarrollamos en este curso tratar´ de solventar las defi-
a
ciencias que presentaba la integral de Riemann y que se hicieron patentes a partir de 1890.
B´sicamente, deseamos que la integral de Lebesgue resuelva alguna de las limitaciones que
a
enumeramos a continuaci´n.
o
1. La clase de funciones integrables Riemann es relativamente peque˜a. S´lo alcanza las
n o
funciones con una cantidad numerable de puntos de discontinuidad finita.
2. La integral de Riemann no tiene propiedades de l´ ımite satisfactorias. Sin hip´tesis
o
adicionales, no se puede pasar al l´
ımite bajo el signo integral.
3. En muchos casos, la primitiva de una funci´n integrable no es derivable. En muchos
o
otros, la derivada de una funci´n no es integrable Riemann.
o
4. Los espacios Lp (p < ∞) no son completos bajo la integral de Riemann.
Ejemplo 1.
Si definimos la sucesi´n fn : [0, 1] → R por
o
2n si 1/2n ≤ x ≤ 1/2n−1
fn (x) =
0 en el resto,
1 1
entonces 1 = l´
ım fn (x) dx = l´ fn (x) dx = 0.
ım
0 0
Ejemplo 2.
Si definimos la sucesi´n fn : [0, 1] → R por
o
1 si x ∈ {r1 , . . . , rn }
fn (x) =
0 en el resto,
donde rn es el n-´simo n´mero racional en [0, 1], entonces fn son integrables Riemann (porque
e u
tienen una cantidad finita de puntos de discontinuidad) pero l´ fn (x), la funci´n de Dirichlet,
ım o
no es integrable Riemann (es discontinua en todo [0, 1]).
Este ejemplo pone de manifiesto que los teoremas de la convergencia mon´tona y convergencia
o
dominada (ver secci´n 1.4.2) no son ciertos para la integral de Riemann.
o
1.1.2. Nueva forma de contar rect´ngulos
a
Los Ge´metras del siglo XVII consideraban la integral de f (x) - el t´rmino inte-
o e
gral no se hab´ inventado a´n, pero esto no tiene ninguna importancia - como la
ıa u
suma de una infinidad de indivisibles cada uno de ellos siendo la ordenada, positiva
o negativa, de f (x). Y bien, nosotros simplemente hemos agrupado los indivisi-
bles de tama˜o comparable; hemos hecho, como se dice en ´lgebra, la reuni´n, la
n a o
9. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 9
reducci´n de los t´rminos semejantes. Se puede decir que, con el m´todo de Rie-
o e e
mann, se intentaba sumar los indivisibles tom´ndolos en el orden suministrado
a
por la variaci´n de x, se proced´ como lo har´ un comerciante desorganizado que
o ıa ıa
contara monedas y billetes seg´n fueran cayendo estos en sus manos; en cambio
u
nosotros procedemos como el comerciante met´dico que dice:
o
Tengo m(E1 ) monedas de 1 corona lo que hace 1 × m(E1 ), tengo m(E2 ) monedas
de 2 coronas lo que hace 2×m(E2 ), tengo m(E3 ) monedas de 5 coronas lo que hace
5 × m(E3 ), etc. As´ tengo en total: S = 1 × m(E1 ) + 2 × m(E2 ) + 5 × m(E3 ) + . . . .
ı
Ambos procedimientos conducir´n al comerciante, sin ninguna duda, al mismo
a
resultado ya que, por muy rico que sea, no hay m´s que un n´mero finito de
a u
billetes que contar; pero para nosotros que tenemos que sumar una infinidad de
indivisibles, la diferencia entre los dos m´todos es capital.
e
“Sobre el desarrollo de la noci´n de integral”
o
H. Lebesgue, conferencia en Copenhague 1926.
La integral de Riemann se define mediante particiones del dominio de la funci´n y calculando
o
el valor de la funci´n en los puntos de cada intervalo de la partici´n. Sin embargo, para definir
o o
la integral de Lebesgue se realiza una partici´n de la imagen de la funci´n y se mide el tama˜o
o o n
del dominio para los cuales la imagen de la funci´n est´ comprendida entre dichos valores.
o a
Para medir los conjuntos {x ∈ D(f ) : yj−1 ≤ y ≤ yj } es necesario desarrollar la teor´ de la
ıa
medida.
A grandes rasgos, se pretende generalizar la noci´n de longitud en R, ´rea en R2 o volu-
o a
men en R 3 . M´s concretamente, buscamos una funci´n no negativa m definida en todos los
a o
subconjuntos de R, que pueda tomar el valor +∞. Intuitivamente se necesita que verifique:
i) m([a, b]) = b − a (la medida de un intervalo es su longitud).
ii) m(A ∪ B) = m(A) + m(B), si A y B son disjuntos.
En realidad, los argumentos de l´
ımite que se aplican en la teor´ hacen necesaria la
ıa
condici´n
o
ii’) m( i∈N Ai ) = i∈N m(Ai ), con Ai disjuntos dos a dos.
iii) m(A + h) = m(A) (la medida es invariante bajo traslaciones).
Un resultado importante de la teor´ es la existencia y unicidad de tal medida, que llamaremos
ıa
medida de Lebesgue, cuando nos referimos a una clase razonable de conjuntos, los llamados
conjuntos medibles. Esta clase de conjuntos contiene en particular a los abiertos y ser´ cer-
a
rada bajo uniones numerables, intersecciones y complementos. Ahora bien, la idea previa de
poder asignar una medida a todos los subconjuntos de R no es posible. Demostraremos que
existen conjuntos que no son medibles cuando pedimos las condiciones i) a iii) anteriores. Esta
situaci´n contraria a la intuici´n est´ relacionada con la famosa paradoja de Banach-Tarski:
o o a
se puede descomponer la bola unidad de R3 en cinco piezas, las cuales pueden recomponerse
mediante traslaciones y rotaciones para formar dos bolas unitarias disjuntas (lo que violar´ ıa
nuestra idea de conservaci´n del volumen).
o
10. 10 1.2. Conceptos previos
ı, ıdo ´
As´ el nacimiento de medida puede ser atribu´ a Emile Borel. Antes de que, en 1904,
´
Lebesgue publicara sus trabajos, Emile Borel public´ en 1898 el libro “Le¸ons sur la th´orie
o c e
des fonctions”, donde investigaba sobre ciertos conjuntos del intervalo [0, 1]. Pretend´ asig-
ıa
nar medidas a subconjuntos m´s generales que los subintervalos, especialmente a aquellos
a
engendrados mediante uniones numerables o paso al complementario de intervalos. De forma
paralela ped´ que estos subconjuntos cumplieran la propiedad de que la medida de la uni´n
ıa o
de cualquier familia finita o numerable de tales conjuntos disjuntos dos a dos es igual a la
suma de sus medidas; y por otra parte, todos los subintervalos tienen como medida su longi-
tud. Como podemos observar, esta definici´n de Borel es la definici´n de premedida, nombre
o o
que m´s adelante asignar´ Lebesgue. Borel no prob´ la existencia y unicidad de dicha defini-
a ıa o
ci´n. Afirma que “el lema fundamental demostrado [...] nos asegura que estas definiciones
o
nunca ser´n contradictorias entre s´ y anot´ en el pie de p´gina de ese mismo libro que “He
a ı”, o a
omitido toda demostraci´n ya que la redacci´n me pareci´ tener que ser larga y fastidiosa
o o o
[...]”. Por otra parte, Borel no hace absolutamente ninguna referencia o insinuaci´n sobre una
o
posible conexi´n entre su concepto de medida y la teor´ de integraci´n. Aunque Borel no fue
o ıa o
capaz de probar dicho resultado, gracias a las aportaciones de Lebesgue el resultado de Borel
queda incluido en la construcci´n de la integral de Lebesgue. M´s adelante, a esos conjuntos
o a
a los que se refer´ Borel, Lebesgue los llam´ borelianos por deferencia a su amigo.
ıa o
1.2. Conceptos previos
Un conjunto A ⊂ R es abierto si
∀x ∈ A, ∃r > 0 : (x − r, x + r) ⊂ A.
Un conjunto F ⊂ R es cerrado si su complementario F c es abierto.
Una propiedad elemental de estos conjuntos es la siguiente:
La uni´n arbitraria y la intersecci´n finita de abiertos es abierto.
o o
Un conjunto E ⊂ R es acotado si existe r > 0 tal que E ⊂ (−r, r). Si adem´s es cerrado,
a
entonces es compacto y cumple la propiedad de Heine-Borel:
Si E es compacto y E ⊂ α∈I Aα , con Aα abierto, entonces existe una familia finita {Aα1 , . . . , Aαn }
tal que E ⊂ Aα1 ∪ · · · ∪ Aαn .
