Rocamadour es un pequeño pueblo en el sur de Francia conocido por su santuario mariano anidado en un acantilado. La ciudad está dividida en tres niveles, con santuarios en la parte superior dominados por murallas defensivas del siglo XIII-XIV. Los principales atractivos son la Basílica de Santo Salvador del siglos XI-XIII y la Capilla Milagrosa de Nuestra Señora que protege a la Virgen Negra, uno de los destinos finales de los peregrinos a Rocamadour.