Mitologa clásica los origenes del mundo, de los dioses y del hombre
1. M I T OL OGÍ A
CL Á S I CA
Primera parte: Or íg e n e s
Segunda parte: L a T e o g o n ía
Tercera parte: L a T it a n o ma q u ia
Cuarta parte: L o s Or íg e n e s d e l
Ho mb r e
Alicia Martínez Carrillo
2. P r ime r a
par t e
“Gea”.
OR Í GE NE S
“Urano”
.
3. GEA Y
URANO
Según la mitología griega en el origen de todas
las cosas se encuentra Caos. Éste no era más que
una naturaleza informe en la que todos los
elementos estaban desperdigados en profunda
confusión actuando de forma irregular a
conforme se supone que les correspondía.
Después de Caos surgió Gea, la tierra, que
engendró por sí misma a Urano, el cielo, y a
Ponto, el mar.
Gea yació con su hijo Urano, y de esa unión
nacieron los Titanes: Océano, Ceo, Crío, Hiperión,
Jápeto y Cronos; y las Titánides: Febe,
Mnemósine, Tea, Temis, Tea y Tetis.
La fuerza de los titanes era tan grande que su
padre Urano les temía.
“Mutilación de Urano”.
4. Para evitar que usaran su fuerza contra él, los envió a un lugar subterráneo llamado
Tártaro y los encadenó. También fueron a parar allí los Cíclopes y los Hecatonquires,
hijos posteriores de Urano y Gea.
Gea estaba desolada con trato que recibían sus hijos y buscó venganza.
Descendió al Tártaro e incitó a los Titanes a rebelarse contra su padre, pero éstos no se
atrevían. Solo Cronos ,el más joven, fue valiente, y tras ser desencadenado por su
madre, aprovechando que éstos , le seccionó los genitales a Urano con una guadaña.
De la sangre que cayó a la tierra nacieron los Gigantes, las Erinias y las Melias.
Los genitales de Urano cayeron al mar y alrededor de ellos apareció una espuma de la
que surgió la diosa Afrodita.
“Castración de Urano” de G. Vasari. 1560
6. “Orestes atormentado por las
Erinias” de W. A. Bouguereau. 1862 “Gigantomaquia”. Altar de Zeus en Pérgamo
7. S E GUNDA
P ARTE
“Rea entrega la piedra a Cronos” Relieve romano.
LA
T E OGONÍ A
“Saturno devorando a sus hijos” de Rubens. 1636-1637
8. C RONOS Y
REA
Urano, tras ser castrado, maldijo a su hijo
Cronos profetizando que que él también sería
derrocado por sus descendientes.
Cronos no prestó atención a la maldición de su
padre y liberó a sus hermanos. Éstos,
agradecidos, aceptaron ser gobernados por él.
Cronos tomó por esposa a su hermana Rea.
Cuando empezaron a tener hijos, Cronos
recordó la maldición de su padre, y ante el
temor de ser derrocado por su prole, pese a
las súplicas de Rea, decidió comérsela y así
evitarlo.
Los hijos habidos por este matrimonio fueron:
Poseidón, Hades, Hestia, Deméter, Hera y
Zeus.
Rea desconsolada, urdió un plan para evitar
perder más hijos.
“Saturno devorando a su hijo”
de F. Goya. 1819-1823
9. Cuando nació Zeus le suplicó a su marido
para que no se lo comiera.
Cronos no cedió a sus suplicas y exigió que le
entregara el niño. Ésta decidió engañarlo y,
tras envolver una piedra grande en pañales,
se la entregó fingiendo pena y desolación.
Cronos cayó en la trampa y se tragó la piedra
pensando que era su hijo.
Al niño lo llevó al monte Ida con las ninfas
Melias y en una cueva fue alimentado por la
cabra Amaltea.
Para evitar que los llantos de Zeus llegaran a
los oídos de Cronos, las Curetas, sacerdotisas
de Rea, gritaban, golpeaban las armas,
bailaban y cantaban.
Pero Cronos, con el tiempo, se dio cuenta del
engaño que había sufrido, y cuando iba a
atacar a Zeus éste se le adelantó y tras un
terrible pero breve encuentro, lo derrotó.
“Rea entregando la piedra a Cronos”
ánfora de pinturas rojas, ca. 475-425 a.C
10. Zeus tomó desde entonces el poder
supremo y, ayudado por los consejos
de su madre Rea y por una poción
nauseabunda, forzó a Cronos para que
devolviera los hijos que se había
tragado.