Definici´n. Se dice que F ∈ Fσ cuando F es uni´n numerable de cerrados.
o o
An´logamente, se dice que G ∈ Gδ cuando G es intersecci´n numerable de abiertos.
a o
Definici´n. Una colecci´n A de conjuntos es un ´lgebra si
o o a
i) ∅ ∈ A.
ii) A, B ∈ A =⇒ A ∪ B ∈ A.
iii) A ∈ A =⇒ Ac ∈ A.
Un ´lgebra A de conjuntos se dice que es una σ-´lgebra cuando
a a
iv) (Ai )i∈N ⊂ A =⇒ i∈N Ai ∈ A.
Ejemplos. 1) P (R) es la mayor σ-´lgebra de R.
a
2) {∅, R} es la menor σ-´lgebra de R.
a
11. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 11
3) Si A = {A ⊂ R : A ´ Ac es finito}, entonces A es un ´lgebra pero no una σ-´lgebra.
o a a
Definici´n. La colecci´n B de conjuntos de Borel es la menor σ-´lgebra que contiene
o o a
todos los conjuntos abiertos.
Veremos a continuaci´n (proposici´n 1.2.1) que dicho conjunto existe. Adem´s es tambi´n
o o a e
la m´ınima σ-´lgebra que contiene todos los conjuntos cerrados y la m´
a ınima σ-´lgebra que
a
contiene los intervalos abiertos as´ como la m´
ı ınima σ-´lgebra que contiene los intervalos
a
semiabiertos.
Ejemplos de conjuntos de Borel son los conjuntos Fσ y Gδ .
Proposici´n 1.2.1. Dada cualquier colecci´n de conjuntos C, existe la m´
o o ınima σ-´lgebra que
a
contiene a C.
Demostraci´n. Llamamos F a la familia de todas las σ-´lgebras que contienen a C y definimos
o a
A = {B : B ∈ F }. Por definici´n, C ⊂ B, para todo B ∈ F, de modo que C ⊂ A. Adem´s A
o a
es una σ-´lgebra (por serlo B, para todo B ∈ F).
a
Por ultimo, si B es una σ-´lgebra que contiene a C, entonces B ⊃ A.
´ a
Proposici´n 1.2.2. Sea A un ´lgebra de conjuntos y (Ai )i∈N ⊂ A. Entonces existe (Bi )i∈N ⊂
o a
A tal que Bi ∩ Bj = ∅, para i = j, y Bi = Ai .
i∈N i∈N
Demostraci´n. Definimos
o
B1 = A1
Bn = An (A1 ∪ . . . An−1 ) = An ∩ Ac ∩ . . . Ac .
1 n−1
Es evidente que Bn ∈ A y que Bn ⊂ An para todo n. Por tanto, Bi ⊂ Ai .
Adem´s, si suponemos m < n,
a
Bm ∩ Bn ⊂ Am ∩ Bn = Am ∩ An ∩ Ac ∩ · · · ∩ Ac = ∅.
1 n−1
Por ultimo, si x ∈ Ai , supongamos que n0 es el menor valor de i ∈ N tal que x ∈ Ai .
´
As´ pues, x ∈ Bn0 y x ∈ Bi .
ı
1.3. Tres principios de Littlewood
La cantidad de conocimientos necesarios en la teor´ de funciones de una variable
ıa
real no es tan grande como se puede suponer. Hay tres principios, que se expresan
a grandes rasgos de la siguiente manera:
Todo conjunto medible es casi una uni´n finita de intervalos;
o
Toda funci´n medible es casi continua;
o
Toda sucesi´n convergente de funciones medibles es casi uniformemente con-
o
vergente.
12. 12 1.3. Tres principios de Littlewood
La mayor´ de los resultados de la teor´ consiste en aplicaciones intuitivas de
ıa ıa
estas ideas.
H. Littlewood
Realizaremos en este apartado el proceso de construcci´n de conjuntos medibles y funciones
o
integrables en la recta real con el objetivo de cumplir los tres principios establecidos por
Littlewood.
1.3.1. Todo conjunto medible es casi uni´n finita de intervalos
o
El primer resultado en esta direcci´n no necesita ning´n concepto especial de medida.
o u
Teorema 1.3.1. Todo conjunto abierto A ⊂ R se puede escribir de forma unica como uni´n
´ o
numerable de intervalos abiertos disjuntos.
Demostraci´n. Para cualquier x ∈ A, sea Ix el mayor intervalo abierto que contiene a x y
o
est´ contenido en A. M´s concretamente, si Ix = (ax , bx ), entonces
a a
ınf{a < x : (a, x) ⊂ A}, bx = sup{b > x : (x, b) ⊂ A}.
ax = ´
De este modo, A = x∈A Ix . Veamos que la uni´n es disjunta.
o
Para ello, supongamos que Ix ∩Iy = ∅. Como Ix ∪Iy ⊂ A y adem´s x ∈ Ix ∪Iy , necesariamente
a
Ix ∪Iy ⊂ Ix . De forma an´loga se prueba que Ix ∪Iy ⊂ Iy , lo cual s´lo puede ocurrir si Ix = Iy .
a o
Por ultimo, cada intervalo Ix debe contener un n´mero racional y, al ser disjuntos dos inter-
´ u
valos distintos, deben contener racionales diferentes. Esto quiere decir que la familia (Ix )x∈A
es numerable.
El primer concepto que nos permitir´ el desarrollo de la teor´ de la medida es el de medida
a ıa
exterior. Su definici´n obedece a ideas intuitivas pero carece de la propiedad de aditividad
o
numerable.
Definici´n. Dado un conjunto E ⊂ R, se define la medida exterior de E como
o
m∗ (E) = ´
ınf m(In ),
E⊂ In
n∈N
donde In son intervalos abiertos.
De la definici´n se deduce inmediatamente que m∗ (∅) = 0 y que m∗ (A) ≤ m∗ (B) si A ⊂ B.
o
Adem´s, si A tiene s´lo un punto, m∗ (A) = 0. Observemos adem´s que puede tomar el valor
a o a
+∞. Es tambi´n evidente que m
e ∗ es invariante bajo traslaciones.
La definici´n intenta describir la medida de un conjunto aproxim´ndolo desde el exterior
o a
(de ah´ su nombre). Cuanto m´s fino sea el cubrimiento del conjunto, m´s pr´xima est´ su
ı a a o a
medida a la suma de las longitudes de los intervalos.
Una definici´n completamente an´loga se puede dar en Rk .
o a
Proposici´n 1.3.2. La medida exterior de un intervalo coincide con su longitud.
o
13. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 13
Demostraci´n. Caso 1. Dado el intervalo [a, b], para cualquier ε > 0, [a, b] ⊂ (a − ε, b + ε).
o
Entonces m∗ ([a, b]) ≤ b − a + 2ε, de modo que m∗ ([a, b]) ≤ b − a.
Falta ver que m∗ ([a, b]) ≥ b − a lo cual equivale a probar que, si (In )n∈N es una sucesi´n de
o
intervalos que cubren a [a, b], entonces n∈N m(In ) ≥ b − a.
Por la compacidad de [a, b], podemos aplicar el teorema de Heine-Borel. As´ pues, basta
ı
N
probar que m(In ) ≥ b − a, donde {I1 , . . . , IN } es un cubrimiento finito de [a, b].
n=1
Podemos suponer que a ∈ I1 = (a1 , b1 ). Si b1 ≤ b, como b1 ∈ [a, b], debe existir I2 = (a2 , b2 )
tal que b1 ∈ I2 .
Siguiendo este proceso, obtenemos una familia (a1 , b1 ), . . . , (ak , bk ) contenida en (Ii )N tal
i=1
que ai < bi−1 < bi (i = 2, . . . , k).
Como el conjunto (Ii )N cubre al intervalo [a, b], necesariamente b ∈ (ak , bk ). Entonces
i=1
N k
m(In ) ≥ m(ai , bi ) = bk − ak + bk−1 − ak−1 + · · · + b1 − a1 > bk − a1 > b − a
n=1 i=1
porque ai < bi−1 , bk > b y a1 < a.
Caso 2. Si I es un intervalo finito, dado ε > 0, existe J intervalo cerrado tal que J ⊂ I y
m(J) > m(I) − ε. Entonces
m(I) − ε < m(J) = m∗ (J) ≤ m∗ (I) ≤ m∗ ( I) = m( I) = m(I),
con lo que m∗ (I) = m(I).
Caso 3. Si I es un intervalo infinito, dado cualquier M ∈ R, existe J intervalo cerrado tal
que J ⊂ I y m(J) = M . Entonces
m∗ (I) ≥ m∗ (J) = m(J) = M.
