Guia especial

CENTRO DE TECNOLOGIA DE LA MANUFACTURA AVANZADA
C.T.M.A
FORMACION PEDAGOGICA
GUIA ESPECIAL
SENA, Regional Antioquia

LECTURA No. 1

PEDRITO VA A LA ESCUELA
Era la primera vez que Pedrito iba a la escuela. Era bastante pequeño
y era una escuela muy grande, pero cuando Pedrito descubrió que
podía entrar a su salón desde la puerta que daba al exterior, se puso
feliz y la escuela ya no le parecía tan grande.

Una mañana, después de pasar un tiempo en la escuela, la maestra
dijo: “hoy vamos a hacer un dibujo”, “que bien”, pensó el pequeño; le
gustaba hacer dibujos, podía hacerlos de todas clases: leones, tigres,
pollos, vacas, trenes y barcos; sacó su caja de crayones y empezó a
dibujar. Pero, la maestra dijo: “esperen, aún no es tiempo de empezar”
y esperó a que todos estuvieran listos. “Ahora”, dijo la maestra, “vamos
a dibujar flores”. “Que bien”, pensó el niño, le gustaba hacer flores y
empezó a dibujar las más bellas con sus crayones rojos, naranjas y
azules. Pero la maestra dijo: “Yo les enseñaré como. Esperen”, y era
una rosa roja con el tallo verde. “Ahora”, dijo la maestra, “pueden
empezar”. El niño miró la flor que había hecho la maestra y luego vio la
que él había dibujado. Le gustaba más la suya, pero no lo dijo. Sólo
volteó la hoja e hizo una flor como la de la maestra: era roja con el tallo
verde.

Otro día, la maestra dijo: “Hoy vamos a hacer trabajos con plastilina”.
“Qué bien”, pensó el pequeño; le gustaba la plastilina; podía hacer toda
clase de cosas con ella: víboras, hombres de nieve, ratones, carros,
camiones, y empezó a estirar y a revolver su bola de plastilina. Pero, la
maestra dijo: “Esperen, aún no es tiempo de empezar” y, esperó a que

Elaboro: John Montoya A.

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todos estuvieran listos. “Ahora”, dijo la maestra, “vamos a hacer un
plato”. “Qué bien”, pensó el pequeño, le gustaba hacer platos y
comenzó a hacerlos de todas las formas y tamaños. Entonces, la
maestra dijo: “Esperen, yo les enseñaré cómo”, y les mostró como
hacer un solo plato hondo. “Ahora, ya pueden empezar”. El pequeño
miró el plato que había hecho la maestra, luego vio el que él había
formado, le gustaban más los suyos, pero no lo dijo. Sólo amasó otra
vez la plastilina e hizo un plato como el de la maestra.

Muy pronto, Pedrito aprendió a esperar, a ver y a hacer cosas iguales
a las de su maestra y no hacía más las de él.

Luego, sucedió que Pedrito y su familia se mudaron a otra casa en otra
ciudad y el pequeño tuvo que ir a otra escuela. Esta escuela era más
grande que la primera y no había puerta del exterior a su salón. Largos,
fríos y oscuros pasillos tuvo que recorrer para llegar a su salón. El
primer día, la maestra dijo: “Hoy vamos a hacer un dibujo”. “Muy bien”
pensó Pedrito, alistó su hoja, su lápiz y sus creyones y esperó a que la
maestra dijera, pero ella no dijo nada; sólo caminaba por el salón.
Cuando llegó donde él, le dijo: “¿no quieres hacer un dibujo?”. “No sé.
Hasta que tú lo hagas”, dijo Pedrito. La maestra le respondió: “Si todos
hicieran el mismo dibujo y usaran los mismos colores, ¿cómo sabría
quien hizo qué o cuál?”. “No sé”, contestó el niño y empezó a dibujar
una FLOR ROJA CON EL TALLO VERDE.


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GUIA ESPECIAL
LECTURA No. 2
Trabajo en Equipo
En el año de 1994, la selección colombiana de remo fue invitada al
campeonato mundial que se realizó en Australia. Obviamente, el
Comité Olímpico Colombiano se esmeró para prepararse
adecuadamente y realizar una “honrosa” presentación en el evento. La
empresa privada se unió a este proceso, patrocinando el equipo. La
selección viajó tres días antes del evento a Sydney. Iba integrada por:
 Un Jefe de remeros,
 dos auxiliares expertos en competencias,
 un especialista en cronometraje,
 un controlador de tiempos de remo,
 dos especialistas deportivos y,
 un remero.
En la competencia, la victoria la obtuvo el equipo de Japón, que tenía
un líder y siete remeros. El equipo de Colombia, llegó dos horas
después del último competidor. Se habían perdido y no encontraban el
camino de regreso. Fue la hecatombe. Se analizó el por qué se había
tenido un fracaso tan grande y se decidió reforzar el equipo que
participaría en el año siguiente. Se integró el equipo así:

 Un Jefe de remeros,
 un auxiliar experto en competencias,
 un especialista deportivo,
 un especialista controlador de tiempos de remo,
 un especialista en cronometraje,
 un experto en búsqueda y rescate,
 un especialista en motivación personal y,

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 un remero.
Llegó el día tan esperado, ésta vez la selección colombiana llegó cinco
días antes de la competencia. La victoria la obtuvo el equipo de Japón
que tenía un Líder y siete remeros. El equipo colombiano llegó tres
horas después del último competidor. El remero sufrió calambres en los
brazos y tuvieron que esperar a que se recuperara. De regreso, hubo
insultos, proclamas, amenazas de renuncia e incluso el Presidente tuvo
que intervenir para no liquidar el equipo. Se reunieron todos los
técnicos nacionales, trajeron expertos extranjeros y decidieron
conformar el nuevo equipo, ahora si, competitivo. La meta, ganar el
siguiente año. El equipo quedó conformado así:
 Un director técnico, extranjero y especialista en competencias de
remo,
 Un Jefe de remeros, especializado en Harvard,
 Un deportólogo, especialista en calambres musculares,
 Un controlador de tiempos de remo, especializado en África,
 Un especialista en cronometraje con posgrado en Cronómetro de
alta competencia,
 Un experto en búsqueda y rescate con Magíster en búsqueda
marina,
 Un experto en motivación personal con Doctorado en manejo
estratégico de alta gerencia y,
 Un remero.
Para asegurarse contra toda eventualidad, el Comité decidió que esta
vez el equipo colombiano, estaría en Sydney “una semana completa”
antes de la competencia, para un adecuado entrenamiento y
ambientación. La victoria fue del equipo japonés, que tenía un Líder y
siete remeros. El equipo colombiano, llegó cuatro horas después del
último competidor. Nadie dijo nada.
De regreso a Colombia, se reunió el Comité, se analizó el motivo del
fracaso y se llegó a la sabia y obvia conclusión que antes, nadie había


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tenido en cuenta. La falla principal era del remero. Se decidió
expulsarlo del equipo.


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