Existen diversos factores que pueden influir en la percepción de estrés, incluyendo exceso de trabajo, relaciones deterioradas con compañeros, empleo inestable, falta de formación para tareas asignadas, exigencias de responsabilidad, y marginación social. También pueden influir rasgos de personalidad vulnerables al estrés, conductas adictivas, baja autoestima y competencia emocional, creencias erróneas, y falta de apoyo social.