La guerra biológica implica el uso de armas que contienen virus o bacterias para dañar fuerzas militares y poblaciones. Aunque prohibidas por la ONU, varios países desarrollan este tipo de armas. Expertos consideran que Irak y la ex Unión Soviética representan las mayores amenazas. Estados como Libia, Irak y Corea del Norte son vistos como fuentes potenciales de ataques biológicos. Varios países como Estados Unidos, Rusia, China y Japón se cree que poseen capacidad para librar guerras