2. Todos creemos saber de amor, todos creemos
entender algo del amor. Y, sin embargo, continúa
siendo una materia oscura el reino de la
confusión y de lo enigmático.
3. a partir del siglo XII y XIII apareció un modelo nuevo
de pasión: el amor cortés, que extremaba la
imposibilidad de la relación. Sólo era auténtico
amor aquel que se frustraba. En el siglo XII apareció
el adulterio y se convirtió en motivo poético. A este
mundo medieval de galantes pertenecen dos
leyendas que ejemplifican el amor imposible y que
han permanecido vivas: la historia de Tristán e
Isolda y la de Lanzarote y la reina Ginebra.
4. , aparecen tres heroínas
literarias
no tienen otra cosa para llenar sus días
que sus enfebrecidas ensoñaciones románticas.
Tienen en común su naturaleza adúltera.
5. • “ El amor mueve el mundo” escribió Luis
Cernuda en su libro “Perfil del aire”. También
Dante, el poeta italiano de la Divina Comedia,
había afirmado, seis siglos antes, que el amor
“ mueve el Sol y las estrellas”, y lo mismo han
señalado otros autores a lo largo de la
historia. “ ¿ Qué es amor”?, le pregunta una
muchacha a Antonio Machado en un breve
poema. Y el poeta responde : “ Verte una vez y
soñar/ haberte visto otra vez”.
7. “ ¿ Qué es amor”?
Te pregunto; nos preguntamos todos.
Si te das cuenta, todos nos hemos planteado alguna
vez esta cuestión. La respuesta no es fácil.
El francés Jacques Prévert, en un poema que
empieza interrogando “¿ Qué día es hoy, amor?”,
concluye: “ Nacemos y vivimos. Vivimos y amamos.
Y no sabemos lo que es el día. Y no sabemos lo que
es la vida. Y no sabemos lo que es el amor”.
8. No lo sabemos. Pero no renunciamos a intentar
explicarlo. Desde el famoso soneto de Lope de Vega:
“Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
9. Los poetas a lo largo del tiempo han intentado
definir el amor, o más bien, cómo se manifiesta.
El resultado ha sido, casi siempre, una sucesión,
más o menos caótica, de contradicciones, que
parecen ser los elementos propios _ y
reconocibles- del amor.
10. Amor manda cuando ruega,
Ve con los ojos vendados,
brinda paz y da cuidados,
a un tiempo concede y niega…
A la par quiere y no quiere,
se enoja y se desenoja,
se va, vuelve, tira, afloja,
nace, crece, vive, muere…
11. Estos son algunos de los efectos del amor…
Que hace casi dos siglos enumeró Francisco
Martínez de la Rosa, ministro, autor de La
conjuración de Venecia, el primer drama
romántico español, en un poema titulado
precisamente : “ Enigma”, que concluye así:
14. Me muero porque me quiera,
pero nunca lo diré.
Y después de todo, ¿ qué ?
¿ Morir para que me quieran?
¿ Qué me quieran? ¿ Para qué?
15. Quiero y no quiero querer
a quien no queriendo quiero.
He querido sin querer
y sigo, sin querer, queriendo.
Si porque tú me quieras
quieres que te quieras
quieres que te quiera más:
te quiero más que me quieres,
¿ qué más quieres?, ¿ quieres más?...
16. “ No me mires, que miran
que nos miramos.
Miremos la manera
de no mirarnos.
No nos miremos,
y cuando nadie nos mire,
nos miramos”.
17. “ ¿ Qué le puedo decir a esa persona que me
quita la razón, el tiempo, la vida, y no hago más
que pensar en ella y estar pendiente de sus
movimientos…? ¿ Qué le puedo decir y cómo?”
se preguntan, y me preguntan.
18. En el principio fue el Verbo, ya sabes.
Y el amor. Desde el principio se han
escrito poemas de amor en todas
partes del mundo ( El cantar de los
cantares, de Salomón, que está en la
Biblia, es uno de los más bellos
19. :
“Si el hombre pudiera decir lo que ama,
Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo como una nube de luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando solo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad porque muero.
