1. Relajación
Usted puede relajarse así cierre sus ojos con suavidad.
Apriete los puños con fuerza. Afloje muy lentamente.
Cuánto más despacio lo haga sentirá más calma y alejará
Tensiones. Se refuerza la eficacia si mentalmente repite:
Estoy mejor, más tranquilo, más calmado ,etc.
Es una técnica sencilla de un experto: Dr. Jacobson.
(Progressive relaxation). Cierre también fuertemente los
párpados y apriete bien los labios hacia adentro.Vuelva
con lentitud a la posición normal y sentirá sosiego y una
gran paz.
Estos ejercicios deben repetirse con asiduidad. Sólo así
son fuente de calma. Mientras se relaja visualice imágenes
positivas: Lindos paisajes. Cree su propio oasis. Animo.
¡Ámese a sí mismo!
2. Orar más y mejor
Decirle a Dios " Tú eres mi roca y mi fortaleza" es común
en los Salmos. Oraciones saturadas de confianza. Al orar
con los 150 salmos bíblicos se progresa mucho en el
sendero de la perfección.
"En Dios sólo descansa el alma mía, de El viene mi
esperanza; mi roca sólo es El, mi fortaleza, no he de
vacilar". Este pasaje del salmo 62 nos invita a tener una
confianza sin límites en Dios como baluarte; así se esfuma
la incertidumbre.
Muchos ganan seguridad repitiendo: "Tú estás conmigo,
nada temo", del salmo 22: El Salmo del buen Pastor.
Podemos escoger uno para cada día de alabanza, perdón,
súplica o gratitud. Nos acercan más a Dios. Algunas de
estas plegarias acaso hayan caducado. Pero la mayoría
renuevan nuestra fe y nuestro amor.
3. Vencer la rutina
Despedir la rutina y abrirle el corazón a lo nuevo es una
clave de la felicidad. Con inventiva y apertura podemos
hacerle un conjuro a la monotonía en las relaciones y en el
trabajo. Por la misma puerta que sale el tedio entra el
entusiasmo cuando somos creativos.
La sabiduría es cambiar para vivir. La rutina es el óxido
de la vida. La creatividad nos abre a los horizontes sin
límite de la existencia. En la nueva teología se insiste en
que la creación no ha terminado. Dios nos hizo creativos.
Tenemos un mundo por perfeccionar y muchos mundos
por descubrir. El crear nos diviniza. Hay vidas fosilizadas
por la monotonía, amores enterrados por la rutina. ¡Vivir es
cambiar! Vivimos mejor si no descubrimos que todo el año
podemos hacer lo mismo de formas nuevas y ser creadores
4. Podemos cambiar
Vivimos mejor cuando somos reflexivos y amigos de
practicar el sabio dicho "conócete a ti mismo". Afortunados
nosotros si reconocemos que hay que cambiar y que no es
un acto sencillo ni mágico. Felices nosotros cuando
buscamos ayuda sin decir: no estoy loco... No tengo
tiempo... Nadie le ayuda a uno. Dichosos nosotros si
buceamos en el inconsciente. A veces es más poderoso que
la voluntad. Los cambios no se logran con vanas promesas.
Soló con dedicación y medios adecuados. Así corrigen los
deportistas sus falencias después de pacientes y largos
entrenamientos.
Cuántas energías, cuánto tiempo y cuántas ayudas
emplean los que prometen: ¡ Voy a cambiar! Felices
nosotros y nuestros seres queridos si luchamos por
cambiar. ¿ El secreto? Práctica, práctica, práctica.
5. Plata de por medio
Un comerciante acaudalado acude a un sabio rabino en
busca de consejo, ya que no es feliz. El rabino lo hace mirar
a través del cristal de la ventana, y luego le pregunta:
¿Qué es lo que ves? -Veo gente, contesta al instante el
ricachón. Después lo lleva frente a un gran espejo, le
pregunta de nuevo: ¿Y ahora que ves? -Ahora me veo a mí
mismo. Mira, hermano, sentencia el rabino. Tanto en la
ventana como en el espejo hay vidrio. Pero hay una gran
diferencia: El cristal del espejo está cubierto con una
amalgama de plata.
Es muy importante que aprendas esta lección: En cuanto
hay de por medio un poco de plata, todo cambia. Entonces
dejamos de ver a los demás, para vernos solamente a
nosotros mismos