2. Kevin Salatiel Martínez García
Portada 1
Información 2
Que significa 3
Biografía 4
Conclusión 5
3. Kevin Salatiel Martínez García
La época prehispánica en México, los indígenas han rendido culto a la muerte y la han concebido
como una dualidad de vida, parte del ciclo de la naturaleza. Al llegar los conquistadores, el culto a
la muerte se fusionó con la religión católica, dando origen a la tradición del Día de Muertos
durante el 1 y 2 de noviembre de cada año. En estas fechas los mexicanos celebramos a nuestros
muertos acudiendo a los panteones para adornarlos con flores, y en nuestros hogares colocamos
altares, para que las almas queridas abandonen el más allá y vaguen unos cuantos días por el
mundo, visitando a su familia, su casa y amigos. Es una celebración tradicional de
origen mesoamericano que honra a los difuntos. Se celebra principalmente los días 1 y 2 de
noviembre, aunque en algunos lugares comienza desde el 31 de octubre, coincidiendo con las
celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. Es una festividad que se
celebra en México y en países de América Central, así como en muchas comunidades de
los Estados Unidos, donde existe una gran población mexicana y centroamericana. La Unesco ha
declarado la festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En Brasil existe una
celebración similar conocida como Día dos Finados, aunque esta festividad no tiene las mismas
raíces prehispánicas que el Día de Muertos. El culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues
ya se practicaba desde la época precolombina. Asimismo, en el calendario mexica, que se localiza
en el Museo de Antropología, se puede observar que entre los 18 meses que forman este
calendario, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos. Posteriormente, los
evangelizadores cristianos de tiempos coloniales aceptaron en parte las tradiciones de los antiguos
pueblos mesoamericanos, fusionándolas con las tradiciones europeas, para poder implantar el
cristianismo entre dichos pueblos. Los orígenes de la celebración del Día de Muertos
en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las
etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se
realizan en estas civilizaciones desde la época precolombina. Entre los pueblos prehispánicos era
común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que
simbolizaban la muerte y el renacimiento. El festival que se convirtió en el Día de Muertos se
conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y se
celebraba durante un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl,
conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "La Catrina", personaje
de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli.
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Agua. Fuente de vida que se le ofrece a las almas de los difuntos para calmar su sed después del
largo recorrido que tuvieron que hacer.
Sal. Este es un elemento de purificación y sirve para que las ánimas no se corrompan en su viaje
en Día de Muertos.
Velas. Alumbran el camino para que las almas de nuestros seres queridos encuentren sus antiguos
hogares. En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de
veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia.
Copal. El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses y se utiliza para limpiar al lugar de los
malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.
Flores. Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá
contenta. En muchos lugares del país se acostumbra poner caminos de pétalos que sirven para
guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa.
El petate. En este particular día funciona para que las ánimas descansen, así como de mantel para
colocar los alimentos de la ofrenda
El pan. El ofrecimiento fraternal es el pan y es uno de los elementos más preciados en el altar.
El retrato del difunto. Sin embargo este debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse
con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver pero ya no existe.
El mole con pollo, gallina o guajolote, o cualquier otro platillo que le gustaba los fallecidos. Los
platillos en honor de los seres que nos visitarán.
Las calaveras de azúcar. Son alusión a la muerte siempre presente.
El licor es para que recuerde los grandes acontecimientos agradables durante su vida y se decida a
visitarnos.
Ya sabes que lleva una ofrenda, sin embargo lo más importante es honrar nustras tradiciones.
5. Kevin Salatiel Martínez García
Conclusión
Que no se acabe de las tradiciones que se siga haciendo que no quiten las ceremonias lo que es
nunca se acabe que se tiene que apoyar