Por tanto, m∗ (I) = ∞ = m(I).
Ejemplo. El conjunto de Cantor juega un importante papel en la teor´ de conjuntos y es
ıa
un ejemplo de conjunto con medida exterior cero.
Para construirlo, empezamos con el intervalo cerrado
C0 = [0, 1].
Si dividimos el intervalo en tres partes iguales y eliminamos la central, obtenemos
C1 = [0, 1/3] ∪ [2/3, 1].
Repitiendo el proceso con los dos intervalos resultantes, tenemos
C2 = [0, 1/32 ] ∪ [2/32 , 1/3] ∪ [2/3, 7/32 ] ∪ [8/32 , 1].
14. 14 1.3. Tres principios de Littlewood
C0
0 1
C1 1 2
0 1
3 3
C2
0 1 2 1 2 7 8 1
9 9 3 3 9 9
Con este procedimiento, obtenemos una sucesi´n (Ck )k≥0 de conjuntos cerrados tales que
o
Ck+1 ⊂ Ck (k ≥ 0).
Por definici´n, el conjunto de Cantor es C =
o k≥0 Ck .
Sus propiedades m´s importantes son las siguientes:
a
Es compacto.
Basta observar que es cerrado y est´ contenido en [0, 1].
a
Es perfecto (todo punto de C es de acumulaci´n).
o
Cada Ck es uni´n de 2k intervalos cerrados disjuntos cuyos extremos est´n en C (pues
o a
un extremo de cualquier intervalo de Ck es extremo de alg´n intervalo de Ck+1 . As´ pues,
u ı
si x ∈ C, para cualquier k ∈ N, x ∈ Ck . Por tanto x est´ contenido en alguno de los
a
2k intervalos de longitud 3−k . Basta elegir xk = x como uno de los extremos de dicho
intervalo para que |x − xk | ≤ 3−k .
Es denso en ninguna parte (int C = ∅).
Esto es consecuencia de que m∗ (C) = 0 pues, si existe (a, b) ⊂ C, entonces b − a ≤
m∗ (C) = 0.
Es totalmente disconexo (∀x, y ∈ C, x < y, ∃z ∈ (x, y) con z ∈ C).
Se deduce de la propia construcci´n.
o
Es no numerable.
En primer lugar, establecemos la biyecci´n entre el conjunto de sucesiones de ceros y
o
unos quitando aquellas sucesiones que tienen todos los t´rminos iguales a uno a partir
e
de un cierto elemento, y el conjunto [0, 1), definida por (xk )k∈N → x = k∈N xk (lo que
2
k
equivale a escribir x mediante su representaci´n binaria). A continuaci´n establecemos la
o o
biyecci´n que a cada sucesi´n anterior le asigna el punto de C {1} mediante (xk )k∈N →
o o
y
y = k∈N 2xk = k∈N 3k . De este modo 0, y1 y2 . . . es la representaci´n ternaria de y,
3k k o
la cual corresponde a un punto de C si y s´lo si yk = 0 ´ yk = 2.
o o
Tiene medida exterior cero.
Por construcci´n, C ⊂ Ck , donde Ck es uni´n disjunta de 2k intervalos cerrados, de
o o
longitud 3−k . Por tanto, m∗ (C) ≤ (2/3)k , ∀k, con lo que m∗ (C) = 0.
Proposici´n 1.3.3. Si (An )n∈N es una sucesi´n de conjuntos en R, entonces
o o
m∗ ( An ) ≤ m∗ (An ).
n∈N n∈N
15. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 15
Demostraci´n. Si alg´n An tiene medida exterior infinita, la desigualdad es evidente.
o u
Si m∗ (An ) < ∞, para todo n, dado ε > 0, existe una sucesi´n (In,i )i∈N de intervalos abiertos
o
tal que An ⊂ i∈N In,i y i∈N m(In,i ) < m∗ (An ) + 2−n · ε. La sucesi´n doble (In,i )n,i∈N cubre
o
a n∈N An y
m∗ ( An ) ≤ m(In,i ) < (m∗ (An ) + 2−n · ε) = m∗ (An ) + ε.
n∈N n∈N i∈N n∈N n∈N
En definitiva, m∗ ( n∈N An ) ≤ ∗
n∈N m (An ).
Corolario 1.3.4. Si A es numerable, m∗ (A) = 0.
Demostraci´n. Basta escribir
o
A = {xk : k ∈ N} ⊂ (xk − εk , xk + εk ), con εk < ε/2.
k∈N k∈N
As´ m∗ (A) ≤
ı, m(xk − εk , xk + εk ) < ε.
k∈N
Corolario 1.3.5. El conjunto [0, 1] no es numerable.
Lema 1.3.6. Dado un conjunto E,
a) para cualquier ε > 0, existe un abierto A tal que E ⊂ A y m∗ (A) ≤ m∗ (E) + ε;
b) existe G ∈ Gδ tal que E ⊂ G y m∗ (E) = m∗ (G);
c) m∗ (E) = ´
ınf{m∗ (A) : A abierto, E ⊂ A}.
Demostraci´n. a) Dado ε > 0, existe una sucesi´n (In )n∈N de intervalos abiertos tal que
o o
E ⊂ n∈N In y m ∗ (E) + ε ≥
n∈N m(In ). Si llamamos A = n∈N In , entonces
m∗ (A) ≤ m(In ) ≤ m∗ (E) + ε.
n∈N
b) Por el apartado a), dado n ∈ N, existe An un abierto tal que m∗ (E) + 1/n ≥ m∗ (An ),
con E ⊂ An . Si llamamos G = n∈N An , entonces G ∈ Gδ , E ⊂ G y m∗ (G) ≤ m∗ (An ) ≤
m∗ (E) + 1/n. Adem´s m∗ (E) ≤ m∗ (G).
a
c) Si E ⊂ A, m∗ (E) ≤ m∗ (A), de donde m∗ (E) ≤ ´ m∗ (A).
ınf
Por otro lado, seg´n el apartado a), m∗ (A) ≤ m∗ (E) + ε. Entonces ´ m∗ (A) ≤ m∗ (E).
u ınf
Proposici´n 1.3.7. Si E = E1 ∪ E2 y d(E1 , E2 ) > 0, entonces m∗ (E1 ∪ E2 ) = m∗ (E1 ) +
o
m∗ (E2 ).
Demostraci´n. Sea δ > 0 tal que d(E1 , E2 ) > δ > 0.
o
Dado ε > 0 arbitrario, sea (In )n∈N una sucesi´n de intervalos abiertos tal que E ⊂
o n∈N In y
n∈N m(In ) ≤ m∗ (E) + ε.
16. 16 1.3. Tres principios de Littlewood
Adem´s elegimos la sucesi´n para que la longitud de cada intervalo sea menor que δ. De
a o
este modo, cada intervalo s´lo puede cortar a uno de los conjuntos E1 ´ E2 . Simb´licamente,
o o o
podemos escribir
E1 ⊂ Ij , E2 ⊂ Ij ,
j∈J1 j∈J2
donde J1 ∩ J2 = ∅. Entonces
m∗ (E1 ) + m∗ (E2 ) ≤ m(Ij ) + m(Ij ) ≤ m(Ij ) ≤ m∗ (E) + ε.
j∈J1 j∈J2 j∈N
Esto implica que m∗ (E1 ) + m∗ (E2 ) ≤ m∗ (E). La otra desigualdad es evidente.
Se puede probar tambi´n que, si E = n∈N In , con In intervalos disjuntos, entonces m∗ (E) =
e
m(In ). A pesar de ello, no podemos concluir que, si E = E1 ∪ E2 , con E1 ∩ E2 = ∅,
n∈N
entonces m∗ (E) = m∗ (E1 ) + m∗ (E2 ). Har´ falta que dichos conjuntos sean medibles.
a
Definici´n. Un conjunto E es medible si, para todo conjunto A,
o
m∗ (A) = m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c ).
Lema 1.3.8. Si m∗ (E) = 0, entonces E es medible. En particular, si F ⊂ E y m∗ (E) = 0,
entonces F es medible.
Demostraci´n. Dado un conjunto A, como A ∩ E ⊂ E, entonces m∗ (A ∩ E) ≤ m∗ (E) = 0.
o
Por otra parte, como A ∩ E c ⊂ A, entonces
m∗ (A) ≥ m∗ (A ∩ E c ) = m∗ (A ∩ E c ) + m∗ (A ∩ E).
La otra desigualdad es evidente.
De esta propiedad deducimos en particular que el conjunto de Cantor es medible.
Proposici´n 1.3.9. La familia M = {A : A es medible} es un ´lgebra de conjuntos.
o a
Demostraci´n. Hay que demostrar, en primer lugar, que, si E1 y E2 son medibles, entonces
o
E1 ∪ E2 es medible.
