Este documento resume las diferentes perspectivas y teorías sobre el arte que surgieron entre los siglos XVIII y XX. Explica que en el romanticismo se consideró al arte como la expresión espontánea de las emociones del artista. Más tarde, autores como Schopenhauer, Wagner y Baudelaire analizaron la relación entre arte, belleza, voluntad y sociedad. Finalmente, en el siglo XX surgió el estudio psicológico del arte a través de Freud y Jung, quienes vincularon el arte a los deseos y arquetipos del
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
Definición arte
1. File: /home/usr1/Downloads/forUpload/arte1.txt Page 1 of 2
La noción de arte continúa sujeta a profundas disputas, dado que su definición está
abierta a múltiples interpretaciones, que varían según la cultura, la época, el
movimiento, o la sociedad para la cual el término tiene un determinado sentido. El
vocablo ‘arte’ tiene una extensa acepción, pudiendo designar cualquier actividad
humana hecha con esmero y dedicación, o cualquier conjunto de reglas necesarias para
desarrollar de forma óptima una actividad: se habla así de “arte culinario”, “arte
médico”, “artes marciales”, “artes de arrastre” en la pesca, etc. En ese sentido,
arte es sinónimo de capacidad, habilidad, talento, experiencia. Sin embargo, más
comúnmente se suele considerar al arte como una actividad creadora del ser humano,
por la cual produce una serie de objetos (obras de arte) que son singulares, y cuya
finalidad es principalmente estética. En ese contexto, arte sería la generalización
de un concepto expresado desde antaño como “bellas artes”, actualmente algo en desuso
y reducido a ámbitos académicos y administrativos. De igual forma, el empleo de la
palabra arte para designar la realización de otras actividades ha venido siendo
sustituido por términos como ‘técnica’ u ‘oficio’. En este artículo se trata de arte
entendido como un medio de expresión humano de carácter creativo.
En el romanticismo, surgido en Alemania a finales del siglo XVIII con el movimiento
denominado Sturm und Drang, triunfó la idea de un arte que surge espontáneamente del
individuo, desarrollando la noción de genio –el arte es la expresión de las emociones
del artista–, que comienza a ser mitificado.11 Autores como Novalis y Friedrich von
Schlegel reflexionaron sobre el arte: en la revista Athenäum, editada por ellos,
surgieron las primeras manifestaciones de la autonomía del arte, ligado a la
naturaleza. Para ellos, en la obra de arte se encuentran el interior del artista y su
propio lenguaje natural.12
Arthur Schopenhauer dedicó el tercer libro de El mundo como voluntad y representación
a la teoría del arte: el arte es una vía para escapar del estado de infelicidad
propio del hombre. Identificó conocimiento con creación artística, que es la forma
más profunda de conocimiento. El arte es la reconciliación entre voluntad y
conciencia, entre objeto y sujeto, alcanzando un estado de contemplación, de
felicidad. La conciencia estética es un estado de contemplación desinteresada, donde
las cosas se muestran en su pureza más profunda. El arte habla en el idioma de la
intuición, no de la reflexión; es complementario de la filosofía, la ética y la
religión. Influido por la filosofía oriental, manifestó que el hombre debe liberarse
de la voluntad de vivir, del ‘querer’, que es origen de insatisfacción. El arte es
una forma de librarse de la voluntad, de ir más allá del ‘yo’.13
Richard Wagner recogió la ambivalencia entre lo sensible y lo espiritual de
Schopenhauer: en Ópera y drama (1851), Wagner planteó la idea de la “obra de arte
total” (Gesamtkunstwerk), donde se haría una síntesis de la poesía, la palabra –
elemento masculino–, con la música –elemento femenino–. Opinaba que el lenguaje
primitivo sería vocálico, mientras que la consonante fue un elemento racionalizador;
así pues, la introducción de la música en la palabra sería un retorno a la inocencia
primitiva del lenguaje.14
Por otro lado, Charles Baudelaire fue uno de los primeros autores que analizaron la
relación del arte con la recién surgida era industrial, prefigurando la noción de
“belleza moderna”: no existe la belleza eterna y absoluta, sino que cada concepto de
lo bello tiene algo de eterno y algo de transitorio, algo de absoluto y algo de
particular. La belleza viene de la pasión y, al tener cada individuo su pasión
particular, también tiene su propio concepto de belleza. En su relación con el arte,
la belleza expresa por un lado una idea “eternamente subsistente”, que sería el “alma
del arte”, y por otro un componente relativo y circunstancial, que es el “cuerpo del
arte”. Así, la dualidad del arte es expresión de la dualidad del hombre, de su
aspiración a una felicidad ideal enfrentada a las pasiones que le mueven hacia ella.