Éste vomitó a los hermanos de Zeus, y
también la piedra con la que Rea lo
había engañado.
Los hermanos de Zeus, agradecidos
por haber sido rescatados por su
hermano, aceptaron que él fuera el
dios supremo y habitaron junto a él en
el monte Olimpo.
Zeus también repartió parte de su
reino entre sus hermanos. Por ejemplo,
a Hades le correspondió el mundo
subterráneo, y a Poseidón el mar.
“Zeus contra Cronos” fragmento del frontón
del templo de Ártemis en Corfú, ca. 590 a.C
11. T E R CE R A P A R T E
“La caída de los titanes” de P.P Rubens. 1636-1637
LA
T I T A NOM A QUI A
12. La titanomaquia es la lucha, durante diez años, de los titanes, capitaneados por
Cronos, contra los dioses olímpicos, dirigidos por Zeus.
Crono fue ayudado por la mayoría de los titanes, mientras que a Zeus lo
ayudaron sus hermanos y algunos titanes.
Zeus fue advertido, bien por un oráculo, bien por su madre, de que para
conseguir la victoria debería contar con la ayuda de los Cíclopes y los
Hecatonquiros, que fueron encerrados en el Tártaro por Cronos.
Entonces Zeus los liberó y los Cíclopes les regalaron armas de gran utilidad. A
Zeus le proporcionaron el rayo, el trueno y el relámpago, a Poseidón el
tridente, y a Hades un casco que le hacía invisible.
Los Hecatonquiros también les ayudaron, pues con sus múltiples brazos
disparaban muchísimas piedras.
Zeus y sus aliados luchaban desde el monte Olimpo, y los titanes desde el Otris.
La guerra la ganaron Zeus y los demás olímpicos, y los titanes, salvo los que
habían ayudado a Zeus, fueron encadenados y encerrados en el Tártaro bajo la
vigilancia de los Hecatonquiros.
13. El titán Atlas fue condenado a sostener la bóveda del cielo sobre sus hombros.
Los titanes que lucharon al lado de Zeus obtuvieron su premio. Estigia, hija del titán
Océano , es la laguna que separa el mundo de los vivos del de los muertos, y Zeus le
otorgó el privilegio de que el juramento que se hiciera por ella había de ser
inviolable incluso para los dioses.
Las titánides Temis y Mnemósine, por su parte, fueron incorporadas al nuevo orden
olímpico.
“Titanes y otros gigantes”
Ilustración de G. Duré.
14. “La caída de los titanes” de C. van Haarlem
Estatua de Atlas en el palacio Linderhof
15. C UA R T A
P ARTE
L OS OR Í GE NE S
DE L HOM B R E
16. La mitología griega nos cuenta diversos relatos sobre el origen del hombre. Los
más famosos son los que señalan a Prometeo como el creador del hombre, el de
las edades o razas de los hombres, y el otro es el de Deucalión y Pirra.
- Prometeo y el origen del hombre
El creador del hombre fue Prometeo, el titán, que lo modeló con arcilla, y Atenea
sopló aliento de vida sobre la imagen de barro.
Prometeo es el benefactor de la humanidad por excelencia. También ayudó a los
hombres puesto que engañó a Zeus haciendo que éste decidiera escoger para los
dioses la parte en apariencia más lustrosa del buey que, en cambio, sólo contenía
los huesos, mientras que dejó para los hombres la parte más sabrosa de la carne:
"Por eso en la Tierra, y desde entonces, los hijos de los hombres queman los
huesos desnudos de las víctimas sobre altares perfumados".
El hombre se queda con la carne mientras que los dioses sólo reciben el humo de
la grasa quemada.
Prometeo además benefició al hombre entregándole el fuego sagrado que había
robado del Olimpo, con el que dotó a los hombres de Inteligencia. También les
enseñó las artes y las ciencias.