Por una parte, m∗ (A ∩ E1 ) = m∗ (A ∩ E1 ∩ E2 ) + m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )c ).
c c
Por otra parte, m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) ≤ m∗ (A ∩ E1 ) + m∗ (A ∩ E2 ∩ E1 ). Por tanto,
c
m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) + m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )c ) ≤ m∗ (A ∩ E1 ) + m∗ (A ∩ E1 ) = m∗ (A).
c
Para que M sea un ´lgebra de conjuntos, falta probar que, si A es medible, entonces Ac es
a
medible, pero esto es consecuencia de la propia definici´n.
o
Veremos a continuaci´n que la familia M es adem´s una σ-´lgebra.
o a a
17. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 17
Lema 1.3.10. Si A es un conjunto y {E1 , . . . , En } una colecci´n disjunta de conjuntos me-
o
dibles, entonces
n n
m∗ A ∩ ( Ei ) = m∗ (A ∩ Ei ).
i=1 i=1
Demostraci´n. (Por inducci´n) El caso n = 1 es evidente.
o o
Si suponemos cierta la propiedad para n − 1, teniendo en cuenta que
n n n−1
c
A∩( E i ) ∩ En = A ∩ En y A ∩ ( Ei ) ∩ En = A ∩ ( Ei ),
i=1 i=1 i=1
resulta
n n−1 n
∗ ∗ ∗
m A∩( Ei ) = m (A ∩ En ) + m A∩( Ei ) = m∗ (A ∩ Ei ).
i=1 i=1 i=1
Proposici´n 1.3.11. La familia M es una σ-´lgebra de conjuntos.
o a
Demostraci´n. Basta ver que, si E =
o i∈N Ei , con Ei ∈ M, entonces E ∈ M.
Por la proposici´n 1.2.2, podemos suponer Ei ∩ Ej = ∅, si i = j.
o
Dado cualquier conjunto A, si llamamos Fn = n Ei , entonces Fn ∈ M y E c ⊂ Fn . Por
i=1
c
tanto,
m∗ (A) = m∗ (A ∩ Fn ) + m∗ (A ∩ Fn ) ≥ m∗ (A ∩ Fn ) + m∗ (A ∩ E c ).
c
Por el lema 1.3.10,
n
m∗ (A ∩ Fn ) = m∗ (A ∩ Ei ),
i=1
de modo que
n
∗
m (A) ≥ m∗ (A ∩ Ei ) + m∗ (A ∩ E c ).
i=1
Como la desigualdad es cierta para todo n,
m∗ (A) ≥ m∗ (A ∩ Ei ) + m∗ (A ∩ E c ) ≥ m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c )
i∈N
por la subaditividad numerable de m∗ .
Veamos a continuaci´n que la clase de conjuntos medibles contiene a la clase de conjuntos de
o
Borel en R.
Lema 1.3.12. El intervalo (a, ∞) es medible.
18. 18 1.3. Tres principios de Littlewood
Demostraci´n. Dado A, sean A1 = A ∩ (a, ∞) y A2 = A ∩ (−∞, a].
o
Si m∗ (A) = ∞, es evidente que m∗ (A1 ) + m∗ (A2 ) ≤ m∗ (A).
Si m∗ (A) < ∞, dado ε > 0, existe una sucesi´n de intervalos abiertos (In )n∈N tal que
o
A ⊂ n∈N In y n∈N m(In ) ≤ m∗ (A) + ε.
Llamamos In,1 = In ∩ (a, ∞) e In,2 = In ∩ (−∞, a]. Entonces
m(In ) = m(In,1 ) + m(In,2 ) = m∗ (In,1 ) + m∗ (In,2 ).
Como A1 ⊂ n∈N In,1 , tenemos:
m∗ (A1 ) ≤ m∗ ( In,1 ) ≤ m∗ (In,1 )
n∈N n∈N
y, como A2 ⊂ n∈N In,2 , tenemos
m∗ (A2 ) ≤ m∗ ( In,2 ) ≤ m∗ (In,2 ).
n∈N n∈N
As´ pues,
ı
m∗ (A1 ) + m∗ (A2 ) ≤ (m∗ (In,1 ) + m∗ (In,2 )) ≤ m(In ) ≤ m∗ (A) + ε.
n∈N n∈N
Al ser ε arbitario, m∗ (A1 ) + m∗ (A2 ) ≤ m∗ (A).
Proposici´n 1.3.13. Todo conjunto de Borel es medible. En particular todos los conjuntos
o
abiertos y cerrados son medibles.
Demostraci´n. Como (a, ∞) ∈ M, entonces (−∞, a] ∈ M.
o
Adem´s, como (−∞, b) =
a n∈N (−∞, b − 1/n], entonces (−∞, b) ∈ M.
Como (a, b) = (−∞, b) ∩ (a, ∞), entonces (a, b) ∈ M.
Si A es abierto, A = n∈N In , con In intervalos abiertos. Entonces A ∈ M.
Como B es la menor σ-´lgebra que contiene los conjuntos abiertos, B ⊂ M.
a
Observaci´n. No todos los conjuntos medibles son de Borel (una demostraci´n constructiva
o o
puede verse en [AB]).
Definici´n. Dado un conjunto medible E, se define la medida de Lebesgue de E como
o
m(E) = m∗ (E). De este modo, m es la restricci´n de m∗ a la familia M.
o
Proposici´n 1.3.14. Si (En )n∈N es una sucesi´n de conjuntos medibles, entonces
o o
m( En ) ≤ m(En ).
n∈N n∈N
Si Ei ∩ Ej = ∅, para i = j, entonces
m( En ) = m(En ).
n∈N n∈N
19. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 19
Demostraci´n. La primera parte consiste precisamente en la subaditividad de la medida
o
exterior (proposici´n 1.3.3).
o
Si (E1 , . . . , Ek ) es una familia finita de conjuntos medibles disjuntos, por el lema 1.3.10 con
A = R, resulta que
k k
m( En ) = m(En ).
n=1 n=1
Por ultimo, si (Ei )i∈N es una sucesi´n infinita de conjuntos medibles disjuntos, entonces
´ o
n
Ei ⊃ Ei , de modo que
i∈N i=1
n n
m( Ei ) ≥ m( Ei ) = m(Ei ).
i∈N i=1 i=1
Como la desigualdad es cierta para todo n,
m( En ) ≥ m(Ei ).
i∈N i∈N
Proposici´n 1.3.15. Si (Ei )i∈N es una sucesi´n de conjuntos medibles y Ek ⊂ Ek+1 , para
o o
todo k ∈ N, entonces
m( Ei ) = l´ m(En ).
ım
n→∞
i∈N
Demostraci´n. Construimos los conjuntos F1 = E1 , Fk = Ek Ek−1 , k ≥ 2. As´ (Fk )k∈N es
o ı,
una sucesi´n de conjuntos medibles disjuntos y Fk = Ek . Por tanto,
o
n n
m( Ek ) = m(Fk ) = l´
ım m(Fk ) = l´ m(
ım Fk ) = l´ m(En ).
ım
n→∞ n→∞ n→∞
k∈N k∈N k=1 k=1
Proposici´n 1.3.16. Si (En )n∈N es una sucesi´n infinita de conjuntos medibles, tal que
o o
Ek+1 ⊂ Ek , para todo k, y m(E1 ) es finita, entonces
m( Ei ) = l´ m(En ).
ım
n→∞
i∈N
Demostraci´n. Llamamos E =
o i∈N Ei y Fi = Ei Ei+1 . Entonces
E1 E = Fi ,
i∈N
y los conjuntos Fi son disjuntos dos a dos. Por tanto,
m(E1 E) = m(Fi ) = m(Ei Ei+1 ).
i∈N i∈N
20. 20 1.3. Tres principios de Littlewood
Ahora bien,
m(E1 ) = m(E) + m(E1 E) y m(Ei ) = m(Ei+1 ) + m(Ei Ei+1 ),
debido a que E ⊂ E1 y Ei+1 ⊂ Ei .
Teniendo en cuenta que m(Ei ) ≤ m(E1 ) < ∞, resulta que
m(E1 E) = m(E1 ) − m(E) y m(Ei Ei+1 ) = m(Ei ) − m(Ei+1 ).
As´ pues,
ı
n
m(E1 ) − m(E) = [m(Ei ) − m(Ei+1 )] = l´
ım [m(Ei ) − m(Ei+1 )]
n→∞
i∈N i=1
ım[m(E1 ) − m(En )] = m(E1 ) − l´ m(En ).
= l´ ım
Como m(E1 ) < ∞, resulta que m(E) = l´ m(En ).
