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La Comunidad Musulmana en la Argentina
Pedro Brieger, Enrique Herszkowich (Profesores de la cátedra Sociología de
Medio Oriente de la Universidad de Buenos Aires)1
Publicado en la revista "Todo es Historia".
Buenos Aires, mayo 2003. (En colaboración)
Introducción
La comunidad musulmana en la Argentina hace más de un siglo que
tiene presencia en este país. Dada su interrelación con la inmigración
árabe es una de las pocas comunidades religiosas-étnicas que ha tenido
mucha dificultad en testimoniar su propia historia, entre otros factores,
porque suele estar asociada a sus orígenes árabes. Hasta el día de hoy
ni siquiera existe una “historia oficial” de los musulmanes, dispersos por
varias provincias argentinas aunque la mayoría de ellos se encuentra en
la Ciudad de Buenos Aires, el núcleo político-económico-social del país, y
la Provincia de Buenos Aires que rodea la ciudad, y donde vive un tercio
de los argentinos. Debido a la dificultad de movilidad por un país que es
extenso y la falta de recursos económicos, en el marco de este trabajo
realizaremos una aproximación –en primer lugar- de la Ciudad de
Buenos Aires y su provincia homónima, sabiendo que esto implicará
datos parciales y conscientes de que la realidad de los musulmanes en
la Argentina merece una investigación de más largo plazo.
El eje de nuestro trabajo está concentrado en la inmigración, la
consolidación de la comunidad musulmana y su importante presencia
pública desde el acceso a la presidencia de la nación de Carlos Menem,
nacido en el seno de una familia musulmana.
Los orígenes de la comunidad
La comunidad musulmana en Argentina se originó en el marco de
la inmigración árabe a principios del siglo XX desde el Medio Oriente.
Los primeros inmigrantes musulmanes de los que hay registro oficial
procedentes de la región de Siria entre 1850 y 1860, buscando mejores
condiciones materiales que las que se les presentaban en el imperio
otomano. Una segunda ola de musulmanes arribó entre 1870 y la
Primera Guerra Mundial, y la última oleada, entre 1919 y 1926 al
1 En la investigación han colaborado Gabriela Grinfeld y Celina Vergés. Agradecemos los comentarios del
profesor Ricardo Shamsudín Elía.
consolidarse la dominación colonial en los territorios árabes del ex
imperio otomano.
Es decir que en Argentina prácticamente todos los musulmanes
inmigrantes eran de origen árabe, lo cual contribuyó a la inmediata
identificación, en el imaginario argentino, entre cultura árabe y religión
musulmana. Pero si de simplificaciones se trata, para el argentino
promedio todos los árabes eran simplemente “turcos”.
En un país en el que todos los españoles son “gallegos”, todos los
judíos “rusos” y todos los italianos “tanos”, aun sin haber nacido en
Galicia, Rusia o Nápoles, el gentilicio no era del todo errado para los
inmigrantes árabes. De hecho, hasta el final de la Primera Guerra
Mundial, eran, según consignaban sus pasaportes, turcos por provenir
de territorios bajo dominación otomana.
Ya en 1872 un funcionario de la Comisión Central de Inmigración
mencionaba el arribo de cuatro “turcos”. Al año siguiente serían
veintitrés, y al otro ocho. En 1899 aparecería la mención “árabe” en los
registros y recién en 1920 la distinción entre turcos, sirios, árabes o
libaneses. Por entonces los registros oficiales alternaban la
denominación de “turcos”, “árabes”, “sirios”, o incluso “musulmanes”3.
Es decir que al dar crédito a estas clasificaciones debemos tener en
cuenta tanto la identidad de los encuestados como el nivel de
alfabetismo y el rigor de los encuestadores.
Según los registros oficiales entre 1850 y 1950 arribaron a la
Argentina unos 108.000 inmigrantes provenientes del Medio Oriente4.
Se calcula que más del 70% de ellos profesaba religiones cristianas.
Según el censo de 1914, de una población total de 15.893.827
habitantes en el territorio argentino, 18.764 declaró profesar la religión
musulmana. En 1960, último censo que registró la confesión de los
censados, de una población total de 17.879.969 habitantes, los
musulmanes declarados eran 14.262. Es decir un porcentaje cercano al
0,10%. 5
En la segunda década del siglo XX el cónsul otomano en
Argentina, el emir druso Emín Arslán, calculaba que de todos los
súbditos del imperio arribados un 15% era musulmán. El líder de la
comunidad maronita de esa misma época, Alejandro Schamún elevaba
el porcentaje al 30%.6 Monseñor Meletios Swaity, arzobispo ortodoxo
del patriarcado de Antioquía en Buenos Aires (1956-1982), declaró en
3 Akmir, Abdelouahed: “La inmigración árabe en Argentina”, AAVV: El mundo árabe y América Latina,
Tres de cuatro soles, UNESCO/Libertarias/Prodhuf, 1997, página 58
4 Jozami, Gladys: “El retorno de los “turcos” en la Argentina de los noventa, En Ignacio Klich y Mario
Rapoport (eds.) Discriminación y Racismo en Latinoamérica. Buenos Aires, Ed. GEL, 1997 , página 78
5 Jozami, Gladys; idem, páginas 80 y 81
6 Akmir, Abdelouahed: op.cit. página 68 y Jozami, Gladys: op.cit página 83
1974 que había 1.200.000 árabes y descendientes de árabes (cristianos
y musulmanes) de los cuales el 40 por ciento sería musulmán.7 Por su
parte, Pedro Tshakmakian, director de Al Watan (La Patria) -único
mensuario (antes semanario) bilingüe árabe-castellano del país- asegura
que “en la Argentina hay 3 millones 600 mil descendientes de sirio
libaneses” musulmanes y cristianos.8
Prácticamente todos coinciden en afirmar que los inmigrantes
árabes se “mestizaron” rápidamente, lo que provocó la disminución del
número de los miembros en sus respectivas comunidades. De estos
inmigrantes, los musulmanes habrían sido los que más fieles se
mantuvieron a sus comunidades. Entre 1918 y 1930, por ejemplo, el
porcentaje de matrimonios exogámicos habría sido de 23% entre los
maronitas, 20% entre los ortodoxos, y 12% entre los musulmanes. Del
88% de los musulmanes que formaron parejas con árabes, el 77% lo
hizo con personas de religión musulmana. Sin embargo, al igual que el
resto de los inmigrantes árabes, los musulmanes también se asimilaron
rápidamente. En la segunda generación de musulmanes argentinos el
62% no hablaba el árabe, y sólo el 13% lo hacía correctamente. En la
tercera generación sólo el 4% lo habla en forma correcta, mientras que
el 87% no lo habla en absoluto9 lo que queda reflejado también en la
virtual desaparición de diarios y revistas en lengua árabe. Y es que en
una sociedad que les permitió una gran movilidad económica y social
muchas veces la identidad musulmana quedó relegada al ámbito del
hogar10
A partir de 1960 no existen registros oficiales acerca de la
cantidad de musulmanes que habitan en la Argentina, porque fue la
última vez que un censo registró la religión. Algunos representantes de
la comunidad hablan de la presencia de 900.000 musulmanes en la
actualidad. En 1993 el Imam Mahmud Hussain, director del Centro de
Altos Estudios Islámicos, reducía la cifra a 450.000. Pero lejos de las
cifras de estos dirigentes comunitarios, otros autores consideran que los
musulmanes en Argentina no superan los 50 ó 60.000.11 El profesor
del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) Ricardo Shamsudín
Elía menciona que en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores -
centro en el cual se supone se concentra la mayor cantidad de población
musulmana del país- existen 500 familias sunnitas, 400 alauitas, 200
7 Declaración a la revista Gente, Buenos Aires, 14 de febrero de 1974.
8 Entrevista con Pedro Tschakmakián, 31 de enero 2002. Si bien el diario, fundado hace 23 años, está dirigido
a los árabes –Tshakmakián es de origen armenio-palestino- siempre hay referencias a algún tema que
involucre a los musulmanes.
9 Akmir, Abdelouahed: op.cit. Páginas 87 a 95
10 Jozami, Gladys: op.cit. Página 85
11 Jozami, Gladys; idem.
shiítas, y 50 drusas repartidas en diferentes barrios. Además, menciona
dos pequeñas comunidades sufís (todos conversos según Elía), la
Yerrahiyyah de unas 50 personas y la Naqshbandiyyah de unas 70
personas.12 Los datos, extraoficiales, son importantes si se tiene en
cuenta que en promedio se habla en Argentina de familias tipo de cuatro
integrantes, lo que implicaría que en la ciudad de Buenos Aires habría
un poco más que 4500 musulmanes, muy alejado del imaginario popular
de los 3 millones que citan algunos.13 Para darle mayor contundencia a
sus datos respecto del escaso número de musulmanes, Elía recalca que
en Buenos Aires existen nada más que dos carnicerías que respetan la
tradición musulmana y un solo cementerio islámico. Un caso particular
es el pueblo La Angelita, de escasas 600 personas, a unos 250
kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, pero que los integrantes de la
comunidad musulmana suelen presentar orgullosos como el único
pueblo de mayoría musulmana y donde regularmente se escucha el
árabe en las calles.
Por su parte, Omar Ahmed Abboud14, Secretario de Cultura del
(CIRA) plantea la inconveniencia de calcular una cifra concreta. No
solamente por la ausencia de estadísticas oficiales, sino debido a la
dificultad en definir los criterios de inclusión en tales cifras. Afirma que,
a diferencia de las identidades nacionales, al tratarse de una religión no
se puede hablar de un “origen” musulmán en los descendientes de
musulmanes (lo que impediría realizar proyecciones demográficas).
Sugiere que, probablemente, los viernes asistan a las mezquitas de todo
el país unos tres o cuatro mil fieles, pero que es imposible contabilizar a
quienes realizan el rezo en sus hogares y señala que a la mezquita del
CIRA, Al-Ahmed, asisten los viernes al mediodía alrededor de 100 fieles.
El profesor Elía menciona unas 30 personas para la oración de los
viernes en la mezquita Al-Tauhid, shiíta, y un número similar en el
nuevo Complejo Cultural Islámico Rey Fahd (ver más adelante). Hay que
tener en cuenta también que en Argentina el viernes al mediodía es un
horario laborable.
Como la gran mayoría de los inmigrantes que se instalaron en la
ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, los musulmanes lo hicieron
agrupándose en determinados barrios en función de sus comunidades de
origen. A grandes rasgos pueden identificarse así cuatro centros de
radicación musulmana. Los sunníes, mayoritariamente llegados desde
Siria, se instalaron en el barrio de Constitución, cerca de donde se
12 Entrevista con el profesor del CIRA Ricardo Shamsudín Elía, 25 de febrero 2002.
13 Datos brindados por un miembro del CIRA durante el festejo de Eid al-Adha (la fiesta del sacrificio) el 22
de febrero 2002. Mientras Elía señala la existencia de tan sólo unas 50 familias drusas, el Presidente del
Consejo de la Comunidad Drusa, Sheij Rayi Mahmut, asegura que son 30 mil en todo el país.
14 Omar es el nieto de Ahmed Abboud, quien en 1953 publicó la que fuera, en palabras del profesor Ricardo
Elía “la mejor traducción del Corán al castellano del mundo”.
encuentra en la actualidad el Centro Islámico de la República Argentina.
Los shiítas, provenientes mayoritariamente del Líbano lo hicieron en el
barrio de Flores -al igual que gran parte de los judíos provenientes de
Siria y el Líbano- donde también se encuentra su mezquita, Al-Tauhid.
Los alauitas se instalaron en José Ingenieros, provincia de Buenos Aires,
aunque también cuentan en Capital Federal con otras dos “sociedades
de beneficencia”. Y los drusos lo hicieron alrededor de las Avenidas
Scalabrini Ortiz y Córdoba, al lado de uno de los barrios de mas
conocidos por la presencia de judíos asquenazíes.15
En la actualidad existen en la ciudad de Buenos Aires sólo tres
mezquitas. La mezquita Al-Tauhid, de la comunidad shiíta, creada en
1983 con participación directa de la embajada de Irán en la Argentina.
La mezquita Al-Ahmad, del CIRA, fundada en 1986, con el aporte de
capitales de Arabia Saudí y de Libia (ver más abajo). Por último, en el
2000 fue inaugurado el Centro Cultural Islámico Rey Fahd, en el barrio
de Palermo, por iniciativa de la casa real Saudí.16
En cuanto a la educación formal, existen dos escuelas: el Colegio
Argentino-Árabe "Omar Bin Al Jattab" perteneciente al Centro Islámico
(fundado en 1991) y el Instituto Árabe Argentino Islámico. Las dos
instituciones son laicas y abiertas a todo público, e imparten cultura
islámica en el turno tarde, en forma optativa, asistiendo a esos cursos
sólo el 30% de los alumnos. Es interesante aclarar que la mayoría de los
alumnos no pertenecen ni a la comunidad musulmana ni a la árabe.
Además de la tardía construcción de las mezquitas, casi un siglo
después del arribo de los primeros musulmanes, también es importante
destacar que, en toda la Capital Federal sólo existen dos carnicerías
halal, ambas en el barrio de Floresta, donde está el grueso de la
comunidad shiíta.
En la comunidad musulmana no existe una federación que unifique
a las distintas instituciones en una representación política común. Según
Mahmoud Hussain, él mismo intentó crear esa federación después del
atentado al edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina de
Buenos Aires. Tras el atentado, ocurrido en julio de 1994, se acusó, sin
15 Respecto de la integración entre judíos y árabes ver el interesante trabajo colectivo de Jozami, Gladys;
Bargman, Daniel, Bialogorski, Mirta “Arabs, Jews and Koreans in Argentina: A contemporary Perspective of
Different Types of Social and Symbolic Insertion”. En Anthropological Journal on European Cultures, Vol.