17. PANDORA LA PRIMERA MUJER
Tras el robo del Fuego, Zeus castigó a los hombres enviándole a
Epimeteo, hermano de Prometeo, a Pandora como esposa (primera mujer
en la mitología griega), que traía como regalo de bodas la famosa caja de
Pandora. ('Pan-dora' en griego significa 'todos los regalos'). Pese a que
Prometeo le advirtió para que rechazara cualquier obsequio procedente
de los dioses, Epimeteo no hizo caso y aceptó a Pandora que, llevada de
la curiosidad, abrió la caja de donde salieron todos los males que desde
entonces azotan a la humanidad. Sin embargo pudo cerrar la caja cuando
sólo quedaba la esperanza (de ahí el dicho de que 'La esperanza es lo
último que se pierde‘).
Entonces Zeus castigó a Prometeo encadenándolo en una roca en el
Cáucaso, donde por la mañana un águila le roía el hígado, que volvía a
crecer durante la noche.
Detalle de “Prometeo” de Heinrich Füger, 1817
18. “La caja de Pandora” de W. Waterhouse, 1896
“El castigo de Prometeo” de P.P Rubens, 1612
19. -Edades o razas de hombres
El poeta griego Hesíodo, en su obra “Teogonía” , habla de cinco razas de hombres
distribuidas en 4 etapas que reciben el nombre de “edades” y cada una tiene un
nombre de metal: <edad de oro>, <edad de plata>, <edad de bronce> y <edad de
hierro>.
Edad de oro:
En ella reinaba la felicidad y la justicia. Los dioses convivían con los hombres. Éstos
no envejecían y su muerte no era terrible, sino similar a un sueño.
Edad de plata:
En esta época los dioses se alejaron de los hombres y solo permaneció en la Tierra
la justicia, pero ya no convivía con ellos sino que se retiró a los montes y solo en
ocasiones volvía con los seres humanos.
Edad de bronce:
En ella hay dos periodos:
a). Al morir los hombres de la edad de plata, los siguientes fueron peores. Los
hombres fabricaron las armas y empezaron a luchar. Por primera vez comieron
carne de animales. La Justicia, última divinidad que permanecía, se marchó
definitivamente. Los hombres de esta generación fueron exterminados.
20. b). Posteriormente surgió una nueva generación algo más noble y generosa: la
raza o generación de los héroes. En este periodo ocurren las grandes hazañas de
los héroes.
Edad de hierro:
Es moralmente peor que la anterior. Los hombres empezaron a reclamar
posesión de tierras y a marcar sus fronteras. No se conformaban con lo que la
tierra producía, y empezaron a cavar hasta descubrir las riquezas subterráneas.
Extraían hierro y oro, y los hombres los usaban para atacarse. En este tiempo el
último ser inmortal que habitaba la Tierra, Astrea, quien era la diosa de la
Justicia, abandonó a los hombres y se refugió en el Olimpo. Había odio y
desconfianza entre el huésped y su anfitrión, entre los esposos y entre los
hermanos. Los hijos despreciaban a sus padres, y los abandonaban al llegar a la
edad adulta. No había respeto para quienes mantenían sus juramentos, y el
poder de la fuerza prevalecía. Se alababa a los malvados y se admiraban sus
actos de violencia.
Esta edad de hierro es la nuestra.
22. “Las 4 edades del hombre” grabado de Regius.
“La edad de plata” de Lucas Cranach
23. “La edad de hierro” grabado de Virgilio Solis.
24. -El diluvio universal. Deucalión y Pirra
Zeus pensó destruir a los crueles y sanguinarios hombres de la edad de bronce y
decidió enviar un diluvio. De este castigo quiso librar al piadoso matrimonio de
Deucalión (hijo de Prometeo) y Pirra (hija de Epimeteo y Pandora). Aconsejados
por Prometeo construyeron un gran arca en la que se resguardaron durante los
nueve días y nueve noches que duró la lluvia.
Cuando finalizó el diluvio, el arca quedo varada en el monte Parnaso.
Al salir vieron todo desolado y se apenaron. Entonces pidieron a Zeus que
repoblara el mundo. Éste les ordenó que, con la cabeza cubierta, arrojaran tras
de sí los huesos de su madre.
Deucalión y Pirra se horrorizaron al principio hasta que entendieron que, puesto
que la divinidad no podía ordenarle algo tan impío, debía haber en ello un
sentido oculto.
Comprendieron que la madre de todos es la tierra y que los huesos de la tierra
son las piedras. Así pues, empezaron a lanzar hacia atrás muchas piedras.
De las piedras que arrojaba Deucalión nacían hombres, y de las que tiraba Pirra
mujeres.
De esta forma se repobló el mundo.