ım
Observemos que el resultado puede ser falso si m(E1 ) = ∞. Basta considerar los conjuntos
En = (n, ∞).
Veremos a continuaci´n lo establecido por el primer principio de Littlewood, que todo con-
o
junto medible es casi uni´n finita de intervalos.
o
Proposici´n 1.3.17. Dado un conjunto E ⊂ R, son equivalentes:
o
a) E es medible.
b) Dado ε > 0, existe un abierto A ⊃ E tal que m∗ (A E) < ε.
c) Dado ε > 0, existe un cerrado F ⊂ E tal que m∗ (E F ) < ε.
d) Existe G ∈ Gδ , con E ⊂ G, tal que m∗ (G E) = 0.
e) Existe F ∈ Fσ , con F ⊂ E, tal que m∗ (E F ) = 0.
Si adem´s m∗ (E) es finita, las proposiciones anteriores son equivalentes a
a
f ) Dado ε > 0, existe U uni´n finita de intervalos abiertos tal que m∗ (U ∆E) < ε.
o
Demostraci´n. a) =⇒ b): Si m(E) < ∞, por el lema 1.3.6, dado ε > 0, existe un abierto A
o
tal que E ⊂ A y m∗ (A) ≤ m∗ (E) + ε. Como E es medible,
m∗ (A) = m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c ) = m∗ (E) + m∗ (A E)
=⇒ m∗ (A E) = m∗ (A) − m∗ (E) ≤ ε.
Si m(E) = ∞, sea En = E ∩ {x : n − 1 ≤ |x| < n}. Dado ε > 0, como m(En ) < ∞, para cada
n existe un abierto An ⊃ En tal que m∗ (An En ) < ε/2n . Ahora el conjunto A = n∈N An es
abierto y E ⊂ A. Como A E ⊂ n∈N (An En ), entonces m∗ (A E) ≤ m∗ (An En ) < ε.
n∈N
21. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 21
b) =⇒ d): Para cada n ∈ N, existe An abierto, con E ⊂ An , tal que m∗ (An E) < 1/n. Si
G = n∈N An , entonces G ∈ Gδ , E ⊂ G y
m∗ (G E) ≤ m∗ (An E) < 1/n, ∀n ∈ N.
Por tanto, m∗ (G E) = 0.
d) =⇒ a): Si m∗ (GE) = 0, entonces GE es medible. Como G es medible y E = (GE)c ∩G,
entonces E es medible.
a) =⇒ c): Como E c es medible, existe A abierto tal que E c ⊂ A y m∗ (A E c ) < ε. Entonces
Ac es cerrado y Ac ⊂ E. Adem´s
a
m∗ (E Ac ) = m∗ (E ∩ A) < ε.
c) =⇒ e): Para cada n ∈ N, existe Fn cerrado, con E ⊃ Fn , tal que m∗ (E Fn ) < 1/n. Si
F = n∈N Fn , entonces F ∈ Fσ , F ⊂ E y
m∗ (E F ) ≤ m∗ (E Fn ) < 1/n, ∀n ∈ N.
Por tanto, m∗ (E F ) = 0.
e) =⇒ a): Como m∗ (E F ) = 0, entonces E F es medible. Escribiendo E = (E F ) ∪ F ,
deducimos que E es medible.
a) =⇒ f): Sea (Ij )j∈N una sucesi´n de intervalos abiertos tal que E ⊂
o j∈N Ij y m∗ (E)+ε/2 ≥
j∈N m(Ij ).
∞
Como m∗ (E) < ∞, la serie es convergente y existe n0 ∈ N tal que j=n0 +1 m(Ij ) < ε/2.
n0
Si llamamos U = j=1 Ij , entonces
∞
m∗ (U ∆E) = m∗ (U E) + m∗ (E U ) ≤ m∗ ( Ij E) + m∗ ( Ij )
j∈N j=n0 +1
∞
∗
≤ m(Ij ) − m (E) + m(Ij ) < ε.
j∈N j=n0 +1
Corolario 1.3.18. Todo conjunto medible con medida positiva contiene un conjunto cerrado
con medida positiva.
Demostraci´n. Si E es medible, dado ε > 0, existe F cerrado tal que F ⊂ E y m∗ (E F ) < ε.
o
Entonces
m(F ) = m(E) − m(E F ) > m(E) − ε.
Basta elegir ε < m(E)/2 para que m(F ) > 0.
Otras propiedades deseables de la medida se refieren a la invariancia, como indicamos a
continuaci´n.
o
22. 22 1.3. Tres principios de Littlewood
Proposici´n 1.3.19. Sea E un conjunto medible. Entonces:
o
a) Para todo k ∈ R, el conjunto Ek = E + k = {x + k : x ∈ E} es medible y m(Ek ) = m(E).
b) Para todo λ > 0, el conjunto λE = {λ · x : x ∈ E} es medible y m(λE) = λ · m(E).
c) El conjunto −E = {−x : x ∈ E} es medible y m(−E) = m(E).
Demostraci´n. Veamos el apartado a) (el resto es similar).
o
Dado A ⊂ R, llamamos A = A − k = {u ∈ R : u + k ∈ A}. Entonces
m∗ (A ∩ Ek ) + m∗ (A ∩ Ek ) = m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c ) = m∗ (A ) = m∗ (A).
c
Para terminar la secci´n, hagamos la construcci´n de un conjunto no medible, lo que de-
o o
muestra que no puede extenderse la noci´n de longitud a cualquier subconjunto de R si se
o
quiere que se cumpla la propiedad m∗ (A ∪ B) = m∗ (A) + m∗ (B), con A y B disjuntos. Este
resultado fue probado por Vitali en el trabajo “Sul problema della misura dei gruppi di punti
di una retta” publicado en 1905.
En primer lugar, establecemos la siguiente relaci´n de equivalencia en [0, 1]:
o
x ∼ y cuando x − y ∈ Q.
Esta relaci´n permite escribir [0, 1] =
o α Eα , uni´n disjunta de clases de equivalencia.
o
A continuaci´n, definimos N = {xα : xα ∈ Eα } (llamado conjunto de Vitali) eligiendo
o
exactamente un elemento de cada clase Eα (por el axioma de elecci´n). Veamos que N no es
o
medible.
Si numeramos los racionales en [0, 1] como {rk : k ∈ N}, consideramos los conjuntos traslada-
dos Nk = N + rk . Probaremos que estos conjuntos son disjuntos:
Si Nk ∩ Np = ∅, existen rk , rp racionales distintos, y existen α, β tales que xα + rk = xβ + rp ,
o bien xα − xβ = rp − rk ∈ Q. Esto significa que xα ∼ xβ , luego xα = xβ pues N tiene un
solo elemento de cada clase. Por tanto, rp = rk , lo que es absurdo.
Tambi´n es f´cil probar que
e a
[0, 1] ⊂ Nk ⊂ [0, 2].
k∈N
En efecto, si x ∈ [0, 1], x ∼ xα para alg´n α, de donde x − xα = rk para alg´n k. As´ x ∈ Nk .
u u ı
La segunda inclusi´n es evidente.
o
Por ultimo, supongamos que N es medible. Entonces, para todo k, Nk tambi´n lo es. Como
´ e
(Nk ) son disjuntos, las inclusiones anteriores implican
1≤ m(Nk ) ≤ 2 =⇒ 1 ≤ m(N ) ≤ 2.
k∈N k∈N
ıamos 1 ≤ 0 ≤ 2 y, si
Esto es una contradicci´n, porque, si m(N ) = 0, entonces tendr´
o
m(N ) > 0, entonces 1 ≤ ∞ ≤ 2.
Observaci´n. La construcci´n anterior de un conjunto no medible utiliza el axioma de
o o
elecci´n. De hecho, R. Solovay, en Notices Am. Math. Society, 12 (1965), demuestra que no
o
es posible construir conjuntos no medibles sin utilizar el axioma de elecci´n.
o
23. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 23
1.3.2. Toda funci´n medible es casi continua
o
Una vez establecida la noci´n de conjunto medible, vamos a utilizarla para definir las funciones
o
medibles. En primer lugar, estableceremos algunas propiedades equivalentes.
Proposici´n 1.3.20. Sea f : R → R una funci´n cuyo dominio D es medible. Son equiva-
o o
lentes:
i) ∀α ∈ R : {x : f (x) > α} es medible.
ii) ∀α ∈ R : {x : f (x) ≥ α} es medible.
iii) ∀α ∈ R : {x : f (x) < α} es medible.
iv) ∀α ∈ R : {x : f (x) ≤ α} es medible.
Todas estas proposiciones implican
v) ∀α ∈ R : {x : f (x) = α} es medible.
