2. • En varios países donde la antropología forense está
prácticamente desarrollada, con el fin de identificar
individuos vivos, cadáveres o esqueletos utilizan diversas
técnicas para llegar a su objetivo, entre estas la
reconstrucción facial, que trata de recrear el rostro de un
individuo a partir de las características de su cráneo.
3. IDENTIFICACIÓN DE CADÁVERES MEDIANTE
RECONSTRUCCIÓN FACIAL
• Como su nombre lo indica, esta técnica permite reconstruir o recuperar a
partir del cráneo la forma de los tejidos blandos y analizar los rasgos
morfoscópicos del rostro, con el fin de dar una aproximación más verás
de los rasgos faciales de un individuo vivo. Los especialistas en esta
actividad consideran tres modalidades de reconstrucción facial:
1. SUPERPOSICION DE IMAGEN
2. RECONSTRUCCIÓN FACIAL PLANIMÉTRICA O BIDIMENSIONAL
3. LA RECONSTRUCCIÓN FACIAL ESCULTÓRICA O TRIDIMENSIONAL
Cualquiera que sea la modalidad a realizar es necesario poseer los
siguientes elementos para poder cumplir con los procedimientos, como por
ejemplo: cráneo completo, fotografías, radiografías, videos o
testimonios.
4. SUPERPOSICION DE IMAGEN
• Se trata de confirmar la identidad de un individuo mediante la
comparación de fotografías o radiografías del cráneo, con fotografías
anteriores a la muerte de la presunta víctima. Esta técnica inicia con
una sospecha de los investigadores, donde cree que los restos son los de
un individuo en particular y tratan de obtener una identificación
positiva y no circunstancial. La superposición de imagen utiliza tres
técnicas:
1. Fotografía
2. Radiología
3. Video
5. RECONSTRUCCIÓN FACIAL PLANIMÉTRICA O
BIDIMENSIONAL
• Esta técnica sirve para modelar los rasgos faciales en una fotografía del cráneo, se puede
hacer a mano o mediante el uso de un software especializado para el diseño gráfico, los
marcadores de tejido profundo pueden aplicarse en el cráneo antes de que sea fotografiado para
ayudar al diseñador a recrear el tejido blando. Las técnicas bidimensionales son relativamente
rápidas, eficientes y económicas; además permiten que aquellos pequeños ajustes, como el
cabello o la cara, se puedan hacer de forma rápida y sencilla, por lo tanto los métodos de dos
dimensiones dependen en gran medida de la habilidad de los diseñadores, de la integridad del
cráneo y la calidad de la fotografía original. La reconstrucción bidimensional tiene
aplicaciones como el retrato hablado artístico y el retrato asistido por computadora.
6. RECONSTRUCCIÓN FACIAL ESCULTÓRICA O
TRIDIMENSIONAL
• Estas técnicas se utilizan para recrear las caras de personas, mediante
arcilla en el cráneo o el equipo de software para la interpretación. El
moldeado produce representaciones visuales convincentes, pero es largo y
costoso; sin embargo las técnicas de modelización restringen el acceso
al cráneo para otros fines y no se recomiendan. La aplicación de un
software tridimensional es una alternativa para el modelaje, permitiendo
la manipulación y exploración del material sin comprometer su
integridad.
7. Técnica tradicional
• Consiste en moldear los rasgos faciales directamente sobre el cráneo con
material como arcilla, plastilina o similar donde interactúan el
antropólogo y el escultor; el primero aportará a partir del cráneo con
la edad, sexo, afinidad biológica y ubicación de los puntos
craneométricos por los que se establecerá la profundidad del grosor
facial, y; el segundo se dedicará al moldeado de los músculos y rasgos
faciales. En esta técnica existen dos tendencias, la primera consiste en
realizar un aproximado anatómico de reconstrucción de la musculatura,
grasa y piel del individuo. La segunda consiste en conectar los puntos
anatómicos con arcilla o plastilina, posteriormente llenar los huecos y
por último moldear los rasgos de la cara. Esta técnica es de bajo costo
y accesible para los investigadores forenses.
8. Técnica asistida con computadora
• Al igual que la tradicional intenta reproducir la forma del cráneo y
tipo facial, incluyendo la recuperación del tejido blando de la cara, a
través de datos que virtualmente han sido almacenados, para ello se
auxilia de un sistema óptico de láser y un escáner. De acuerdo con las
características del cráneo ya sea el sexo, edad, afinidad racial se
elige la tabla de datos disponible que contiene el grosor del tejido
blando de la cara; por último se agregan los rasgos faciales como ojos,
nariz y boca.