1. .. No te sirve de nada y es inútil preguntarte: ¿Por qué está pasan do esto? Si todo el tiempo tienes en cuenta el ¿Por qué? de lo que te pasa, una sensación de desconcierto, perplejidad y confusión es lo que vas a obtener. Y aunque tengas un buen argumento, muy rara vez te va a dejar satisfecho. ¿Qué? o ¿Y ahora qué debo elegir?, son las únicas preguntas útiles y productivas que te debes plantear. Y te darás cuenta del poder y la fortaleza que recibirás de ellas. Así que no trates de entenderlo, de racionalizarlo. Enfócate en lo que ahora, deseas hacer o crear. Siempre mirando hacia adelante. Lo que realmente importa es lo que pienses hacer mañana, no sirve de nada obsesionarse con el pasado.