Demostraci´n. i) ⇐⇒ iv) porque {x : f (x) ≤ α} = D {x : f (x) > α}.
o
ii) ⇐⇒ iii) por la misma raz´n.
o
i) =⇒ ii) porque {x : f (x) ≥ α} = n∈N {x : f (x) > α − 1/n}.
ii) =⇒ i) porque {x : f (x) > α} = n∈N {x : f (x) ≥ α + 1/n}.
Por ultimo, si α ∈ R, {x : f (x) = α} = {x : f (x) ≤ α} ∩ {x : f (x) ≥ α} de modo que, en este
´
caso, ii) y iv) implican v).
Adem´s, {x : f (x) = ∞} =
a n∈N {x : f (x) ≥ n} con lo que ii) implica v) si α = ∞
(an´logamente con α = −∞).
a
Observaci´n. En el caso de que la funci´n s´lo tome valores reales, las propiedades ante-
o o o
riores son equivalentes a que la imagen inversa de cualquier abierto sea medible y a que la
imagen inversa de cualquier cerrado sea medible.
Definici´n. Una funci´n f : R → R se dice que es medible Lebesgue cuando su dominio
o o
es medible y verifica una cualquiera de las cuatro afirmaciones equivalentes de la proposici´n
o
anterior.
La definici´n involucra as´ a los conjuntos m´s importantes relacionados con una funci´n
o ı a o
como son las im´genes inversas de intervalos.
a
De la definici´n se deduce que toda funci´n continua es medible; toda funci´n escalonada
o o o
es medible; la restricci´n de una funci´n medible a un subconjunto medible del dominio es
o o
tambi´n medible.
e
Una caracterizaci´n interesante se demuestra en el siguiente resultado.
o
Proposici´n 1.3.21. Sea E ⊂ R un conjunto medible y f : E → R. Entonces f es medible
o
si y s´lo si f −1 (B) es medible, para todo B de Borel en R.
o
Demostraci´n. Si f es medible, definimos
o
A = {A ⊂ R : f −1 (A) es medible}.
24. 24 1.3. Tres principios de Littlewood
Es claro que ∅ ∈ A. Adem´s, f −1 (Ac ) = f −1 (R) f −1 (A) = E f −1 (A). Por tanto, si A ∈ A,
a
entonces A c ∈ A.
Por ultimo, si (An )n∈N ⊂ A, entonces
´
f −1 An = f −1 (An ) es medible.
n∈N n∈N
As´ pues, A es una σ-´lgebra. Como adem´s
ı a a
f −1 (a, b) = f −1 (a, ∞) ∩ f −1 (−∞, b],
entonces (a, b) ∈ A.
Por tanto, A contiene todos los conjuntos abiertos, con lo que contiene tambi´n a todos los
e
conjuntos de Borel.
El rec´
ıproco es trivial.
Proposici´n 1.3.22. Si c ∈ R y f, g : D ⊂ R → R son funciones medibles, entonces f + g,
o
c · f y f · g son medibles. En consecuencia, f k es medible para todo k ∈ N.
Demostraci´n. a) Dado α ∈ R, sea x ∈ D tal que f (x) + g(x) < α. Entonces f (x) < α − g(x)
o
y, como consecuencia de la propiedad arquimediana de los n´meros reales, existe r ∈ Q tal
u
que f (x) < r < α − g(x). Por tanto,
{x : f (x) + g(x) < α} = {x : f (x) < r} ∩ {x : g(x) < α − r}.
r∈Q
Como Q es numerable, este conjunto es medible.
b) Como {x : c · f (x) < α} = {x : f (x) < α/c}, entonces c · f es medible.
c) Si α ≥ 0, entonces
√ √
{x : f 2 (x) > α} = {x : f (x) > α} ∪ {x : f (x) < − α}
y, si α < 0, entonces
{x : f 2 (x) > α} = D.
En ambos casos, se deduce que f 2 es medible.
1
Como f · g = 2 (f + g)2 − (f 2 + g 2 ) , entonces f · g es medible.
Teorema 1.3.23. Para cada n ∈ N, sea fn : D → R medible. Entonces supn∈N fn , ´ n∈N fn ,
ınf
l´ sup fn y l´ inf fn son medibles.
ım ım
Demostraci´n. Si llamamos g(x) = supn∈N fn (x), entonces
o
{x : g(x) > α} = {x : fn (x) > α},
n∈N
a ınfimo pues ´ fn = − sup(−fn )).
de modo que g es medible (an´logamente con el ´ ınf
Como l´ sup fn = ´ k∈N supn≥k fn , entonces es una funci´n medible (an´logamente con el
ım ınf o a
l´
ımite inferior).
25. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 25
Corolario 1.3.24. Si (fn )n∈N es una sucesi´n de funciones medibles y f (x) = l´ fn (x),
o ım
entonces f es medible.
Ejemplo. Para probar que la funci´n de Dirichlet f = χQ es medible en [0, 1], consideramos
o
1 si x ∈ {r1 , . . . , rn }
la sucesi´n fn (x) =
o donde {r1 , . . . , rn , . . . } es una ordenaci´n de los
o
0 en el resto,
racionales en [0, 1]. Es f´cil comprobar que cada fn es medible (basta determinar el conjunto
a
{x : fn (x) > r} en los casos r ≥ 1, 0 ≤ r < 1 y r < 0). Como l´ fn (x) = f (x), ∀x ∈ [0, 1],
ım
entonces f es medible.
Definici´n. Decimos que una propiedad se cumple en casi todo punto (o casi seguramente,
o
abreviadamente c.s.) cuando el conjunto donde no es cierta tiene medida cero.
En particular se dice que f = g c.s. cuando ambas funciones tienen el mismo dominio y
m({x : f (x) = g(x)}) = 0. Del mismo modo, decimos que fn → f c.s. cuando existe un
conjunto E de medida cero tal que fn (x) → g(x), para todo x ∈ E.
Proposici´n 1.3.25. Si f es medible y f = g c.s., entonces g es medible.
o
Demostraci´n. Sean A = {x : f (x) > α} y B = {x : g(x) > α}. Por hip´tesis, A es medible
o o
y m(A B) = m(B A) = 0. Entonces
B = (B A) ∪ (B ∩ A) = (B A) ∪ (A (A B))
es medible.
Los ejemplos b´sicos de funciones medibles son las funciones escalonadas y las funciones sim-
a
ples: las primeras son los elementos b´sicos en la teor´ de integraci´n de Riemann mientras
a ıa o
las segundas lo ser´n en la teor´ de integraci´n de Lebesgue.
a ıa o
Definici´n. Se llama funci´n escalonada a una funci´n que se puede escribir como combi-
o o o
naci´n lineal de funciones caracter´
o ısticas de intervalos en R. As´ si f es escalonada, existen
ı,
constantes {a1 , . . . , , aN } e intervalos {I1 , . . . , IN } tales que
N
f (x) = ai χIi (x).
i=1
Por otra parte, diremos que ϕ es una funci´n simple si
o
N
ϕ(x) = ai χEi (x),
i=1
donde Ei son medibles y de medida finita.
Esta representaci´n no es unica pero una funci´n es simple si y s´lo si es medible y toma s´lo
o ´ o o o
un n´mero finito de valores.
u
n
Si ϕ es simple y su conjunto de valores no nulos es {a1 , . . . , an }, entonces ϕ = ai χAi , con
i=1
Ai = {x : ϕ(x) = ai }. Esta es la llamada representaci´n can´nica de ϕ y se caracteriza
o o
porque Ai son disjuntos y ai son distintos y no nulos.
26. 26 1.3. Tres principios de Littlewood
Veamos que las funciones medibles pueden aproximarse por funciones simples.
Proposici´n 1.3.26. Sea f : D → R.
o
a) Existe una sucesi´n de funciones simples que converge puntualmente a f .
o
b) Si f es acotada, se puede elegir la sucesi´n para que converja uniformemente a f .
o
Demostraci´n. Supondremos que f ≥ 0 (en el caso general se descompone f como diferencia
o
de funciones no negativas a las que se aplica el razonamiento siguiente).
a) Para cada n ∈ N y cada i con 1 ≤ i ≤ n · 2n , sea
i−1 i
Eni = x∈D: n
≤ f (x) < n .
2 2
As´ Eni ∩ Enj = ∅, si 1 ≤ i, j ≤ n · 2n , i = j, y
ı,
n·2n
En = Eni = {x ∈ D : f (x) < n}.
i=1
Definimos
n·2n
i−1
ϕn (x) = · χEni + n · χEn , n ≥ 1,
c
2n
i=1
la cual es una funci´n simple. Veamos que l´ ϕn (x) = f (x), ∀x ∈ D:
o ım
Dado x ∈ D, si f (x) < ∞, para cualquier ε > 0, existe n0 ∈ N tal que 1/2n0 < ε y f (x) < n0 .