7, Nº2, 1998. Pp. 87-105
16 Es interesante notar que sobre la fecha de construcción de la mezquita Al-Ahmad y Al Tauhid hay
diferencias entre los investigadores. El dato no es menor, ya que refleja las dificultades por recabar datos
fidedignos y la rivalidad entre los gobiernos de Arabia Saudí e Irán que financiaron ambos proyectos. Gladys
Jozami en “El retorno de los turcos” (cita 4) señala que Al-Tauhid fue inaugurada en 1982 (pag.86). Por su
parte, Elizabeth Picard, en su trabajo “Les émigrants et leurs nations. Recompositions identitaires et
nouvelles mobilizations des arabes d’Argentine” (Les cahiers d l?IREMAM, ver cita 46) afirma que Al-
Ahmad fue construida en 1983 y Al Tauhid en 1985 siendo que en la placa que figura en la entrada de la
mezquita Al Tauhid de la calle San Nicolás 674 figura que fue fundada en octubre de 1983.
pruebas fehacientes, a miembros de la comunidad musulmana local de
haber apoyado a una organización terrorista proveniente del mundo
islámico. Frente a los ataques de la prensa contra la comunidad,
identificada por los medios masivos de difusión como responsable del
atentado, el Imam propuso la creación de una entidad política común.
Sin embargo, esa federación nunca se llevó a la práctica porque –según
Hussain- no obtuvo el compromiso suficiente de algunas instituciones, y
por lo tanto sólo pueden actuar en conjunto en forma defensiva, como
reacción a situaciones puntuales.17
Al analizar ese fracaso Mahmoud Hussain compara el
comportamiento de la comunidad musulmana con la judía. Mientras que
ésta, conciente de su condición minoritaria actúa en consecuencia,
creando las instituciones necesarias para protegerse, la comunidad
musulmana funciona con una “lógica de mayoría”. Ese comportamiento
tiene para Hussain un efecto paradójico. Por un lado, el universalismo
del Islam facilita la rápida integración de los musulmanes a las
sociedades en las que viven. Pero por otro lado, eso mismo “disuelve la
fuerza islámica, cuando en un conglomerado mayor la minoría islámica
tiende a desaparecer”. También el profesor Elía considera que, en
ciertas ocasiones, “sería ideal tener una DAIA18”, aunque en este
momento suene a utopía.
El Centro Islámico de la República Argentina
El CIRA fue creado por los primeros inmigrantes musulmanes con
el objeto de proporcionar a su comunidad una institución de referencia
que se ocupara de algunos problemas sociales o materiales de los recién
llegados. Durante mucho tiempo estos inmigrantes sólo podían estar
representados por el consulado del imperio otomano, y, como para
muchos árabes-musulmanes -súbditos del imperio- la identidad se
relacionaba más con una cuestión religiosa que “nacional”, el CIRA tuvo
el objetivo de brindar apoyo a la recientemente creada comunidad
musulmana.
Pareciera confirmarse que, a pesar de considerarse una institución
islámica, el objetivo no era meramente religioso, ya que la construcción
de su mezquita, Al-Ahmad, se realizó más de medio siglo después de la
formación del Centro. De hecho, hasta 1986, fecha en que se inauguró
la mezquita, las oraciones se realizaban en el oratorio del edificio
central.
17 Entrevista al Imam Mahmud Hussain, 24.5.1996
18 Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, ente que representa políticamente a la comunidad judía
de la República Argentina y que originariamente fue creada para luchar contra las expresiones antisemitas en
la Argentina.
Según Omar Ahmed Abboud, el CIRA es la “institución madre de
todos los musulmanes” en el país y la que representa a esta comunidad
frente al Estado. Sin embargo, reconoce que algunos líderes shiítas
pueden no sentirse representados por el Centro, ya que tienen su
propia comunidad. Pero sin aceptar participar de esta lucha por
“espacios políticos”, Abboud insiste en que el carácter central de la
institución se debe a que el CIRA “habla por todos” los musulmanes,
independientemente de la corriente de pensamiento con la cual se
identifiquen dentro del Islam. En cuanto a si el Estado también reconoce
al CIRA como la institución central, Abboud se muestra despreocupado:
“Nosotros no nos planteamos eso”. La institución es la central debido a
la “cantidad de gente que representa”. Sin embargo, como ya hemos
señalado, prefiere no estimar la cantidad de sus representados.
Según Abboud los objetivos actuales del CIRA son similares a los que
guiaron a sus fundadores. La prioridad deben ser los aspectos
relacionados con el trabajo social, independientemente del credo de
aquellos a los que se asista. En cuanto al Islam, el CIRA “no difunde,
sino que informa acerca de”. Abboud señala que el término difusión,
similar al llamado o dawa, es mal comprendido en occidente como un
acto proselitista. “No nos interesa que nadie abrace al Islam”, salvo los
que estén realmente interesados. Pero frente a la presencia del Islam en
los medios masivos de comunicación, y de los prejuicios en su contra, el
CIRA se dedica a informar acerca de “lo que no es el Islam, o acerca de
lo que es pero sin responderle a nadie”. Abboud está conforme con esta
participación del CIRA, ya que, asegura, el “Islam no es misionero”.
Además de su función de información y las campañas de asistencia
social, el CIRA tiene actividades sociales y culturales. Se imparten
cursos de idioma árabe, de religión islámica y hasta de cocina árabe.
Esto último se debe a una cuestión de herencia cultural, pero no a una
identificación de los musulmanes argentinos con lo árabe. En cuanto al
idioma, se incluye la enseñanza del árabe coloquial (además del clásico)
porque el idioma moderno permite comunicarse en todos los lugares
donde haya musulmanes.
La mayoría de los asistentes al CIRA son sunnítas, aunque Abboud
afirma que asisten también musulmanes de otras corrientes de
pensamiento. “También hay sufís, y hay gente en la Comisión Directiva
que es shiíta”. Según él, en Argentina se mantiene la proporción
observada a nivel mundial de “92% de sunnítas y 8% de otras
corrientes”, lo cual contrasta con opiniones de algunos dirigentes shiítas
que sostienen que en el país “la shía es mayoría”19. Pero Abboud afirma
nuevamente el carácter abierto del CIRA, que representa a los
musulmanes argentinos sean sunnítas, shiítas, drusos o alauitas.
19 Jozami, Gladys; op. Cit, página 86
Además, “son muy pocos los que pueden sostener ideológicamente un
argumento con respecto a la diferencia en sí”. Aunque, obviamente,
“aquel que se siente minoritario o impotente trata de marcar la
diferencia en pos de mantener su propia identidad”. Según el dirigente,
al CIRA no le preocupan esas diferencias, aunque lamenta que “no se
puede plantear ninguna conversación si el otro vive planteando
diferencias”.
En cuanto al grado de religiosidad de los fieles que asisten a Al-
Ahmad, Abboud responde que no es posible establecerlo, en tanto la
relación con la religión es individual. En esta reflexión Abboud advierte
que uno de los riesgos que enfrenta el Islam desde el siglo XX, también
en Argentina, es que los musulmanes “se aferren a la cáscara, es decir,
que reduzcan el Islam al corpus de ley”. Si bien ese corpus legal es
sumamente rico, eso sólo no representa la esencia del Islam. El
problema es que como esa esencia se alcanza en forma individual, y el
Islam “no es pastoral”, no es posible determinar si el fiel alcanza o no la
“fe pura”.
Hay relación entre esta apreciación y el criterio empleado por el
profesor Elía para considerar a alguien como musulmán. Según Elía se
debería incluir en esta categoría a todo aquel que crea que “no hay Dios
más que Dios y Muhammad es su profeta”. Si cree en eso y toma
alcohol, asesina o roba, “será el peor de los musulmanes, pero será
musulmán”. Este amplio criterio de inclusión, que convierte a la
pertenencia casi en una cuestión de conciencia, meramente individual,
dificulta aún más la posibilidad de establecer de manera fehaciente la
cantidad de musulmanes en la Argentina. Como Abboud también
considera que la religión es una cuestión individual piensa que el Sheik
es el que tiene la función de guiar, de despejar dudas en cuanto a la fe.
Pero no debería, desde su condición de Sheik hablar de política.
Esa es la razón por la cual el CIRA, a diferencia de algunos
representantes de instituciones shiítas, no ha tenido mucha participación
en los medios masivos de comunicación, a pesar del amplio espacio que
éstos otorgan al Islam cada vez que los acontecimientos políticos
mundiales lo convierten en noticia. Abboud explica que por lo general,
cuando un medio convoca a un líder islámico no es para consultarlo
sobre religión, sino para hablar de política, o incluso, para promover una
“nota de color” sobre culturas exóticas. Y mientras los religiosos judíos,
cristianos y musulmanes pueden encontrar puntos de comunión en la
religión, las cuestiones políticas son mucho más conflictivas. Para
alejarse aún más de la cuestión “política” Abboud afirma que muchas
veces los diferentes centros en los cuales los musulmanes participan
tienen que ver, más que con diferencias religiosas, con su barrio de
residencia.
En cuanto al Complejo Cultural Islámico Rey Fahd, Abboud
considera que cumplirá una función diferente a la del CIRA. Afirma que,
a pesar de que está previsto que desarrolle actividades educativas, ya
que cuenta, con una gran mezquita, biblioteca, áreas destinadas a jardín
de infantes, escuelas primaria y secundaria, salas de conferencias, áreas
de deporte y confiterías, etc. no podrá actuar como el representante de
la comunidad islámica. La razón -según Abboud- es que la gran mayoría
de la comunidad es profundamente argentina, mientras que el complejo
está relacionado con una embajada extranjera. Por otra parte, Abboud
considera que la construcción del complejo es positiva, ya que “para los
musulmanes siempre son necesarias las (nuevas) mezquitas” y
embellece la ciudad, además de que “significó una inversión en el país
de 50 millones de dólares”.
Abboud mencionó que una de las características de la comunidad
islámica que demuestra su integración a la sociedad es el alto
porcentaje de “fusiones”, es decir, de matrimonios de musulmanes con
no musulmanes. Afirma que no es una preocupación para el Centro,
además que, de serlo sería una “preocupación absurda”. En otras
palabras, las instituciones islámicas no consideran esas fusiones como
problemáticas. En primer lugar, porque la fe islámica es individual, y no
tiene que ver con la confesión de los padres. En segundo lugar, porque
“eso que sentencia el Profeta de que el amor a la patria es parte de la fe
lo tenemos bien clarito”. Parece coincidir en eso con el dirigente de la
mezquita shiíta Al-Tauhid, Abdul Karim Paz, nacido en Argentina fuera
de las comunidades árabe o islámica, quien afirma que los fieles que
concurren a su centro tienen una “identidad islámica con características
argentinas”20.
Ese sentimiento argentino, según Abboud se dio en las primeras
generaciones, a diferencia de algunos de los primeros inmigrantes, ya
que en los planes de muchos de ellos estaba regresar después de unos
años a sus lugares de origen, aunque la mayoría se haya radicado en el
país. Es la tercera generación de musulmanes argentinos la que parece
más interesada por los temas islámicos. Según Abboud, “la primera
generación vino a hacer dinero, la segunda se dedicó a gastarlo, y la
tercera, profundamente argentina, decidió volver al Islam”. Esta
consideración coincide con la realizada por el profesor Elía, que atribuye
este retorno al Islam de la tercera generación al impacto causado por la
Revolución Islámica en Irán, en 197921.
20 Idem.
21 Para el impacto de la Revolución islámica en los movimientos político-religiosos ver Herszkowich
Enrique, “El islamismo en Palestina: nacionalismo, política y religión”, Terceras Jornadas de Medio Oriente:
“Estados Unidos y el Medio Oriente después de la guerra del golfo”, Instituto de Relaciones Internacionales de la
Universidad Nacional de la Plata, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, 9 y 10 de noviembre de 2000.
Como todas las instituciones islámicas y judías del país, tanto la
sede del CIRA, como la mezquita y la escuela cuentan con protección
policial durante las 24 horas. Según Abboud a la institución no le gusta
tener custodia, aunque debido a la cantidad de delitos comunes (es
decir no relacionados con cuestiones políticas) que sufre la sociedad
argentina algunos miembros de la comunidad lo ven como algo positivo.
Esto es así sobre todo entre los padres de los alumnos que concurren a
la escuela que no son musulmanes. Estos padres se acercan porque
consideran que se trata de una buena escuela, y la seguridad que les
brinda la protección policial es vista como una ventaja más.
El Centro recibe también, sobre todo en su mezquita a recientes
inmigrantes musulmanes provenientes de África, sobre todo de Senegal
y Ghana. Sin embargo, el CIRA no ha formalizado ninguna gestión
frente al Estado para facilitar esta inmigración o la absorción de estos
inmigrantes en la sociedad argentina. Según Abboud cuando “alguien
tiene una necesidad la tiene que hacer manifiesta, y (estos inmigrantes)
no pidieron nada”.
