2. El sistema auditivo es uno de los componentes más importantes en las
habilidades sensoriales, permitiendo captar las ondas sonoras, y
decodificarlas en un impulso nervioso, tan necesario para la capacidad de
oír. Este sistema puede verse afectado por múltiples factores como, las
enfermedades del sistema auditivo, alteraciones cognitivas, biológicas, y
por traumas acústicos, la más conocida es la deficiencia auditiva como,
resultado a la exposición excesiva de ruidos intensos.
De esta forma surgen las deficiencias, patologías y traumas acústicos, los
cuales son indicadores generalizados, que dan comienzo a una etiología
profunda relacionada con las hipoacusias, que surgen a partir de una
exposición reiterada e intermitente de contaminación acústica, afectando
al ser humano, en diversas formas de desequilibrio orgánico y metabólico.
Sin duda la pérdida auditiva puede darse en diversos grados en el umbral
de audición, desencadenado los principios de las pérdidas en la audición,
como base del aumento de la población automovilista, y trabajos con
ruidos extremadamente altos, siendo estos, uno de los factores
responsable de la contaminación acústica y deterioró del sistema
auditivo humano.
3. La contaminación acústica,
incide de forma principal en la
calidad de vida. La
Organización Mundial de la
Salud (OMS) ha sugerido un
valor de ruido de 55 dB, como
límite superior deseable al aire
libre.
4. Cuando estos son sobrepasados
producirán, efectos cardiovasculares
como hipertensión, mortalidad por
infarto agudo de miocardio,
patologías relacionadas con
alteraciones coronarias, enfermedad
isquémica cardiaca, también
trastornos neurológicos como, los
temblores de manos, disminución de
la reacción a los estímulos visuales,
alteraciones vestibulares, y aumento
de la producción de las hormonas
de estrés, y principalmente efectos
auditivos, correlacionados con la
pérdida de la capacidad auditiva de
las personas expuestas a ruido (el
daño auditivo no sólo depende de su
nivel, sino de su duración).
5. El oído se compone de tres áreas
anatómicas: oído externo, oído medio
y oído interno. El oído externo está
formado por el pabellón auricular, el
cual dirige las ondas sonoras hacia el
conducto auditivo externo. La función
del oído externo es la de recolectar las
ondas sonoras, y proteger las
delicadas estructuras del oído.
El oído medio está constituido por tres
huesecillos, denominados martillo, yunque y
estribo, los cuales amplifican el sonido. El
oído interno representa el final de cadena
del sonido, además del filtraje de la señal
sonora, a través de la transducción y
generación del impulso nervioso.
6. Cuando estas estructuras se encuentran
afectadas, surgen las conocidas
deficiencias, estas son, daños o
pérdidas en funciones o estructuras
corporales, como la audición (oído), la
cual contrae trastornos severos de
comunicación y comprensión. Las
patologías auditivas son, todas las
alteraciones que afectan al sistema
auditivo de una forma estructural,
congénitas, traumática, inflamatoria,
neoplasicas y funcional.
7. Disminución de la sensibilidad auditiva,
ocasionadas por la pérdida de la
función del oído interno.
Tipos:
Hipoacusia leve o ligera (20-40 dB),
que se caracteriza por la deficiencia
de percibir la voz débil o lejana.
Hipoacusia media o moderada (40-70
dB), presenta retraso en el lenguaje y en
las alteraciones articulatorias.
Hipoacusia severa (70-90 dB), se caracteriza por
la elevación de la intensidad de la voz, para
que pueda ser percibida.
Hipoacusia profunda o sordera (más de 90 dB.),
en la cual sólo percibirán los ruidos muy intensos
y será, casi siempre, más por la vía vibro-táctil
que por, la auditiva.
8. Los traumas acústicos se producen por daños
auditivos.
Afectando el intercambio de la presión en el oído,
superando los límites de resistencia anatómica y fisiológica
de esté.
9. Se originan principalmente por ambientes
de explosión y detonación. El cual
producirá incrementos repentinos de la
presión sonora, con descenso abrupto de
la misma, cuya duración no excede de 0.5
seg. También pueden ser generados en
ambientes laborales extremadamente
ruidosos, los cuales provocan, pédidas de
la audición para frecuencias agudas
alrededor de los 4.000 Hz.
10. Un ambiente con altos niveles de
ruido, que sobrepasa los 55 dB,
incide en la calidad de vida del ser
humano. Principalmente de una
forma orgánica-metabólica, como la
hipertensión, alteraciones visuales y
vestibulares. Desde la perspectiva de
la audición un ambiente con
contaminación acústica genera, las
pérdidas, deficiencias y patologías,
por la exposición excesiva y
reiterada de los altos niveles de ruido,
como las de tipo laboral
(extremadamente ruidosos), los
cuales provocan, pérdidas de la
audición para frecuencias agudas
alrededor de los 4.000 Hz. o por
sucesos extraordinarios, conocidas
como la explosión y detonación.
11. A mayor contaminación acústica,
existirá una disminución de la
sensibilidad auditiva, ocasionadas
por la pérdida de la función del oído
interno. Conocida por hipoacusia, la
cual puede ser de diferentes grados
de severidad, leve o ligera (20-40
dB), media o moderada (40-70 dB),
severa (70-90 dB), y profunda o
sordera (más de 90 dB.), estos tipos
de hipoacusia son la consecuencia
de la contaminación acústica, las
cuales corresponden
principalmente, aun ambiente
alterado, en las características de los
niveles de sonoridad establecidos.
Por ende mientras más alterado sea
el ambiente, más posibilidades de
pérdida y generación de patologías
existirán.