Tú justificas mi existencia: Si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido” LUIS CERNUDA
20. Si me llamaras, sí;
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría;
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los
mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
• telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí; si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca
desde la voz que dice: "No te vayas."
(Pedro Salinas, de La voz a ti
debida, 1933)
21. Pasiones:
Lope de Vega y Marta de Nevares. El mujeriego,
vitalista y maduro, se hizo sacerdote en 1614, tras
la muerte de su mujer legítima y de un hijo.
Seguía viviendo pasiones desenfrenadas. Se
enamoró locamente de Marta. Ella con 26 y él
54.estaba casada. Era culta e inteligente. Nació
una niña, cuando el marido se enteró, la
abandonó. Vivieron juntos, apasionados y felices
hasta que Lope se cansó.se quedó ciega y sufría
extrañas locuras y delirios.
22. Cuando el equilibrio entre los
amantes es muy grande, entramos
en el terreno de lo enfermizo. Toda
pasión tiene algo morboso: es una
alienación, una entrega obsesiva
de tu vida al amado. ..
23. Miguel de Unamuno y Delfina Molina.
Ella, poetisa argentina se enamoró en serio del
atormentado escritor contra la voluntad de él.
Ella fue catedrática, escribió varios libros, culta y
sensible pero padecía un desequilibrio
emocional. Empezó a escribir a Unamuno. Ella
casada y con tres hijos. Ella le declaró su amor
más frenético y él dejo de contestar a sus cartas.
Ella le escribió durante 22 años más. 160 cartas
en total: textos patéticos de locura amorosa
24. El amor es tan fuerte como el odio
León Tolstoi y Sonia Tolstoi. En 1910 se
cumplieron 48 años desde que se casaron.
Él 34 años y ella, 18. su actitud con las mujeres
era de hostilidad. Él perturbado, egoísta,
taciturno… un hombre arrebatador y Sonia
quedó arrebatada.
25. .
Él se enamoró de ella de la noche a la mañana y le escribió
una apasionada carta pidiéndole matrimonio. Sonia tuvo
que tragarse todos los diarios íntimos de Tolstoi, ella era una
niña. Quedó horrorizada, sobre todo al enterarse de que
tenía un hijo con una campesina.
La boda fue grotesca. El novio llegó tarde. Pero ella era
inteligente y mucho temperamento; esto fue su salvación y
su condena. Sonia daba sexo para obtener amor. A él le
encantaba el sexo con ella.
A los 49 años él empezó con sus crisis y depresiones. Dejó
de lavarse, se vestía con ropa vieja.
26. Durante más de 20 años ella intentó poner orden y sensatez al
delirio. Ella cargaba con todo. Ella se sentía angustiosa. Quería
morirse. De vez en cuando volvía a saltar la chispa amorosa. Ella
cayó enferma con un tumor. Él no la dejaba operarse. Finalmente
lo hizo. Un siniestro hombre les hizo la vida imposible. Quería
que ella desapareciera. El anciano se escapó de su casa y ella
arrojó a un estanque helado. Él murió pero a ella no le dejaron
pasar a la habitación hasta que murió. Ella duró nueve años más.
Al morir León, ella dejó de estar loca.
Durante más de 20 años ella intentó poner orden y
sensatez al delirio. Ella cargaba con todo. Ella se
sentía angustiosa. Quería morirse. De vez en cuando
volvía a saltar la chispa amorosa. Ella cayó enferma
con un tumor. Él no la dejaba operarse. Finalmente
lo hizo. Un siniestro hombre les hizo la vida
imposible. Quería que ella desapareciera. El anciano
se escapó de su casa y ella arrojó a un estanque
helado. Él murió pero a ella no le dejaron pasar a la
habitación hasta que murió. Ella duró nueve años
más. Al morir León, ella dejó de estar loca.
27. En toda historia de amor siempre hay un
ingrediente de tristeza, el
presentimiento inexorable de la pérdida:
porque todos sabemos que esa
abundancia se acabará algún día.
Probablemente la vida nunca parezca
tan efímera como en la melancolía de un
amor que termina.