1. EL PLAN COLOMBIA
¿QUÉ ES EL PLAN COLOMBIA?
Este plan se llamó al principio "Plan por la Paz, la Prosperidad y el Refuerzo del
Estado" pero hoy se conoce por Plan Colombia. Fue elaborado por el
Presidente colombiano Andrés Pastrana, con la concertación y quizás la
orientación, de los asesores del Secretario de Estado de los Estados Unidos
hacia finales de 1999. El programa, con un presupuesto total de 7,500 millones
de dólares (casi 75,000 millones de pesos mexicanos), se divulgó a la
población el 2 de enero de 2000 en el periódico El Espectador. Sin embargo, se
presentaron diferentes versiones. La que se divulgó en Estados Unidos y
Colombia no mencionaba el aspecto militar. La versión para la Unión Europea
insistía sobre los derechos humanos.
Este proyecto supuestamente responde a una disposición constitucional en
Colombia mediante la cual cada gobierno tiene que establecer un Plan
Nacional de Desarrollo. Pero este Plan no tiene nada que ver con el desarrollo.
¿DE QUÉ DESARROLLO SE TRATA?
Este Plan es en la práctica una operación militar contra las guerrillas
colombianas que fortalece el ejército y los cuerpos policíacos. Las cifras que ha
arrojado la operación del Plan Colombia desmienten la voluntad del gobierno
de "reducir las causas y las manifestaciones de violencia, progresiva y
sistemáticamente, fortaleciendo la participación civil y la conciencia
colectiva."Es revelador que el 80% del apoyo internacional sea dedicado a la
parte militar y solo el 4,8% a las consecuencias del desplazamiento debido a la
guerra.
El objetivo principal del Plan Colombia es supuestamente la lucha contra el
narcotráfico. Entonces se trata de destruir las plantaciones de coca, los
laboratorios de transformación y las redes de comercialización y de tráfico. Una
de las tareas más importantes del gobierno colombiano debería ser la
eliminación del narcotráfico. Pero se sabe que el ejército mantiene muchos
lazos con los paramilitares, quienes operan en una extensión del territorio de la
que produce más de la mitad de la cocaína colombiana. Sin embargo, los
líderes del narcotráfico y de los paramilitares disfrutan de impunidad. El
corazón del Plan Colombia es más bien la guerrilla insurgente, particularmente
las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas) y el ELN (Ejército
de Liberación Nacional), pero también los movimientos sociales.
¿QUIÉN APOYA EL PLAN COLOMBIA?
Casi la mitad del financiamiento del Plan Colombia viene del exterior. Los
Estados Unidos han aportado 1,600 millones de dólares, la Unión Europea se
supone paga 1,300 millones de dólares para financiar la "parte social" de este
plan de guerra, y las (BID, BM, Corporación Andina de Desarrollo) 619 millones
de dólares. La inversión del Estado colombiano en el proyecto es de 3,300
millones de dólares.
Sin embargo, la cooperación no se mide solamente en términos económicos.
Los EU participan con una importante ayuda militar para la formación de
cuerpos especiales antinarcóticos realizada por soldados estadounidenses, la
entrega de material militar (helicópteros) y la distribución de inteligencia sobre
2. el narcotráfico y mucho más. Obviamente estas ayudas no son puros actos de
filantropía.
¿QUIÉN SE BENEFICIA DEL PLAN?
La ley estadounidense que impulsó el apoyo financiero del Plan Colombia está
clara sobre las demandas. Una sección de la "Ley Alianza" indica lo siguiente:
"Insistir para que el gobierno colombiano complete las reformas urgentes de
apertura total de su economía para la inversión y el comercio exterior,
especialmente para la industria petrolera". La lucha contra las guerrillas tiene
como meta la recuperación de zonas bajo su control pues éstas contienen
abundantes recursos estratégicos (particularmente el petróleo). Al restablecer
el "orden", el gobierno colombiano da luz verde a las transnacionales para
instalarse e implantar proyectos.
De hecho, Colombia tiene una situación más estratégica con sus recursos y su
ubicación de lazo entre el Norte y el Sur del continente, y con sus dos costas
marítimas (sobre el Caribe y el Pacífico). El país tiene una importancia capital
para EEUU, sus empresas y su política exterior, y es la razón por la cual el
imperio está dispuesto a gastar millonadas para garantizar su control y su
estabilidad.
Los latifundistas colombianos respaldan el Plan Colombia porque la guerra
contra la guerrilla provoca el desplazamiento de la población y pone a
disposición nuevas tierras donde se puede practicar una agricultura intensiva o
una explotación petrolera y minera. Además, en estas zonas "recuperadas", el
precio de la tierra aumenta debido a la implantación de transnacionales y de
megaproyectos (como la creación de un canal interoceánico).
