El documento habla sobre la necesidad de una revolución energética basada en fuentes de energía limpias y renovables como la eólica, hidráulica, solar, mareomotriz, geotérmica y biomasa para lograr un desarrollo sostenible. También enfatiza la importancia de asumir la responsabilidad compartida de cuidar los recursos y apostar por las energías renovables sin agotar los recursos naturales, así como lograr un cambio cultural hacia el uso eficiente de la energía a través de la educación científica.