1. Hay una esperanza
Para aquellos que se aferran a una esperanza, que las cosas cambien
para bien, no serán avergonzados. Aunque no se crean, es una lucha
entre los visible e invisible poco entendible para algunos. Se hace
especial cuando se sabe en quien está fundamentada esa esperanza.
Se siembra en el corazón y se riega para que crezca y nos regale los
frutos de su paciencia. No trae consigo prejuicio y se planta en buena
tierra de la fe. No tiene tiempo, no espacio, y nos es obra humana. Es
un diamante en el corazóny la poseen los que se aferran de aquel que
nos la entrego, Jesucristo.
La esperanza es un latido en corazón, es el punto donde las cosas
cambian a tu, quebrando todo lo que te ata y de ha perturbado. Trae
consigo un gozo y humildad que te arrastra a una gratitud eterna.
Tare consigo la alegría de las promesas cumplidas , comoaquel árbol
que a su tiempo ha dado su frutos todos nos acobijamos debajode sus
ramas.