Abboud declara que la existencia de figuras centrales de la política
nacional relacionadas de alguna manera con la comunidad islámica no
influyó en absoluto en el desarrollo de la institución. Ni el pasado
musulmán de Menem ni el mantenimiento de la religión musulmana de
Zulema Yoma significó un rédito para la institución, que intenta
mantenerse al margen de pronunciamientos políticos. financiamiento del
CIRA proviene exclusivamente del aporte de sus donantes privados y,
según se infiere de lo dicho por Abboud, el alquiler de algunos
inmuebles. No recibe fondos del Estado argentino ni de ninguna
embajada extranjera, si bien el CIRA fue relacionado en más de una
oportunidad con las embajadas de Arabia Saudí y de Libia. Según
Ricardo López Dusil, director de “El Corresponsal de Medio Oriente y
Africa” la construcción de la mezquita Al-Ahmad, inaugurada en 1986 y
el Colegio Argentino-Árabe, en 1991, fueron financiados -además del
aporte de la comunidad local- por los ministerios de Asuntos Religiosos
de Arabia Saudí y Libia.22 Por su parte, el Imam Mahmoud Hussain
asegura que el CIRA comenzó a impulsar sus actividades en la década
del setenta gracias al aporte material y humano enviado por Libia,
debido a las relaciones mantenidas con ese Estado por el embajador
argentino Omar Bakir durante las presidencias de Perón y de Menem.23
La mezquita Al-Ahmad tiene al frente al Sheij Ibrahim Desuque Al Alfi,
enviado al CIRA por Al-Azhar Assharif de Egipto. Es de suponer que la
presencia de un Sheij egipcio formado en Al-Azhar en una institución
financiada en sus orígenes por el régimen wahabbíta responde al intento
22 López Dusil, Ricardo; Mercado, Nº 1000. Marzo, 2001.
23 Entrevista al Imam Mahmud Hussain.
de representar a la mayoría de la comunidad musulmana. La posición de
Abboud es que, puesto que en el Islam no es necesario que esté
presente un sheik para poder rezar, esta función es, más que la de un
líder, la de una persona estudiosa capaz de despejar dudas o emitir
consejos. En cuanto a que el Sheij Ibrahim sea presentado por “La voz
del Islam”, órgano oficial del CIRA (números 43 y 45, 2001) como el
“Imam de los musulmanes en Argentina”, Abboud aclara que esa
denominación está destinada a los lectores argentinos, y por lo tanto, en
el lenguaje que estos lectores comprenden. El Sheij Ibrahim no conoce
el castellano, por lo que los sermones deben ser traducidos. Abboud
afirma que existen imames nacidos en Argentina, incluyendo al de la
mezquita shiíta Al-Tauhid, pero ninguno con la formación del Sheij
Ibrahim. Abboud no duda en afirmar que se trata de una falta de la
comunidad islámica argentina no contar con alguna figura así, sobre
todo en estos días de “alta exposición mediática”.
Política e Islam: la era del presidente Carlos Menem
Hasta las elecciones de 1989 los musulmanes en la Argentina no
tuvieron una gran actividad pública más allá de lo relacionado con la
propia comunidad, ni reclamó por sus derechos como minoría religiosa a
pesar de que la Constitución argentina discriminaba a todos aquellos
que no fueran católicos apostólicos romanos.24 Las instituciones
existentes y sus centros de culto sólo eran conocidos en los barrios
donde funcionaban o por los miembros de la comunidad que
frecuentaban los pequeños centros de estudio de árabe o del Corán. Los
apellidos de intelectuales (Asís, Massuh), o políticos (Saadi) no eran
conocidos por su pertenencia religiosa/nacional (musulmán/árabe)
pública sino por el lugar que ocupaban dentro de la sociedad a título
personal.
La constitución argentina vigente desde 1853 y modificada en varias
oportunidades mantiene invariable hasta el día de hoy que “El Gobierno
federal sostiene el culto católico apostólico romano.” No es un hecho
menor; según la constitución original para ser elegido presidente y
vicepresidente de la Nación había que “pertenecer a la comunión
católica apostólica romana”25. El acceso al poder de Carlos Menem el
10 de diciembre de 1989 y un conjunto de acuerdos políticos posteriores
es lo que posibilitó la modificación constitucional. De origen sirio, el
padre de Carlos Menem, Saúl Menehem y su madre Mohibe Akil,
llegaron de Yabrud a principios de siglo para instalarse en La Rioja, una
24 Entrevista a Omar Abu Arab, Federación de Entidades Arabees, enero 2002.
25 Artículo 76 de la Constitución. En Constitución de la Nación Argentina. Ed. La Rocca, Buenos Aires
1995; pag. 61
pequeña y pobre provincia fronteriza con Chile, otro país al cual habían
llegado muchos árabes. Su acceso al poder, más allá de las cuestiones
ideológicas, revolucionó el país. A pesar de definirse públicamente
como cristiano y de “ascendencia siria”,26 para el imaginario popular -
por sus orígenes- Menem era considerado árabe-musulmán. En 1988 el
periodista Rogelio García Lupo analizaba el lugar del aún candidato a la
presidencia a la luz de la controversia acerca de sus orígenes étnicos y
su relación con la ideología. “ La discusión sobre las raíces nacionales
de Menem –escribía García Lupo- podrá oscurecer el debate más
necesario acerca de las ideas reales del candidato y sobre todo de sus
aliados ocasionales. Es el momento que la sociedad argentina reflexione
sobre su propio racismo...”27
Si bien el ex presidente Menem es reacio a responder acerca de sus
orígenes y siempre afirma que sobre su mesa de luz están el Corán, la
Torá y los Santos Evangelios, su ex mujer, Zulema Yoma –que se
reconoce abiertamente como musulmana- afirma que Carlos Menem
abandonó el Islam y se convirtió al cristianismo en 1966 sólo para
dedicarse a la política porque su objetivo era llegar a la presidencia de la
nación. De todas maneras, ella sigue considerando que “Menem es
musulmán”.28 Según cuenta Zulema Yoma obispos de La Rioja le
pidieron que ella también se hiciera católica porque “Carlos Menem tenía
que llegar a la presidencia de la Nación”29, lo que rechazó
terminantemente. La Reforma Constitucional de 1994 en un trámite
bastante simple30, sin traumas y basado en el consenso31 modificó el
artículo que le impedía a cualquier ciudadano que no fuera católico de
ser elegido en el cargo máximo de la Nación. Además, según la
Constitución de 1853 al tomar posesión del cargo, el presidente y el
vicepresidente debían jurar en los siguientes términos: “Yo, N.N., juro
por Dios nuestro Señor y estos Santos Evangelios, desempeñar con
lealtad y patriotismo el cargo de presidente...”32. Desde 1994 el único
requisito para ser presidente es “haber nacido en el territorio argentino,
o ser hijo de ciudadano nativo”33 y “al tomar posesión de su cargo el
26 Conferencia de Carlos Menem en el Club Sirio. Citado en Jozami, Gladys; “La identidad nacional de los
llamados turcos en la Argentina”; Temas de Asia y Africa, Sección de Estudios de Asia y Africa. Facultad de
Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires 1993. Pag. 202
27 Jozami, Gladys; “El retorno...” Ob. cit. Pag. 86
28 Entrevista a Zulema Yoma, Buenos Aires, 5 de febrero 2002. La entrevista se realizó en el negocio de
venta de autos de la hija y sobre cuyo escritorio hay un ejemplar del Corán en árabe.
29 Idem.
30 Lopresti, Roberto Pedro; Constitución Argentina, Ed. Unilat, Buenos Aires 1998, pag. 25
31 Rosatti, Horacio y otros; La reforma de la Constitución, Santa fé, 1994. En Lopresti, Constitución... ob.
Cit. Pag 74
32 Artículo 93 de la Constitución. Idem, pag. 62/63
33 Art. 89 de la Constitución reformada. En Constitución... Ob. Cit. pag. 61
presidente y vicepresidente prestarán juramento, en manos del
presidente del Senado y ante el Congreso reunido en Asamblea,
respetando sus creencias religiosas, de: "desempeñar con lealtad y
patriotismo el cargo de presidente (o vicepresidente) de la Nación y
observar y hacer observar fielmente la Constitución de la Nación
Argentina.”respetando sus creencias religiosas”.34
Es importante analizar la toma de posesión del mayor cargo político por
parte de un ciudadano de origen árabe/musulmán/sirio y su incidencia
en la vida social argentina en el marco de dos hechos, el contexto
internacional y el nacional, ambos entrelazados. En el plano
internacional, la caída del Muro de Berlín y el resurgimiento de los
movimientos islámicos35 vino acompañado por la Guerra del Golfo con
la participación del gobierno de Carlos Menem enviando dos buques de
guerra.36 Ya antes de asumir como presidente Menem había
manifestado su interés en el Medio Oriente. En 1989 prometió que
visitaría Siria, su lugar de origen, después de asumir la presidencia y un
asistente suyo reconoció que el coronel Muammar Ghadafi había
contribuido con 4 millones de dólares a la campaña electoral. 37
Una vez en el poder el propio presidente Menem dio pié para que la
mitología popular creciera respecto de la representación
árabe/musulmán. Para el imaginario popular el entorno del presidente
tenía la representación del harén, como lo explica la periodista Norma
Morandini en su libro de título homónimo, porque aunque “en la
Argentina el harén no existe, pero sí un presidente que disfrutó de poder
como un califa y una mujer musulmana “repudiada”38 como autoriza el
Corán, que enterró su hijo según el rito musulmán.”39 Efectivamente, el
entorno del presidente estaba poblado de relaciones familiares en una
especie de juego con sus orígenes del Medio Oriente y su presente al
frente de un Estado, hasta tal punto, que la difusión del primer
encuentro, en Siria, con su mujer Zulema está teñido de la mitología de
las mil y una noches. 40
34 Art. 93 de la Constitución reformada. Idem. Pag. 62/63
35 Brieger, Pedro; “El resurgimiento del Islam”. En Communitas, (Revista Argentina de las Relaciones
Internacionales). Nº 4, Febrero 1993.
36 Brieger, Pedro; Medio Oriente y la Guerra del Golfo; Cap. 11, “Argentina y el Golfo”. Ed. Letra Buena,
Buenos Aires, 1991, pp. 181-199
37 Morandini, Norma; El Harén, Menem-Zulema-Seineldín. Los árabes y el poder político en la Argentina.
Ed. Sudamericana, Buenos Aires 1998. Pag. 198
38 La expresión “repudiada” como está utilizada por Morandini tiene una connotación peyorativa, siendo que
se refiere a la repudiación (talaq), o sea, el divorcio o disolución matrimonial. Véase Estevez
Brasa, M. Teresa; Derecho Civil Musulmán, Ed Depalma, Buenos Aires 1981. Pp. 437-469.
39 Morandini, Norma; El Harén... op. Cit. texto de contratapa.
40 Idem. Pag. 139
La cuñada del presidente Amira Yoma pasó a formar parte del staff de la
casa de gobierno y su marido sirio Ibrahim al Ibrahim -sin conocer el
castellano- accedió a un alto cargo en el Aeropuerto internacional de la
ciudad de Buenos Aires hasta que renunció en medio de un escándalo y
se fugó del país. Su hermano –que también se convirtió, en 1982- fue
presidente del Senado; su otro cuñado, Emir Yoma, fue su secretario
privado hasta que fue desplazado por estar involucrado en acusaciones
de lavado de dinero; su prima Rima Siman tuvo un cargo en la
embajada en Italia mientras que otra prima, Amira Akil, ocupaba un
cargo en la embajada en Siria; su otro cuñado Karim Yoma estuvo en
Asuntos Especiales de la Cancillería, su hermano Munir Menem fue
director de la Unidad Presidente, entre otros tantos familiares con
cargos públicos.41
Además, en un juego ambivalente, Menem no negaba totalmente sus
orígenes. Llegó a decir que era un descendiente de Mahoma y apareció
en un popularísimo programa de televisión bailando con una odalisca
árabe. Por otra parte, en la residencia presidencial el “kebbe”, el
“laban” y el “arak”, servían para agasajar a los huéspedes. A pesar de
haber gobernado la provincia de La Rioja en tres oportunidades con las
banderas del peronismo42, las medidas neoliberales de Carlos Menem
presidente provocaron el rechazo de amplios sectores de la sociedad y
en las manifestaciones callejeras opositoras se entonaba una canción
despectiva respecto de su origen musulmán: Con la entonación de un
muy popular jingle televisivo de los años ochenta “Traigan al gorila
musulmán para que vea, que este pueblo no cambia de idea, lucha y
pelea con las banderas de Evita y Perón.” 43
Sin embargo, no fue hasta los atentados contra la embajada de Israel y
contra el edificio central de la comunidad judía, que los musulmanes
como comunidad en su conjunto hicieron su gran aparición pública en la
sociedad argentina. El 17 de marzo de 1992 una bomba destruyó la
embajada de Israel en Buenos Aires donde murieron 29 personas. Casi
dos años después, el 18 de julio de 1994, un atentado provocó la
muerte de casi 100 personas en la Asociación Mutual Israelita Argentina
(AMIA), el histórico edificio de la comunidad judía. Desde los primeros
instantes el gobierno argentino –influenciado por la colaboración de los
41 Idem. Pag. 204
42 El peronismo es el movimiento fundado por Juan Domingo Perón (1895-1974) que fue presidente entre
1946 y 1955. Exiliado después de un golpe militar el 16 de setiembre de 1955 regresó a la Argentina el 20 de
junio de 1973 ganando por amplia mayoría las elecciones de ese año. Ver Reinaldo García, César; Historia de
los Grupos y Partidos Políticos de la República Argentina, Ed. Santa Clara, Buenos Aires 1985, p. 162
43 La expresión “gorila” tiene que ver con la popularización de una expresión despectiva hacia los militares
que derrocaron al General Juan Perón en 1995. Generalmente, los enemigos de los seguidores de Perón son
denominados "gorilas". Aunque Menem proviene del movimiento peronista, muchos consideran que su
gobierno ha dejado de lado las banderas históricas del movimiento.
servicios de inteligencia israelí y estadounidense- señaló a Irán como
responsable de los atentados44 realizándose la vinculación entre una
supuesta conexión internacional con otra “local” que implicaría
necesariamente la participación de miembros de la comunidad islámica
en la Argentina aunque ningún miembro de la comunidad islámica fuera
incriminado.45
El gobierno, los diferentes servicios de inteligencia, los periodistas –
nacionales y extranjeros- y la opinión pública comenzaron a interesarse
en el punto fronterizo que une a la Argentina con Paraguay y Brasil, más
conocido como “La Triple Frontera” porque allí confluyen la ciudad
argentina de Puerto Iguazú, la brasileña Foz de Iguazú y la paraguaya
Ciudad del Este, donde existe una importante comunidad islámica
proveniente del Líbano.
