Este poema es una oración de Santo Tomás Moro pidiendo humildemente a Dios por varias cosas: un poco de sol, trabajo, alegría, pan para comer, buena salud, sentido del humor, compasión, fe, esperanza y amor. Le pide a Dios que lo guíe con su Espíritu Santo y que encuentre consuelo en los momentos de miedo y angustia meditando en el sufrimiento de Cristo.