Miriam experimenta manías leves como lavarse las manos con frecuencia después de tocar superficies, lo que dura unos 10 minutos al día. Aunque le causa incomodidad si no lo hace, sus síntomas no cumplen los criterios para un diagnóstico. Ingrid sufre cada vez más de obsesiones con la limpieza, lavándose las manos más de 30 veces al día y sintiendo repulsión por saludar a otros. Su temor a la suciedad ha ido aumentando. Se le diagnostica un trastorno obsesivo compulsivo centrado en
1. Mª Dolors Mas Delblanch: “ De las manías al
trastorno obsesivo-compulsivo”
2013
Miriam se lava las manos con cierta frecuencia.Nada más tocar el picaporte de la
puerta de su casa o las llaves, va a lavarse las manos con manos pero apenas tarda
unos segundos.También lo repite por la tarde, después de leer el periódico o, incluso, si
lee un libro.Ocurre unas quince veces al día y dura unos diez minutos en total.Sin
embargo, si evitará hacer este pequeño ritual se sentiría bastante incómoda.
Aunque pueda parecer lo contrario, Miriam no cumple los criterios de diagnóstico para
el establecimiento de patología ya que sus síntomas son, desde el punto de vista
psicólogico, infraclínicos o subclínicos, es decir; Miriam se acogería a aquello que tanto
se dice antes de establecer diagnóstico “tiene manías”, en el lenguaje coloquial,
( término que no usamos los psicólogos puesto que designa un trastorno que nada tiene
que ver con lo que nos ocupa) o, mejor dicho, obsesiones.Se llaman así porque Miriam
necesita realizar un ritual ( lavarse las manos, probablemente de una determinada
manera, sólo con agua, aunque otras personas necesitan usar grandes cantidades de
jabón; secar sus manos, también siguiendo una rutina y, todo ello, hacerlo un
determinado número de veces al día) A pesar de que, en el caso de Miriam, no podamos
decir que existe enfermedad, sí hay un claro sufrimiento asociado a la necesidad de
realizar los rituales.Y, está es, precisamente, la frontera… el trastorno obsesivo-
compulsivo ( en adelante,TOC) es, por tanto, una verdadera enfermedad.
Ingrid se da cuenta de que cada vez le preocupa más el tema de la limpieza.A menudo
le asalta la idea de que tiene las manos sucias y que debería lavárselas.Se las ha
llegado a lavar más de treinta veces al día.Pero esa sensación de suciedad se empieza
a extender; siente repulsión a saludar a algunos clientes del trabajo.Así que
“selecciona” a la gente a la que da la mano.Hace poco, le ha asaltado la idea de que
los zapatos y el bolso que lleva a trabajar “ensucian” el piso donde
vive.Posteriormente, ha ocurrido lo mismo con la ropa y se cambia cada vez que entra
en casa, dejando el bolso y los zapatos en un lugar que ha destinado para tal fin. A
pesar de que se da cuenta de que sus temores son exagerados, que las “cosas sucias”
van cada vez aumentando más, Ingrid no es capaz de evitar este temor ni ese
pensamiento.
Ingrid padece TOC.El núcleo central es la típica obsesión de la suciedad.Pero, ¿ qué es
una obsesión? Es un pensamiento que implica un peligro, un temor o una preocupación
ante un acontecimiento peligroso que, en la mente del paciente, es mejor evitar.Dicho de
otra manera, toda obsesión viene dada por un suceso potencialmente grave que podría
desencadenarse si no se presta atención.
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trastorno obsesivo-compulsivo”
2013
No es fácil deshacerse de una obsesión; es un pensamiento intrusivo, recurrente, que se
impone en contra de la propia voluntad, a pesar de que el paciente reconoce que es
absurdo e, incluso, que, en otras circunstancias, no se pasaría por la mente.Sin embargo,
cualquier intento de resistirse, de huir, de evitar, es una fuente importe de angustia
emocional, malestar interior y ansiedad.El contenido de las obsesiones determina que
estas puedan ser de diferentes tipos.
El segundo aspecto del TOC es la compulsión que procede del latín “compulsare” que
significa “obligar” Y nada más ilustrativo; lo importante de la compulsión es que el
paciente se siente “forzado” a realizar un acto para poner fin a la obsesión y aplacar la
ansiedad.Dicho acto es voluntario, por ejemplo, Ingrid es quien decide colocar el bolso
y los zapatos en un lugar determinado, lavarse las manos reiteradamente,…aunque en,
la mayoría de las ocasiones, no se puede evitar realizar estas compulsiones que pueden
ser manifiestas cuando las hace uno mismo, como en el caso de Ingrid, o encubiertas,
cuando se le pide a otra persona que realice el ritual por nosotros; por ejemplo, en las
obsesiones de comprobación, una de las más frecuentes, en que existe temor de dejarse
abierto el grifo del agua o encendido el gas y que ello cause una catastrófe física
( inundación, explosión de gas) o emocional ( pérdida de personas cercanas, o del
trabajo), si el paciente es un hombre le puede pedir a su esposa que realice la
compulsión para evitar hacer el ritual.
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