El Imam Moceen Tabtabai46 de Ciudad de Este asegura que “acá hay
muchos chiítas, muchos árabes fundamentalistas y algo locos, pero
hablar de campamentos terroristas es una exageración”.47
A fines de 1994 el director nacional de Migraciones extremó las
averiguaciones acerca de todo pasajero procedente de Medio Oriente o
que profesara la fe musulmana lo que implica calificar de sospechosos a
todos los musulmanes y árabes que ingresan a la Argentina. 48
En el año 2000 un informe del Departamento de Estados de Estados
Unidos sostenía que
“a pesar de algunos logros, la Triple Frontera sigue siendo el foco de
extremismo islámico en América latina” .49
44 Ver Baizán, Mario Angel; “Una, reflexión acerca de la experiencia argentina en materia de lucha contra el
terrorismo”. Conferencia dictada en el Seminario “El Estado Argentino ante las Nuevas Amenazas”,
organizado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Buenos Aires, Julio de
2001. Según Baizán la tarea de la Dirección Unificada de Investigaciones Antiterrorista (DUIA) de la Policía
Federal fue analizada por expertos del FBI y de los cuerpos expertos en la investigación antiterrorista del
Estado de Israel. Baizán es ex subsecretario de Inteligencia de estado y asesor del presidente Menem en
temas de seguridad.
45 En el Cuerpo Cuatro de la investigación oficial realizada por el Juez Juan José Galeano sobre el atentado a
la AMIA hay innumerables referencias a miembros de la Embajada de Irán en la Argentina y a ciudadanos
iraníes de paso por la Argentina. Causa 1156/94
46 El desconocimiento del islam y la superficialidad de las investigaciones periodísticas es la que seguramente
lleva a que el autor de la cita confunda el nombre Mohsen Tabatabae’í con el inexistente Moceen Tabtabai.
47 López Echagüe, Hernán; La Frontera. Viaje al misterioso triángulo de Brasil, Argentina y Paraguay. Ed.
Planeta, Buenos Aires 1997. Pag. 54
48 Lopez Dusil, Ricardo; ob. Cit.
49 “Tendencias del Terrorismo Internacional”. Documento del Departamento de Estado de los Estados Unidos
de América. 2/5/2000. Citado por Llenderrozas, Elsa; “Las amenazas transnacionales a la seguridad en el
Cono Sur: el escenario en la Triple Frontera de Argentina, Paraguay y Brasil.” Trabajo presentado en el XXIII
Congreso Internacional de Latin American Studies Association, (LASA) Washington D.C., 6-8 de septiembre
de 2001. Llenderrozas es actualmente (feb. 2002) integrante del gabinete de asesores del ministro de
defensa Horacio Jaunarena.
La comunidad islámica, ignorada por los medios de comunicación hasta
ese entonces, y las palabras “shi’a” y “sunna” comenzaron a aparecer
casi diariamente en todos los medios de comunicación y algunos de sus
líderes fueron invitados a importantes programas de televisión para que
intentaran explicar el porqué de la supuesta vinculación del Islam con el
terrorismo. La palabra fundamentalismo comenzó a ser utilizada como
sinónimo de musulmán y la comunidad islámica estigmatizada por su
vinculación a los atentados. En los primeros seis meses de 1995 el
diario Clarín, el más importante de la Argentina, utilizó la palabra
“fundamentalismo” en 104 artículos como sinónimo de fanatismo,
extremismo, y en líneas más generales de extremismo religioso
musulmán. En esos 6 meses, sólo en 3 artículos el fundamentalismo no
fue asociado al Islam50, lo que marca una tendencia respecto a la
asociación de una fenómeno con una comunidad en su conjunto.
La agresividad simplificadora de los medios de comunicación contra el
Islam también en la Argentina se convirtió en una realidad palpable. En
1996 escribíamos que la definición de la revista “El Mensaje del Islam”,
editada por el clérigo chiíta Mohsen Rabbani, como "tribuna del
oscurantismo religioso, del racismo antijudío y de la discriminación de la
mujer"51 era un signo de dicha agresividad ya que difícilmente alguna
revista de la comunidad judía sería calificada con tales epítetos por
periodistas argentinos sin que cayera sobre ellos una andanada de
críticas acusados de "posturas abiertamente antisemitas".52
La conmoción producida por los dos atentados que afectaron
directamente a la comunidad judía –aunque políticamente no tiene el
mismo significado el atentado a la representación diplomática del Estado
de Israel que el atentado al edificio de la comunidad judía argentina- y
su directa ligazón con algún sector islámico argentino o extranjero
incentivaron la certeza de que la comunidad judía sería víctima de un
nuevo atentado. Sin embargo, poco después del ataque a la mutual
judía en 1994 el presidente Menem afirmó que él también estaba
amenazado. “Soy considerado un traidor a la causa árabe –dijo-. Mi
situación es preocupante”53. En marzo de 1995, el hijo del presidente
Carlitos Menem murió al estrellarse el helicóptero que piloteaba. Su
madre, Zulema Yoma, insiste hasta el día de hoy en que el “tercer
atentado” fue el asesinato de su hijo y –aunque las acusaciones son
50 Brieger, Pedro (1996); “Some Reflections on the Diario Clarin and Fundamentalism'. MSANEWS
(msanews@faith.mynet.net), Ohio, USA.
51 Goobar, Walter; El Tercer Atentado. Ed. Sudamericana, Buenos Aires 1996, pag. 111
52 Brieger, Pedro; ¿Guerra Santa o Lucha Política? Entrevistas y debate sobre el islam. Ed. Biblos, Buenos
Aires 1996. Pp 48-49
53 Goobar, Op. Cit. Pag. 21
vagas- cree que su marido, siendo presidente de la nación, tuvo que
pagar alguna deuda.
El ex asesor presidencial y diputado de origen árabe, Alberto Samid,
afirmó en una entrevista que “Carlos Menem también es árabe.
Traicionó sus orígenes. Es como un judío que de pronto se vuelve nazi.
Pero no me sorprende. El suele hacerse amigo de sus peores
enemigos”.54 Las palabras de Samid, aunque ambiguas, ligan
directamente la muerte de Carlitos Menem a alguna de las
intervenciones del político Carlos Menem en el Medio Oriente. En el
mundo árabe existe la sensación de que Menem los "traicionó" ya que
antes de acceder a la presidencia alardeaba de sus posturas
"antisionistas" y "antiimperialistas" y una vez en el gobierno dio un giro
de ciento ochenta grados para apoyar abiertamente la política de
Washington y del Estado de Israel.
La muerte del hijo del presidente conmovió a la opinión pública y por
primera vez un funeral islámico pudo ser apreciado por millones de
personas, de alguna manera legitimando y asociando –aunque esta vez
de manera trágica- el dolor de una madre con la presencia islámica en el
país.
La década del noventa marcó la aparición “pública” de los musulmanes
en la Argentina, pero debido a los atentados mencionados y a los
estereotipos creados, los musulmanes estuvieron más preocupados por
demostrar que no tenían nada que ver con los atentados que en difundir
su religión. Sin embargo, y a diferencia de la comunidad judía, el hecho
de no haber sufrido graves y abiertas discriminaciones –hasta la década
del noventa- les dificultó la organización de una respuesta política
organizada frente a los ataques mediáticos. Más aún, según el Imam
Mahmoud Hussain los intentos que hubo para crear un organismo
político que representara a todos los musulmanes sin tomar en cuenta
las divisiones comunitarias fueron un fracaso.55
De todas maneras, hay que tener en cuenta que la vinculación de un
sector de la comunidad islámica con los atentados tiene que ver con el
hecho de que la mezquita Al-Tauhid dirigida por el Sheij Abdul Karim
Paz representa a un sector de la comunidad shiíta y está vinculada
desde su nacimiento con la revolución iraní, y que dicha revolución tuvo
como objetivo difundir su mensaje teológico-político a través de la
conformación de movimientos islámicos. Como lo señala el Imam
Mahmoud Hussain, “al principio apuntaba a algo menos político y más
religioso, pero en la época de la efervescencia de la Revolución Islámica,
54 Idem. Pag. 45
55 Brieger, Pedro; “Interview de l’Imam Mahmoud Hesain”. En Les Cahiers de L’IREMAM Nº 11, Les
arabes du Levant en Argentine. Institut de Recherches et d’Etudes sur le Monde Arabe et Musulman, CNRS-
Université d’Aix-Marseille, 1998. Pp. 89-90
como toda revolución, fue realmente más político que religioso. Hoy está
volviendo a ser más religioso que político. Abdul Karim Paz se separó de
mi enseñanza justamente porque decía que yo no era tan fervoroso en
favor de la Revolución Islámica de Irán y que había que obedecer a
Jomeini”.56
La mezquita más grande de la Argentina forma parte de un proyecto de
difusión del Islam emprendida por el reino de Arabia Saudí en el marco
de un Centro Cultural Islámico que porta el nombre de “Custodio de las
Dos Sagradas Mezquitas Rey Fahd” en honor al rey Fahd de Arabia
Saudita57. Por tal motivo las obras de construcción estuvieron
directamente supervisadas por el Ministerio de Asuntos Islámicos y
Auqaf (bienes religiosos) del Reino de Arabia Saudita58.
El Centro Cultural Islámico fue inaugurado el 25 de septiembre de 2000
en una ceremonia oficial con la presencia del presidente de la Argentina
Fernando de la Rúa y del Príncipe Abdullah Bin Abdul Aziz, heredero del
trono saudí en representación del Rey Fahd Bin Abdul Aziz que vino
especialmente para su inauguración. El proyecto global consta de una
mezquita con dos minaretes con capacidad para 1500 fieles y dos
colegios primario y secundario –uno para varones y otro para mujeres-
con 30 aulas que todavía no funcionan, una biblioteca, una sala de
conferencias. No cabe la menor duda de que la mezquita llama la
atención en una ciudad más parecida a Madrid o París que a El Cairo59.
Más de un año después de su apertura todavía parece una estructura
vacía por la escasa presencia de fieles y contrasta por su tamaño con las
otras dos mezquitas existentes en la ciudad de Buenos Aires
La ceremonia de los viernes a las 14 hs. es la que congrega más fieles.
En el hall central hay una foto de la Kaaba y una de Medina, en el
oratorio tienen una tela de la Kaaba regalo del príncipe heredero y nadie
oculta la ligazón existente entre el Centro y el reino de Arabia Saudí. Al
igual que en las otras dos mezquitas, tampoco desde ésta se escucha al
Mu’adhdhin (muezzin), “para no molestar” aclara Abdu Rahim el
secretario del director que encabeza las visitas guiadas abiertas y
públicas que se realizan todos los viernes para acercar a los no
musulmanes al Islam y que insiste en minimizar la importancia de otras
corrientes islámicas asociándolas con Irán y Afganistán ya que estas
“son sectas mezcladas con política”.60
56 Entrevista con el Imam Mahmoud Hussain.
57 www.centroculturalislamico.org/espanol/obra.html
58 Idem.
59 El-Naggar, Hisham; “Arabia Unveiled”, Al-Ahram weekly on-line, 12-18 Oct. 2000.
60 Visita a la mezquita, 8 de febrero 2002.
Tomando en cuenta que en la ciudad de Buenos Aires hay tres
mezquitas –además de varios centros oratorios- hay una diferencia
fundamental entre Al Tauhid y las otras dos:
los sermones de los viernes (khutba) se realizan en español sólo en Al
Tauhid dado que el Sheij Abdul Karim Paz es argentino, conoce la
realidad del país e incluso se permite bromear públicamente con la
suerte del actual presidente de la nación, Eduardo Duhalde durante la
celebración de Eid al-Adha61. Más aún, algunas actividades de la
mezquita Al Tauhid reflejan posiciones políticas que tienen que ver con
la realidad nacional. En más de una oportunidad se han manifestado
contra la deuda externa argentina y participan de un foro interreligioso
(Diálogo 2000) contra la deuda y la condena hacia el régimen militar
que gobernó entre 1976 y 1983, definido en su periódico El Muecín
como “dictadura militar”62. Además, el Sheij Abdul Karim Paz ha
manifestado su apoyo a los reclamos de los maestros, a quienes incluso
explicó que la expresión “gorila musulmán” (referida al entonces
presidente Menem) era un agravio a los musulmanes y al Islam63.
Conclusión
En los últimos años estamos en la presencia de una nuevo fenómeno, el
Islam se ha incorporado a la sociedad como algo más natural y ya nadie
se asombra si públicamente dice profesarlo, si existen programas de
radio que lo difunden64 o si Salma Haidar, la ministra de Bienestar
Social de la provincia de Jujuy, jura sobre el Corán.65
Los hijos y más que nada los nietos de musulmanes buscan sus orígenes
y tratan de acercarse a su propia historia y la de sus antepasados.
