Ceres era la diosa de la tierra y las flores y madre de la hermosa Proserpina. Proserpina pasaba sus días jugando con sus amigas hasta que Plutón, el dios de la muerte, se enamoró de ella y se la llevó a su reino subterráneo. Ceres buscó desesperadamente a su hija sin éxito. Finalmente, Zeus negoció un acuerdo donde Proserpina pasaría seis meses del año con su madre y los otros seis con su esposo Plutón, explicando así las estaciones.