El documento relata los testimonios de dos mujeres colombianas, Milena y Catalina, que fueron víctimas de trata de personas. Aceptaron una propuesta para trabajar como meseras en Argentina pero terminaron siendo obligadas a ejercer la prostitución en un prostíbulo en Chile. Pudieron escapar con la ayuda de otras 15 mujeres colombianas también afectadas.
Trafico de personas; antecedentes, aspectos relacionados, causas y consecuenc...
Trata de blancas
1.
2. HISTORIA
Dicha actividad ilícita era conocida como trata de blancas, sin embargo, en la
actualidad esta denominación se considera errónea o simplemente anacrónica,
debido a que la práctica se origina en un periodo de esclavitud donde la "trata
de negros/as" era una situación aceptada por la población y por el Estado; en
cambio para esa era, la esclavitud de mujeres de raza blanca, era un delito.
Eran trasladadas de su lugar de origen para ser posteriormente explotadas
como prostitutas o concubinas.
En la actualidad el término correcto es trata de personas, el cual sirve para
denominar cualquier tipo de trata de personas sin importar la edad, sexo o raza.
3. La trata y el tráfico de personas son delitos que se han incrementado en forma
alarmante en los últimos años, debido a las difíciles condiciones de vida en los
países menos desarrollados, al endurecimiento de las políticas migratorias en
los países industrializados y al hecho de que por mucho tiempo estos
fenómenos no fueron considerados como un problema estructural sino como
una serie de episodios aislados.
Los términos "trata de seres humanos" y "tráfico de migrantes" han sido
usados como sinónimos pero se refieren a conceptos diferentes. El objetivo de
la trata es la explotación de la persona, en cambio el fin del tráfico es la
entrada ilegal de migrantes. En el caso de la trata no es indispensable que las
víctimas crucen las fronteras para que se configure el hecho delictivo, mientras
que éste es un elemento necesario para la comisión del tráfico.
4. TESTIMONIO DE DOS MUJERES,
VICTIMAS DE LA TRATA DE
PERSONAS
Cientos de mujeres son sacadas del país a ejercer la prostitución en el
exterior, ilusionadas con promesas de trabajo y atadas a una deuda impagable.
Dramas y rutas de un mercado negro de 32.000 millones de dólares.
El año pasado, Milena y Catalina recibieron una propuesta que les cambiaría la
vida: viajar desde Buenaventura (Valle) a Buenos Aires (Argentina) para trabajar
como meseras en un restaurante que ofrecía muy buen salario.
Las mujeres, de 17 y 22 años, aceptaron la propuesta y en abril de ese año
emprendieron el viaje. Salieron del Puerto hacia Cali y de ahí fueron a Pereira
donde abordaron el avión que las llevaría al país gaucho. Sin
embargo, aterrizaron en Chile.
Una vez allá, quien las recibió les explicó que en lugar de tomar pedidos en un
restaurante, como les habían prometido, tendrían que atender clientes en un
prostíbulo. Eso no era lo que ellas buscaban. Sus vidas empezaron a tomar un
giro inesperado.
Milena y Catalina fueron obligadas a prestar servicios sexuales en un
establecimiento al sur de Chile. No podían salir, ni mucho menos llamar a sus
familiares para alertarlos sobre su situación. No podían pedir ayuda.
5. Sin embargo, la suerte estuvo de su lado. Una semana después de su
llegada, sus compañeras de cautiverio, quince mujeres colombianas que habían
caído en la misma trampa, les ayudaron a escapar, con la condición de buscar
auxilio también para ellas.
Lo primero que hicieron las dos mujeres fue llamar a sus familiares en Colombia
para que acudieran a las autoridades y las repatriaran.
“La tía de una de ellas hizo la denuncia ante el Comité Interinstitucional de Trata
de Personas. De inmediato el caso pasó a la Personería de Buenaventura y a
los pocos días las trajeron”, cuenta Valentina Cortés, profesional de apoyo en la
oficina de Mujer y Género de la Secretaría de Convivencia de
Buenaventura, quien para la época en que ocurrieron estos hechos era parte de
la entidad que recibió la denuncia.
La suerte de las 15 compañeras que se quedaron en un prostíbulo de Chile se
ignora, pues el caso fue remitido a la Fiscalía 21 del Puerto y todavía se
encuentra en la etapa de investigación.
6. Ningún Estado firmante del Protocolo de las Naciones Unidas para
Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y
Niños puede judicializar a una persona que haya sido víctima de trata de
personas, por cualquier delito que haya cometido, en relación con su
experiencia como víctima de este delito.
Es responsabilidad del Estado proteger la privacidad y la identidad de las
víctimas de la trata de personas, en particular, entre otras cosas, previendo la
confidencialidad de las actuaciones judiciales relativas a dicha trata.
Cada Estado firmante del Protocolo considerará la posibilidad de aplicar
medidas destinadas a prever la recuperación física, psicológica y social de las
víctimas de la trata de personas. La mayoría de las víctimas son mujeres y
niños que son embaucados con sueños líquidos que se convierten en nada y
aprovechándose de la vulnerabilidad de las víctimas convirtiéndoles en
esclavos sexuales y/o laborales. La clave para erradicar este mal es la unión y
la cooperación mundial porque aún con la existencia de leyes e identidades que
ayudan a las víctimas las secuelas que deja la trata de personas no se borran
con el tiempo. Las experiencias traumáticas a las que son sometidos niños y
mujeres inocentes trascienden el tiempo y atentan contra su salud pero más
que nada contra su dignidad como seres humanos
VICTIMAS