A pesar del desarrollo de algunas mezquitas y centros de estudio, a falta
de datos confiables es difícil afirmar que el número de musulmanes en la
Argentina crece o decrece. Esto obedece a varios motivos. En el seno
de las familias de origen musulmán se pierden las costumbres, desde el
árabe hasta las comidas o las bebidas. Hay relativamente poco material
de lectura en castellano sobre el Islam y mucho menos una transmisión
sistemática de la tradición religiosa. Existe una tendencia histórica
creciente de matrimonios “mixtos” donde los hijos pierden toda
61 Ceremonia del 22 de febrero 2002 en la mezquita Al Tauhid.
62 “La usura y la deuda externa”. En www1.organizacionislam.org.ar/usura.htm
63 www.organizacionislam.org.ar/noticia1.htm
64 Existen dos programas que se emiten regularmente en diferentes zonas. Al Nur, los miércoles de 22 a 23
en FM Flores; La Quiblah, los sábados de 13 a 15 hs. en AM 1600 que ya sale al aire hace 8 años y en el
barrio de Caseros, en la provincia de Buenos Aires hace 6 años que existe Radio Iman, definida como “La
radio islámica argentina” que emite todos los días entre 6 y 18 hs. salvo los domingos
65 La Gaceta de Tucumán, 13 de junio 1992; pag. 7
referencia al Islam y todavía se siente la falta de centros de estudios de
difusión masiva sobre el Islam. Pero las dificultades en el conocimiento
de la comunidad islámica de la Argentina radican en que aún no están
identificados los que se “definen” como musulmanes en su sentido más
amplio, no hay estudios específicos sobre la comunidad (ya que suelen
ser un subproducto de las investigaciones académicas sobre los árabes,
que también son escasas) y la memoria colectiva todavía está por ser
elaborada.

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Brieger

  • 1. La Comunidad Musulmana en la Argentina Pedro Brieger, Enrique Herszkowich (Profesores de la cátedra Sociología de Medio Oriente de la Universidad de Buenos Aires)1 Publicado en la revista "Todo es Historia". Buenos Aires, mayo 2003. (En colaboración) Introducción La comunidad musulmana en la Argentina hace más de un siglo que tiene presencia en este país. Dada su interrelación con la inmigración árabe es una de las pocas comunidades religiosas-étnicas que ha tenido mucha dificultad en testimoniar su propia historia, entre otros factores, porque suele estar asociada a sus orígenes árabes. Hasta el día de hoy ni siquiera existe una “historia oficial” de los musulmanes, dispersos por varias provincias argentinas aunque la mayoría de ellos se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires, el núcleo político-económico-social del país, y la Provincia de Buenos Aires que rodea la ciudad, y donde vive un tercio de los argentinos. Debido a la dificultad de movilidad por un país que es extenso y la falta de recursos económicos, en el marco de este trabajo realizaremos una aproximación –en primer lugar- de la Ciudad de Buenos Aires y su provincia homónima, sabiendo que esto implicará datos parciales y conscientes de que la realidad de los musulmanes en la Argentina merece una investigación de más largo plazo. El eje de nuestro trabajo está concentrado en la inmigración, la consolidación de la comunidad musulmana y su importante presencia pública desde el acceso a la presidencia de la nación de Carlos Menem, nacido en el seno de una familia musulmana. Los orígenes de la comunidad La comunidad musulmana en Argentina se originó en el marco de la inmigración árabe a principios del siglo XX desde el Medio Oriente. Los primeros inmigrantes musulmanes de los que hay registro oficial procedentes de la región de Siria entre 1850 y 1860, buscando mejores condiciones materiales que las que se les presentaban en el imperio otomano. Una segunda ola de musulmanes arribó entre 1870 y la Primera Guerra Mundial, y la última oleada, entre 1919 y 1926 al 1 En la investigación han colaborado Gabriela Grinfeld y Celina Vergés. Agradecemos los comentarios del profesor Ricardo Shamsudín Elía.
  • 2. consolidarse la dominación colonial en los territorios árabes del ex imperio otomano. Es decir que en Argentina prácticamente todos los musulmanes inmigrantes eran de origen árabe, lo cual contribuyó a la inmediata identificación, en el imaginario argentino, entre cultura árabe y religión musulmana. Pero si de simplificaciones se trata, para el argentino promedio todos los árabes eran simplemente “turcos”. En un país en el que todos los españoles son “gallegos”, todos los judíos “rusos” y todos los italianos “tanos”, aun sin haber nacido en Galicia, Rusia o Nápoles, el gentilicio no era del todo errado para los inmigrantes árabes. De hecho, hasta el final de la Primera Guerra Mundial, eran, según consignaban sus pasaportes, turcos por provenir de territorios bajo dominación otomana. Ya en 1872 un funcionario de la Comisión Central de Inmigración mencionaba el arribo de cuatro “turcos”. Al año siguiente serían veintitrés, y al otro ocho. En 1899 aparecería la mención “árabe” en los registros y recién en 1920 la distinción entre turcos, sirios, árabes o libaneses. Por entonces los registros oficiales alternaban la denominación de “turcos”, “árabes”, “sirios”, o incluso “musulmanes”3. Es decir que al dar crédito a estas clasificaciones debemos tener en cuenta tanto la identidad de los encuestados como el nivel de alfabetismo y el rigor de los encuestadores. Según los registros oficiales entre 1850 y 1950 arribaron a la Argentina unos 108.000 inmigrantes provenientes del Medio Oriente4. Se calcula que más del 70% de ellos profesaba religiones cristianas. Según el censo de 1914, de una población total de 15.893.827 habitantes en el territorio argentino, 18.764 declaró profesar la religión musulmana. En 1960, último censo que registró la confesión de los censados, de una población total de 17.879.969 habitantes, los musulmanes declarados eran 14.262. Es decir un porcentaje cercano al 0,10%. 5 En la segunda década del siglo XX el cónsul otomano en Argentina, el emir druso Emín Arslán, calculaba que de todos los súbditos del imperio arribados un 15% era musulmán. El líder de la comunidad maronita de esa misma época, Alejandro Schamún elevaba el porcentaje al 30%.6 Monseñor Meletios Swaity, arzobispo ortodoxo del patriarcado de Antioquía en Buenos Aires (1956-1982), declaró en 3 Akmir, Abdelouahed: “La inmigración árabe en Argentina”, AAVV: El mundo árabe y América Latina, Tres de cuatro soles, UNESCO/Libertarias/Prodhuf, 1997, página 58 4 Jozami, Gladys: “El retorno de los “turcos” en la Argentina de los noventa, En Ignacio Klich y Mario Rapoport (eds.) Discriminación y Racismo en Latinoamérica. Buenos Aires, Ed. GEL, 1997 , página 78 5 Jozami, Gladys; idem, páginas 80 y 81 6 Akmir, Abdelouahed: op.cit. página 68 y Jozami, Gladys: op.cit página 83
  • 3. 1974 que había 1.200.000 árabes y descendientes de árabes (cristianos y musulmanes) de los cuales el 40 por ciento sería musulmán.7 Por su parte, Pedro Tshakmakian, director de Al Watan (La Patria) -único mensuario (antes semanario) bilingüe árabe-castellano del país- asegura que “en la Argentina hay 3 millones 600 mil descendientes de sirio libaneses” musulmanes y cristianos.8 Prácticamente todos coinciden en afirmar que los inmigrantes árabes se “mestizaron” rápidamente, lo que provocó la disminución del número de los miembros en sus respectivas comunidades. De estos inmigrantes, los musulmanes habrían sido los que más fieles se mantuvieron a sus comunidades. Entre 1918 y 1930, por ejemplo, el porcentaje de matrimonios exogámicos habría sido de 23% entre los maronitas, 20% entre los ortodoxos, y 12% entre los musulmanes. Del 88% de los musulmanes que formaron parejas con árabes, el 77% lo hizo con personas de religión musulmana. Sin embargo, al igual que el resto de los inmigrantes árabes, los musulmanes también se asimilaron rápidamente. En la segunda generación de musulmanes argentinos el 62% no hablaba el árabe, y sólo el 13% lo hacía correctamente. En la tercera generación sólo el 4% lo habla en forma correcta, mientras que el 87% no lo habla en absoluto9 lo que queda reflejado también en la virtual desaparición de diarios y revistas en lengua árabe. Y es que en una sociedad que les permitió una gran movilidad económica y social muchas veces la identidad musulmana quedó relegada al ámbito del hogar10 A partir de 1960 no existen registros oficiales acerca de la cantidad de musulmanes que habitan en la Argentina, porque fue la última vez que un censo registró la religión. Algunos representantes de la comunidad hablan de la presencia de 900.000 musulmanes en la actualidad. En 1993 el Imam Mahmud Hussain, director del Centro de Altos Estudios Islámicos, reducía la cifra a 450.000. Pero lejos de las cifras de estos dirigentes comunitarios, otros autores consideran que los musulmanes en Argentina no superan los 50 ó 60.000.11 El profesor del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) Ricardo Shamsudín Elía menciona que en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores - centro en el cual se supone se concentra la mayor cantidad de población musulmana del país- existen 500 familias sunnitas, 400 alauitas, 200 7 Declaración a la revista Gente, Buenos Aires, 14 de febrero de 1974. 8 Entrevista con Pedro Tschakmakián, 31 de enero 2002. Si bien el diario, fundado hace 23 años, está dirigido a los árabes –Tshakmakián es de origen armenio-palestino- siempre hay referencias a algún tema que involucre a los musulmanes. 9 Akmir, Abdelouahed: op.cit. Páginas 87 a 95 10 Jozami, Gladys: op.cit. Página 85 11 Jozami, Gladys; idem.
  • 4. shiítas, y 50 drusas repartidas en diferentes barrios. Además, menciona dos pequeñas comunidades sufís (todos conversos según Elía), la Yerrahiyyah de unas 50 personas y la Naqshbandiyyah de unas 70 personas.12 Los datos, extraoficiales, son importantes si se tiene en cuenta que en promedio se habla en Argentina de familias tipo de cuatro integrantes, lo que implicaría que en la ciudad de Buenos Aires habría un poco más que 4500 musulmanes, muy alejado del imaginario popular de los 3 millones que citan algunos.13 Para darle mayor contundencia a sus datos respecto del escaso número de musulmanes, Elía recalca que en Buenos Aires existen nada más que dos carnicerías que respetan la tradición musulmana y un solo cementerio islámico. Un caso particular es el pueblo La Angelita, de escasas 600 personas, a unos 250 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, pero que los integrantes de la comunidad musulmana suelen presentar orgullosos como el único pueblo de mayoría musulmana y donde regularmente se escucha el árabe en las calles. Por su parte, Omar Ahmed Abboud14, Secretario de Cultura del (CIRA) plantea la inconveniencia de calcular una cifra concreta. No solamente por la ausencia de estadísticas oficiales, sino debido a la dificultad en definir los criterios de inclusión en tales cifras. Afirma que, a diferencia de las identidades nacionales, al tratarse de una religión no se puede hablar de un “origen” musulmán en los descendientes de musulmanes (lo que impediría realizar proyecciones demográficas). Sugiere que, probablemente, los viernes asistan a las mezquitas de todo el país unos tres o cuatro mil fieles, pero que es imposible contabilizar a quienes realizan el rezo en sus hogares y señala que a la mezquita del CIRA, Al-Ahmed, asisten los viernes al mediodía alrededor de 100 fieles. El profesor Elía menciona unas 30 personas para la oración de los viernes en la mezquita Al-Tauhid, shiíta, y un número similar en el nuevo Complejo Cultural Islámico Rey Fahd (ver más adelante). Hay que tener en cuenta también que en Argentina el viernes al mediodía es un horario laborable. Como la gran mayoría de los inmigrantes que se instalaron en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, los musulmanes lo hicieron agrupándose en determinados barrios en función de sus comunidades de origen. A grandes rasgos pueden identificarse así cuatro centros de radicación musulmana. Los sunníes, mayoritariamente llegados desde Siria, se instalaron en el barrio de Constitución, cerca de donde se 12 Entrevista con el profesor del CIRA Ricardo Shamsudín Elía, 25 de febrero 2002. 13 Datos brindados por un miembro del CIRA durante el festejo de Eid al-Adha (la fiesta del sacrificio) el 22 de febrero 2002. Mientras Elía señala la existencia de tan sólo unas 50 familias drusas, el Presidente del Consejo de la Comunidad Drusa, Sheij Rayi Mahmut, asegura que son 30 mil en todo el país. 14 Omar es el nieto de Ahmed Abboud, quien en 1953 publicó la que fuera, en palabras del profesor Ricardo Elía “la mejor traducción del Corán al castellano del mundo”.
  • 5. encuentra en la actualidad el Centro Islámico de la República Argentina. Los shiítas, provenientes mayoritariamente del Líbano lo hicieron en el barrio de Flores -al igual que gran parte de los judíos provenientes de Siria y el Líbano- donde también se encuentra su mezquita, Al-Tauhid. Los alauitas se instalaron en José Ingenieros, provincia de Buenos Aires, aunque también cuentan en Capital Federal con otras dos “sociedades de beneficencia”. Y los drusos lo hicieron alrededor de las Avenidas Scalabrini Ortiz y Córdoba, al lado de uno de los barrios de mas conocidos por la presencia de judíos asquenazíes.15 En la actualidad existen en la ciudad de Buenos Aires sólo tres mezquitas. La mezquita Al-Tauhid, de la comunidad shiíta, creada en 1983 con participación directa de la embajada de Irán en la Argentina. La mezquita Al-Ahmad, del CIRA, fundada en 1986, con el aporte de capitales de Arabia Saudí y de Libia (ver más abajo). Por último, en el 2000 fue inaugurado el Centro Cultural Islámico Rey Fahd, en el barrio de Palermo, por iniciativa de la casa real Saudí.16 En cuanto a la educación formal, existen dos escuelas: el Colegio Argentino-Árabe "Omar Bin Al Jattab" perteneciente al Centro Islámico (fundado en 1991) y el Instituto Árabe Argentino Islámico. Las dos instituciones son laicas y abiertas a todo público, e imparten cultura islámica en el turno tarde, en forma optativa, asistiendo a esos cursos sólo el 30% de los alumnos. Es interesante aclarar que la mayoría de los alumnos no pertenecen ni a la comunidad musulmana ni a la árabe. Además de la tardía construcción de las mezquitas, casi un siglo después del arribo de los primeros musulmanes, también es importante destacar que, en toda la Capital Federal sólo existen dos carnicerías halal, ambas en el barrio de Floresta, donde está el grueso de la comunidad shiíta. En la comunidad musulmana no existe una federación que unifique a las distintas instituciones en una representación política común. Según Mahmoud Hussain, él mismo intentó crear esa federación después del atentado al edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina de Buenos Aires. Tras el atentado, ocurrido en julio de 1994, se acusó, sin 15 Respecto de la integración entre judíos y árabes ver el interesante trabajo colectivo de Jozami, Gladys; Bargman, Daniel, Bialogorski, Mirta “Arabs, Jews and Koreans in Argentina: A contemporary Perspective of Different Types of Social and Symbolic Insertion”. En Anthropological Journal on European Cultures, Vol. 7, Nº2, 1998. Pp. 87-105 16 Es interesante notar que sobre la fecha de construcción de la mezquita Al-Ahmad y Al Tauhid hay diferencias entre los investigadores. El dato no es menor, ya que refleja las dificultades por recabar datos fidedignos y la rivalidad entre los gobiernos de Arabia Saudí e Irán que financiaron ambos proyectos. Gladys Jozami en “El retorno de los turcos” (cita 4) señala que Al-Tauhid fue inaugurada en 1982 (pag.86). Por su parte, Elizabeth Picard, en su trabajo “Les émigrants et leurs nations. Recompositions identitaires et nouvelles mobilizations des arabes d’Argentine” (Les cahiers d l?IREMAM, ver cita 46) afirma que Al- Ahmad fue construida en 1983 y Al Tauhid en 1985 siendo que en la placa que figura en la entrada de la mezquita Al Tauhid de la calle San Nicolás 674 figura que fue fundada en octubre de 1983.
