La construcción de la identidad nacional argentina a través de la educación
1. Mauro Meloni - 18 de Mayo, 2010.
Santiago Rodríguez
Hacer argentinos
Hacia la segunda mitad del siglo XIX, terminado el periodo de organización
nacional (1862-1880), los gobiernos liberales se proponen transformar el país con bases
en la civilización, el progreso y la educación. A partir de medios como las políticas que
fomentaban la inmigración, la campaña al desierto y las reformas en la educación, el
estado se termina de consolidar internamente.
Pero ante la gran oleada inmigratoria el estado ofrece, enseña y demuestra ante los
extranjeros un concepto de argentinidad que en las últimas décadas se ha puesto en tela
de juicio. Hay quienes creen que el estado ha contribuido a que se forme una imagen
ficticia de ser argentino.
Para mi trabajo voy a citar fuentes secundarias tales como ‘’La Argentina en la
escuela’’ de Luis Alberto Romero, para analizar en profundidad la pregunta que me
planteo:
¿Es la nación Argentina el resultado de una construcción histórica o es la historia de
un pueblo que, con sus ideas, creencias y valores, se organizo hasta formar un estado?
Para comenzar a responder a esta pregunta vamos a usar la definición de nación de
Ernesto Renán: "la Nación es un plebiscito cotidiano". Esto es, reafirmar o confirmar a
cada momento la voluntad de vivir con otros con respecto a ciertas normas de
convivencia. La esencia de una nación no esta definida por la etnia, la lengua, la
religión, o la geografía. Si bien, cada uno de estos factores caracteriza las diferencias
que pueda tener una Nación de otra no son esenciales. En “el pasado común, y la
proyección histórica” se encuentra el fundamento de Nación, más explícitamente.
La Nación Argentina se empezó a crear más o menos desde 1870 bajo el concepto
de civilizar a imagen y semejanza de la civilización moderna Europea en base a la
constitución y la asimilación cultural de los inmigrantes, mediante la educación , el
servicio militar y los símbolos patrios Las demás naciones, de aborígenes autóctonos
fueron exterminadas por la campaña del desierto.
Se creó una historia oficial, se emprendió una búsqueda por la idolatría hacia a los
héroes y próceres nacionales así como a las efemérides patrias La educación gratuita y
obligatoria homogeneizaba el idioma, el conocimiento y el sentimiento de pertenencia.
Luego el Servicio Militar infundía respeto, orden, sentido del deber y patriotismo. Los
símbolos patrios y los rituales en la escuela (izamiento de la bandera, la canción Aurora,
el Himno Nacional y las celebraciones patrias).constituyen un proceso de
nacionalización de las masas inmigrantes. Se les inculcó el amor a la patria y una
cultura común.
A fines del siglo XIX y en el siglo XX la escuela ha hecho eficazmente el trabajo de
‘’hacer argentinos’’: logro establecer en el imaginario argentino un conjunto de ideas,
nociones, valores y actitudes hondamente arraigados y naturalizados. El sentido común
argentino que es formado por los libros de textos escolares es un caso de ‘’el saber
olvidado’’: lo que queda en el fondo de nuestra conciencia una vez que olvidamos los
contenidos específicos que aquellas nociones portaban es lo que constituye nuestro
sentido común.
Casi siempre, el libro es la fuente exclusiva de conocimiento escolar de los niños,
sobre todo en los casos en que decaen antiguos hábitos como buscar fuentes de
información complementaria.
A partir de la historia, la geografía y la cívica se ofreció una idea de nacionalidad
que apelaba a algo preexistente, como si se pudiera hablar de una esencia de la
argentinidad, un molde fijo en el que entraban algunos y otros quedaban afuera.
2. Mauro Meloni - 18 de Mayo, 2010.
Santiago Rodríguez
Leyendo estos libros se formaron varias generaciones de argentinos que tenían la
imagen de un país condenado a la gloria.
“Esa imagen es en primer lugar de soberbia: somos un país grande, con todo lo
necesario para tener un importante destino. En relación con lo anterior: tenemos mucho
territorio. A la vez, esa imagen es la de una nación paranoica: si su destino de grandeza
no se concreta, se debe a que hay otros que sistemáticamente se las arreglan para
perjudicarnos. La lista es variada: empieza con los vecinos limítrofes y termina, al
menos por hoy, con el Fondo Monetario Internacional.”. Los textos de geografía
reforzaron la idea de nacionalidad anclada en el territorio y, por lo tanto, atenta a las
fronteras, presentándolas como punto de conflicto. El sentimiento de paranoia también
se ve manifestado hacia adentro de nuestras fronteras: los comunistas, los subversivos,
los no-católicos, en definitiva los antipatriotas, son quienes se oponen a los verdaderos
argentinos. Probablemente sean estos sentimiento de paranoia y soberbia los que lleven
al argentino de hoy a ‘’hacer la suya’, ya que “los otros impiden nuestra realización”.
En respuesta a la pregunta principal de esta investigación podemos afirmar, bajo los
argumentos previamente mencionados, que la Argentina es el resultado de una
construcción histórica, no la historia del pueblo q luego se organizó. La educación jugo
un papel fundamental:” Los manuales, elaboraron convicciones y valores generales, y
los transformaron en saberes ritualizados, certidumbres y lugares comunes sobre el
pasado de la nación argentina.” Para el gobierno se transformo en una necesidad crear
una nación para poder progresar como país, pero los aspectos negativos de la formación
de este sentido común falso fueron, por ejemplo los sentimientos de soberbia y paranoia
hacia los’’no-patriotas’’.
Evidentemente el sentido común que esta arraigado en muchas generaciones no es
del todo real. Pero mas allá de esto ,lo que nos define como nación hoy es en realidad la
voluntad de querer ser con el otro: el hecho de que compartamos una historia y , mas
que nada, las ganas de construir el futuro juntos.