4. La presencia ya comenzada de Dios
mismo nos recuerda dos cosas:
5. • Que la presencia de Dios
en el mundo ya ha
comenzado,
y que Él está
presente
de una
manera oculta.
6. • Que esa presencia de Dios
acaba de comenzar, aún no es total,
está en proceso de crecimiento y
maduración.
7. Su presencia ya ha comenzado,
y somos nosotros, los
creyentes, quienes, por su
voluntad, hemos
de hacerlo
presente en el mundo.
8. La presencia de Dios ya comenzada
implica que el cristiano no mira
solamente a lo que ya ha sido y
ya ha pasado, sino también
a lo que está por venir.
9. En medio de todas
las desgracias del mundo,
el cristiano tiene la certeza
de que la simiente de luz
sigue creciendo oculta,
hasta que un día el bien
triunfará definitivamente y
todo le estará sometido:
“el día que Cristo vuelva”.
11. Una dimensión de futuro y de pasado,
que sólo tienen sentido si en el hoy
de nuestra vida somos capaces
de encontrarnos con el Señor.
12. Se nos invita a mirar el futuro
con ilusión y esperanza.
13. Nuestra esperanza está puesta
en el más allá, en un cielo nuevo
y una tierra nueva, y hacia la cual
peregrinamos.
14. Esa mirada hacia el futuro no nos evade del
presente, sino que proyecta una luz sobre
las realidades presentes que no están en
conformidad con los planes de Dios,
15. realidades que debemos transformar,
porque un cristiano no se siente cómodo
viviendo con ellas.
16.
17. • La esperanza.
Nuestro caminar en esta vida
está orientado hacia Dios,
donde Él va a reunir a todos
sus hijos en su Reino de Amor,
de Paz y de Justica.
18. • Preparar el camino
El Señor viene y nos trae
su salvación. Necesitamos trabajar
para que su salvación comience
a hacerse realidad.
19. • La alegría
Sabedores de que a pesar
de las dificultades, Dios es PadreMadre que no abandona a sus hijos/as
en las adversidades.
20. • La oración
Tiempo para la “lectura-reflexión”
de la Palabra de Dios que nos
ayuda a encontrarnos con Él y
descubrirlo en medio de nuestro
mundo.
21. • La paciencia
Saber esperar activamente
la venida de Cristo
en el presente y al final
de los tiempos sin dejarse perturbar
por ninguna adversidad.
22. • María de Nazaret es modelo
de esperanza y fe durante el Adviento.