  • 6. pruebas fehacientes, a miembros de la comunidad musulmana local de haber apoyado a una organización terrorista proveniente del mundo islámico. Frente a los ataques de la prensa contra la comunidad, identificada por los medios masivos de difusión como responsable del atentado, el Imam propuso la creación de una entidad política común. Sin embargo, esa federación nunca se llevó a la práctica porque –según Hussain- no obtuvo el compromiso suficiente de algunas instituciones, y por lo tanto sólo pueden actuar en conjunto en forma defensiva, como reacción a situaciones puntuales.17 Al analizar ese fracaso Mahmoud Hussain compara el comportamiento de la comunidad musulmana con la judía. Mientras que ésta, conciente de su condición minoritaria actúa en consecuencia, creando las instituciones necesarias para protegerse, la comunidad musulmana funciona con una “lógica de mayoría”. Ese comportamiento tiene para Hussain un efecto paradójico. Por un lado, el universalismo del Islam facilita la rápida integración de los musulmanes a las sociedades en las que viven. Pero por otro lado, eso mismo “disuelve la fuerza islámica, cuando en un conglomerado mayor la minoría islámica tiende a desaparecer”. También el profesor Elía considera que, en ciertas ocasiones, “sería ideal tener una DAIA18”, aunque en este momento suene a utopía. El Centro Islámico de la República Argentina El CIRA fue creado por los primeros inmigrantes musulmanes con el objeto de proporcionar a su comunidad una institución de referencia que se ocupara de algunos problemas sociales o materiales de los recién llegados. Durante mucho tiempo estos inmigrantes sólo podían estar representados por el consulado del imperio otomano, y, como para muchos árabes-musulmanes -súbditos del imperio- la identidad se relacionaba más con una cuestión religiosa que “nacional”, el CIRA tuvo el objetivo de brindar apoyo a la recientemente creada comunidad musulmana. Pareciera confirmarse que, a pesar de considerarse una institución islámica, el objetivo no era meramente religioso, ya que la construcción de su mezquita, Al-Ahmad, se realizó más de medio siglo después de la formación del Centro. De hecho, hasta 1986, fecha en que se inauguró la mezquita, las oraciones se realizaban en el oratorio del edificio central. 17 Entrevista al Imam Mahmud Hussain, 24.5.1996 18 Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, ente que representa políticamente a la comunidad judía de la República Argentina y que originariamente fue creada para luchar contra las expresiones antisemitas en la Argentina.
  • 7. Según Omar Ahmed Abboud, el CIRA es la “institución madre de todos los musulmanes” en el país y la que representa a esta comunidad frente al Estado. Sin embargo, reconoce que algunos líderes shiítas pueden no sentirse representados por el Centro, ya que tienen su propia comunidad. Pero sin aceptar participar de esta lucha por “espacios políticos”, Abboud insiste en que el carácter central de la institución se debe a que el CIRA “habla por todos” los musulmanes, independientemente de la corriente de pensamiento con la cual se identifiquen dentro del Islam. En cuanto a si el Estado también reconoce al CIRA como la institución central, Abboud se muestra despreocupado: “Nosotros no nos planteamos eso”. La institución es la central debido a la “cantidad de gente que representa”. Sin embargo, como ya hemos señalado, prefiere no estimar la cantidad de sus representados. Según Abboud los objetivos actuales del CIRA son similares a los que guiaron a sus fundadores. La prioridad deben ser los aspectos relacionados con el trabajo social, independientemente del credo de aquellos a los que se asista. En cuanto al Islam, el CIRA “no difunde, sino que informa acerca de”. Abboud señala que el término difusión, similar al llamado o dawa, es mal comprendido en occidente como un acto proselitista. “No nos interesa que nadie abrace al Islam”, salvo los que estén realmente interesados. Pero frente a la presencia del Islam en los medios masivos de comunicación, y de los prejuicios en su contra, el CIRA se dedica a informar acerca de “lo que no es el Islam, o acerca de lo que es pero sin responderle a nadie”. Abboud está conforme con esta participación del CIRA, ya que, asegura, el “Islam no es misionero”. Además de su función de información y las campañas de asistencia social, el CIRA tiene actividades sociales y culturales. Se imparten cursos de idioma árabe, de religión islámica y hasta de cocina árabe. Esto último se debe a una cuestión de herencia cultural, pero no a una identificación de los musulmanes argentinos con lo árabe. En cuanto al idioma, se incluye la enseñanza del árabe coloquial (además del clásico) porque el idioma moderno permite comunicarse en todos los lugares donde haya musulmanes. La mayoría de los asistentes al CIRA son sunnítas, aunque Abboud afirma que asisten también musulmanes de otras corrientes de pensamiento. “También hay sufís, y hay gente en la Comisión Directiva que es shiíta”. Según él, en Argentina se mantiene la proporción observada a nivel mundial de “92% de sunnítas y 8% de otras corrientes”, lo cual contrasta con opiniones de algunos dirigentes shiítas que sostienen que en el país “la shía es mayoría”19. Pero Abboud afirma nuevamente el carácter abierto del CIRA, que representa a los musulmanes argentinos sean sunnítas, shiítas, drusos o alauitas. 19 Jozami, Gladys; op. Cit, página 86
  • 8. Además, “son muy pocos los que pueden sostener ideológicamente un argumento con respecto a la diferencia en sí”. Aunque, obviamente, “aquel que se siente minoritario o impotente trata de marcar la diferencia en pos de mantener su propia identidad”. Según el dirigente, al CIRA no le preocupan esas diferencias, aunque lamenta que “no se puede plantear ninguna conversación si el otro vive planteando diferencias”. En cuanto al grado de religiosidad de los fieles que asisten a Al- Ahmad, Abboud responde que no es posible establecerlo, en tanto la relación con la religión es individual. En esta reflexión Abboud advierte que uno de los riesgos que enfrenta el Islam desde el siglo XX, también en Argentina, es que los musulmanes “se aferren a la cáscara, es decir, que reduzcan el Islam al corpus de ley”. Si bien ese corpus legal es sumamente rico, eso sólo no representa la esencia del Islam. El problema es que como esa esencia se alcanza en forma individual, y el Islam “no es pastoral”, no es posible determinar si el fiel alcanza o no la “fe pura”. Hay relación entre esta apreciación y el criterio empleado por el profesor Elía para considerar a alguien como musulmán. Según Elía se debería incluir en esta categoría a todo aquel que crea que “no hay Dios más que Dios y Muhammad es su profeta”. Si cree en eso y toma alcohol, asesina o roba, “será el peor de los musulmanes, pero será musulmán”. Este amplio criterio de inclusión, que convierte a la pertenencia casi en una cuestión de conciencia, meramente individual, dificulta aún más la posibilidad de establecer de manera fehaciente la cantidad de musulmanes en la Argentina. Como Abboud también considera que la religión es una cuestión individual piensa que el Sheik es el que tiene la función de guiar, de despejar dudas en cuanto a la fe. Pero no debería, desde su condición de Sheik hablar de política. Esa es la razón por la cual el CIRA, a diferencia de algunos representantes de instituciones shiítas, no ha tenido mucha participación en los medios masivos de comunicación, a pesar del amplio espacio que éstos otorgan al Islam cada vez que los acontecimientos políticos mundiales lo convierten en noticia. Abboud explica que por lo general, cuando un medio convoca a un líder islámico no es para consultarlo sobre religión, sino para hablar de política, o incluso, para promover una “nota de color” sobre culturas exóticas. Y mientras los religiosos judíos, cristianos y musulmanes pueden encontrar puntos de comunión en la religión, las cuestiones políticas son mucho más conflictivas. Para alejarse aún más de la cuestión “política” Abboud afirma que muchas veces los diferentes centros en los cuales los musulmanes participan tienen que ver, más que con diferencias religiosas, con su barrio de residencia.
  • 9. En cuanto al Complejo Cultural Islámico Rey Fahd, Abboud considera que cumplirá una función diferente a la del CIRA. Afirma que, a pesar de que está previsto que desarrolle actividades educativas, ya que cuenta, con una gran mezquita, biblioteca, áreas destinadas a jardín de infantes, escuelas primaria y secundaria, salas de conferencias, áreas de deporte y confiterías, etc. no podrá actuar como el representante de la comunidad islámica. La razón -según Abboud- es que la gran mayoría de la comunidad es profundamente argentina, mientras que el complejo está relacionado con una embajada extranjera. Por otra parte, Abboud considera que la construcción del complejo es positiva, ya que “para los musulmanes siempre son necesarias las (nuevas) mezquitas” y embellece la ciudad, además de que “significó una inversión en el país de 50 millones de dólares”. Abboud mencionó que una de las características de la comunidad islámica que demuestra su integración a la sociedad es el alto porcentaje de “fusiones”, es decir, de matrimonios de musulmanes con no musulmanes. Afirma que no es una preocupación para el Centro, además que, de serlo sería una “preocupación absurda”. En otras palabras, las instituciones islámicas no consideran esas fusiones como problemáticas. En primer lugar, porque la fe islámica es individual, y no tiene que ver con la confesión de los padres. En segundo lugar, porque “eso que sentencia el Profeta de que el amor a la patria es parte de la fe lo tenemos bien clarito”. Parece coincidir en eso con el dirigente de la mezquita shiíta Al-Tauhid, Abdul Karim Paz, nacido en Argentina fuera de las comunidades árabe o islámica, quien afirma que los fieles que concurren a su centro tienen una “identidad islámica con características argentinas”20. Ese sentimiento argentino, según Abboud se dio en las primeras generaciones, a diferencia de algunos de los primeros inmigrantes, ya que en los planes de muchos de ellos estaba regresar después de unos años a sus lugares de origen, aunque la mayoría se haya radicado en el país. Es la tercera generación de musulmanes argentinos la que parece más interesada por los temas islámicos. Según Abboud, “la primera generación vino a hacer dinero, la segunda se dedicó a gastarlo, y la tercera, profundamente argentina, decidió volver al Islam”. Esta consideración coincide con la realizada por el profesor Elía, que atribuye este retorno al Islam de la tercera generación al impacto causado por la Revolución Islámica en Irán, en 197921. 20 Idem. 21 Para el impacto de la Revolución islámica en los movimientos político-religiosos ver Herszkowich Enrique, “El islamismo en Palestina: nacionalismo, política y religión”, Terceras Jornadas de Medio Oriente: “Estados Unidos y el Medio Oriente después de la guerra del golfo”, Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de la Plata, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, 9 y 10 de noviembre de 2000.
  • 10. Como todas las instituciones islámicas y judías del país, tanto la sede del CIRA, como la mezquita y la escuela cuentan con protección policial durante las 24 horas. Según Abboud a la institución no le gusta tener custodia, aunque debido a la cantidad de delitos comunes (es decir no relacionados con cuestiones políticas) que sufre la sociedad argentina algunos miembros de la comunidad lo ven como algo positivo. Esto es así sobre todo entre los padres de los alumnos que concurren a la escuela que no son musulmanes. Estos padres se acercan porque consideran que se trata de una buena escuela, y la seguridad que les brinda la protección policial es vista como una ventaja más. El Centro recibe también, sobre todo en su mezquita a recientes inmigrantes musulmanes provenientes de África, sobre todo de Senegal y Ghana. Sin embargo, el CIRA no ha formalizado ninguna gestión frente al Estado para facilitar esta inmigración o la absorción de estos inmigrantes en la sociedad argentina. Según Abboud cuando “alguien tiene una necesidad la tiene que hacer manifiesta, y (estos inmigrantes) no pidieron nada”. Abboud declara que la existencia de figuras centrales de la política nacional relacionadas de alguna manera con la comunidad islámica no influyó en absoluto en el desarrollo de la institución. Ni el pasado musulmán de Menem ni el mantenimiento de la religión musulmana de Zulema Yoma significó un rédito para la institución, que intenta mantenerse al margen de pronunciamientos políticos. financiamiento del CIRA proviene exclusivamente del aporte de sus donantes privados y, según se infiere de lo dicho por Abboud, el alquiler de algunos inmuebles. No recibe fondos del Estado argentino ni de ninguna embajada extranjera, si bien el CIRA fue relacionado en más de una oportunidad con las embajadas de Arabia Saudí y de Libia. Según Ricardo López Dusil, director de “El Corresponsal de Medio Oriente y Africa” la construcción de la mezquita Al-Ahmad, inaugurada en 1986 y el Colegio Argentino-Árabe, en 1991, fueron financiados -además del aporte de la comunidad local- por los ministerios de Asuntos Religiosos de Arabia Saudí y Libia.22 Por su parte, el Imam Mahmoud Hussain asegura que el CIRA comenzó a impulsar sus actividades en la década del setenta gracias al aporte material y humano enviado por Libia, debido a las relaciones mantenidas con ese Estado por el embajador argentino Omar Bakir durante las presidencias de Perón y de Menem.23 La mezquita Al-Ahmad tiene al frente al Sheij Ibrahim Desuque Al Alfi, enviado al CIRA por Al-Azhar Assharif de Egipto. Es de suponer que la presencia de un Sheij egipcio formado en Al-Azhar en una institución financiada en sus orígenes por el régimen wahabbíta responde al intento 22 López Dusil, Ricardo; Mercado, Nº 1000. Marzo, 2001. 23 Entrevista al Imam Mahmud Hussain.
