1. SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA
Julio Cesar Castillo Tarazona
ensayo
El desarrollo ciudadano no se remite a el cumplimiento de las normas establecidas, ya que esto es solo
una postura pasiva frente al verdadero compromiso activo de la población que en general ha sido
denominada pueblo desde las ciencias sociales y algo que en nuestro país ha sido ninguneado y
desprestigiado a merced de las campañas neocoloniales que pretenden continuar con su hegemonía y
dictadura refugiándose en la premisa el pueblo obedece lo que el gobierno dice.
Inicio mostrando el anterior argumento como muestra de universalidad del problema que convoca este
ensayo de critica ya que el principal tema es la salud sexual y reproductiva, también el riesgo de
contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS) y otros problemas asociados como el embarazo
temprano, la iniciación cada vez mas temprana en la vida sexual y la alta mortalidad al momento del
parto. Pero digo, universalidad del problema, ya que solo se mira el problema con ojos miopes, tratando
de atacar los síntomas cuando de sobra sabemos que no se soluciona el problema de fondo, tan solo con
paños de agua tibia. Difícil es, reconocernos como una sociedad postcolonial, llena de prejuicios y
creencias que limitan no solo el mejoramiento de la salud del pueblo sino que ademas de estar ligadas a
filiaciones religiosas y políticas, llevan a colaborar en el desorden institucional y administrativo que el
país tradicionalmente ha llevado a cuestas. Difícil porque al ser la esquina del barrio (puerta de entrada
latinoamericana) nos ufanamos de modernos (que en sentido estricto estaríamos muy quedados) nos
llenamos las bocas creyéndonos adelantados y ademas cultos por encima del resto de países
postcoloniales, asumimos una postura cómoda para sustentar nuestra cultura mafiosa, la cual solo se
mueve por intereses personalistas, que no personales, adobando la piel de los menos favorecidos al
calor de los debates de quienes ostentan herederos el poder.
Hablar de solucionar un problema de estadísticas es tan solo la punta de un iceberg, el cual, en el
sentido practico, podríamos solucionar como los gobiernos prácticos que se mueven por el llamado
“estado de opinión” solucionan: cambiar el método de medición para que la estadística se muestre
favorable a las políticas del gobierno. Sin embargo no es tan fácil, por eso considero que las
instituciones en nuestro país hacen siempre lo mismo: se tiran el balón como en el popular juego tingo-
tingo-tango. La ultima en recibir el balón es la que en el siguiente gobierno encabece la partida
presupuestal para repartir condones o para hacer tímidas campañas publicitarias que no vayan a enojar
a ninguna iglesia ni a ningún partido.
¿el pueblo merece ese trato para con su salud?
La respuesta me sale del corazón y digo que NO. no solo porque el problema haya sido tratado de
manera mojigata con el fin de no enojar a quienes retrograda y miopemente siguen en la tradicional
forma de entender la sexualidad humana.
No es posible decir en la actualidad a un ser de 5 o 6 años que no se sabe que es lo que hacen en la
cama los papas, o que la cigüeña trae los bebes o que hay que ser puro hasta el matrimonio.
Mas allá de mis planteamientos liberales, no se podría mantener ninguna de las anteriores falacias por
el simple hecho que a esa edad ya han visto mas imágenes (sexuales, violentas y modelos de conducta)
que sus antecesores 50 años atrás, por lo tanto no se debe ocultar mas la realidad global de la
sexualidad humana, no solo de la sexualidad, del humano en general, la sociedad de consumo solo
destaca los ganadores, los pectorales grandes, los senos redondos, los traseros englobados, los planos
abdómenes y los magníficos vehículos que se asocian con esta placidez y facilidad que dan muchas
bebidas y productos mágicos.
2. Así como no es posible engañar a los pequeños y pequeñas para que no ofrezcan su cuerpo como en la
televisión, la Internet y la radio les sugiere, tampoco es posible creer que repartiendo condones se va a
desdibujar la linea de la estadística creciente de enfermos y embarazos no deseados.
Si tan solo nuestra educación familiar y escolar se comprometiera con hablar de frente y sin tapujos
acerca de la corporeidad y el respeto que de ella se desprende, se evitarían muchos trastornos.
Si tan solo el estado dejara su genoflexia ante las empresas y por fin retomara su papel rector en la
generación de cultura desde los medios masivos para que de una vez se informe acerca de las
consecuencias de creerse el super hombre o mujer con tan solo comprar algo.
A pesar de esto, las campañas que yo llamo de aguas tibias, han cumplido con su propósito, frenar o por
lo menos evitar la creciente desmedida de las cifras, pero son solo eso, paños tibios ocupando valiosos
profesionales en campañas educativas que desde la escuela y los medios de comunicación, de manera
obligatoria debieran realizar. Si bien es tiempo invertido, quizás bien invertido pero podría evitarse el
desplazamiento de enfermeras, médicos y demás profesionales en salud, con recursos públicos (curioso
que la industria privada no se preocupe de esto) cuando son necesarios para atender otras enfermedades
en lugares apartados y en déficit de ellos.
Solo resta esperar que el pueblo despierte del letargo y no se siga lacerando frente a los productos que
las vitrinas del capitalismo le muestra y que nunca podrán comprar...