Frente a la mitad eterna, anclada en el arte clásico antiguo, Baudelaire vio en la
mitad relativa el arte moderno, cuyos signos distintivos son lo transitorio, lo
fugaz, lo efímero y cambiante –sintetizados en la moda–. Baudelaire tenía un concepto
neoplatónico de belleza, que es la aspiración humana hacia un ideal superior,
accesible a través del arte. El artista es el “héroe de la modernidad”, cuya
principal cualidad es la melancolía, que es el anhelo de la belleza ideal.19
2. File: /home/usr1/Downloads/forUpload/arte1.txt Page 2 of 2
En contraposición al esteticismo, Hippolyte-Adolphe Taine elaboró una teoría
sociológica del arte: en su Filosofía del arte (1865-1869) aplicó al arte un
determinismo basado en la raza, el contexto y la época (race, milieu, moment). Para
Taine, la estética, la “ciencia del arte”, opera como cualquier otra disciplina
científica, basándose en parámetros racionales y empíricos. Igualmente, Jean Marie
Guyau, en Los problemas de la estética contemporánea (1884) y El arte desde el punto
de vista sociológico (1888), planteó una visión evolucionista del arte, afirmando que
el arte está en la vida, y que evoluciona como esta; y, al igual que la vida del ser
humano está organizada socialmente, el arte debe ser reflejo de la sociedad.20
Por otro lado, la función del arte fue cuestionada por el escritor ruso Lev Tolstoi:
en ¿Qué es el arte? (1898) se planteó la justificación social del arte, argumentando
que siendo el arte una forma de comunicación solo puede ser válido si las emociones
que transmite pueden ser compartidas por todos los hombres. Para Tolstoi, la única
justificación válida es la contribución del arte a la fraternidad humana: una obra de
arte solo puede tener valor social cuando transmite valores de fraternidad, es decir,
emociones que impulsen a la unificación de los pueblos.22
En esa época se empezó a abordar el estudio del arte desde el terreno de la
psicología: Sigmund Freud aplicó el psicoanálisis al arte en Un recuerdo infantil de
Leonardo da Vinci (1910), defendiendo que el arte sería una de las maneras de
representar un deseo, una pulsión reprimida, de forma sublimada. Opinaba que el
artista es una figura narcisista, cercana al niño, que refleja en el arte sus deseos,
y afirmó que las obras artísticas pueden ser estudiadas como los sueños y las
enfermedades mentales, con el psicoanálisis. Su método era semiótico, estudiando los
símbolos, y opinaba que una obra de arte es un símbolo. Pero como el símbolo
representa un determinado concepto simbolizado, hay que estudiar la obra de arte para
llegar al origen creativo de la obra.23 Igualmente, Carl Gustav Jung relacionó la
psicología con diversas disciplinas como la filosofía, la sociología, la religión, la
mitología, la literatura y el arte. En Contribuciones a la psicología analítica
(1928), sugirió que los elementos simbólicos presentes en el arte son “imágenes
primordiales” o “arquetipos”, que están presentes de forma innata en el
“subconsciente colectivo” del ser humano.24