Una presentación del Hno. Eduardo Gatti, que nos ayuda a celebrar la fiesta de S. Marcelino Champagnat. En algunos suscitará algún buen recuerdo de aquellos tiempos y con motivo de las próximas fiestas.
2. «Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra
conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la
luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de
fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida, no
podemos quedarnos indiferentes. Son los nuevos Montagne de hoy,
cuya realidad nos provoca y nos invita a ser generosos. Hoy, cuando
todavía existen tantos jóvenes que viven sin la fuerza, la luz y el
consuelo de la amistad con Dios » (Montagne, La Danza de la Misión)(Montagne, La Danza de la Misión)
3. “Montagne tiene hoy miles de rostros diferentes, y vive en realidades frecuentemente
muy distintas. Me parece muy significativo que en la vida del P. Champagnat escrita
por el H. Juan Bautista Furet no se habla nunca de Montagne, sino tan sólo de un
joven moribundo. De hecho, no sabemos si el joven del relato fue Montagne; incluso
parece que hay motivos históricos para dudar de que lo fuera”.
(Montagne, La Danza de la Misión)(Montagne, La Danza de la Misión)
4. En un contexto de cambio de época y de paradigmas, hemos sentido con
fuerza la necesidad de cambiar de perspectiva, de mirar a través de los ojos de
los niños pobres y de aprender a hacerlo con la mirada de ternura y de
misericordia de Dios. Y ha suscitado también entre nosotros un profundo
espíritu de comunión que vemos reflejado en dos proverbios africanos: “Si
quieres ir rápido, camina solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado” y “Yo
soy porque nosotros somos (ubuntu)” ((
(Montagne, La Danza de la Misión)(Montagne, La Danza de la Misión)
5. “Elevado al sacerdocio en 1816, fui colocado como vicario en una
parroquia rural; lo que vi con mis propios ojos me hizo sentir
todavía más vivamente la importancia de poner sin más en
ejecución el proyecto que meditaba hacía tiempo. Comencé, pues, a
formar algunos maestros. Les dí el nombre de Hermanitos de
María, muy convencido de que ese solo nombre atraería gran
número de candidatos”.
(PS 034 Carta al Rey Luis Felipe)
“Elevado al sacerdocio en 1816, fui colocado como vicario en una
parroquia rural; lo que vi con mis propios ojos me hizo sentir
todavía más vivamente la importancia de poner sin más en
ejecución el proyecto que meditaba hacía tiempo. Comencé, pues, a
formar algunos maestros. Les dí el nombre de Hermanitos de
María, muy convencido de que ese solo nombre atraería gran
número de candidatos”.
(PS 034 Carta al Rey Luis Felipe)
6. Todos estamos invitados a participar en la divina danza de la
misión. Hay sitio para todos; no importa la edad, las
competencias, la salud, las habilidades… Todos tenemos la
posibilidad de transparentar algo de la belleza y de la bondad de
Dios, independientemente de lo que hagamos o dejemos de hacer.
(Montagne, La Danza de la Misión)Montagne, La Danza de la Misión)
)
7. María, mujer de la escucha, abre
nuestros oídos; haz que sepamos
escuchar la Palabra de tu Hijo
Jesúsentre las mil palabras de
este mundo;
haz que sepamos escuchar
la realidad en la que vivimos,
cada persona que encontramos,
especialmente aquella que es
pobre, necesitada, en dificultad.
8. María, mujer de la
decisión,
ilumina nuestra mente y
nuestro corazón, para que
sepamos obedecer
a la Palabra de tu Hijo
Jesús, sin titubeos;
danos el coraje de la
decisión, de no dejarnos
arrastrar
para que otros orienten
nuestra vida.
María, mujer de la
decisión,
ilumina nuestra mente y
nuestro corazón, para que
sepamos obedecer
a la Palabra de tu Hijo
Jesús, sin titubeos;
danos el coraje de la
decisión, de no dejarnos
arrastrar
para que otros orienten
nuestra vida.
9. María, mujer de la acción,
haz que nuestras manos y
nuestros pies se muevan “de
prisa” hacia los otros,
para llevar la caridad y el amor
de tu Hijo Jesús, para llevar,
como tú,
la luz del Evangelio en el
mundo. Amén
(Papa Francisco, 31/05/2013)