2. En la celebración del miércoles de Ceniza se nos dice al tiempo de imponernos la ceniza: "Conviértete y cree en el Evangelio". La Cuaresma es pues, un tiempo de conversión. Convertirse significa "volver", "cambiar", "enderezar el camino" "renovarse".
3. El hombre y la mujer de hoy, somos un poco autosuficientes y vivimos olvidados de Dios. Confiamos demasiado en las propias fuerzas y, a veces, nos cerramos a la fe.
4. El hombre postmoderno piensa que la Cuaresma es para los “de antes” para los “ no progresistas” . Eso hoy en día "ya no se estila".
5. Los cristianos vivimos bombardeados por “slogans” que alejan la vida de una visión cristiana y sobrenatural.
6. Jesús nos ofrece una manera de ser y estar en el Mundo, de realizarnos como personas, de construir un mundo y sociedad diferentes.
7. Necesitamos hacer un alto en nuestro camino para confrontar nuestra vida con el proyecto de Jesús.
22. En definitiva, la Cuaresma no es privarse de todo y vivir un tiempo de sufrimiento; es tomar conciencia de la presencia de Dios en nuestra vida, de la ayuda que recibimos de Él cada vez que emprendemos un cambio.
23. El cambio pedido por Dios es “conversión del corazón”, que es obra de la gracia y misericordia de Dios y del esfuerzo humano.
24. La Iglesia nos propone tres caminos para purificar el corazón:
25.
26.
27.
28. Sólo así, el día de Pascua nos encontraremos con Cristo Resucitado.