1. socialismo es un orden social basado en la socialización de los medios de producción y su control administrativo colectivista puede ser no-estatal (propiedad comunitaria en sentido amplio) o estatal (nacionalización mediante planificación central burocrática, sea el Estado democrático o no). El orden socialista se caracteriza por un control consciente de la sociedad como un entero (público) sobre las funciones económicas particulares (las actividades productivas de servicios, comercio e industria) que la integran. A diferencia de la idea de "comunismo" (término que fuera conceptualizado por primera vez en forma sistemática por Platón), la palabra "socialismo", usada para describir una forma colectiva de organizar la producción, se creó por primera vez bajo los auspicios de Robert Owen en 1835 y evolucionó como concepto e ideología de economía política que alude principalmente un sistema social, económico y político basado en la organización consciente de la sociedad de acuerdo a fines preestablecidos. En principio es a esto a lo que en el siglo XIX, en el contexto de un proceso de proletarización masivo producido por el ascenso del capitalismo industrial, se denominó movimiento socialista y en algunos lugares movimiento de reforma del trabajo. A diferencia del ideario comunista, el orden socialista no aspira a que lo común sea el consumo ni colectivizar la vida diaria, y viceversa sí requiere que la producción como contribución al bien general no sea libre sino planificada. socialista no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen. Contenido [ocultar] 1 Explicación
2. Con el surgimiento del marxismo los medios socialistas y los fines comunistas son absorbidos y reformulados dentro de una sola doctrina que entiende ambos sistemas como dos pasos históricamente necesarios en el desarrollo de una sociedad escindida por la lucha de clases hacia una etapa comunista final sin clases. El movimiento comunista, que ya había surgido de ciertos períodos radicales colectivistas de la Revolución francesa como movimientos remanentes (véase el comunismo de Babeuf y la Conspiración de los Iguales) y había dejado de ser un activismo social cambiante durante diferentes períodos históricos para convertirse en activismo político, se transforma en partido e ideología gracias a la introducción por parte de Karl Marx de las ideas de los doctrinarios socialistas (por entonces tomadas seriamente), adoptando un sólido cuerpo doctrinal del que carecía. Mientras que gracias al marxismo las ideas socialistas y comunistas se desprenden del idealismo y se unifican en un solo movimiento ideológico llamado Comunismo, el Socialismo como ideología se escinde en varias corrientes: socialismo utópico, socialismo de Estado, socialismo corporativista, socialismo militar, socialismo clerical, socialismo obrero, socialismo popular, socialismo nacional, etc. Frecuentemente coexisten diferentes movimientos políticos que adoptan el título Socialismo: desde aquellos con vagas ideas de búsqueda del bien común e igualdad social, hasta los proyectos reformistas de construcción progresiva de un Estado socialista en términos marxistas, o las variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas o nacionalistas), o al intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente según varíen los interlocutores políticos y que algunas veces se distancian en mayor o menor medida de su etimología: estatistas, nacionalistas, marxistas, cooperativistas, corporativistas gremiales clásicos, corporativistas de Estado o fascistas, socialistas de renta, socialistas de mercado, mutualistas, socialdemócratas modernos, etc. El socialismo continúa siendo un término de fuerte impacto político, que permanece vinculado con el establecimiento de un orden socioeconómico construido por, para, o en función de, una clase trabajadora organizada originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras; idea esta última que no era originaria del ideario socialista sino del comunista y cuya asociación es deudora del marxismo-leninismo. La radicalidad del pensamiento