Los tres formatos de audio digital descritos son WAV, CD-A y MIDI. WAV son archivos de audio sin comprimir que ocupan mucho espacio. CD-A es el formato utilizado en CDs de audio comerciales y requiere conversión para reproducirse en un ordenador. MIDI no almacena muestras de audio directamente, sino información musical que depende del reproductor MIDI utilizado para generar el sonido.
2. WAV o Wave Audio Format
CD-A o Compact Disc Audio
MIDI o Musical Instrument Digital Interface
3. WAV o Wave Audio Format: Los archivos de sonido digital sin comprimir de este tipo ocupan
mucho espacio. Fue creado para el entorno de Microsoft en 1995 y fue el estándar de grabación
para la música de los CDs comerciales. Es un formato muy extendido entre los usuarios de
PC, ya que funciona en cualquier aplicación de Windows. Se desaconseja su uso para internet
por el gran tamaño de los archivos en este formato.
CD-A o Compact Disc Audio: Es el tipo de archivo de sonido digital que utilizan los CDs de
audio comerciales en la actualidad. Es una derivación del formato WAV y sólo pueden ser
reproducidos desde un CD-ROM. El formato CD-A utiliza una frecuencia de muestreo de 44.1
kHz y un tamaño de muestra de 16 bits. Este tipo de archivo requiere la conversión a otro
formato para poder ser almacenado y reproducido en un ordenador. Su extensión es *.cda.
MIDI o Musical Instrument Digital Interface: No es un tipo de formato de archivos
digitales de sonido como tal. Es una descripción musical de un sonido más que un conjunto de
muestras del mismo. El audio resultante depende directamente del reproductor MIDI que se
utilice. El formato MIDI almacena información acerca del instrumento usado y de la forma en
que se ha tocado. Es considerado el formato estándar en música electrónica. Su extensión es
*.mid.
4. Con la aparición del audio digital la adquisición y transmisión de audio ha cobrado una nueva dimensión que permite
almacenar con calidades muy buenas ingentes cantidades de música en soportes relativamente pequeños. El secreto se
encuentra en la compresión del audio, un sistema por el cual se puede minimizar el tamaño del archivo resultante en
función de la calidad que se desee obtener.
Antes de introducirnos en el mundo de la compresión del sonido hemos de explicar primero cómo conseguir que el
audio, analógico por definición, pueda almacenarse digitalmente. Un proceso de transformación Analógica-Digital
permite que el ordenador –o el equipo digital- pueda manejar la información de audio. Para que nuestro oído reciba de
nuevo el sonido existe otro proceso de conversión Digital-Analógico. La característica más importante de este proceso
es el muestreo. Si disponemos de una señal de audio analógica –continua en el tiempo-, podemos tomar muestras de la
misma con un intervalo determinado –frecuencia de muestreo- e ir almacenando el valor de la señal en ese punto. La
siguiente figura resume mejor el procedimiento: la señal de audio analógica se muestra en rojo a lo largo del eje
temporal, mientras que las muestras capturadas toman los valores de esa señal en distintos instantes de tiempo.
El teorema de Nyquist marca las limitaciones del muestreo: sólo será posible recuperar exactamente la forma de o-nda
si la frecuencia de muestreo es como mínimo el doble de la frecuencia de la componente de mayor frecuencia. Puesto
que la frecuencia más alta que puede percibir el oído humano está cercana a los 20kHz, la frecuencia de muestreo de
44,1KHz utilizada por los reproductores de audio CD resulta más que suficiente.