La fusión (sincretismo) de la cultura indígena con la cristiana, supuso
también la inclusión de creencias occidentales con respecto a este mito,
tal como que las principales vícitimas de estos duendecillos era los niños
moritos, aquellos que aún no habían recibido el bautismo; incluso se
menciona en algunos lugares del sur del país, que son estos niños no
bautizados,
eran quienes se convertían en los duendecillos. Según antiguos relatos,
Los niños que no son bautizados, son raptados por los duendes, los
cuales viven (o se esconden) en las higueras o platanales, para que se
conviertan en uno de ellos. El niño que se encuentra con estos seres,
aparte de recibir un gran susto adquiere una piel muy pálida, por lo que
se recomienda llevar lo más antes posible a una iglesia para que reciba el
Sacramento.
La creencia en el Muki surgiría tanto de las antiguas tradiciones andinas
sobre los demonios y pequeños seres que pueblan el “Uku Pacha” o
mundo de abajo, como de los propios temores y de la necesidad de los
trabajadores de encontrar una explicación a las cosas extraordinarias
que suelen ocurrir diariamente en la labor minera.
Como se advierte, en el imaginario popular, no existe un solo tipo de
Muqui. Así como hay diversidad de elfos mineros a nivel universal,
existen también variedades de Muquis en el mundo subterráneo de los
Andes. Se les conoce por los lugares en que se hicieron visibles. Sus
diferencias son formales antes que de esencia. Así tenemos Muquis de
Huacracocha, de Goyllar, de Morococha, de El Diamante, de Santender,
de la Mina Tentadora, de la mina Julcani, de Excélsior, por citar algunos
de los más conocidos de una inacabable relación que corresponde a la
tradición oral de las minas.
A pesar de la distancia y el aislamiento de los campamentos mineros, la
creencia y la descripción del Muki es, prácticamente, la misma en la
sierra desde Puno, en el sur hastaCajamarca en el norte del Perú, en el
centro hasta Pasco, aunque su nombre varía en algunos lugares. En
Arequipa, por ejemplo, se le llama “Chinchilico”; en Puno, “Anchancho”
en Pasco y la región andina de Bolivia, “Muqui” y en Cajamarca,
“Jusshi”. Todas estas ciudades están localizadas en el Perú.