Por tanto, x ∈ En , para todo n ≥ n0 , con lo que existe i ∈ [1, n · 2n ] tal que x ∈ Eni . Entonces
i−1 i i−1
n
≤ f (x) < n y ϕn (x) = n .
2 2 2
As´ pues, 0 ≤ f (x) − ϕn (x) < 1/2n < ε, ∀n ≥ n0 .
ı
c
En el caso de que f (x) = ∞, entonces f (x) ≥ n, ∀n ∈ N, es decir x ∈ En , ∀n ∈ N. Por tanto,
ϕn (x) = n con lo que l´ ϕn (x) = ∞ = f (x).
ım
b) Si f es acotada, existe M tal que f (x) < M , ∀x ∈ D. En este caso, D = En , ∀n ≥ M , con
lo que, dado ε > 0, podemos elegir n0 ∈ N tal que 1/2n0 < ε. Entonces 0 ≤ f (x) − ϕn (x) < ε,
∀x ∈ D, ∀n ≥ n0 , con lo que la convergencia es uniforme.
Observaci´n. Tambi´n es posible aproximar una funci´n medible por una sucesi´n de fun-
o e o o
ciones escalonadas. En este caso, sin embargo, la convergencia s´lo ser´ en casi todo punto. El
o a
caso particular de las funciones continuas en un intervalo cerrado s´ permite la convergencia
ı
uniforme mediante funciones escalonadas como veremos a continuaci´n. o
Si f es continua en [a, b], entonces es uniformemente continua. Por tanto, para cada m ∈ N,
existe δ > 0 tal que, ∀x, y ∈ [a, b],
|x − y| < δ =⇒ |f (x) − f (y)| < 1/m.
i(b−a)
Dado n ∈ N tal que δ > 1/n, sea ai = a + n , 0 ≤ i ≤ n. Entonces, si x ∈ [ai−1 , ai ),
|x − ai−1 | ≤ 1/n < δ.
27. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 27
Definimos gm (x) = n f (ai−1 ) · χ[ai−1 ,ai ) (x), ∀x ∈ [a, b), gm (b) = f (b). Entonces (gm ) es
i=1
una sucesi´n de funciones escalonadas que converge uniformemente a f .
o
A continuaci´n enunciamos el segundo principio de Littlewood, mediante el que aproximamos
o
cualquier funci´n medible por funciones continuas.
o
Proposici´n 1.3.27. Sea f : [a, b] → R una funci´n medible tal que {x : f (x) = ±∞} tiene
o o
medida cero. Entonces, dado ε > 0, existe una funci´n escalonada g y una funci´n continua
o o
h tales que |f − g| < ε y |f − h| < ε, excepto en un conjunto de medida menor que ε.
Si, adem´s, m ≤ f ≤ M , entonces podemos elegir g y h de modo que m ≤ g ≤ M y
a
m ≤ h ≤ M.
Esquema de la prueba.
Paso 1. Sea f : [a, b] → R una funci´n medible tal que {x : f (x) = ±∞} tiene medida cero.
o
Entonces, dado ε > 0, existe M ∈ R tal que |f | ≤ M excepto en un conjunto de medida
menor que ε/3.
Paso 2. Sea f : [a, b] → R una funci´n medible. Dados ε > 0 y M ∈ R, existe una funci´n
o o
simple ϕ = n αi χAi , con Ai = {x : ϕ(x) = αi }, tal que |f (x) − ϕ(x)| < ε excepto donde
i=1
|f (x)| ≥ M .
Si m ≤ f ≤ M , podemos elegir ϕ de modo que m ≤ ϕ ≤ M .
Paso 3. Dada una funci´n simple ϕ en [a, b], existe una funci´n escalonada g en [a, b] tal que
o o
ϕ(x) = g(x), excepto en un conjunto de medida menor que ε/3 (usar la proposici´n 1.3.17).
o
Si m ≤ ϕ ≤ M , podemos elegir g de modo que m ≤ g ≤ M .
Paso 4. Dada una funci´n escalonada g en [a, b], existe una funci´n continua h tal que
o o
g(x) = h(x), excepto en un conjunto de medida menor que ε/3.
Si m ≤ g ≤ M , podemos elegir h de modo que m ≤ h ≤ M .
1.3.3. Toda sucesi´n convergente de funciones medibles es casi uniforme-
o
mente convergente
El tercer principio de Littlewood establece la casi convergencia uniforme de las sucesiones
convergentes de funciones medibles. Su formulaci´n exacta es la siguiente.
o
Proposici´n 1.3.28 (teorema de Egorov). Sea E un conjunto medible con m(E) < ∞
o
y, para cada n ∈ N, fn : E → R una funci´n medible. Sea f : R → R una funci´n tal que
o o
fn (x) → f (x), para casi todo x ∈ E. Entonces, dados ε > 0 y δ > 0, existe un conjunto
medible A ⊂ E, con m(A) < δ, y N ∈ N tales que |fn (x) − f (x)| < ε, ∀x ∈ A y n ≥ N .
Demostraci´n. Sin p´rdida de generalidad, podemos suponer que fn (x) → f (x) para todo
o e
x ∈ E. Esto asegura que la funci´n f es medible.
o
Sea Gn = {x ∈ E : |fn (x) − f (x)| ≥ ε} y, para cada N ∈ N, llamamos
∞
EN = Gn = {x ∈ E : |fn (x) − f (x)| ≥ ε, para alg´n n ≥ N }.
u
n=N
28. 28 1.4. Integral de Lebesgue
As´ EN +1 ⊂ EN y, si x ∈ E, existe n0 tal que x ∈ En0 (debido a que fn (x) → f (x)). Esto
ı,
quiere decir que N ∈N EN = ∅, de donde l´ m(EN ) = 0 (por la proposici´n 1.3.16).
ım o
De este modo, dado δ > 0, existe N tal que m(EN ) < δ, o bien
m({x ∈ E : |fn (x) − f (x)| ≥ ε, para alg´n n ≥ N }) < δ.
u
Si llamamos A a dicho conjunto EN , entonces m(A) < δ y
Ac = {x ∈ E : |fn (x) − f (x)| < ε, ∀n ≥ N }.
Por tanto, (fn ) converge uniformemente a f en Ac .
Observaciones. 1) El teorema no asegura que puede obtenerse la convergencia uniforme en
n2 x
si x ∈ [0, 1/n]
todo el conjunto. Si consideramos, por ejemplo, la sucesi´n fn (x) = −n2 x + 2n
o si x ∈ [1/n, 2/n]
0 en el resto,
entonces fn → 0 en [0, 1] pero la convergencia no es uniforme en todo [0, 1].
2) Ni siquiera puede asegurarse la convergencia uniforme salvo en un conjunto de medida
cero. Para comprobarlo, sea gn = χ(0,1/n) , n ∈ N. La sucesi´n (gn )n∈N converge puntualmente
o
a cero en [0, 1] y, por el teorema de Egorov, la convergencia es casi uniforme. Sin embargo,
dicha sucesi´n no converge uniformemente salvo un conjunto de medida nula.
o
3) La hip´tesis m(E) < ∞ es esencial. Un ejemplo que lo prueba es la sucesi´n (χ[n,n+1) )
o o
definida en E = [0, ∞).
1.4. Integral de Lebesgue
Los conjuntos medibles y las funciones medibles ser´n los elementos b´sicos en la definici´n
a a o
de la integral de Lebesgue. Dicha integral ser´ una generalizaci´n de la integral de Riemann,
a o
manteniendo las propiedades b´sicas de linealidad pero aplicable a familias m´s amplias de
a a
funciones. En particular, su interpretaci´n como ´rea de figuras planas tambi´n es v´lida en
o a e a
los casos usuales.
Definiremos el concepto de integral de Lebesgue progresivamente para familias de funciones
cada vez mayores. En cada paso estableceremos las propiedades b´sicas, como la linealidad,
a
aditividad y monoton´ las cuales deber´n mantenerse en las sucesivas extensiones.
ıa, a
El primer paso ser´ establecer la integral de funciones simples, para luego extenderla a fun-
a
ciones medibles acotadas y medibles no negativas.
1.4.1. Definiciones y primeros resultados
Definici´n. Si ϕ es una funci´n simple que se anula fuera de un conjunto de medida finita,
o o
se define su integral de Lebesgue como
n
ϕ= ϕ(x) dx = ai · m(Ai )
i=1
29. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 29
n
si ϕ = ai · χAi es la representaci´n can´nica de ϕ.
o o
i=1
Si E es un conjunto medible, definimos
ϕ= ϕ · χE .