  • 11. de representar a la mayoría de la comunidad musulmana. La posición de Abboud es que, puesto que en el Islam no es necesario que esté presente un sheik para poder rezar, esta función es, más que la de un líder, la de una persona estudiosa capaz de despejar dudas o emitir consejos. En cuanto a que el Sheij Ibrahim sea presentado por “La voz del Islam”, órgano oficial del CIRA (números 43 y 45, 2001) como el “Imam de los musulmanes en Argentina”, Abboud aclara que esa denominación está destinada a los lectores argentinos, y por lo tanto, en el lenguaje que estos lectores comprenden. El Sheij Ibrahim no conoce el castellano, por lo que los sermones deben ser traducidos. Abboud afirma que existen imames nacidos en Argentina, incluyendo al de la mezquita shiíta Al-Tauhid, pero ninguno con la formación del Sheij Ibrahim. Abboud no duda en afirmar que se trata de una falta de la comunidad islámica argentina no contar con alguna figura así, sobre todo en estos días de “alta exposición mediática”. Política e Islam: la era del presidente Carlos Menem Hasta las elecciones de 1989 los musulmanes en la Argentina no tuvieron una gran actividad pública más allá de lo relacionado con la propia comunidad, ni reclamó por sus derechos como minoría religiosa a pesar de que la Constitución argentina discriminaba a todos aquellos que no fueran católicos apostólicos romanos.24 Las instituciones existentes y sus centros de culto sólo eran conocidos en los barrios donde funcionaban o por los miembros de la comunidad que frecuentaban los pequeños centros de estudio de árabe o del Corán. Los apellidos de intelectuales (Asís, Massuh), o políticos (Saadi) no eran conocidos por su pertenencia religiosa/nacional (musulmán/árabe) pública sino por el lugar que ocupaban dentro de la sociedad a título personal. La constitución argentina vigente desde 1853 y modificada en varias oportunidades mantiene invariable hasta el día de hoy que “El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano.” No es un hecho menor; según la constitución original para ser elegido presidente y vicepresidente de la Nación había que “pertenecer a la comunión católica apostólica romana”25. El acceso al poder de Carlos Menem el 10 de diciembre de 1989 y un conjunto de acuerdos políticos posteriores es lo que posibilitó la modificación constitucional. De origen sirio, el padre de Carlos Menem, Saúl Menehem y su madre Mohibe Akil, llegaron de Yabrud a principios de siglo para instalarse en La Rioja, una 24 Entrevista a Omar Abu Arab, Federación de Entidades Arabees, enero 2002. 25 Artículo 76 de la Constitución. En Constitución de la Nación Argentina. Ed. La Rocca, Buenos Aires 1995; pag. 61
  • 12. pequeña y pobre provincia fronteriza con Chile, otro país al cual habían llegado muchos árabes. Su acceso al poder, más allá de las cuestiones ideológicas, revolucionó el país. A pesar de definirse públicamente como cristiano y de “ascendencia siria”,26 para el imaginario popular - por sus orígenes- Menem era considerado árabe-musulmán. En 1988 el periodista Rogelio García Lupo analizaba el lugar del aún candidato a la presidencia a la luz de la controversia acerca de sus orígenes étnicos y su relación con la ideología. “ La discusión sobre las raíces nacionales de Menem –escribía García Lupo- podrá oscurecer el debate más necesario acerca de las ideas reales del candidato y sobre todo de sus aliados ocasionales. Es el momento que la sociedad argentina reflexione sobre su propio racismo...”27 Si bien el ex presidente Menem es reacio a responder acerca de sus orígenes y siempre afirma que sobre su mesa de luz están el Corán, la Torá y los Santos Evangelios, su ex mujer, Zulema Yoma –que se reconoce abiertamente como musulmana- afirma que Carlos Menem abandonó el Islam y se convirtió al cristianismo en 1966 sólo para dedicarse a la política porque su objetivo era llegar a la presidencia de la nación. De todas maneras, ella sigue considerando que “Menem es musulmán”.28 Según cuenta Zulema Yoma obispos de La Rioja le pidieron que ella también se hiciera católica porque “Carlos Menem tenía que llegar a la presidencia de la Nación”29, lo que rechazó terminantemente. La Reforma Constitucional de 1994 en un trámite bastante simple30, sin traumas y basado en el consenso31 modificó el artículo que le impedía a cualquier ciudadano que no fuera católico de ser elegido en el cargo máximo de la Nación. Además, según la Constitución de 1853 al tomar posesión del cargo, el presidente y el vicepresidente debían jurar en los siguientes términos: “Yo, N.N., juro por Dios nuestro Señor y estos Santos Evangelios, desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de presidente...”32. Desde 1994 el único requisito para ser presidente es “haber nacido en el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo”33 y “al tomar posesión de su cargo el 26 Conferencia de Carlos Menem en el Club Sirio. Citado en Jozami, Gladys; “La identidad nacional de los llamados turcos en la Argentina”; Temas de Asia y Africa, Sección de Estudios de Asia y Africa. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires 1993. Pag. 202 27 Jozami, Gladys; “El retorno...” Ob. cit. Pag. 86 28 Entrevista a Zulema Yoma, Buenos Aires, 5 de febrero 2002. La entrevista se realizó en el negocio de venta de autos de la hija y sobre cuyo escritorio hay un ejemplar del Corán en árabe. 29 Idem. 30 Lopresti, Roberto Pedro; Constitución Argentina, Ed. Unilat, Buenos Aires 1998, pag. 25 31 Rosatti, Horacio y otros; La reforma de la Constitución, Santa fé, 1994. En Lopresti, Constitución... ob. Cit. Pag 74 32 Artículo 93 de la Constitución. Idem, pag. 62/63 33 Art. 89 de la Constitución reformada. En Constitución... Ob. Cit. pag. 61
  • 13. presidente y vicepresidente prestarán juramento, en manos del presidente del Senado y ante el Congreso reunido en Asamblea, respetando sus creencias religiosas, de: "desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de presidente (o vicepresidente) de la Nación y observar y hacer observar fielmente la Constitución de la Nación Argentina.”respetando sus creencias religiosas”.34 Es importante analizar la toma de posesión del mayor cargo político por parte de un ciudadano de origen árabe/musulmán/sirio y su incidencia en la vida social argentina en el marco de dos hechos, el contexto internacional y el nacional, ambos entrelazados. En el plano internacional, la caída del Muro de Berlín y el resurgimiento de los movimientos islámicos35 vino acompañado por la Guerra del Golfo con la participación del gobierno de Carlos Menem enviando dos buques de guerra.36 Ya antes de asumir como presidente Menem había manifestado su interés en el Medio Oriente. En 1989 prometió que visitaría Siria, su lugar de origen, después de asumir la presidencia y un asistente suyo reconoció que el coronel Muammar Ghadafi había contribuido con 4 millones de dólares a la campaña electoral. 37 Una vez en el poder el propio presidente Menem dio pié para que la mitología popular creciera respecto de la representación árabe/musulmán. Para el imaginario popular el entorno del presidente tenía la representación del harén, como lo explica la periodista Norma Morandini en su libro de título homónimo, porque aunque “en la Argentina el harén no existe, pero sí un presidente que disfrutó de poder como un califa y una mujer musulmana “repudiada”38 como autoriza el Corán, que enterró su hijo según el rito musulmán.”39 Efectivamente, el entorno del presidente estaba poblado de relaciones familiares en una especie de juego con sus orígenes del Medio Oriente y su presente al frente de un Estado, hasta tal punto, que la difusión del primer encuentro, en Siria, con su mujer Zulema está teñido de la mitología de las mil y una noches. 40 34 Art. 93 de la Constitución reformada. Idem. Pag. 62/63 35 Brieger, Pedro; “El resurgimiento del Islam”. En Communitas, (Revista Argentina de las Relaciones Internacionales). Nº 4, Febrero 1993. 36 Brieger, Pedro; Medio Oriente y la Guerra del Golfo; Cap. 11, “Argentina y el Golfo”. Ed. Letra Buena, Buenos Aires, 1991, pp. 181-199 37 Morandini, Norma; El Harén, Menem-Zulema-Seineldín. Los árabes y el poder político en la Argentina. Ed. Sudamericana, Buenos Aires 1998. Pag. 198 38 La expresión “repudiada” como está utilizada por Morandini tiene una connotación peyorativa, siendo que se refiere a la repudiación (talaq), o sea, el divorcio o disolución matrimonial. Véase Estevez Brasa, M. Teresa; Derecho Civil Musulmán, Ed Depalma, Buenos Aires 1981. Pp. 437-469. 39 Morandini, Norma; El Harén... op. Cit. texto de contratapa. 40 Idem. Pag. 139
  • 14. La cuñada del presidente Amira Yoma pasó a formar parte del staff de la casa de gobierno y su marido sirio Ibrahim al Ibrahim -sin conocer el castellano- accedió a un alto cargo en el Aeropuerto internacional de la ciudad de Buenos Aires hasta que renunció en medio de un escándalo y se fugó del país. Su hermano –que también se convirtió, en 1982- fue presidente del Senado; su otro cuñado, Emir Yoma, fue su secretario privado hasta que fue desplazado por estar involucrado en acusaciones de lavado de dinero; su prima Rima Siman tuvo un cargo en la embajada en Italia mientras que otra prima, Amira Akil, ocupaba un cargo en la embajada en Siria; su otro cuñado Karim Yoma estuvo en Asuntos Especiales de la Cancillería, su hermano Munir Menem fue director de la Unidad Presidente, entre otros tantos familiares con cargos públicos.41 Además, en un juego ambivalente, Menem no negaba totalmente sus orígenes. Llegó a decir que era un descendiente de Mahoma y apareció en un popularísimo programa de televisión bailando con una odalisca árabe. Por otra parte, en la residencia presidencial el “kebbe”, el “laban” y el “arak”, servían para agasajar a los huéspedes. A pesar de haber gobernado la provincia de La Rioja en tres oportunidades con las banderas del peronismo42, las medidas neoliberales de Carlos Menem presidente provocaron el rechazo de amplios sectores de la sociedad y en las manifestaciones callejeras opositoras se entonaba una canción despectiva respecto de su origen musulmán: Con la entonación de un muy popular jingle televisivo de los años ochenta “Traigan al gorila musulmán para que vea, que este pueblo no cambia de idea, lucha y pelea con las banderas de Evita y Perón.” 43 Sin embargo, no fue hasta los atentados contra la embajada de Israel y contra el edificio central de la comunidad judía, que los musulmanes como comunidad en su conjunto hicieron su gran aparición pública en la sociedad argentina. El 17 de marzo de 1992 una bomba destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires donde murieron 29 personas. Casi dos años después, el 18 de julio de 1994, un atentado provocó la muerte de casi 100 personas en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el histórico edificio de la comunidad judía. Desde los primeros instantes el gobierno argentino –influenciado por la colaboración de los 41 Idem. Pag. 204 42 El peronismo es el movimiento fundado por Juan Domingo Perón (1895-1974) que fue presidente entre 1946 y 1955. Exiliado después de un golpe militar el 16 de setiembre de 1955 regresó a la Argentina el 20 de junio de 1973 ganando por amplia mayoría las elecciones de ese año. Ver Reinaldo García, César; Historia de los Grupos y Partidos Políticos de la República Argentina, Ed. Santa Clara, Buenos Aires 1985, p. 162 43 La expresión “gorila” tiene que ver con la popularización de una expresión despectiva hacia los militares que derrocaron al General Juan Perón en 1995. Generalmente, los enemigos de los seguidores de Perón son denominados "gorilas". Aunque Menem proviene del movimiento peronista, muchos consideran que su gobierno ha dejado de lado las banderas históricas del movimiento.