Asimismo, estas tierras vaciadas de su pueblo son un potencial enorme por los
paramilitares y narcos que gozan del favor del ejército y del gobierno.
¿CÓMO AFECTA EL PLAN A LOS PUEBLOS COLOMBIANOS Y AL MEDIO
AMBIENTE?
Colombia conoce un ambiente de violencias desde hace 40 años y se antoja
pensar que una solución militar al problema de los cultivos ilícitos y del
narcotráfico sólo agrava la situación. El Plan Colombia y el gobierno pasan por
alto que las causas del cultivo de coca por los campesinos radican en la
pobreza y la necesidad de sobrevivir. La apertura económica y el libre comercio
arruinaron la vida de los campesinos y debilitaron la agricultura colombiana.
Los pueblos y los campesinos son las primeras víctimas de la militarización y la
paramilitarización del país por las mismas razones que existen en México:
amenazas, violaciones de mujeres, desplazamientos, masacres en los
municipios bajo control de la guerrilla. Y la situación parece mucho a la que
existe en Chiapas, México, en el sentido de que los campesinos colombianos
están obligados a dejar sus tierras para huir de la guerra y sus estragos. Por el
hecho de que cultivan la coca para sobrevivir, están considerados como
criminales y tienen que buscar la protección de las FARC. El problema no se
resuelve porque los campesinos siguen sembrando pero en otras zonas del
territorio.
Además, la técnica más utilizada para destruir las plantaciones de coca se
llama "fumigación". Se trata de rociar sobre los cultivos ciertos productos
químicos. Pero las consecuencias son la destrucción sin distinción de la
biodiversidad y también graves enfermedades para las poblaciones
3. (destrucción de cultivos de primera necesidad, contaminación del agua,
úlceras, cáncer).
Finalmente, la Constitución Colombiana de 1991 otorgó a los pueblos
indígenas de Colombia tierras comunitarias inalienables. Ahora, el Presidente
Uribe quiere rescindir ese derecho fundamental enmendando la Constitución
para dejar más libertad a las inversiones extranjeras. Los pueblos indígenas,
como los U´wa o los Embera y sus tierras comunitarias constituyen un
obstáculo para la explotación de los recursos y la implantación de proyectos
(turismo, represas, gas, etc.).
En general, el Plan Colombia y sus consecuencias directas son la negación y
violación de los derechos humanos.
¿QUÉ ALTERNATIVAS EXISTEN?
Los colombianos comprenden que la primera víctima de la violencia y la
conflictividad es el mismo pueblo. Las noticias que llegan por televisión o
periódicos hablan de guerra, del ejército, de la guerrilla y de drogas. Pero más
allá de los titulares existen procesos sociales que buscan construir un marco de
paz. Estos movimientos surgen de la sociedad civil y utilizan medios no
violentos para organizarse. Uno de los mejores ejemplos es la construcción de
la red Pueblos Hermanos - Lazos Visibles en 1999. Es un espacio democrático
y amplio para compartir, discutir y proponer con el objetivo de promover los
derechos humanos y la solidaridad.
Las mujeres se han organizado en Movimiento Federativo de Mujeres
Colombianas. Ellas también trabajan para buscar una salida pacífica al conflicto
y manifiestan su oposición a la militarización del país. Las resistencias de estos
movimientos sociales y civiles impulsaron una iniciativa de Asamblea
Permanente de la Sociedad Civil que funciona desde 1996. Ha reunido a miles
de personas para ofrecer una solución política del conflicto y invertir la
comunidad internacional.
Finalmente, varias organizaciones de derechos humanos o de solidaridad con
los pueblos de América Latina han propuesto alternativas. Así la lucha contra el
Plan Colombia tiene que ver con la protección del medio ambiente y de la
biodiversidad, de la defensa de los recursos del país y sobre todo de los
derechos de los pueblos indígenas y comunidades rurales. Además, hace falta
insistir sobre la necesidad de una resolución pacífica y política entre el gobierno
y las FARC, ELN, etc. El Estado colombiano tiene que combatir las causas
sociales y económicas de la pobreza más que sus consecuencias (cultivos de
coca, narcotráfico). Por eso, debe promover una verdadera reforma agraria, así
como la participación del pueblo colombiano y de los grupos de base en los
programas de desarrollo. Es urgente lograr el respecto a los derechos humanos
como a los derechos particulares de los pueblos indígenas (Convenio 169 de la
OIT, Constitución Colombiana). Por eso hace falta justicia por tantos crímenes
impunes y para transformar el ambiente de impunidad reinante.