1. En aquel entonces
El nombre propio del pundonor
Raúl Gómez Samperio
No fue un buen partido para el Racing. Jugar con el miedo escénico que
provocaba el Camp Nou, con el vértigo de sus elevadas gradas,
amenazantes como el Desfiladero de la Hermida, y con jugadores capaces
de erosionar la moral de cualquier equipo, eran suficiente disculpa,
aunque cuatro goles son siempre cuatro goles.
Ya había terminado el campeonato de Liga, con un Racing clasificado en
un modesto sexto puesto de la Segunda División. Sólo quedaba la Copa del
Generalísimo para distraer las esperanzas de los aficionados montañeses,
hasta que en los dieciseisavos de final le tocó en ¿suerte? al C. F.
Barcelona. Y las esperanzas se convirtieron en resignación. Cuatro goles en
los Campos de Sport y ahora, en Barcelona, otros cuatro goles. Pero entre
aquel pérfido resultado, el entrenador, el gran Rafael Alsúa, sabía que el
club tenía algo que celebrar. Aquel día, sábado, 15 de mayo de 1965,
debutó un chaval de 22 años llamado José María Salcines Corral y que
todos conocían como ‘Chisco’.
Si las palabras fueran jugadores de fútbol ¿quiénes merecerían escribirse
con mayúsculas? Es cierto que los nombres comunes viven entre
minúsculas. Es la consecuencia de ser uno más entre muchos y estar
sometido a la discreción de la normalidad. Pero cuando uno de ellos
destaca, se viste de personalidad y es capaz de convertirse en sinónimo de
una cualidad o virtud, las letras de su nombre crecen y la voz que las
pronuncia inspira respeto y admiración.
Ampliar el nombre de un futbolista para aumentar su significado,
identificándolo con su principal característica humana y deportiva fue una
idea de Radiocadena Española, emisora de radio pública que más tarde se
integraría en Radio Nacional de España (RNE). Su entonces director,
Alfonso Serrano (mi primer director en un medio de comunicación) y el
responsable de deportes, Antonio Carreró, crearon en la temporada
1976/77 un trofeo para premiar al jugador del Racing más generoso con el
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esfuerzo y el más aferrado a la defensa de su equipo. Aunque se había
retirado como profesional en 1973 en el Palencia C. F., Alfonso y Antonio
aún tenían grabado en su memoria la fortaleza, perseverancia, valentía,
raza, y pundonor de ‘Chisco’. Y ‘Chisco’ se llamó el trofeo que RNE otorga
cada año a ese jugador ejemplar que se distingue del resto para escribirlo
con mayúsculas.
Todo el mundo le llamaba ‘Chisco’por su padre, Francisco, un empresario
del transporte. Después de romper varios pares de alpargatas jugando al
fútbol en la bolera de Peñacastillo, José María se vistió su primer uniforme
de futbolista en el equipo playero de la Calle del Sol, incorporándose luego
a los infantiles del Racing. Después de pasar por la A. D. Nueva Montaña,
el destino futbolístico le llevó a Barcelona para jugar en el C. D. Condal,
debutando con 19 años en Tercera División. Entre sus compañeros se
encontraban varios que jugarían en el primer equipo, entre ellos Joaquín
Rifé. ‘Chisco’ aprendió mucho en su estancia en la capital catalana,
llegando incluso a jugar algún amistoso con el primer equipodel C. F.
Barcelona. Cuando regresó a Santander se incorporó al Rayo Cantabria, y
allí se fijó en él Rafael Alsúa, su ídolo, que fue quien le dio la oportunidad
de debutar en el entonces Real Santander Sociedad Deportiva.
En el Racing permaneció siete temporadas (1964-71) enamorando al
público de Santander. Era titular indiscutible, y se convirtió en el primer
racinguista en disputar cien partidos consecutivos con su equipo. Por eso
el club le concedió el honor de entregarle su insignia de oro, algo que
nunca se había hecho antes con ningún jugador en activo. Fue el 15 de
septiembre de 1968, antes del encuentro contra el C. D. Basconia. Los
compañeros que le arroparon en aquel momento fueron Illumbe, Colina,
Roldán, Chinchón, Portu II, Aguilar, Lalo, Mundo, Cabello e Isidro.
Dicen que el carácter es la virtud de los tiempos difíciles. Y en esos
complicados momentos se forjó el carácter de ‘Chisco’, porque después de
zozobrar durante dos temporadas en Tercera, fue uno de los artífices del
ascenso a Segunda de 1970, celebrando en el Santiago Bernabéu, con sus
compañeros Corral, Pepín, Argoitia, Chinchón, Menchaca, Zoco, Aguilar,
Santi, Cabello, Portu II e Isidro, aquel gol de Ico Aguilar que deshizo tanta
prórroga y desempate contra el C. D. Ilicitano.
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Después de jugar 189 partidos oficiales con el Racing, se retiró en el
Palencia C. F. que estaba en Tercera División, donde se mantuvo dos
temporadas. El último partido oficial de su carrera deportiva se disputó el
27 de mayo de 1973 en La Balastera, cuando el Palencia C. F. ganó por dos
a cero al C. D. Guecho. Los palentinos formaron con Solana; Astorga,
Corona, ‘Chisco’; Carlos, Goñi; Julio Gento, Sedano (Daunesse), Quina,
Jordana (Del Barco) y Martín.
Es cierto que los nombres comunes viven entre minúsculas. Es la
consecuencia de ser uno más entre muchos y estar sometido a la
discreción de la normalidad. Pero cuando uno de ellos destaca, se viste de
personalidad y es capaz de convertirse en sinónimo de una cualidad o
virtud, las letras de su nombre crecen. Es el caso de José María Salcines
Corral, ‘Chisco’. En la actualidad, a pesar de sus 70 años y la enfermedad
que padece desde hace varios, ‘Chisco’ y su nombre siguen identificando
al orgullo y al pundonor del racinguismo. Le he visto en varios de los actos
que con motivo del centenario del club se han celebrado en los últimos
meses. La última vez pude saludarle, acompañado de su inseparable
esposa, Carmen Medrano, en el homenaje a Santi y a Gonzalo Torre que la
Asociación de Exjugadores del Racing organizó en la estación marítima de
Santander. Sus limitaciones físicas no le impiden manifestar ese carácter
de ganador, ese carácter impulsivo y apasionado que arrastra a su equipo
a la victoria. Cómo le echamos de menos…
Camino de cumplirse los cuarenta años de aquella idea de Radiocadena
Española, ‘Chisco’ ha ido enriqueciendo su nombre con las aportaciones
de 33 jugadores que mantienen vivo su ejemplo y lo potencian como
sinónimo del pundonor racinguista. Ellos son Zuviría, Arteche, Camus,
Preciado, Geñupi, Mantilla, Sañudo, Verón, Chiri, Alba, Benito, García
Jiménez, Pedraza, Gelucho, Cantudo, Quique Setién, Pablo Alfaro,
Ceballos, Mutiu, Luis Fernández, Schurrer, Sietes, Pedro Munitis, Gonzalo
Colsa, Moratón, Javi Guerrero, Pablo Casar, Aouate, Vitolo, Toño
Rodríguez, Pablo Pinillos, Álvaro González y Mario. Todos ellos son ‘Chisco’
y se escriben con las mayúsculas de respeto y de admiración.