El documento habla sobre la alegría como una virtud que conduce al perfeccionamiento más allá del bienestar material o el placer efímero. También discute la confianza como una cualidad que puede generarse de manera consciente a partir de experiencias o situaciones individuales. Finalmente, señala que aunque los padres quieran lo mejor para sus hijos, no pueden seguir tratándolos como niños ni como adultos.