2. Es de todos sabido que la mitología nos proporciona una serie de conocimientos a través de cuentos
y fábulas. Esta nos enseña la historia de los dioses, los cuales fueron adorados durante muchísimo
tiempo por los hombres: unas aventuras que hoy en día sabemos son fantásticas aunque durante
bastante tiempo las dieron como únicas y verdaderas. Se puede decir que la mitología proviene de la
ignorancia de aquellas primeras personas, atribuyendo a entes divinos y fabulosos, con poderes
sobrenaturales, las debilidades y los vicios a su vez de los seres humanos. También hay que hacer
mención a la imaginación de aquellos primigenios poetas, ya que debido a estos se crearon semillas
de inspiración para otros escritores posteriores, como es el caso del autor y la obra que vamos a
analizar: Ovidio, y su obra “Metamorfosis”. Dentro de esta no detendremos en Libro I, el cual
contiene este capítulo denominado “Cosmogonía”.
“El triunfo de la civilización” (1793) Autor: Jacques Reattu
3. Según Ovidio el primero
de todos los dioses que
hubo fue el Caos, siendo
el origen del resto de los
dioses y fuerzas
elementales.
De éste emergió Gea, la diosa primigenia que personifica
la Tierra en la mitología griega, y otros seres y entes
primordiales como Eros (dios primordial responsable de
la atracción sexual, el amor o el sexo, y venerado también
como un dios de la fertilidad); el Abismo o Tártaro (un
profundo abismo usado como una mazmorra de
sufrimiento y una prisión para los titanes, y que se
encontraba bajo el inframundo); y el Érebo (dios
primordial, siendo la personificación de la oscuridad y la
sombra, la cual llenaba todos los rincones y agujeros del
mundo).
“El Anciano de los
Días” (1794).
Autor: W. Turner
Copa laconia de Arkésilas. 565-550 a.C. Museo
del Vaticano.
4. Gea dio a luz a Urano , el cual personificaba el Cielo ( y que se equiparaba al dios “Caelus” romano). A
su vez Urano fue esposo de Gea y fruto de esta unión nacieron primero los Titanes , una raza de
poderosos dioses. Estos fueron Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemósine,
Febe, Tetis y Crono.
Tras éste, Gea y Urano decretaron que no nacerían más titanes, de forma que siguieron los Cíclopes de
un solo ojo y los Hecatónquiros o Centimanos, gigantes con 100 brazos y 50 cabezas cada uno.
“La caída de los Titanes” (1637). Autor: P. P. Rubens
5. El Titán Crono, de mente retorcida
y el más terrible de los hijos de
Gea, castró a su padre y se
convirtió en el gobernante de los
dioses junto con su hermana y
esposa Rea , esta como consorte , y
los otros Titanes como su corte. A
este periodo se le denomina “La
Edad de Oro”.
“Crono armado con la hoz contra su padre” (1811). Autor: Aubin-Louis Millin.
6. Tras haber traicionado a su padre, Crono temía que su
descendencia hiciera lo mismo, por lo que cada vez que
Rea daba a luz un hijo, él lo secuestraba y se lo tragaba.
Rea lo odiaba y lo engañó una vez escondiendo a Zeus:
A la hora de nacer su hijo y como tenía una mala visión,
Rea aprovechó este defecto para envolver una piedra en
pañales. Crono , creyendo que era su hijo recién nacido,
se lo tragó. Cuando Zeus creció, dio a su padre una
droga que lo obligó a vomitar a sus hermanos y a la
piedra, que habían permanecido en el estómago de Crono
todo el tiempo.
“Saturno devorando a un Hijo” (1819). Autor:
Francisco de Goya.
7. Zeus luchó entonces contra él por el trono de los
dioses. Al final, con la ayuda de los Cíclopes, a
quienes liberó del Tártaro, Zeus y sus hermanos
lograron la victoria, condenando a Crono y los
Titanes a prisión en el Tártaro. Con ello se dio paso
a “La Edad de Plata”.
“La Edad de Plata” (1530). Autor:
Lucas Cranach el Viejo.
8. Zeus sufrió la misma preocupación y,
después de que fuera profetizado que
su primera esposa Metis daría a luz un
dios «más grande que él», se la tragó.
Sin embargo Metis ya estaba encinta
de Atenea, diosa de la guerra,
civilización, sabiduría, de las artes, y
de la habilidad, una de las principales
divinidades del panteón griego : Zeus
se entristeció por ello hasta que ésta
brotó de su cabeza, adulta y vestida
para la guerra. Este «renacimiento» de
Atenea fue usado como excusa para
explicar por qué no fue derrocado por
la siguiente generación de dioses, al
tiempo que explica su presencia.
“Atenea Partenos”. Copia romana (150 d. C.) en mármol blanco de un
original de Fidias, fechado hacia el 440 a. C.