E
Veamos en primer lugar que la definici´n de integral no depende de la representaci´n de la
o o
funci´n.
o
n
Lema 1.4.1. Sea ϕ = ai · χEi , con Ei ∩ Ej = ∅, para i = j. Si cada Ei es un conjunto
i=1
medible con medida finita, entonces
n
ϕ= ai · m(Ei ).
i=1
Demostraci´n. Llamamos
o
Ea = {x : ϕ(x) = a} = Ei .
ai =a
Entonces los conjuntos Ea son disjuntos y a · m(Ea ) = ai · m(Ei ) por la aditividad de m.
ai =a
Adem´s, ϕ =
a aa · χEa , de donde
ϕ= a · m(Ea ) = ai · m(Ei ).
Proposici´n 1.4.2. Sean ϕ, ψ funciones simples que se anulan fuera de un conjunto de
o
medida finita. Entonces
a) (a · ϕ + b · ψ) = a · ϕ+b· ψ.
b) Si ϕ ≥ ψ c.s., entonces ϕ≥ ψ.
c) Si A ∩ B = ∅, entonces ϕ= ϕ+ ϕ.
A∪B A B
d) |ϕ| es tambi´n una funci´n simple y
e o ϕ ≤ |ϕ|.
Demostraci´n. a) Sean {Ai } y {Bj } los conjuntos correspondientes a las representaciones
o
can´nicas de ϕ y ψ, y A0 y B0 los conjuntos donde sea anulan ϕ y ψ, respectivamente.
o
Entonces los conjuntos Ek = Ai ∩ Bj forman una familia disjunta de conjuntos medibles y
podemos escribir
N N
ϕ= ak · χEk , ψ = bk · χEk
k=1 k=1
30. 30 1.4. Integral de Lebesgue
de modo que
N
aϕ + bψ = (a · ak + b · bk ) · χEk .
k=1
Por el lema anterior, (aϕ + bψ) = a ϕ+b ψ.
b) Como la integral de una funci´n simple no negativa c.s. es no negativa, entonces
o
ϕ− ψ= (ϕ − ψ) ≥ 0.
c) Teniendo en cuenta que, si A y B son disjuntos, χA∪B = χA + χB , de modo que
ϕ= ϕ · χA∪B = ϕ · χA + ϕ · χB = ϕ+ ϕ.
A∪B A B
N N
d) Si ϕ(x) = ak ·χEk (x) es la representaci´n can´nica de ϕ, entonces |ϕ(x)| =
o o |ak |·χEk .
k=1 k=1
Por tanto,
N N
ϕ = ak · m(Ek ) ≤ |ak | · m(Ek ) = |ϕ|.
k=1 k=1
Observaci´n. De este resultado deducimos que la restricci´n establecida en el lema anterior
o o
de que Ei ∩ Ej = ∅ no es necesaria.
El siguiente paso del proceso consiste en definir la integral para funciones acotadas. Para ello,
necesitaremos el siguiente resultado previo.
Proposici´n 1.4.3. Sea f : E → R acotada con m(E) finita. Son equivalentes:
o
a) ´
ınf ψ = sup ϕ, para todas las funciones simples ϕ, ψ.
f ≤ψ E f ≥ϕ E
b) f es medible.
Demostraci´n. Supongamos que |f (x)| ≤ M , ∀x ∈ E y que f es medible. Los conjuntos
o
Ek = {x : kM/n ≥ f (x) > (k − 1)M/n}, −n ≤ k ≤ n
n n
son medibles y disjuntos y k=−n Ek = E. Entonces m(E) = k=−n m(Ek ).
Si definimos las funciones simples
n
M
ψn (x) = k · χEk (x)
n
k=−n
n
M
ϕn (x) = (k − 1) · χEk (x)
n
k=−n
31. Cap´
ıtulo 1. Integral de Lebesgue en R 31
entonces ϕn (x) ≤ f (x) ≤ ψn (x), de donde
n
M
´
ınf ψ ≤ ψn = k · m(Ek )
ψ≥f E E n
k=−n
n
M
sup ϕ ≥ ϕn = (k − 1) · m(Ek ).
ϕ≤f E E n
k=−n
Por tanto,
n
M M
0≤´
ınf ψ − sup ϕ≤ m(Ek ) = m(E).
ψ≥f E ϕ≤f E n n
k=−n
Como n es arbitrario, ´
ınf ψ = sup ϕ.
ψ≥f E ϕ≤f E
Rec´
ıprocamente, supongamos que ´
ınf ψ = sup ϕ. Dado n ∈ N, existen ϕn y ψn tales
ψ≥f E ϕ≤f E
que ϕn (x) ≤ f (x) ≤ ψn (x) y ψn − ϕn < 1/n.
Entonces las funciones ψ ∗ = ´ ψn y ϕ∗ = sup ϕn son medibles y ϕ∗ (x) ≤ f (x) ≤ ψ ∗ (x).
ınf
Por otra parte, el conjunto ∆ = {x : ϕ∗ (x) < ψ ∗ (x)} es uni´n de los conjuntos ∆ν = {x :
o
ϕ ∗ (x) < ψ ∗ (x) − 1/ν}. Como ∆ ⊂ {x : ϕ (x) < ψ (x) − 1/ν} y la medida de este ultimo
´
ν n n
conjunto es menor que ν/n, entonces m(∆ν ) = 0.
En consecuencia, m(∆) = 0, lo que significa que ϕ∗ = ψ ∗ excepto en un conjunto de medida
cero, y ϕ∗ = f excepto en un conjunto de medida cero, con lo que f es tambi´n medible.
e
Definici´n. Si f : E → R, con m(E) < ∞, es medible y acotada, se define la integral de
o
Lebesgue de f sobre E como
f =´
ınf ψ : ψ es una funci´n simple con ψ ≥ f
o .
E E
Proposici´n 1.4.4. Sea f : [a, b] → R acotada. Si f es integrable Riemann en [a, b], entonces
o
b b
es medible y R f= f (donde indicamos por R f a la integral de Riemann de f ).
a [a,b] a
Demostraci´n. Como toda funci´n escalonada es simple,
o o
b b
R f ≤ sup ϕ≤´
ınf ψ≤R f.
ϕ≤f [a,b] ψ≥f [a,b] a
a
Como f es integrable Riemann, todas las desigualdades son igualdades y f es medible.
Proposici´n 1.4.5. Si f, g : E → R, con m(E) < ∞, son medibles y acotadas, entonces
o
i) (af + bg) = a f +b g.
E E E
ii) Si f = g c.s., f= g.
E E
32. 32 1.4. Integral de Lebesgue
iii) Si f ≤ g, c.s., f≤ g. En consecuencia, f ≤ |f |.
E E E E
iv) Si α ≤ f (x) ≤ β, α · m(E) ≤ f ≤ β · m(E).
E
v) Si A y B son conjuntos medibles disjuntos de medida finita, f= f+ f.
A∪B A B
Demostraci´n. i) Si ψ es simple, aψ tambi´n. Entonces
o e
- si a > 0, a·f = ´
ınf aψ = a · ´
ınf ψ=a f.
E ψ≥f E ψ≥f E E
- si a < 0, a·f = ´
ınf aϕ = a · sup ϕ=a· ´
ınf ψ=a f.
E ϕ≤f E ϕ≤f E ψ≥f E E
Si ψ1 y ψ2 son funciones simples mayores o iguales que f y g, respectivamente, entonces
ψ1 + ψ2 es una funci´n simple mayor o igual que f + g. As´ pues,
o ı
(f + g) ≤ (ψ1 + ψ2 ) = ψ1 + ψ2 .
E E E E
Tomando ´
ınfimos en el miembro de la derecha, resulta
(f + g) ≤ f+ g.
E E E
An´logamente, si ϕ1 ≤ f y ϕ2 ≤ g, entonces ϕ1 + ϕ2 ≤ f + g, de donde
a
(f + g) ≥ (ϕ1 + ϕ2 ) = ϕ1 + ϕ2 .
E E E E
Tomando supremos sobre las funciones simples ϕ1 y ϕ2 , resulta
(f + g) ≥ f+ g.
E E E
ii) Como f − g = 0 c.s., si ψ ≥ f − g, entonces ψ ≥ 0 c.s., de donde
ψ ≥ 0 =⇒ (f − g) ≥ 0.
E E
An´logamente se prueba que
a E (f − g) ≤ 0.
iii) Visto en ii).
iv) Basta observar que E 1 = m(E).
v) Basta observar que χA∪B = χA + χB y aplicar i).
1.4.2. Teoremas de convergencia
Llegados a este punto, ya estamos en condiciones de probar los resultados de convergencia
que convierten a la integral de Lebesgue en una herramienta b´sica del an´lisis y a la que no
a a
puede llegar la integral de Riemann.