La historia trata de una viejita que tenía un solo diente de oro. Un día se le cayó el diente mientras comía elote y cuando hablaba escupía sangre, por lo que los demás viejitos se burlaban de ella. Triste, se fue a dormir y soñó que un ratón viejito le dio unos dientes de jirafa. A la mañana siguiente descubrió que sus dientes eran realmente de jirafa y se asustó.