  • 15. servicios de inteligencia israelí y estadounidense- señaló a Irán como responsable de los atentados44 realizándose la vinculación entre una supuesta conexión internacional con otra “local” que implicaría necesariamente la participación de miembros de la comunidad islámica en la Argentina aunque ningún miembro de la comunidad islámica fuera incriminado.45 El gobierno, los diferentes servicios de inteligencia, los periodistas – nacionales y extranjeros- y la opinión pública comenzaron a interesarse en el punto fronterizo que une a la Argentina con Paraguay y Brasil, más conocido como “La Triple Frontera” porque allí confluyen la ciudad argentina de Puerto Iguazú, la brasileña Foz de Iguazú y la paraguaya Ciudad del Este, donde existe una importante comunidad islámica proveniente del Líbano. El Imam Moceen Tabtabai46 de Ciudad de Este asegura que “acá hay muchos chiítas, muchos árabes fundamentalistas y algo locos, pero hablar de campamentos terroristas es una exageración”.47 A fines de 1994 el director nacional de Migraciones extremó las averiguaciones acerca de todo pasajero procedente de Medio Oriente o que profesara la fe musulmana lo que implica calificar de sospechosos a todos los musulmanes y árabes que ingresan a la Argentina. 48 En el año 2000 un informe del Departamento de Estados de Estados Unidos sostenía que “a pesar de algunos logros, la Triple Frontera sigue siendo el foco de extremismo islámico en América latina” .49 44 Ver Baizán, Mario Angel; “Una, reflexión acerca de la experiencia argentina en materia de lucha contra el terrorismo”. Conferencia dictada en el Seminario “El Estado Argentino ante las Nuevas Amenazas”, organizado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Buenos Aires, Julio de 2001. Según Baizán la tarea de la Dirección Unificada de Investigaciones Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal fue analizada por expertos del FBI y de los cuerpos expertos en la investigación antiterrorista del Estado de Israel. Baizán es ex subsecretario de Inteligencia de estado y asesor del presidente Menem en temas de seguridad. 45 En el Cuerpo Cuatro de la investigación oficial realizada por el Juez Juan José Galeano sobre el atentado a la AMIA hay innumerables referencias a miembros de la Embajada de Irán en la Argentina y a ciudadanos iraníes de paso por la Argentina. Causa 1156/94 46 El desconocimiento del islam y la superficialidad de las investigaciones periodísticas es la que seguramente lleva a que el autor de la cita confunda el nombre Mohsen Tabatabae’í con el inexistente Moceen Tabtabai. 47 López Echagüe, Hernán; La Frontera. Viaje al misterioso triángulo de Brasil, Argentina y Paraguay. Ed. Planeta, Buenos Aires 1997. Pag. 54 48 Lopez Dusil, Ricardo; ob. Cit. 49 “Tendencias del Terrorismo Internacional”. Documento del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América. 2/5/2000. Citado por Llenderrozas, Elsa; “Las amenazas transnacionales a la seguridad en el Cono Sur: el escenario en la Triple Frontera de Argentina, Paraguay y Brasil.” Trabajo presentado en el XXIII Congreso Internacional de Latin American Studies Association, (LASA) Washington D.C., 6-8 de septiembre de 2001. Llenderrozas es actualmente (feb. 2002) integrante del gabinete de asesores del ministro de defensa Horacio Jaunarena.
  • 16. La comunidad islámica, ignorada por los medios de comunicación hasta ese entonces, y las palabras “shi’a” y “sunna” comenzaron a aparecer casi diariamente en todos los medios de comunicación y algunos de sus líderes fueron invitados a importantes programas de televisión para que intentaran explicar el porqué de la supuesta vinculación del Islam con el terrorismo. La palabra fundamentalismo comenzó a ser utilizada como sinónimo de musulmán y la comunidad islámica estigmatizada por su vinculación a los atentados. En los primeros seis meses de 1995 el diario Clarín, el más importante de la Argentina, utilizó la palabra “fundamentalismo” en 104 artículos como sinónimo de fanatismo, extremismo, y en líneas más generales de extremismo religioso musulmán. En esos 6 meses, sólo en 3 artículos el fundamentalismo no fue asociado al Islam50, lo que marca una tendencia respecto a la asociación de una fenómeno con una comunidad en su conjunto. La agresividad simplificadora de los medios de comunicación contra el Islam también en la Argentina se convirtió en una realidad palpable. En 1996 escribíamos que la definición de la revista “El Mensaje del Islam”, editada por el clérigo chiíta Mohsen Rabbani, como "tribuna del oscurantismo religioso, del racismo antijudío y de la discriminación de la mujer"51 era un signo de dicha agresividad ya que difícilmente alguna revista de la comunidad judía sería calificada con tales epítetos por periodistas argentinos sin que cayera sobre ellos una andanada de críticas acusados de "posturas abiertamente antisemitas".52 La conmoción producida por los dos atentados que afectaron directamente a la comunidad judía –aunque políticamente no tiene el mismo significado el atentado a la representación diplomática del Estado de Israel que el atentado al edificio de la comunidad judía argentina- y su directa ligazón con algún sector islámico argentino o extranjero incentivaron la certeza de que la comunidad judía sería víctima de un nuevo atentado. Sin embargo, poco después del ataque a la mutual judía en 1994 el presidente Menem afirmó que él también estaba amenazado. “Soy considerado un traidor a la causa árabe –dijo-. Mi situación es preocupante”53. En marzo de 1995, el hijo del presidente Carlitos Menem murió al estrellarse el helicóptero que piloteaba. Su madre, Zulema Yoma, insiste hasta el día de hoy en que el “tercer atentado” fue el asesinato de su hijo y –aunque las acusaciones son 50 Brieger, Pedro (1996); “Some Reflections on the Diario Clarin and Fundamentalism'. MSANEWS (msanews@faith.mynet.net), Ohio, USA. 51 Goobar, Walter; El Tercer Atentado. Ed. Sudamericana, Buenos Aires 1996, pag. 111 52 Brieger, Pedro; ¿Guerra Santa o Lucha Política? Entrevistas y debate sobre el islam. Ed. Biblos, Buenos Aires 1996. Pp 48-49 53 Goobar, Op. Cit. Pag. 21
  • 17. vagas- cree que su marido, siendo presidente de la nación, tuvo que pagar alguna deuda. El ex asesor presidencial y diputado de origen árabe, Alberto Samid, afirmó en una entrevista que “Carlos Menem también es árabe. Traicionó sus orígenes. Es como un judío que de pronto se vuelve nazi. Pero no me sorprende. El suele hacerse amigo de sus peores enemigos”.54 Las palabras de Samid, aunque ambiguas, ligan directamente la muerte de Carlitos Menem a alguna de las intervenciones del político Carlos Menem en el Medio Oriente. En el mundo árabe existe la sensación de que Menem los "traicionó" ya que antes de acceder a la presidencia alardeaba de sus posturas "antisionistas" y "antiimperialistas" y una vez en el gobierno dio un giro de ciento ochenta grados para apoyar abiertamente la política de Washington y del Estado de Israel. La muerte del hijo del presidente conmovió a la opinión pública y por primera vez un funeral islámico pudo ser apreciado por millones de personas, de alguna manera legitimando y asociando –aunque esta vez de manera trágica- el dolor de una madre con la presencia islámica en el país. La década del noventa marcó la aparición “pública” de los musulmanes en la Argentina, pero debido a los atentados mencionados y a los estereotipos creados, los musulmanes estuvieron más preocupados por demostrar que no tenían nada que ver con los atentados que en difundir su religión. Sin embargo, y a diferencia de la comunidad judía, el hecho de no haber sufrido graves y abiertas discriminaciones –hasta la década del noventa- les dificultó la organización de una respuesta política organizada frente a los ataques mediáticos. Más aún, según el Imam Mahmoud Hussain los intentos que hubo para crear un organismo político que representara a todos los musulmanes sin tomar en cuenta las divisiones comunitarias fueron un fracaso.55 De todas maneras, hay que tener en cuenta que la vinculación de un sector de la comunidad islámica con los atentados tiene que ver con el hecho de que la mezquita Al-Tauhid dirigida por el Sheij Abdul Karim Paz representa a un sector de la comunidad shiíta y está vinculada desde su nacimiento con la revolución iraní, y que dicha revolución tuvo como objetivo difundir su mensaje teológico-político a través de la conformación de movimientos islámicos. Como lo señala el Imam Mahmoud Hussain, “al principio apuntaba a algo menos político y más religioso, pero en la época de la efervescencia de la Revolución Islámica, 54 Idem. Pag. 45 55 Brieger, Pedro; “Interview de l’Imam Mahmoud Hesain”. En Les Cahiers de L’IREMAM Nº 11, Les arabes du Levant en Argentine. Institut de Recherches et d’Etudes sur le Monde Arabe et Musulman, CNRS- Université d’Aix-Marseille, 1998. Pp. 89-90
  • 18. como toda revolución, fue realmente más político que religioso. Hoy está volviendo a ser más religioso que político. Abdul Karim Paz se separó de mi enseñanza justamente porque decía que yo no era tan fervoroso en favor de la Revolución Islámica de Irán y que había que obedecer a Jomeini”.56 La mezquita más grande de la Argentina forma parte de un proyecto de difusión del Islam emprendida por el reino de Arabia Saudí en el marco de un Centro Cultural Islámico que porta el nombre de “Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas Rey Fahd” en honor al rey Fahd de Arabia Saudita57. Por tal motivo las obras de construcción estuvieron directamente supervisadas por el Ministerio de Asuntos Islámicos y Auqaf (bienes religiosos) del Reino de Arabia Saudita58. El Centro Cultural Islámico fue inaugurado el 25 de septiembre de 2000 en una ceremonia oficial con la presencia del presidente de la Argentina Fernando de la Rúa y del Príncipe Abdullah Bin Abdul Aziz, heredero del trono saudí en representación del Rey Fahd Bin Abdul Aziz que vino especialmente para su inauguración. El proyecto global consta de una mezquita con dos minaretes con capacidad para 1500 fieles y dos colegios primario y secundario –uno para varones y otro para mujeres- con 30 aulas que todavía no funcionan, una biblioteca, una sala de conferencias. No cabe la menor duda de que la mezquita llama la atención en una ciudad más parecida a Madrid o París que a El Cairo59. Más de un año después de su apertura todavía parece una estructura vacía por la escasa presencia de fieles y contrasta por su tamaño con las otras dos mezquitas existentes en la ciudad de Buenos Aires La ceremonia de los viernes a las 14 hs. es la que congrega más fieles. En el hall central hay una foto de la Kaaba y una de Medina, en el oratorio tienen una tela de la Kaaba regalo del príncipe heredero y nadie oculta la ligazón existente entre el Centro y el reino de Arabia Saudí. Al igual que en las otras dos mezquitas, tampoco desde ésta se escucha al Mu’adhdhin (muezzin), “para no molestar” aclara Abdu Rahim el secretario del director que encabeza las visitas guiadas abiertas y públicas que se realizan todos los viernes para acercar a los no musulmanes al Islam y que insiste en minimizar la importancia de otras corrientes islámicas asociándolas con Irán y Afganistán ya que estas “son sectas mezcladas con política”.60 56 Entrevista con el Imam Mahmoud Hussain. 57 www.centroculturalislamico.org/espanol/obra.html 58 Idem. 59 El-Naggar, Hisham; “Arabia Unveiled”, Al-Ahram weekly on-line, 12-18 Oct. 2000. 60 Visita a la mezquita, 8 de febrero 2002.
  • 19. Tomando en cuenta que en la ciudad de Buenos Aires hay tres mezquitas –además de varios centros oratorios- hay una diferencia fundamental entre Al Tauhid y las otras dos: los sermones de los viernes (khutba) se realizan en español sólo en Al Tauhid dado que el Sheij Abdul Karim Paz es argentino, conoce la realidad del país e incluso se permite bromear públicamente con la suerte del actual presidente de la nación, Eduardo Duhalde durante la celebración de Eid al-Adha61. Más aún, algunas actividades de la mezquita Al Tauhid reflejan posiciones políticas que tienen que ver con la realidad nacional. En más de una oportunidad se han manifestado contra la deuda externa argentina y participan de un foro interreligioso (Diálogo 2000) contra la deuda y la condena hacia el régimen militar que gobernó entre 1976 y 1983, definido en su periódico El Muecín como “dictadura militar”62. Además, el Sheij Abdul Karim Paz ha manifestado su apoyo a los reclamos de los maestros, a quienes incluso explicó que la expresión “gorila musulmán” (referida al entonces presidente Menem) era un agravio a los musulmanes y al Islam63. Conclusión En los últimos años estamos en la presencia de una nuevo fenómeno, el Islam se ha incorporado a la sociedad como algo más natural y ya nadie se asombra si públicamente dice profesarlo, si existen programas de radio que lo difunden64 o si Salma Haidar, la ministra de Bienestar Social de la provincia de Jujuy, jura sobre el Corán.65 Los hijos y más que nada los nietos de musulmanes buscan sus orígenes y tratan de acercarse a su propia historia y la de sus antepasados. A pesar del desarrollo de algunas mezquitas y centros de estudio, a falta de datos confiables es difícil afirmar que el número de musulmanes en la Argentina crece o decrece. Esto obedece a varios motivos. En el seno de las familias de origen musulmán se pierden las costumbres, desde el árabe hasta las comidas o las bebidas. Hay relativamente poco material de lectura en castellano sobre el Islam y mucho menos una transmisión sistemática de la tradición religiosa. Existe una tendencia histórica creciente de matrimonios “mixtos” donde los hijos pierden toda 61 Ceremonia del 22 de febrero 2002 en la mezquita Al Tauhid. 62 “La usura y la deuda externa”. En www1.organizacionislam.org.ar/usura.htm 63 www.organizacionislam.org.ar/noticia1.htm 64 Existen dos programas que se emiten regularmente en diferentes zonas. Al Nur, los miércoles de 22 a 23 en FM Flores; La Quiblah, los sábados de 13 a 15 hs. en AM 1600 que ya sale al aire hace 8 años y en el barrio de Caseros, en la provincia de Buenos Aires hace 6 años que existe Radio Iman, definida como “La radio islámica argentina” que emite todos los días entre 6 y 18 hs. salvo los domingos 65 La Gaceta de Tucumán, 13 de junio 1992; pag. 7
  • 20. referencia al Islam y todavía se siente la falta de centros de estudios de difusión masiva sobre el Islam. Pero las dificultades en el conocimiento de la comunidad islámica de la Argentina radican en que aún no están identificados los que se “definen” como musulmanes en su sentido más amplio, no hay estudios específicos sobre la comunidad (ya que suelen ser un subproducto de las investigaciones académicas sobre los árabes, que también son escasas) y la memoria colectiva todavía está por ser elaborada.